viernes, 13 de diciembre de 2019

LO DE LA SEMANA



Creo que voy a dejar de ir a la pequeña cafetería donde espero los martes por la tarde a que salga el pequeño del entrenamiento de baloncesto. Hace ya dos semanas que coincido hacia las cuatro de la tarde con un trío, a veces cuarteto, formada dos señoras y un señor de unos sesenta y muchos que cada vez que llego para tomarme mi descafeinado y hojear la prensa local manifiestan evidentes signos de estar ya suficientemente achispados tras la sobremesa. El hombre me resulta especialmente irritante por los vozarrones que pega y no digamos ya las tonterías que suelta a las camareras como si fuera un Arturo Fernández recién llegado de la braña, que dicen aquí en Asturias. Ellas, muy monas con su cardado a lo Merche del Cuéntame, vamos, la estética de un tiempo que en ciertos lugares o personas parece haberse quedado fosilizada para los restos, se muestran muy pizpiretas -me temo este término se ajusta muy bien al cardado- y le ríen de continuo las gracias al paisano. Como el local es pequeño y las mesas están prácticamente pegadas es completamente imposible abstraerse del sainete agroetílico al que asisto como si estuviera en primera fila. Así y todo, hasta ahora había conseguido abstraerme del espectáculo gracias a mi capacidad innata para sumergirme en mis mundos interiores. Sin embargo, este martes me resultó imposible porque la conversación del trío de simpáticos y beodos abueletes que tenía en la mesa de al lado se me hizo especialmente incómoda dado la cascada de intimidades e indiscreciones subidas de tono que, dado mi carácter reservado y discreto, llegaron incluso a ruborizarme, no por nada vengo de una familia donde eso de exteriorizar los sentimientos y pegar a un padre casi vienen a ser lo mismo. La conversación fue más o menos así, lo más literal posible y con marcado y, para mí, delicioso acento asturiano.
-Deja que te diga una cosa un poco personal, Loli.
-Dime, ladrón.
-Veote muy triste hoy.
-Tú si que me entiendes, ho, y no el Amancio.
-Claruuu, porque el tu marido ye un fio de puta, dígotelo siempre.
-No me valora, nunca lo hizo, me tie en casa como si fuera un mueble.
-¡Un mueble?
-Sí, que no me usa. Y yo todavía tengo mucho fuego interno y necesito un home que me lo apague.
-¡Yo soy esi home!
-Tu yes un buen home, digótelo, un poco garrulo e ignorante, pero ties buen fondu, notásete.
-Claro que sí, ho. ¡Cagon mi mantu, deja al Amancio y vente conmigo! Yo sí que voy facete feliz.
-Esti te fai feliz a ti, a mi y a todes les mulleres que pongánsele en medio -interrumpe la tercera en discordia.
-¡Que sí, ho! Toy fechu un guaje.
-Sí, de desguaje... -otra vez la tercera.
-Que sepas que cada día téngote más cariñu, Jose Luis, que yes el home con el que me iría sin dudarlo si no estuviera casada con el Amancio.
-Ay, Loli, yes la muller que más quise siempre.
-¡Qué copón! Yo también os quiero a ambos -de nuevo la tercera.
Y claro, yo aquí no lo disimulo, tengo mis prejuicios como todo hijo de vecino y lo que me resultaría normal en grupo de chavales ya no me lo es tanto en uno de viejales con la mesa repleta de botellines de cerveza y vasos de orujo a las cuatro de la tarde prácticamente pegando chillidos y haciendo aspavientos como si estuviera en una película de Buñuel o en un cuadro de Grosz, por poner alguna referencia culta o algo así. El caso es que no pude evitar incomodarme, porque, como ya he dicho, yo vengo de una familia donde nunca, jamás de los jamases, nos hemos dicho ridiculeces como "te quiero" o "cuéntame qué te pasa, qué sientes", y menos aun nos hemos contado nuestras intimidades, donde todo intento de acercamiento a las cuitas de cada cual ha sido siempre a través de la ironía o ya directamente con el sarcasmo. Como que, estando ya mi viejo enfermo de lo suyo, yo le preguntaba por la salud cada vez que llegaba a Vitoria, y la conversación solía ser casi siempre tal que así:
-¿Cómo quieres qué este?
-Pues eso, ¿cómo?
-¿Tú qué crees?
-No creo nada, te lo estoy preguntando.
-¿Pues? ¿Te pasa algo?
-A mí no. ¿Y a ti?
-Ya sabes.
-¿El qué tengo que saber?
-¿Ponemos ya la cena?
Y el caso es que, será por la cosa esa del escribidor indiscreto con la oreja siempre a punto, o porque en realidad fuera hacía un frío del carajo, que aguanté estoicamente al lado del trío calavera antes de salir a por el enano. Al menos más de lo que habría aguantado mi padre, no te digo ya mi abuelo, que no me cabe ni la más mínima duda de que nada más escuchar "Deja que te diga una cosa un poco personal, Loli" se habrían revuelto en su silla, se habrían levantado y adiós muy buenas. A mí me costó; pero, al menos mantuve el tipo. De hecho, creo que estoy avanzando a pasos agigantados en la humanización de los de mi estirpe. Ahora, otra vez ya no.





Anoche leyendo Kaputt de Curzio Malaparte doy con esta reflexión sobre el pueblo alemán durante el III Reich en la que el autor desarrolla el concepto antes citado de "Krankes Volk", esto es, Pueblo Enfermo. Entonces me acuerdo de inmediato que ese mismo término, pueblo enfermo, es el que empezó a rondar por mi cabeza hace muchos años durante la famosa manifestación en Vitoria para protestar por el asesinato de Buesa y su escolta. Por un lado los que protestábamos contra ETA, y por el otro, y venidos ex profeso en autobuses de todos los batzokis del país con sus banderas y consignas, los que jaleaban a su cuestionado lehendakari Ibarretxe y a su "burukide" en jefe, un tal Arzalluz, es decir, aparentemente más indignados por los reproches, muchos de ellos no del todo justos sino a lo "aprovechando que el Pisuerga...", e insultos de los que habían sido objeto tras el atentado, que por el hecho luctuoso en sí, vamos, eligiendo sus prioridades. Dos manifas prácticamente contiguas que durante todo el trayecto hasta la plaza de la Virgen Blanca fueron provocándose mutuamente, esto es, olvidando el verdadero motivo que les había congregado aquel día, para dar rienda suelta al improperio sectario, banderizo, cada cual rescatando de su zacuto el rencor acumulado durante décadas. dejándose llevar por las ganas de cantarle las cuarenta al otro y así casi todo el rato. Si no se llegó a las manos de una manera generalizada fue de puro milagro. Un horror porque estoy seguro de que casi todos teníamos amigos en ambos bandos, en mi cuadrilla desde luego. Y entretanto, "los otros" callados detrás de la cortina, y esto por poner alguna imagen al asunto, que a saber cuántos pletóricos por el daño causado, "socializando el sufrimiento" que decían, o repitiéndose a sí mismos en plan mantra, porque mucho había que repetirse para aguantar todo aquello semana tras semana, a veces día tras día: "No soy yo, es el contencioso..."
Por eso, cuando una pija cuellilarga de cara de palo asegura, sin que se le caiga la cara de vergüenza, que estamos peor que cuando ETA mataba, lo primero que piensa un servidor es que eso solo puede venir de la frivolidad pseudointelectual de una verdadera hija de... marqueses, de marqueses.



Una de las maneras más rápidas de distinguir a un gilipollas es cuando se pone el semáforo verde y el de atrás empieza a pitar antes incluso de que te dé tiempo a pisar el acelerador. Eso ya te da una idea de cómo debe ir el pavo por la vida.

Claro que para gilipollas... El cardiólogo me dice que el electrocardiograma no detecta nada del otro mundo, que por ese lado que deje de comerme el coco con lo de la muerte por enfermedad coronaria y demás. Ya la semana que viene me hacen unas pruebas para ver qué medicación hay que cambiar con el fin de controlar mejor la tensión. Eso sí, que me siga cuidando sin exagerar. Entonces, yo, en mi inmensa ingenuidad y un algo de tocar los cojones también, le pregunto si en ese "sin exagerar" se incluyen las farras que me esperan esta Navidad (con los colegas y tal, que las de familia todos sabemos que no son farras, son... comidas familiares), esto es, con mucho crianza, crema de orujo y algún que otro gintonic; pues oye, entre que parece que ya de entrada le ha sentado como una patada en el culo que le apeara el usted, que aquí al menos no se estila el tuteo con la casta de la bata blanca -pero yo a un crío no le tuteo si no es para hacerle partícipe de mi más hondo desprecio hacia su persona, y de momento no es el caso-, y que a esta hornada de médicos jóvenes parece que al mismo tiempo que les dan el título también les meten un palo por el culo, pues que estoy convencido de que ha escrito en mi expediente: "gilipollas integral". Eso si no venía ya escrito en mi historial de mi experiencia con el anterior.






Todas las ciudades, más o menos grandes tienen su encanto a poco que las patees de arriba abajo. Esta era la última de las grandes de Galicia que me quedaba por conocer a pesar de la frecuencia con la que venimos a la patria de Breogan, ya sea para visitar a la cuñada o porque nos encanta, nos pilla a mano y siempre se come y se bebe de puta madre, (incluso si no bebe y se come lo justo y sano como ha sido mi caso). Es pequeña, fea, decadente, y aun así el bulle-bulle de sus calles bajo las luces navideñas y al calor de sus cafeterías decimononicas o casi, hacen que te sientas a gusto, sin esa angustia vital que te hace querer salir por patas de cualquier pueblo al cabo de una hora y menos. Tan a gusto, en casa, como en cualquier otra urbe del mundo, no importa el tamaño, donde haya un banco donde sentarse a ver a la gente pasar, o un bar o una cafetería donde poner una oreja indiscreta para eso de husmear en la inanidad ajena y distraer la propia. Luego ya volver... me gusta tanto Santiago fuera de temporada, el granito de lo viejo de Pontevedra, Lugo u Orense, el paseo marítimo de Coruña, las cuestas de Vigo; no sé, no sé. Pero sí, para que andarse con chiquitas; ¡Ferrol, que feo eres!

ASTEKOAK


Badut Mondra inguruko lagun batek noizik behin Goiena Telebistaren bideoak bidaltzen dizkidana, atzo bidali zidan Gurutze Gorriko kide bati egindakoa, "jostailu hezitzaileak" banatzeko kanpainaz arduratzen dena. Badirudi jostailu berriak, hau da, denok etxean erabili edo ireki gabe omen ditugunok, bazter utzita dauden haurrendako emate aldera. Oso ekimen polita duda izpirik gabe. Orain bai, jostailuak "hezitzaileak" izan behar dira ezinbestez. Zer den "hezitzailea", Gurutze Gorriko arduradunaren esanetan: "Barrixak izan behar dira, bai; baina ez dira sexistak izan behar, ez dira belikoak izan behar, azken finean jostailu beliko batek ez dosku ezer onik erakusten, "kooperatiboak" be bai, hau da, beste batzuekin jolastekoak, beste haur batzuekin jolas eitia oso inportantia dalako, batez be inguramenakin daukotzun beste harreman batzuk ikasteko eta..." Puuff...

Jakina,hau entzuda nik nire buruari galdetzen diot: Nola da posible nagusi bat jagole egotea haurrek zelan eta zerekin jolasean egin behar duten erabakitzeko, zaintzeko, kontrolatzeko? Noraino izango ditugu pertsona hauek zaindari egunerokoan zuzen ala ez jokatzen dugun erabakitzeko? Hau ez al litzateke seminarioak edo konbentuak hutsik egotearen ondorio zuzena? Edo bestela esanda, orduko zentsoreak, inkisidoreak eta, hots, antzinatik infernua asmo onez beteta daukatenak, ez al dira gaur egungo bihotz oneko arima saiatu hauek? Hainbeste kosta al zaie haurrak bake santuan uztea haur bezala libre eta lasai jolas eta batik bat joka egin dezaten? Zergatik gure haurren zeregin guztiok etengabeko kontrolpean izan nahi dituzue, hitler/stalinzale horiek? Gainera, dakizuela, haurrek ez dizuete kasu apurrik egiten!

Nire aldetik igotako margolaneko jokoa proposatzen dut, hau da, Hertzainakekoek kantatzen zutena hainbat arinen ikas dezaten nola edo hala: "denok izatez jaiotzatik puta seme batzuk besterik ez gara"...






Txakurtxoa etxera ekarri aurretik argi eta garbi esan nien ama eta bere bi semeei: "Ez dut inolako asmorik txakurtxoaz arduratzeko, nahikoa dut-eta mundura ekarri ditugu basapiztiekin. Izan ere, dagoeneko lan eskerga kentzen didazue." Haiek, jakina, edetz, ez zela beharrezkoa izango, dena euren kargu. Gaur goizean, hirrugarren eguna etxe honetan, pasilloan egindako txiza bi aldiz garbitu behar izan dut fregonaz. Areago, etxe honetara sartu nintzen lehenengoan, nire aitamaginarrebak bizi zirenekoan, akordura etorri zait katu kiratsa nonnahi zen eta; egia esan, gerora jado behar izan zuten zeharo ustelduta. Jakin badakit ere txakurren txiza oso bestelakoa, nik nire ia bizi osoan txakurrak eduki baititut, bospasei, eta egia esanda, eduki badaukat bertan beste bat ere gure amarena neretzat hartzen dut-eta. Horrexegatik dakit nik ondotxo oso umetatik zer den txakur bat maitatu, gozatu, galdu eta batik bat sufritu. Horrexegatik ere koxkortutakoan premiazkoa, ezinbestekoa, ez den min orori bazter egiten saiatzen naiz etengabe. Hala eta guztiz ere, nola ez maitatu txakur muxu goxo hau, bihozberegiak gara-eta...






Eztia, baina ez edonolakoa, Allerrekoa baino, Asturias aldeko mendi goienetan. Ezta inolako publizataterik hemen baino erosi ezin delako, gutxien aipatzen den Asturiaseko harribitxietako bat, bai horixe. Gauero esnearekin sinfalta. Nola da posible inork eztia gustuko ez izatea. Egiazkoa diot, ez saldu ohi duten ore nabar argi hori. Zertara dator hau? Auskalo, atzo bukatu zitzaidan duela pare bat aste erositako poto txikia eta nire emazteak, gaur jaiegun izanda eta guzti, ekarri egin dit poto handia deitaletxo gisa. Zergatik ez duzue eztirik jaten? Eztia zoragarria da zentzu guztietan. Eta ni, gainera, gero eta eztiagoa egiten nau, alafede. Beharbada horrexegatik erosten dit, naizen astapotroa kosta hala kosta eztitzeko asmotan.





Eguneko bi ikasgaiak

Bide guztiek ez zaramatzate Erromara; batez ere kontrako bidetik zoazenean. Eta ondartza negu atarian gogokoen ditudan gauzetako bat da; zer dela eta? Eguzkiak kiskaltzen ez nauelako, eta, jakina, hondartza bera hutsik egoten direlako.

Itsasora begira, urrun, oso urruti, Finis Terrae ondoan alegia, Lau Teilatu etengabe kantatzen duten aldreetatik salbu...

lunes, 9 de diciembre de 2019

LOS TRES NUDOS - PRESENTACIÓN


El próximo viernes 13 me presentará como pergeñador de LOS TRES NUDOS, a las 19.00h en la librería ZULOA IRUDIA de Vitoria-Gasteiz, el escritor y un montón de cosas más (profe, bertsolari, rockero, agitador de todo un poco, vamos, la hostia en verso, seguro que algo me dejo) y a pesar de todo amigo, Ruben Sánchez Bakaikoa. Yo igual no digo más que chorradas, Ruben, en cambio seguro que cosas de fuste y así.

*Recuerdo que luego también habrá pintxos y los potes que queráis;  la Corre está llena de bares y dejan entrar a todo el mundo...

jueves, 5 de diciembre de 2019

ATXAGARA BUELTAN


"Atxagara bueltan", edo berrirakurketa baten etsi gaiztoa HITZEN UBERANeko komunitatea sailerako: http://www.uberan.eus/?komunitatea/Txema/item/atxagara-bueltan


 Ekin izan diot Bernardo Atxaga berrikurtzeari, bai, orain dela astebete batzuk eman zioten sari Potolo baten ondorioz. Ez nuen Obabakoak hiru bider irakurri nahi. Badakit Obabakoak liburu aparta dela, bere garaian euskal narratiba goitik behera astindu eta nolabait eraberritu zuela. Obabakoak dugu Gabriel García Márquezen Cien años de soledad moduko liburu iraultzailea, euskararen mundu txikian bederen: gai ginen, bai, literatura garaikidea idazteko, behinik behin eredu berriei eusteko. Ematen zuen, eleberriari zegokionez behintzat –euskal literatura erabat irauli zuena Gabriel Aresti izan baitzen duda izpirik gabe- Txomin Agirreren eleberrigintzatik alde egiteko gauza ginela. Tamalez, eta Obabakoak oro har alde batera lagata, ez dakit nik, batez ere Atxagaren Soinujolearen Semea beste behin irakurritakoan, irauli baino berriztatu besterik ez zuen egin.

Soinujolearen semea eleberrian Atxagak, eta Txomin Agirre eta enparatuek egin bezala, galtzear dagoen mundu batera bueltatzen gaitu. Horretarako David protagonistaren begirada erabiltzen du, hau da, delako mundua liluraz begiratzen duena. Bada, beraz, euskal mundu jatorraren eraldakeraren berri ematen digun istorio bat, bere herrira, hau da, txikitan edota menturaz bere nagusien ahotik ezagutu zuen herrira, etengabean itzuli nahi duen David nerabearena. David nerabeak asko sufritzen du Donostin ikasi behar duelako Obabatik urrun, metaforikoan behintzat. David bere herriko baserritar lagun jatorrekin bueltatzen irrikan dago bere gurasoen apetei muzin eginez, semea bizian aurrera egin dezan behar bezala kaletartzea nahi baitute. Gero gerokoak, Daviden begiratu zintzo, zoli eta batik bat xamurrari esker euskal mundu jator horretako belaunaldi oso baten gorabeherak hizpide ditugu, nahiz gure herriko iraganaren altzo oparo zein korapilatsuan aztarrika, nahiz orainaldiko etengabeko aldaketei buruz gogoeta eginez. David oso mutiko jator eta sotila, ezta posible bera atsegin ez izatea, batez ere bera bezalako herri batean edo sortua baldin bazara, lekuko aparta, fin-fina, agian azkarra ere baita, Euskal Herriko historiaren nondik norakoak jorratze aldera. Bada, izan ere, euskal literaturaren betiko euskaldun mutiko zintzo prototipiko maitagarria, denok berarekin identifikatzeko propio sortua, baliteke euskaldun gehienek euren burutzat hartzen duten eredu aitorrezina delako, edo gutxienez kritikalariek, Soinujolearen Semeraren orduko kritika gehienak leitu besterik ez da egin behar nolatan Davidekin bat egiten zuten asmatzeko, noraino liluratu ziren eleberriaz lehenengoan argitaratu eta gero. Hala ere, David ezta, inondik inora ez, Txomin Agirreren pertsonaietariko bat; David dugu, galtzear dagoen mundua maite duen mutiko jatorra, bai, baina mundu horren alde mendira aspaldiko karlisten modura jo beharrean, edo Sabino Aranaren obra guztiak irakurtzeari ekin beharrean, David aldaketetara moldatzen saiatzen da. David, esan bezala, herriminak jota dago, bai, baina bada ere oso mutiko buruargia. Buruargia bezain aspergarria, Daviden begirada zintzoegia, sotilegia, murriegia, atseginegia zaidalako. Ez du malizia apurrik, ezin du izan apika, ez behintzat gehienen gustukoa izateko sortua baita, inor inolako ironiaz edo sarkasmoz ez eztenkatzearren. Antza, David Atxaga bera bezain zintzoa, zoli eta atsegina da, hau da, itxuraz denok maitatua izateko propio sortua. Ni ordea oso tipo okerra, maltzurra, erretxina, omen naiz. Horrexegatik ezin naiz 356 orrialdetik aurrerago joan –eta baliteke, ez dut ondo gogoratzen, aurreneko irakurketan berdin suertatzea, auskalo-, honako esaldiok irakurri eta gero, hain zuzen ere:


“Berak bekokia ilundu zuen: “Ez diat krokodilo gehiago tailatuko. Hori dena bukatu duk”. Eta beste albiste bat ere eman behar dizut, David”, esan zuen Teresak. “Eman azkar, mareatuta naukazue hainbeste gauza berrirekin”. “Orain frantsesa naiz, David. Hemnedik urtebetera Gebevièveren lehengusu batekin hasiko naiz lanean. Hotel txiki bat zuzentzu Miarritzetik gertu. Eta Adrianek eta biok panak dauzagu horel horri buruz ere.”

Egiatan, sano aspertu nau Atxagaren Soinujolearen semeak, Obabakoak-ek denok bezala liluratu adina, hein handi batean liluratzeko garaia zelako. Baina, akorduan aztarrika eginda ere, gainerako idazlan gehienek ere nola edo hala gogaitu egin ninduten. Horrenbestez, ezin da ageriagoa izan tipo errotik makurra eta petrala naizela, ezin hobeto ulertzen dudalako Atxagaren arrakasta bere literaturari erreparatuta. Izan ere. Bai, badirudi ezinsbesteko genuela Atxaga gure literaturaren ikurra izan zedin, alde batetik inor aztoratzen ez duen idazle zintzo eta jatorra, gauzak beti ezti-ezti idazten/esaten dituenak, denoi atsegin egiten zaiena bere ahotan literatura behar bezalakoa baita publiko handiak espero bezala hau da, irakurlego zabal, zintzo eta zoliaren begietara. Horrexegatik, Atxagaren literatura dugu ezer baino lehen eztia, atsegina, arina den zerbait, hitz goxoez zein metafora politez nornahi aho zabalik uzteko modukoa, hots, denon gustukoa, denok asebetetzekoa, denok euskarazko idazte jator eta zintzo baten aldetik espero omen dena. Areago, premiazkoa genuen Atxaga gure literaturaren ikurra kanpora ateratzeko, batik bat gainerako literaturetako gailurrekin homologarria egiteko, Atxaga, jalgi hadi erdal mundura! Ondo asko genekielako erdaldunen gustukoa ere izango zela, ezinbesteko ezaugarri guztiak biltzen zituen-eta euren aurrean euskal literaturaren ordezkari nagusia izateko bere belaunaldiko beste idazle handi ere batzuen aldean. Baietz ba, oso gaiztoa omen naiz, horrexegatik ere oso gauza itsusi bat esango dut nire kalterako, beharbada inondik inora esan behar ez dena konparaketa guztiak gorrotagarriak bezain eztabaidagarriak direnez gero; baina, Bernardo Atxagaren arrakasta erdal munduan guztiz ulerterraza begitantzen zait, Ramon Saizarbitoriak erdarara itzulita lortutako oihartzun murritza bezainbeste.

Txema Arinas

Oviedon, 2019/12/05



CIROBAYESCA BOLIVIANA - MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ


La revista hispano-americana LETRALIA me publica esta reseña de CIROBAYESCA BOLIVIANA de Miguel Sánchez-Ostiz.: https://letralia.com/lecturas/2019/12/04/cirobayesca-boliviana-de-miguel-sanchez-ostiz/


Miguel Sánchez-Ostiz
Crónica
Ediciones Espuela de Plata
Sevilla (España), 2018
ISBN: 9788417146498
336 páginas
Por esas curiosidades de la vida, la reciente crisis boliviana, en realidad ese eterno retorno a lo peor del pasado del continente suramericano con los milicos con los cambios de régimen por las bravas, esto es, dando golpes de Estado supuestamente posmodernos, me ha pillado con la lectura de Cirobayesca boliviana, del escritor español Miguel Sánchez-Ostiz. No sabría decir si se trata de un ensayo o de un libro de viajes. De lo primero dudo porque el libro está muy lejos de ser un ensayo al uso, esto es, de trazo académico con su categorización y apropiación del personaje, en plan catedrático que encuentra una veta epistemológica para su uso y abuso exclusivo con la correspondiente ración de datos y notas al por mayor. De lo segundo ya no tanto, porque, una vez descartadas las ínfulas eruditas de cualquier tipo, estoy convencido de que este libro tras los pasos en Bolivia del viajero, aventurero, traductor y escritor español Ciro Bayo Segurola, tiene más de homenaje al que es considerado uno de los pioneros de la moderna literatura de viajes, y sobre todo de tan deliciosa como ingeniosa excusa para pergeñar otro de los libros sobre Bolivia con los que el autor nos viene regalando con los ensayos o crónicas Cuaderno boliviano (2008) y Chuquiago, deriva de La Paz (2018), en todos los diarios en los que da debida cuenta de sus “patiperreos” por el país andino, amén de una divertidísima novela como Diablada (2017).
Miguel Sánchez-Ostiz resuelve mejor que bien la razón que inspira el libro, y que no es otra que seguir los pasos de Ciro Bayo en Bolivia.
Pues eso, qué mejor manera de homenajear a uno de los precursores de la literatura de viajes como Ciro Bayo, autor, entre otros, de Las grandes cacerías americanas (del Lago Titicaca al Río Madera) (1927) o Por la América desconocida (1927), que ofreciéndonos una nueva muestra de la literatura de viajes entendida precisamente como tal. Porque, la verdad sea dicha, esto a mi romo entender, claro está, si es verdad que Miguel Sánchez-Ostiz resuelve mejor que bien la razón que inspira el libro, y que no es otra que seguir los pasos de Ciro Bayo en Bolivia, rastrear lo que queda de él a modo de autor que consagró parte de su obra al país andino, y que parece ser que todavía bastante, más incluso que en su propio país, España, comprobar con sus propios ojos los parajes y paisanajes que Bayo describió en sus libros, y, lo que a mi juicio acaba siendo lo más interesante, cotejar con los libros del homenajeado en la mano la Bolivia de su época y la actual. Una labor de rastreador, si no de detective, que lleva a MSO de un extremo a otro de Bolivia, en algunos casos de regreso a lugares frecuentados anteriormente y a los que vuelve también para dejarnos sus impresiones acerca de cómo se ven las cosas las segundas, terceras o las veces que sean, como es su caso en Santa Cruz de la Sierra.
Empero, ese ir tras los pasos de Ciro por Bolivia también sirve de excusa a MSO para hablarnos de otros autores o personajes que dejaron huella en el lugar al que arriba. De ese modo, nos habla del escritor Eugenio Noel, al que sigue su rastro en La Paz, en Riberalta de Luis Gálvez, “ese visionario de la estirpe del francés De Tounens, el rey de la Araucanía, o del propio Lope de Aguirre, rebelde como éste, en su búsqueda de poder y dinero” (p. 262), o de ciertas estirpes de potentados, de esos que dicen, o se dicen a ellos mismos, que hacen país, como los Salvatierra o los Arce, del activista y actor Liber Forti en Tupiza, el escritor Tristán Marof en Sucre, de la Monja Alférez, de Cassidy y Sundance Kid, de… En realidad la lista parece interminable, como si incluyera a todo aquel que hubiera tenido cierta relevancia y hubiera tenido algo que ver con el sitio por donde pisa. Una delicia de nombres y citas que adereza la pesquisa de Ciro Bayo en Bolivia demostrando que no estamos hablando de un país literariamente virgen, sino más bien de un autentico filón para cualquier letraherido, ya sea para escribir o para leer sobre él.
Cirobayesca boliviana de Miguel Sánchez-Ostiz es una fascinante crónica donde la pesquisa erudita y lo cotidiano del viaje se mezclan a la perfección.
Y hablando de filones, la erudición libresca y tal está muy bien, pero, y este sólo es un pero que no desmerece lo anterior sino que más bien lo engrandece, insisto en que no nos encontramos con un libro de erudito, esto es, de profesor, con la intención de engrosar su currículo académico, sino con la obra de uno de los literatos contemporáneos más curtidos y reconocidos, con una bibliografía a cuestas que no deja lugar a dudas, razón por la que, una vez más, y ya como prueba irrefutable de que este es un libro de viaje canónico o casi, la parte dedicada a la crónica pura y dura de la pesquisa, esto es, el relato de los encuentros y desencuentros de un lado a otro del país andino, las impresiones sobre lo que rodea al autor y de las que se desprende ese cariño inmenso hacia Bolivia, resulta de lo más emocionante y divertida. Digo filón por el relato de la estancia en Potosí, motivo para hablar tanto del paso como del presente de la ciudad que sirvió para una de las expresiones más usadas en nuestra lengua, “vale un Potosí”, la ciudad que por eso mismo sirve también para explicar tanto el pasado colonial como el posterior de la independencia y el también presente de la Bolivia contemporánea cuyas vicisitudes MSO también comenta de pasado, según salen al paso o procede. Extraordinarios sus apuntes sobre ese submundo de la precariedad eterna de los que se dedican poco más que a rebañar las vetas de la que todavía parece ser la teta minera del continente, si no ya Potosí per se, sí al menos como metáfora. También proceden bastante sus comentarios sobre el ya casi anacrónico rechazo al español, o a lo español, como culpable de todos los males del país en razón de la conquista y la posterior explotación colonial, como parece ya un simple lugar común para no afrontar la realidad de que muchos de los males actuales de Bolivia son culpa en su mayor parte de los que tras la independencia ya sólo eran y son bolivianos. Y son deliciosos los apuntes de las peripecias personales durante el viaje en las que MSO convierte en verdaderos personajes literarios al chofer que lo lleva a través de carreteras que acaban siendo impracticables, poco más que de fardo junto a otros tantos, a destacar la paisana, querida o lo que fuera que va con ellos. Y por supuesto que también hay apuntes de los “patiparreos” por los mercados donde los ceños se fruncen ante la presencia de un blanco y todo lo relacionado con la hoja más famosa de aquel país y toda la ceremonia y los utensilios relacionados con su consumo nos recuerda, y esto ya sea sólo por lo exótico que se nos puedan antojar ciertos hábitos, que todavía tenemos mucho que descubrir sobre la idiosincrasia de un país del que, siquiera a este lado del charco, apenas conocemos otra cosa que no sea la actualidad tumultuosa y debidamente manipulada que nos hacen llegar los medios.
En resumen, Cirobayesca boliviana de Miguel Sánchez-Ostiz es una fascinante crónica donde la pesquisa erudita y lo cotidiano del viaje se mezclan a la perfección al tiempo que sirven al lector de humilde ventanuco por el que asomarse a la realidad boliviana pasada y presente.

ASTEKOAK


Ertzaintzako sindikatu batek Getxoko erakusketa batean ikusgai dagoen marrazki hau zentsuratzea eskatu egin du. Kontuan hartuta azken hilabeteotan bakarrik munduan zehar, Brasilen, Txilen, Bolivian, Turkian, Errusian, Txinan eta abar eta abar, zertan uzten du eskaera horrek sindikatua bera? Nik badakit legea, giza eskubideak ere bai, benetan errespetatzen saiatzen diren ertzainak asko eta asko direla; baina, hau bezalako marrazki bat zentsuratu nahi duzunean ez al zaude giza eskubideen oinarrietariko bat den adierazpen askatasunaren aurka? Badirudi bat baino gehiago demokraziaren nondik norakoez oso jantzia ez dagoela, alafede.




Nik badakit erizain gehienak langile saiatu, prestu eta atseginak direla...; baina, jakin ere badakit betiere baten bat hainbeste ez dela egon ohi dela, gehienetan erizain zahar, zakar eta ozpinduren bat topatzen duzu edonora zoazela, hau da, eriekin hitz goxoak erabili beharrean txerriekin aginduka txerrizain balitz bezala, hau da, ezer baino lehen, eta auskalo zer dela eta, oztopo bazintzaizkio bezala. Sarritan ere eria berez ergela balitz bezala artatzen duena, printzipioz mesprezaten gaituena haren lana nolabait berak nahi besteko xamur egiten ez diogulako edo. Nik berehalaxe antzematen diet ostia txarra, hau da, gainerakook eurekin betiereko zorretan bageunde bezala tratatzen gaituzten erizainena. Besteak beste edonora bidaiatu izan dudan guztietan baten batekin topo egin dudalako, areago, behin batean, behiala, euretako batekin ere enroilatu nintzelako bidaia batean, hura sufrikarioa hura! Eta bai, apartak izaten dira dena eta denok ozpintzeko, hau da, giro ozpindua nola edo hala sortzeko gainerakook zergatia edo inoiz oso ondo jakin barik. Gaur haietariko batekin topa egin dut erietxean, hau da, ergela banintz bezala etengabe artatu nuela, betiere ni tentsio garaiak erdi zorabiaturik nengoela aintzat hartzeke. Eta egia esanda, ez dakit sumindu ala sutan jarri nauen aspaldiko kuntuak zirela medio.








-Zer moduz hire aurreneko nobelarekin, bazen garaia argitaratzeko, ezta?

-Bai lagun, hamaika ate jo eta gero azkenean argitaratu zidak Urkabustaitzeko argitaletxe batek.

-Benetan? Zeinek?

-Legutio aldeko Garazi Ikastolak antolatzen duen irakurketa talde bateko gazte batzuek sortutako argitaletxe xume apal eta batere etorkizunik gabeko bat.

-Ez al huen handiekin argitaratzeko aukerarik?

-Nire nobela ona zela esaten zidatean, bai; baina, batere mordenoa ez zela ere bai.

-Zer dela eta?

-Euskal Literaturak gaur egun jorratzen dituen gaietatik at zegoelako.

-Zeintzu gai?

-Feminismoa batik bat.

-Eta hirea?

-Badakik, ditxosozko euskal gatazka. Baina, modaz kanpo dagoela esan zidatean. Duela hamar urte edo bai, puri-purian zegoan, dena argitaratzen zitean. Gaur ez, gaur, euskal irakurleen artean gehien saltzen dena feminismoaren inguruko gaiak direla esan zidatean, hori duk irakurle gazteek gogokoen omen dutena.

-Gaia modan zegok, noski, giza iraultza berri baten hastapenetan gaudek eta. Hi kontra al hago?

-Nere bizi osoan alde egon nauk. Baina, nik gure iraganari buruz idazten diat, batez ere ezagutu edo bizi izan ditugun Historiaren gorabeherei buruz. Ekarri diat ale bat.

-EMAKUMEA BERE BAKARDADEAN?

-Bai, motel, beharko.

-Nor duk Ainara Arinas, hire lehengusinaren bat edo?

LO DE LA SEMANA


En realidad Canteli (que digo yo que igual es la forma sincopada asturiana de "cantamañanas") quería haber dicho: "¿El último alcalde de mi partido, Caunedo, se iba de putas con el dinero del ayuntamiento, y yo, que soy católico, apostólico, romano y no bebo -esto es algo que, por lo que sea, repite a menudo-, no le puedo pagar un finde de semana en un hotel a mi mujer con el mismo dinero? ¡Vamos hombre! ¿Pero esto qué es, la Unión Soviética? Luego ya el concepto ese de "señora de", pues eso, La Regenta revisited; estos no entran en el siglo XXI ni a patadas.




Este post se lo dedico a Juan Pablo Alvárez Merino por lo que hablamos hace unos días, y a Ángeles de Getafe porque dijo no sé cuándo de que le pone leer sobre jamadas y así; oye, cosas más raras he leído por ahí...
Pues sí, ha sido recordarme el médico las obviedades de rigor y ponerme con una porrusalda para la comida. ¿Por qué? Porque de entre las cosas que preparo habitualmente se trata de aquella con la que menos echo en falta la sal del demonio. De hecho, me llena el aroma del puerro, la patata y la zanahoria todavía en el fuego, tanto como luego sus sabores sin ese condimento ponzoñoso. También es verdad que yo a la porrusalda le echo siempre unos trozos de bacalao tras hacer un medio pil-pil, con lo que el resultado final es siempre peccato di cardinale. Pero tranquilos, creo que el bacalao estaba suficientemente desalado, si eso la pizquita; bah, ni siquiera. Luego ya le pondré al resto de la familia el salero para que se sirvan a gusto. El caso es que me ha salido una porrusalda deliciosa sin sal, el sabor de la verdura en todo su esplendor y el del bacalao otro tanto. A ver mañana con el zancarrón si consigo igualarlo con una buena compañía vegetal; lo rifo casi todo a unos champiñones naturales.
El caso es cuidarse porque de lo contrario a veces resuena el mi cabeza la versión del Oriamendi que dice "Por la tensión, por las arterias y el corazón murieron nuestros padres/Por la tensión, por las arterias y el corazón, moriremos nosotros también..." Una de esas gracias que a mi señora no le hace ni pizca; pero claro, que se atreva a reprocharme nada después de haber ido al medido antes de las navidades, y no después, como habría sido lo habitual en mi cabecita loca.




Recuerdas que tienes que pedir cita para que el médico te mire lo de la tensión desbocada cuando lees en la prensa terruñal: "Una pasarela atravesará el lago de Olárizu en una nueva ruta desde Campo de los Palacios" y lo que tu cabeza imagina es a una pastelera, en este caso una conocida que trabaja en Sosoaga, atravesando el lago, justo al lado de donde vive tu madre, vestida de neska, puede que de mesonera bávara, con un brazo en jarra y en el otro una bandeja de txutxitos o algo así. En fin, a ver si me cogen ya el teléfono, estoy muy malo.



Me ha encantado El Irlandés, es Scorsese en estado puro y con eso para mí está todo dicho. Como que soy de una cuadrilla de subnormales que, con la preceptiva ingesta etílica encima, recitaban diálogos enteros de Uno de los nuestros. Para mí hay dos escenas cumbre, esta de un delicioso surrealismo costumbrista que acompaña el post de Al Pacino/Hoffa con Tony Pro (la de la cárcel también, también), donde Al Pacino deslumbra, qué hostias tendréis que decir vosotros de Al, (mirad algún vídeo del verdadero Hoffa en youtube y veréis que el "desatado" era él, eso y que en los EE.UU todo cristo debe acordarse de cómo era uno de los personajes públicos más conocidos de su época, por lo que poco margen debía tener el bueno de Al para sus histrionismos), y la de Del Niro/El Irlandés contenido cuando Nas/Pesci le dice que no queda otra que darle matarile a su amigo, un diálogo o discusión en silencio sencillamente genial, suficiente para considerarlo el mejor actor de la Historia del Cine. Solo una pega, el final excesivo, demasiado largo para después del climax, cuando ya todo está dicho. Eso y que lo de cine de autor, como lo de literatura de voz propia, no significa películas hechas con cuatro perras, sino con una mirada propia, original. Que luego ya no te guste, no te llene, esa mirada, que lo tuyo sea el ritmo trepidante de las películas inspiradas directamente en los vídeojuegos porque perteneces a la generación de tarados que se han criado con ellos, pues, para qué engañarnos, eso solo significa que eres un cenutrio, nada más. Y me hace muy feliz, amén de viejo que te cagas, poder decir con toda la razón del mundo que ya no se hacen bandas sonoras así. ¿Que no es para tanto? No hay cojones de decírmelo en la calle.




Hoy es un día de esos en los que cualquiera de las grandes empresas del IBEX compran todas las portadas de la prensa escrita para recordarnos quién manda de veras en este puto país, Ibextán. Hoy le tocaba a Endesa (coincidendo curiosamente con la inauguración de no sé qué cumbre medioambiental en Madrid; ellos, la empresa más contaminante, vete a saber si en plan aviso a gobe... navegantes) en breve será el Santander, y así al que le toque, a saber si compitiendo entre ellos a ver quién tiene la portada más grande... Todo esto se supone que para que no os hagáis muchas ilusiones con la cosa esa de la democracia, la libertad de prensa y demás mandangas, ya que, como bien ha recordado el amigo Erlantz, le llaman formalmente democracia, pero en realidad es una plutocracia.



Va una pejiguera de listillo de esas que hacen fruncir ceños a los tontillos. Hay una serie por ahí sobre un tal Hernán Cortes que, bueno, en realidad no está mal, voluntariosa desde luego. Pero claro, lo de siempre, lo de por qué los otros reconstruyen lo suyo con tanto mimo y acierto, y aquí como siempre todo como de cartón de piedra. Si no hay plata para una batallica en condiciones mejor no hagas nada, que todo lo que no sea hacer ciertas cosas a lo grande será siempre rozando el ridículo o dando ya directamente en él.


El caso es que en la serie le dan mucha importancia al uso de las lenguas indígenas, maya y náhuatl, lo cual otorga a la serie de una verosimilitud muy de agradecer para entender la historia. Ahora, así como uno supone que a la hora de escribir los diálogos en esas lenguas indígenas se habrán depurado de los castellanismos de las que hoy en día están impregnadas tras siglos de contacto, disglosia más bien, en el caso del castellano de los conquistadores parece como si hubieran recabado en el continente americano directamente del Lavapiés madrileño de nuestros días, por no hablar del acento impostado de cierto actor argentino que debe pensar que en la península hablamos siempre entre susurros.

Y el caso es que para saber del castellano de Cortes y los suyos, no digo ya solo el de su época, bastaría y sobraría con echar mano del testimonio escrito de uno des sus oficiales, Bernal Díaz del Castillo, el cual, además de narrar en su HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE NUEVA ESPAÑA la versión propia y de su "Capitán", nos acerca al castellano de su época con todo su rico vocabulario ya prácticamente extinto, modismos de todo tipo y cambios semánticos de ciertas palabras o expresiones que incluso nos hacen sonreír por ser su significado original ya casi anacrónico, al estilo de la que viene a continuación:

"...y había conquistado aquella provincia, el cual se decía Vasco Nuñez de Balboa, hombre rico, con quien el Pedrarias Dávila casó una hija que se decía doña Fulana Arias de Peñalosa...."




Solo hay una manera de que tú, ser sensible como pocos, alma pura como ninguna, dejes de hacer sufrir a los seres vivos de los que nos alimentamos, ya sean animales o plantas, incluso de aquellos que domesticamos hacía el 7500 a.C, y no solo como mascotas, sino sobre todo como bestias de carga, guardia y similares; mátate. Los demás, los que no somos tan sensibles y puros como vosotros porque todavía no tratamos a los animales como personas y viceversa, seguiremos pecando de crueles e insensibles. Yo lo hago mientras preparo una lubina y canturreo "mi jaca galopa y corta el viento..." acordándome de San Gorka Urtarán, el cual, primero prohibió a los burros hacer de burros, y ahora prohíbe a otros animales de carga desfilar durante la Cabalgata de Reyes, no se vayan a estresar los bichos por hacer aquello para lo que fueron domesticados, y tenga un trauma al irse a la cama que le impida pensar en la próxima alcaldada bienquedista para con las legiones de memos para los que el sufrimiento de sus verdaderos semejantes pilla muy lejos, desiertos de arena y así, incluso a la vuelta de la esquina donde empieza la cola de la vergüenza de los que van al comedor social con el marchamo del fracaso en esta sociedad rica que ha hecho de su reverso la razón única de la existencia humana, y donde cada cual elige a la carta su causa redentora para sentirse mejor persona, sobre todo mejor que el vecino. Y a ser posible que el destinatario de tantos buenos sentimientos no pueda poner reparos a tanta bondad, vamos, que a diferencia de tanto pobre contestatario, indígena desagradecido y por estilo, no se espera que los salmonetes rebatan las teorías sacadas de la manga que los hacen poseedores de una inteligencia similar a la de un ingeniero nuclear, o que a los caballos les dé por preguntar qué va a ser de sus congéneres cuando se les prohíba ser montados por sus pérfidos dueños para que no se estresen, que a ver quién los va a hacer funcionarios para evitar la extinción, porque lo de volver al monte como que no, me temo yo.




Como tengo la tensión un poco por las nubes suelo comer con poca o nada de sal. Luego ya llega el finde y, hasta los huevos como estoy de ponerme a cocinar entre semana, solemos darnos un homenaje -pequeño por mis huevos también, que la frugalidad siempre me ha parecido cosa de puritanos y tristes, valga la "rebuznancia"- bien regado de sidra si toca en Ast. o de cosechero con los amiguitos y así en V-G donde hacen la ley, capital artificial de un... ( Potato in my mind). Entonces sé que tengo que hacer de tripas corazón y cruzar los dedos para que el chez de turno no le haya dado por verter medio tarro de sal sobre la comida como parece ser costumbre en la hostelería. Ayer estábamos ya con la entraña/entrécula, una delicia cuyo conocimiento debemos al amigo M.E, que en gloria esté allá por las Aezkoas, y que suelen servirnos ya con una capa de sal gorda que procuro retirar de mis bocados para que no me estalle la cabeza antes de tiempo, que estallará. Pues no van ayer, por si no hubieron echado ya poca sal encima, y nos dejan un cuenco de sal por si todavía queríamos echarle más, por si nos parecía que no estaba suficientemente salada la entrécula. Así que me pregunto: ¿es que a la gente le pone jugar a la ruleta rusa con la sal? ¿Se podría considerar esto tentativa de homicidio en no sé qué grado? Preguntas que me hago sin poder dar todavía crédito a mi indignación. La entrécula muy rica, los quesines también. La sidra espectacular; lástima que con esto de controlarse por la edad y así solo cayeran dos botellas por cabeza. Bueno, a mí un poco más, que como me gusta mucho ver cómo te la escancian los camareros en Asturias, no puedo evitar pedirles todo el rato otro culín cuando ya se han dado media vuelta. Pues sí, un cabrón con pintas

miércoles, 4 de diciembre de 2019

EL EMPERADOR DESNUDO


La revista Tipealia me publicoa un relatico, o lo que sea, sobre la pamema esta de la alta cocina y su pu.. erilidad, puerilidad: https://tipealia.es/el-emperador-desnudo/?fbclid=IwAR2TTZiiB0h_-xYuqjzZeEcSNzxx-835D-mN5uoAoccB8vhEd_i0t8nGbsI

Algo premeditadamente raro debe estar pasando cuando, dejando a un lado los méritos, los cuales no niego ni profesional y personalmente, un conocido cocinero de mi ciudad ocupa hoy la portada del periódico de mayor tirada de la provincia. Uno entendería un obituario a toda página, otra con las sentidas declaraciones de pésame de destacados personajes del lugar, incluso un reportaje a doble página en el suplemento semanal recordando los méritos del difunto. Sin embargo, juzgo que una portada no sólo es exagerada, sino también muy significativa del signo de los tiempos, los mismos en los que mientras las obra y milagros de la plana mayor de la intelectualidad y el artisteo pasa desapercibido, no son buenos tiempos para ir de culturetas por la vida, parece ser que ofende, que pone en evidencia mucha carencia, gente que antes pasaba por ser lo que eran, buenos o malos profesionales, que destacaban por lo que fuera en lo suyo y poco más, ahora los encumbran como si en realidad hubieran aportado algo nuevo, original, sublime, a la humanidad. De ese modo, el mensaje que de un tiempo a esta parte parece ocupar a la plana mayor de los medios de comunicación es el de que la cocina está a la misma altura que cualquiera de las artes a través de las cuales se ha manifestado el género humano, algo así como si la tortilla desconstruida de Adríá o la crema gelatinosa de bacalao de Aduriz estuvieran a la misma altura que una catedral gótica o la Gioconda.
Uno lo ve tal que así, la consecuencia directa de una época empeñada en igualar todo por abajo, en hacer pasar por hito creativo lo que, todo lo más, será una ocurrencia más o menos afortunada, cuando no ya directamente una chuminada a no sé cuantos cientos de euros el plato. Y todavía llama más la atención está absurda exaltación de la cocina moderna, esta pretensión de querer equipararla a las artes con mayúscula, queriendo envolverla en un halo de trascendencia que de tenerla la tiene tanto como cualquiera de sus platos en el trayecto que va del plato a la boca y de allí al estómago para acabar en el retrete de cada uno. Y sin embargo, es tal la atención mediática que de un tiempo a esta parte se le otorga a determinados cocineros, tan descarado el empeño en hacer de estos profesionales modelos a seguir, resulta tan estomagante la ubicuidad de su nadería intelectual del tipo “los cocineros somos una tribu aparte, una raza distinta” (Arzak dixit), sí claro, faltaría más, y los pasteleros, los fontaneros, los peluqueros, el tipo que me vende las cebollas en la tienda de la esquina…, que uno, que es mal pensado por naturaleza, empieza a sospechar que todo esta atención sólo se puede deber a que mientras que el artista, el intelectual, acostumbra, o al menos acostumbraba, a ser un tipo inconformista y por lo general tocacojones, alguien que antes que nada busca generar opinión o simple y llanamente provocar, el cocinero de relumbrón es alguien que como habla de cosas tan obvias y cercanos, de fogones y cazuelas, como además lo hace sobre algo que gusta a todo el mundo, la jamada, pues que tiene que caer bien a la fuerza. Y de ahí a convertirse en líder de opinión solo un paso, el que va en nuestra sociedad actual del no tener que decir nada sustancialmente interesante a no querer tampoco tener que escucharlo, no vaya a ser que nos pongan a pensar, a cuestionarnos cosas, a hacer algo más que babear ante un plato de chipirones en su tinta, este casero de necesidad. Porque luego también tiene bemoles que la posibilidad de juzgar el trabajo, las supuestas genialidades que inventan a fuerza de estar por encima del resto del género humano, de estos que nos venden como figurones de la cocina, apenas esté al alcance de unos pocos, el resto tenemos que conformarnos con asentir con la boca abierta cuando nos lo cuentan los entendidos, exactamente igual que en el cuento del Sastre del Emperador desnudo.

© Txema Arinas. 2019

¡VIVA LA TELE!

    Sueño que me arrastra no sé quién o quiénes a la entrega de los premios de un festival de la tele que se celebra en una ignota, gris y a...