- Benetan txundigarria Yad Vashemeko Holokaustoaren museo hau, ezta? Hunkituta nago oso.
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De vuelta a casa tras la preceptiva visita anual a la cuñada paramos como de costumbre en Mondoñedo con la intención de meternos entre pecho y espalda un pulpito frito que hacen allí y que es una maravilla. No es posible porque hay que encargarlo de antemano. Vaya por Dios, antes no era así. Pues eso, ya volveremos cuando abran la cocina a ver qué nos echan en el plato. Si es que la vida es una mierda también maravillosa como me corroboraba, dos raciones de oreja antes, el mismo Cunqueiro desde su pedestal de bronce.
Nola da posible halakorik? Noiz arte? Zergatik?
Llevo más de media hora haciendo cola en la pescadería junto a casi una veintena de clientes, la inmensa mayoría mujeres de edad avanzada -porque la cola en las tiendas ya sólo las hacen las viejas y los maromos como un servidor- para las que todo este tiempo invertido en hacer la comprar parece ser pura rutina, si no una condena heteropatriarcal más. En cambio yo, que quiero terminar a todo correr un trabajo que me espera en casa antes de tomarme unos días para ir a visitar a mi cuñada en Galicia y de paso recoger a nuestro hijo mayor, el cual hemos enviado con su tía a ver si hace algo así como trabajar en la clínica veterinaria de ésta, me estoy comiendo los huevos. El próximo número es el mío y ya no veo el momento de que la pescatera lo anuncie. Empero, vaya por Dios, justo acaba de atender al que me precede y va la pescatera y salta:
- Baina, baina, txoratu al zarete? Nolatan, zergatik?
Ez zara,
Me dice mi compañera del alma y olé, nada más levantarse de la cama, que anoche parecía que me hubiera pasado una apisonadora por la cara. Me lo dice extendiendo la mano para alcanzarme el paracetamol que ha debido buscar nada más escuchar mis quejidos de buena mañana. No es para menos, he pasado una noche horrible, para no variar. Me he despertado de golpe a eso de las cinco de la mañana. He tenido una pesadilla de lo más ridícula, también para no variar.
Leo y oigo mucho reprochar a los De Meer, Ortega Smith, Terstch y otros de Vox su xenofobia siendo estos de supuesto origen extranjero. Creo que falla como argumento porque no sólo simplifica/disfraza lo esencial del pensamiento de esta gentuza, sino que además, pretendiendo todo lo contrario, recurre a su vez a los mismos prejuicios xenófobos para rebatir los de la canalla voxera.
- ¿Es que este verano no vamos a pisar la playa para darnos el baño de todos los años?
Urtero bezala jaiotan
La imagen idealizada y sobre todo feliz del verano en nuestro subconsciente es un cuadro de Sorolla, da igual lo poco o nada que tengan que ver sus cuadros con críos correteando por la playa y esa deslumbrante luz mediterránea con nuestros verdaderos recuerdos. El verano ideal, entrañable, irrepetible siempre es un cuadro de Sorolla, melancolía y belleza en cada pincelada, felicidad a sorbos y "kresala" en la costa más cercana, holganza y trastadas por las tardes en el extrarradio agreste y agrario de la ciudad, primeros pinitos en golfería e impunidad, las desmadradas y ebrias fiestas de la urbe y de los villorrios de al lado, helados y atardeceres junto al pantano, jarras de cerveza, perritos calientes y cacahuetes donde la Duna, culines de sidra guipuzcoana en Ventafría, molicie y entusiasmo en un apartamento siempre cutre en el Mediterráneo, Renault 8 y paellas de mierda con mesas y sillas de camping, kilómetros de improvisación, cabreos y dormir en una cama por los pelos, de vuelta al erial de asfalto en las postrimeras de agosto, tardes de piscina como en una sopera y la palmera de coco de vuelta a casa ya derrengado en el urbano de Gamarra o a pie desde Mendi.
- B enetan txundigarria Yad Vashemeko Holokaustoaren museo hau, ezta? Hunkituta nago oso. - Bai, ikaragarri ondo azaltzen du nolakoa...