martes, 15 de diciembre de 2009

LA COMEDIA BUFA


La verdad es que no le veo gracia alguna a partirle la cara a nadie con un objeto contundente, ni siquiera por el detalle de que haya sido con una reproducción de la catedral de Milán, que ya tiene memoles, ¿qué tiene de malo una plancha de toda la vida?. La imagen de Berlusconi herido, sangrando y con el diente partido, no tiene nada de gracioso y mucho menos de justiciero o por el estilo. Se trata de una villanía como cualquier otra, un acto propio del tarado que lo hizo y cuyas consecuencias más inmediatas son añadir más brea a la antorcha de un bando contra otro en esa Italia desquiciada y fracturada por culpa de la impudicia sin límites de unos y la incompetencia de otros. De eso modo leía hoy que corre por Italia, por Ciberitalia éstaría mejor dicho, afirmaciones del tipo "todo buena actor acaba teniendo su estatuilla". Era de esperar en un país tan sumamente teatral, exagerado, frívolo, como Italia. Lo triste es que como afirma el único periódico todavía serio del país, La Repubblica,, lo sucedido también revela la imagen más cutre, baja, del mismo, el nivel al que ha llegado ésta después de tanta velina, corrupción, mafia y demás excrecencias berlusconianas. Y si no ojo a lo que vendrá, al Tartaglia ese fijo que los antiberlusconi lo suben a los altares en plan liberador de la patria, seguro que ya le están haciendo canciones y hay una colecta para pagar la fianza y hasta para levantarle un monumento. Los otros poco más que lo harán responsable de una conspiración judeo-masónica al uso, a ver si son capaces de tirar del hilo hasta Zapatero, porque ya puestos, y a la vista de que en Italia no existe un partido de la oposición sino un partido de opositores, a ver quién medra más alto, pues a por el de la ceja, y eso por mucho que el muy hipócrita se dejara retratar junto a su homólogo en la misma casa donde éste se llevaba a sus velinas a instruirlas en los arcanos de la política a la vez que las cantaba algo de su repertorio napolitano o les tocaba una teta, ay amaaaa, qué ricaaaas. En fin, otro tarado de los que confunden el culo con las témporas, iluminados que creen el fin siempre justifica los medios, esos que movidos por un supuesto altruismo acaban jodiendo precisamente todo aquello que dicen defender, tipo los descerebrados de la izquierda que se cargaban a los curas y monjas en respuesta al alzamiento franquista, los que mataron a Calvo Sotelo o ese otro nacionalista paneslavo que movido por sus ansias de justicia patriótica se cargó a los archiduques austriacos en Sarajevo y provocó él solito la Primera Guerra Mundial, probablemente el despropósito que mayores y más funestas consecuencias ha tenido nunca en la Historia. Suerte que todavía queda gente sensible e inteligente, si no viene a ser lo mismo, en Italia que se organiza para protestar pacíficamente, que ejercer la crítica con cabeza y no sólo corazón o coglioni, y que además condena este tipo de actos.

Claro que para astracanadas, salidas de tono y teatro de lo bufo elevado al extremo, también tenemos en España lo nuestro. Ahí está la supuesta paliza que le dieron al voceras de Telemadris, a Herman Terstch, un señor que no distingue muy bien todavía entre lo que debe ser un discurso en un medio público y una noche de cubatas con los colegas. Supuesta porque luego se ha sabido que el individuo estaba de copas en uno de esos pubes molones del centro de Madrid y como que debió mentarse la madre con otro cliente y ya se sabe, sólo faltaría que se cagen en la madre de uno y encima y le tengas que sacar otra copa. El caso, lo patético o grotesco del mismo, es que como hacía unos días el programa El Intermedio se había chotado de sus declaraciones en las que decía que si podría cargarse él solo a diez terroristas para salvar a sus compatriotas no lo dudaría, ahivalahostiapues, yo si me dejan te saco yo solo a hostias a los talibanes de Afganistán, chotado de sus declaraciones, que no de su persona, he ahí la diferencia con lo que hacen otros en la Cope y similares, he ahí el quid de la parodia política, pues que van los medios de derecha en plan jauría de perros rabiosos con la presidenta de Madrid a la cabeza, a echarle la culpa de la supuesta agresión a Superherman al Gran Wyoming. Y cómo, pues a la española, esto es, sin contrastar y con el único objetivo de cargarse al contrario, porque no les gusta, no piensa como ellos, es de los de la ceja o sólo lo parece. Pero lo más grave es lo de la presidenta señalando con el dedo a un humorista, ni siquiera a un periodista, por lo del hedor censor que destila y las consecuencias, a ver si ahora se va a cortar el personal de hacer parodia política, no vaya a ser que me acusen de lo de Kennedy. Pero bueno, no pasa nada, cuando no son estos son el Pepiño o la Pajín con su verbo incendiario, menuda manda de soplapollas sectarios. Claro que uno se plantea qué pensará esta gente de la ciudadanía a la que se dirigen, qué tipo de encuestas manejan para tener la certeza de que semos tan idiotas para tragarnos tanta demagogia sectaria, qué nivel pensarán que tiene el común de nosotros. En fin, da pánico sólo con pensarlo.

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