domingo, 21 de julio de 2019

EL SECRETOS DE LA FELICIDAD, OTRO



Artículo publicado por la revista TIPEALIA: https://punica.es/el-secreto-de-la-felicidad-otro/

Hoy a la mañana lo he vuelto a ver y él lo ha vuelto a hacer. Hablo de un chaval con síndrome de Down con el que mi hijo pequeño y yo nos cruzamos de frente casi todas las mañanas en la calle Argañosa de camino al colegio. El primer día que nos llamó la atención fue porque antes de cruzarnos con él le soltó a un tiarrón: «¡Deja de fumar, idiota, no ves que te estás matando!», y siguió adelante como si nada, todo lo más con una sonrisa en la boca.
La siguiente vez fue al paso de una adolescente en minifalda y con los cascos del móvil puestos: «¡Quítate esos cascos, que se te va a colar alguien entre las piernas y no te vas a dar ni cuenta!» También sonrió el muy sátiro. Sonreímos, porque estas cosas como que crean un instintivo halo de complicidad masculina, siquiera por lo que había de procacidad en su comentario; qué le vamos a hacer, la mayoría de los tíos son seres sensibles y concienciados que no se permitirían nunca reírse ante un comentario tan soez: yo soy un puto cafre, la culpa la tiene mi madre que me daba mucho hígado de ternera rebozado para cenar.
Y hoy ya el acabose, lo vemos venir de frente y justo cuando va a pasar una madre arrastrando una jauría de infantes, cuatro o cinco he calculado, se supone que también camino del colegio, va y le espeta: «¿Son todos tuyos? ¿No has pensado ya en ponerte un tapón ahí abajo?»
Y sí, menudo pedazo de cabrón faltón y machista. No obstante, nadie se atreve a decirle nada, nadie se da media vuelta para responderle, tan sólo lo miran sorprendidos, algunos divertidos, los más ofendidos. Con todo, insisto, nadie se le ocurriría arremeter contra el pobre chaval con el síndrome de Down. Yo, en cambio, no me puedo quitar de la cabeza su sonrisa picarona nada más dejar caer uno de sus comentarios como el que no quiere la cosa, consciente acaso de su impunidad. Así que me digo, he ahí un cabrón con pintas, un aprobetxategi nato. Y feliz, muy feliz. Nos ha jodido, yo también lo sería si pudiera decir siempre lo primero que me viene a la cabeza sin miedo a que me increpen por ello e incluso a que me partan la cara.

martes, 16 de julio de 2019

NO HAY ÁNGELES EN EL INFIERNO

Escribí este relato hace unas semanas y justo ayer, un día ante de que me lo publiquen los amigos de SNN, aparece en prensa una historia más que negra, turbia con ganas, de proxenetas, policías y funcionarios judiciales metidos de lleno en asuntos de proxenetas más que chungos, auténticos psicópatas... en Galicia. Digamos que en esta ocasión ficción y realidad como que de la mano: https://www.solonovelanegra.es/no-hay-angeles-en-el-infierno-por-txema-arinas/




Irina coge fuerte de la mano a Valentina tras recordarle por enésima vez que no puede llevar nada encima, que ha de dejar atrás las cuatro cosas que hasta ese momento han sido su único y exiguo patrimonio en el infierno. Durante la huida, mejor ligeras de equipaje. Y sobre todo, ya no tanto de los cuatro trapitos a los que Vale asegura haberles cogido cariño por ser lo único que todavía le ataba a la idea de poseer algo propio por ridículo que fuera, como de cualquier otra absurda idea de fidelidad o compasión hacia las que se quedan. Sin egoísmo no hay libertad, le repetía Irina en las últimas semanas a todas horas: “si una de ellas se entera de lo que tenemos en mente, no lo dudes, tarde o temprano, y por lo que sea, se irá de la lengua donde Edmundo”. Edmundo, o más bien “Inmundo” que es más bien como se refieren a él, mitad en broma, mitad con apenas disimulado desprecio, los repartidores que acuden al Paradis a dejar su mercancía, es el proxeneta que las ha mantenido encerradas en un estado de verdadera esclavitud desde el día que Alexei, el compatriota que les pagó el pasaje para que entraran en España con visado de turistas, las dejó a su cargo nada más llegar al aeropuerto de Barajas desde su Ucrania natal.  Ellas creían que el empresario textil del que les había hablado Alexei en Kiek, el que las iba a contratar en su taller y para el que llevaban varios meses haciendo un curso de costura convencidas de que ese, al contrario de las licenciaturas de una en Ciencias Políticas de la Universidad de Kiev y la de magisterio de la otra en Dnipropetrovsk, sí las iba a ayudar a, si no a salir de pobres del todo, sí al menos a llevar una vida que no envidiaría a la de cualquier trabajador español y con la que hasta podrían permitirse el lujo de ahorrar una parte para mandar dinero a su familia en Ucrania. Al fin y al cabo, una vida y un trabajo en España, como en cualquier otro país de ese occidente de la Europa sobrealimentada y aburrida, era lo más parecido al paraíso en la otra vida que podían concebir en esta los naturales de esa otra Europa siempre a la deriva, cuando no ya una vez más en guerra como era el caso de su país. Y sí, aquel era el empresario para el que iban a trabajar en los próximos dos años, si bien que en una actividad por distinta a la de hilar la aguja y en condiciones contractuales simplemente inexistentes.
-Caminaremos a pie hasta el pueblo vecino para coger el autobús hasta Verín; no podemos arriesgarnos a que nos vea nadie de Lixeira.
-¿Y por qué no vamos hasta el cuartelillo?
-Tiene comprados a todos los agentes. ¿O es que no los has visto tomando cubatas con él en el Paradis?
-¿Entonces?
-Entonces tenemos que llegar hasta Verín, que es un pueblo lo suficiente grande como para tener un cuartel de la Guardia Civil en condiciones.
Caminan tres cuartos de hora por el borde de la carretera comarcal que comunica la aldea de Lixeira con Vilamagoas, que es donde Irina comprobó con el Smartphone de un cliente que está la parada del autobús que recorre la nacional 525 hasta Verín. Ya en la parada Irina y Valentina aguardan junto a dos paisanas que las miran de reojo y farfullan entre ellas y por los bajines una letanía en gallego que a las ucranias se les hace incompresible, pero que a Irina en seguida le hace sospechar de que su escueto atuendo, esto es, la blusa con la que se pasan la mañana tiradas en la cama hasta que abre el club y que les asoma por debajo de la cazadora vaquera y el plumífero negro que robaron a los camareros que en ese momento estaban en el club, las delata junto la fisonomía de unos rasgos que sólo puede remitir a latitudes donde reina el frío y la gente habla una lengua enrevesada en la que las erres siempre suenan a amenaza o por el estilo. Irina y Valentina no pueden evitar la incomodidad de sentirse juzgadas por lo que son muy a su pesar. Entonces, y en un acto reflejo que no corresponde a la temperatura que hace en ese momento, ambas se abrochan hasta arriba las prendas con las que creen cubrir una vergüenza de la que solo en ese momento parecen haber sido conscientes. Por suerte en seguida llega en autobús e Irina no duda en subir la primera para pagar los billetes hasta Verín con el dinero que ha ahorrado desde hace meses de las propinas que suplicaba a sus clientes y que guarda en un sobre sujeto con el elástico de la braga. Ya al fondo del autobús y con esté en marcha, Irina se permite respirar aliviada ante lo que cree un paso decisivo, sin vuelta atrás, en la huida de ambas hacia la libertad. Observa a Vale con la mejilla pegada al cristal de la ventana y presiente que ella también comparte su alivio ya que, por lo menos, la muchacha, cinco años menos que Irina, por fin ha dejado de temblar y sollozar como un cordero de camino al matadero.  Antes de llegar a Verín el conductor detiene el autobús a pocos metros de donde se encuentra del cuartel de la Guardia Civil a la entrada del pueblo y por cuyo paradero le habían preguntado las dos muchachas suscitando en él no poca perplejidad. De hecho, el conductor se demora unos minutos antes de arrancar de nuevo viendo alejarse a las muchachas a la vez que se enfrenta a la tímida protesta por parte de alguno de sus pasajeros. Entonces, como quien espera que se confirmen sus peores sospechas de un momento a otro, reconoce a las dos muchachas corriendo hacia su autobús deshaciendo a la carrera el camino hasta el cuartel de la Guardia Civil.
-Rápido, subid –grita el conductor-. Dejo el pasaje en el centro del pueblo y luego os dejo en la frontera.
Irina y Valentina embarcan de nuevo el autobús de su inesperado benefactor sin poder adivinar las intenciones que pueden animar al conductor a ayudarlas en su fuga.
-¿Habéis reconocido al sargento, a que sí?  Seguro que lo habéis visto más de una vez en compañía del Inmundo. Todo el mundo sabe en la comarca que lo tiene a sueldo como protector.
-Sí, lo hemos reconocido del Paradis; pero, creíamos que era unos de los agentes del cuartelillo de Lixeira –confiesa Irina y con ello también confirma todas las sospechas del conductor.
-¿No sabéis reconocer un suboficial por el uniforme? –pregunta el conductor.
-Me temo que nos ha visto –interrumpe Valentina.
-Tranquilas, estaréis en Portugal antes de que pueda avisar al Inmundo.
Irina y Valentina vuelven a los asientos de atrás. A Irina le late el corazón con tanta fuerza o más que su compañera, solo que ella es capaz de disimular la angustia que la embarga sin exteriorizarla con gemidos o sollozos. De hecho, ha sido distinguir a la entrada del cuartel al picolo de la barriga prominente, y el mostacho otro tanto, que solía acudir una vez al mes al Paradis por la mañana para departir con el Edmundo, y darle un vuelco el corazón. Nunca lo confesará porque para algo ha asumido el papel de la fuerte en la pareja y sabe que de ello depende que Vale no se derrumbe del todo; pero, ha estado a punto de entregarse al sargento de marras. Durante unos instantes de segundo ha pensado que no había escapatoria, que allí se acababa todo, incluso que era de esperar teniendo en cuento que en aquel apartado rincón del mundo todo estaba en contra de ellas. Pero, siquiera por responder a ese papel de heroína que se había adjudicado, al final ha tenido el arranque de coger a su compañera del brazo para arrastrarla hasta la calle y una vez allí salir corriendo hacia el autobús que todavía no se había ido. Lo que no podía prever de ningún modo es que el autobús estuviera todavía allí esperándolas porque el conductor temía que pudiera ocurrir lo que ha ocurrido, que reconocieran de entre los agentes al suboficial al mando, ni más ni menos que el protector a sueldo del mayor proxeneta de la comarca. Por si fuera poco, Irina no acaba de creerse la suerte que de repente les ha salido al camino en plena huida. Estaba convencida de que en aquel, siquiera para ella y la mayoría de sus compañías de infortunio, recóndito rincón del mundo no había hombres buenos. Y no lo creía solo por individuos como Edmundo, el monstruo que las retenía bajo amenazas y alguna que otra paliza de vez en cuando para recordar quién estaba al mando y sobre todo de lo que era capaz a la menor contravención de sus normas por parte de ellas, ni siquiera por los clientes del Paradis, entre los que hay auténticas bestias que las tratan como meros trozos de carne para satisfacer sus necesidades de entrepiernas y acaso también alguna que otra perversión que jamás reconocerían en público, y también paisanos no especialmente desagradables o violentos, a algunos ella reconoce que hasta les ha cogido afecto, pero que acuden al club convencidos de que es lo que toca cuando la comezón de marras empieza a hacérseles insoportable como el que va al ambulatorio para que le traten una gripe o cualquier otra cosa por el estilo. En cualquier caso, hombres para los que ellas solo son un objeto, hombres para los que no existen como personas, da igual que sean los que las aplican palos cada vez que sugieren alguna queja o los que dentro de la habitación procuran tratarlas con cierta deferencia, pero para los que dejan de existir en cuanto abandonan dicha habitación. Por eso, por todo eso, Irina estaba sorprendida de haber encontrado lo más parecido al Ángel de la Guarda en la figura de aquel conductor de autobús de poco más de treinta y pocos años y todo el aspecto informal, desaliñado incluso, que para ello podía anunciar una coleta y el piercing en la oreja derecha.
-Ya estamos llegando. En cuanto lleguemos a Feces de Abaixo ya solo tenéis que cruzar la frontera para estar en Portugal.
Valentina se lanza al cuello del conductor al pie de la escalerilla de acceso al autobús para cubrirlo de besos sin reparar en las miradas de extrañeza o recelo que suscita entre los pasajeros alrededor. Irina apenas acierta a esbozar una sonrisa antes, la cual quisiera de infinita gratitud y que aun así se queda a mitad de una meramente protocolaria, y otra que quisiera expresar con apenas esbozarse todo lo que en ese momento le ronda por la cabeza. En realidad Irina todavía se resiste a aceptar que aquel hombre es el Ángel de la Guarda en el que nunca había creído y que aun y todo ha aparecido en el momento que más lo necesitaban. Sabe que no volverá a verlo, todo lo más cuando una vez cruzada la frontera gire la cabeza para localizarlo y poder así despedirse de verdad y ya definitivamente con un saludo que será todo lo efusivo que pueda para intentar compensar lo parca que ha sido con su agradecimiento en contraste con el de su compañera. Sin embargo, ya al otro lado del puente sobre el Rio Pequeno que separa España de Portugal, apenas tiene tiempo para darse la vuelta al comprobar que les están esperando dos agentes de la Guardia Nacional Republicana que, prácticamente a la fuerza y sin mediar media palabra, enseguida las introducen en un vehículo para llevarlas a un destino que a partir de ese momento vuelve a despertar en ellas todos los miedos de los que creían haberse desprendido hacía menos de unos minutos antes de cruzar la raya.

Relato: © Txema Arinas, 2019.

lunes, 15 de julio de 2019

SABER ESTAR

SABER ESTAR. No sé si articulico o relatico, pero para la revista TIPEALIA, oye: https://punica.es/saber-estar/



Para hacerse una idea de la calidad humana de algunos basta con observar cómo abandonan, nada más acabar la actuación de su vástago, el salón de actos donde los alumnos de la academia de música celebran su concierto de fin de curso. Es obvio que ellos van a lo que van y el resto, que por lo menos podemos presumir de tener un sentido de la urbanidad algo más acusado, a jodernos un rato largo soportando cincuenta y pico ejemplos de música balbuceante o meramente intuitiva porque, del mismo modo que los demás han asistido y aplaudido a nuestro canijo, nosotros nos sentimos obligados a hacerlo a los suyos.
Ahora, ya hay que tener aguante. Casi sesenta interpretaciones seguidas. Y ya no es sólo que encima les haya dado a los de la academia por montar una pequeña orquesta para interpretar las piezas probablemente más irritantes de todo el repertorio clásico y pop, esto es, el bolero de Ravel y el Imagine de John Lennon respectivamente -tema del que estoy convencido que su autor debió componerlo bajos los efectos del LSD porque de lo contrario no me lo explico…-, sino que todo lo demás ha sido también de traca, un empacho musical en el que no ha faltado el Susanita tiene un ratón y hasta una canción de la Oreja de Van Gogh; para cortarse las venas allí mismo.
Pero lo peor de todo, pobretina, la edad y los nervios, una tierna y espigada muchacha que le ha dado por interpretar un capricho de Paganini al violín. Sí, al violín, probablemente el instrumento más irritante del mundo si no se sabe tocar correctamente, que a poco que desafines es como si te metieran una sonda por la traquea o te pasaran la tarjeta de crédito delante de las narices para pagar una mariscada a unos políticos del PP. Y en efecto, así ha sido, como que no me podido aguantar y me he dado media vuelta para preguntar a mi mujer a ver qué era eso que querían que confesara y que, vaya por Dios, ya se me había olvidado, porque yo ya no podía más.
Pero bueno, exagero, sí, porque por cubierto de nubarrones que esté el cielo siempre asoma una estrella cuando menos te lo esperas. Hoy ha sido una mocina al piano que ha interpretado mejor que bien las Romanzas Sin Palabras de Mendelssohn. Moraleja, no hay que ser tan negativo.
Y sí, no hemos aguantado hasta el final del concierto. Ya, ya, pero es que servidor es muy humano, demasiado humano.
© Txema Arinas. 2019

sábado, 13 de julio de 2019

TARDE DE PISCINA


Ayer por la tarde tocaba piscina sí o sí, porque los críos querían chapuzón en condiciones. Y como a mí no me vais a pillar ni loco en las de Mendi o Gamarra y menos aun en las del Estadio al que no he entrado nunca (ya solo aguanto las grandes concentraciones humanas el primer día de fiestas de Gasteiz y para de contar), me los llevé hasta las piscinas de Maeztu en la comarca de la Montaña. Lo hice, en parte porque suponía que por pequeñas y alejadas habría menos peña, que la había, la chavalería de la comarca y algún que otro carroza como yo, y en parte también por la cosa esa de la nostalgia boba (el que quiera saber el porqué que lea el anterior post, y si desconoce la lengua de Aitor que tire de Google Translator o yo qué sé).

Me encanta pegarme chapuzones como un chaval cualquiera. De pequeño, y al igual que el mío, me pasaba toda la tarde en el agua hasta que me salían escamas, como amenazaba mi vieja que me iba a pasar ni no salía de una vez (ayer el tuve que desalojar de la piscina al enano con la ayuda del mayor; pobres antidisturbios cuando les toque a ellos...). Sin embargo, fuera del agua, y aquí da igual piscina, playa o lo que sea, no soporto estar sin hacer nada, esto es, sin como poco un libro en la mano. Ayer con las prisas se me olvidó el Houellebecq y el de relatos de Miren Agur Meabe que estoy disfrutando como un bobo. Así que no hubo otra que hacer de tripas corazón como un buen padre amoroso de sus críos y ver pasar el tiempo con la esperanza de que se cansaran de una vez antes del segundo chapuzón por mi parte y plegar velas.

De modo que, y casi sin proponérmelo, acabé haciendo sociología piscinera. Vivimos una época estéticamente horrible. No había visto tanta teta operada junta, la cual por lo general coincidía con un cuerpo de gimnasio cubierto de tatuajes. Si ya hasta los de pueblo se ciclan, que necesitan hacerlo porque lo de trabajar de sol a sol en la pieza como que se acabó, es que el mundo rural que conocíamos no existe, es otra cosa, urbanitas que viven a las afueras y para de contar. Luego ya, y por suerte, estaban esas otras generaciones más jóvenes, tiernos infantes y así, mozalbetes también, como la última esperanza de la civilización occidental. Aunque también es cierto que llama un poco la atención lo fibrosos que están la mayoría de ellos, recuerdan un poco a los chavales del famoso comic Paracuellos de Carlos Jiménez y hace sospechar que sus progenitores les han transmitido su obsesión por las dietas y el inanis mens in corpore sano. Ellas ya es otra cosa, pero como no están los tiempos para navokobeces mejor me lo callo, mejor.

En cualquier caso, una gozada. Obsérvese cómo estaba la piscina a las siete de la tarde y con el calor todavía dándole fuerte, ya prácticamente vacía, se supone que la muchachada tenía otras cosas que hacer. Nada que ver con la marabunta de Mendizorrotza que vimos de camino a casa.

Se me olvida comentar (y me da que hasta el resto de la familia se ponga en pie todavía tengo tiempo) que la última vez que estuve en las piscinas de Maeztu ya no era un precisamente un crío, calculo que hace unos veinte tacos o así. En aquella ocasión había en el bar de las piscinas, creo que entonces lo había, un colega de un colega que decían que hacía unos Gran Lebowski de muerte.Y casi, casi... No me acuerdo haberme bañado, o sí, probablemente sí.

MAEZTURA BUELTAN




Duela pare bat urte edo Paul Urkijo zinemagile gasteiztarra Errementaria pelikula fimatu zuen euskaraz eta gehienbat Arabako Mendialdean. Hura fikzioazkoa zen, noski. Halere, nik ezagutu nuen Mendialdeko egiazko errementaria, nire aitaren adiskidea zen, Sidi Ifnira eraman zituztela elkar ezagutu zuten soldaduzkan. Bai horixe, guk beti esaten genion Maeztuko Erremendaria. Izan ere, gure etxeko burdinazko atea... hala moduz. Ez zen, ez, inor ikaratzeko moduko pertsonaia, guztiz kontrakoa baino, gizon ikaragarri jatorra, atsegina, maitagarria. Gure aitak kontatzen zigun Canariasen zeudela, Marokorainoko itsasontzira igo aurretik, etxetik ekarritako fardela oso pisutsua zela, hortaz, ea barruan zer zeraman galdetu ziotenean, berak fardela zabaldu eta ardo botilez gainezka zegoela: "badakizue, badaezpada, mairu-herrian..."

Gaur egun ez dakit Maeztun errementaririk dagoen, ez eta Urkijoren pelikulan bezala herrikoak izutzen dituen basapiztiarik ere. Atzo ordea bai, erdi orduz edo guk Maeztura, umetan hain sarri joan ohi nintzen herrira, eraman genuen geure basapiztia txikia; lasai, zauriturik ez.

Gogoratzen dut txikitan Berron ibaian lasai askoan pasiatzeko pedaldun tramankulu batzuk zeudela. Gaur egun ez litzateke posible, ez dago behar adina ur eta ubidea landare inbasorez mukuru dago. Eta honekin bezala ere gure txikitako oroitzapen guztiak ezerezten ari dira etengabean. Are saminagoa zure umetako memoria sentimentalaren parte direnean.


PAÍS DE POLLINOS


Ayer comentaba a la amiga Estibalitz Jalón, a raíz de un post suyo en el que mostraba una foto que le habían mandado con varios de sus diseños y que ella aprovechaba para recordar que hay que acoquinar por el trabajo de uno, que de eso va el copyright, que la llevábamos clara en un país como este si esperábamos que la mayoría entendiera que toda creación es también un trabajo. Porque la mayoría de las víctimas del sistema educativo español y la burricie transmitida de generación en generación en un país esencialmente (post)agrario, para qué engañarnos pensando lo contrario, no entiende la producción artística como un trabajo sino que incluso desprecia y hasta se revuelve contra lo que ellos juzgan la pretensión de los autores de ser remunerados. Lo ven todo lo más como un capricho, incluso un lujo, algo por lo que hasta se debería pagar. Eso es así porque la idea del trabajo que la mayoría lleva inculcada en la mollera se reduce a un esquema muy simple en el que fichar por la mañana, ocupar un asiento o dar vueltas durante ocho horas por una oficina o un taller, y una vez finalizada la jornada laboral desentenderse de todo. Es lo que tienen por un trabajo serio, y así todo lo demás es sospechoso de no serlo. Y aquí da igual la actividad a la que te dediques, el tiempo invertido en sacar lo tuyo y las dificultades para hacerlo, incluso lo mucho o poco que ganes en tu actividad al margen del esquema antes citado, fuera de éste siempre serás sospechoso de no ser serio, o al menos no como ellos, que da igual lo mucho o poco que se apliquen a su faena durante las horas que les toque, que seguirán pensando que para trabajo de verdad el suyo. Ahora bien, vete tú donde un asalariado a decirle que no hace otra cosas durante las ocho horas de jornada que calentar una silla, poner sellos en una ventanilla o mirar a las musarañas desde su garita del garaje o donde sea; eso sería un escándalo, una falta de respeto imperdonable, eso te convertiría en un hijo de la gran puta ipso facto.

Pero sólo así se entiende que venga el borrico de turno con la murga de lo bien y poco que haces, dando ya por hecho lo mucho que le jodería de ser verdad, que te digan que cómo pretendes cobrar por lo que para ti es un simple pasatiempo, que si fuera clavar clavos en una pared o mirarles los órganos genitales a los pollos, pues bien, entonces sí, eso sí que lo entienden; pero, como sospechan que encima disfrutas con lo que haces, porque si no está claro que no lo harías, a ver de qué encima que te paguen por ello, vamos, lo de la maldición bíblica a Adam y Eva ahi incrustada hasta lo más hondo.

Y el caso es que no hay nada que hacer, el que piensa así lo hace porque no puede pensar de otra manera, entre otras cosas porque tampoco es capaz de valorar la creación artística en su justa medida, ni la entiende ni está dispuesto a ello, no ha sido educado, carece de la mínima sensibilidad para hacerlo y además ya es demasiado tarde para remediarlo. Pero el problema es que en un país como el nuestro son legión, pues éste es el país donde se desprecia la cultura en todas sus vertientes, donde no se enseña a pensar sino a acatar, donde destruir el patrimonio para construir horrores está a la orden del día, donde los modelos que nos representan oscilan entre un Jesús Gil y una Belén Esteban, y sobre todo donde los borricos no sólo no se avergüenzan de su ignorancia sino que además presumen de ella. Y de ahí que el máximo exponente del pensamiento carpetovetónico, del pueblo llano para no andarnos con remilgos, lo más sublime que se concibe a la hora de valorar la creación artísticas de otros sean sentencias del tipo: "A ese le ponía yo a trabajar con un pico y una pala."

Así qué para qué perder el tiempo, sulfurarse incluso, cuando te viene el borrico de turno haciendo apreciaciones personales y no precisamente bien intencionadas, del tipo antes citado. Por no hablar de esos que te dicen a la cara y sin el menor atisbo de vergüenza -porque de verdad que no se coscan del trasfondo de lo que dicen- que han pirateado tu libro porque así se ahorran las cuatro perras que cuesta y tú encima tienes que entenderlo. Por no hablar la mala leche que destilan otros comentarios, por no hablar del concepto de la escritura como si fuera lo mismo el medio folio de una novela, un ensayo, un relato, un artículo más o menos sesudo, hasta la reseña de un libro, y las chorradas que vierto por aquí a diario a modo de desahogo, como los que dicen que te tiras todas la mañana escribiendo entradas como la que nos ocupa, en la idea de que para escribir cuatro letras de mierda necesitas por lo menos un par de horas y no el cuarto de hora que le echo a la cosa entre lo tardo en que den las cuatro para irme a dar un chapuzón con mis hijos. Porque además son comentarios que los retratan a ellos antes que a nadie, que te recuerdan que existe una gente con la que nunca podrás entenderte, con la que no compartes nada y además tampoco te interesa. Menos mal que te queda el consuelo de que, a lo contrario de lo que sucede en otras latitudes, y no tan lejanas, donde el aprecio por la creación del prójimo es la norma y no al revés, aquí siéndolo todavía queda una minoría para la que merece la pena seguir en la brecha porque, o aprecia tu trabajo, o por lo menos lo respeta.

viernes, 12 de julio de 2019

LUCIA BASKARANEN AHOBEROKERIA ZANTARRAZ ETA BESTE


LUCIA BASKARANEN AHOBEROKERIA ZANTARRAZ ETA BESTE. Nire azken artikulutxoa Hitzen Uberan.eko Komunitatearako: http://www.uberan.eus/?komunitatea/Txema/item/lucia-baskararen-ahoberokeria-zantarraz-eta-beste

Ikusi dut hainbat aldiz Hasier Etxeberria zenak Sautrelan Danela Sarriugarteri egindako elkarrizketaren bideoa, Lucia Baskaran idazleak harrotu zituen hautsetakoa. Edo are zehatzago esanda, Etxeberriak Sarriugarteri bere Erraiak liburua autobiografikoa ote den galdetzen dionean istorioaren gordintasuna dela kausa.
 “Esan dugu: gordintasuna, sexualitateaz hitz egiten duzu argiki, zeure sexualitateaz; bueno, zeurea, barkatu, zure alteregoarenaz, ze, zer da hau? Autofikzioa da?”. Galdera –eta hau bai, hau iritzi subjektiboa da, nire subjektibotasun maskulinoak baldintzatua eta, hortaz, aski baztergarria– ez da erasokorra, eta Etxeberriaren ohiko tonu gozoan dago egina. Sarriugartek argi erantzun dio: “Ez, nik ez dut autofikzioa bezala presentatu; nik eleberri bezala presentatu det, eta gainera esan nuen autobiografian galderari ez diotela erantzungo; bakoitzak gero bere barruan pentsa dezake nahi duana baina nik horren inguruko adierazpenik ez det egingo”
 Badirudi galderak berak Sarriugarte harritu zuela, guztiz lekuz kanpo begitandu zitzaiola, nolabait atsekabetu ere egin zuela, ez dakit nik galderak berau edo bere liburua gutxiesten edota H.E moralki edo juzgatzen ari zelakoan. Edonola ere, holaxe kontatu omen zion Lucia Baskaran idazkideari, hortaz,  2019ko ekainaren 14an, solasaldi bat gauzatu zen Iruñeko Katakrak liburu-dendan SarriugarteEntrañas liburuaren inguruan, hau da, Erraiak-en itzulpenaren aurkezpenean. Ondokoan Santi Leonekhttps://zuzeu.eus/kultura/erraietarik-idatzia/argiratatutako textua hitzez hitz transkribatiko dut testu-ingurua nola edo hala azaltzearren:
Duela egun batzuk, 2019ko ekainaren 14an, solasaldi bat antolatu dute Iruñeko Katakrak liburu-dendan Entrañas  liburuaren inguruan, hau da, Sarriugarteren Erraiak-en itzulpenaren inguruan. Egileaz gainera, hiru parte-hartzaile: Miren Iriarte, Iruña Iriarte eta Lucia Baskaran. Hondarreko honek hartu du hitza eta une jakin batean (10? 40”) azaldu du “obra eta egilea bereiztea bertze falazia patriarkala dela” eta, “emazteki batek liburu bat idazten badu, are gehiago, liburu hori fikzioa dela azpimarratuta ere, obraren eta egilearen arteko bereizketa defendatzen dutenak etortzen dira eta hasten dira ‘zeure sexualitatea, zeure sexualitatea, zeure sexualitatea eta zeure sexualitatea'”. Sautrelako pasartea ikusi duenak badaki ez zela horrela izan. Izan ere, objektibotasun patriarkalaren irizpideak erabilita, erraten ahalko genuke Lucia Baskaranen deskribapena gezur hutsa dela.
Zeren Hasier Etxeberriari egiten ari baitzaio erreferentzia Baskaran, nahiz eta haren izenaz ez den oroitzen. Honela adierazi du –eta atal hau jatorrizko bertsioan utziko dut, gaztelaniaz alegia–: “no me acuerdo cómo se llama el desgraciao, que está muerto y bien muerto que está“. Egun hartan gainera –gehitu du Baskaranek, publikoaren irriak isildu direlarik– Etxeberriak bere pribilegioa guziak eramanak zituen. Eta aski zaharra zen.
Esan bezala, bideoa behin eta berriro ikusitakoan nik ez dut uste Hasier Etxeberriaren aldetik inolako gibel-asmorik Sarriugarteren liburuaren inguruan, are gutxiago idazleari berari buruz, jakin-mina hutsa baizik. Baliteke elkarrizketatzailea liburuaren fikzioari buruz duda-mudatan egotea eta, horrenbestez, elkarrizketatuaren ahotik beretik Erraiakliburuaren nondik norako nagusietako bat, idazlearen ikuspuntua, aditu nahi izatea. Ez al da kazetariaren lana dudak asmatzea zein argitzea? Ez al zuen Hasier Etxeberria kazetariak halakorik galdetzeko eskubidea? Ba al da hain bekatu larria literaturaren nondik norakoak jorratzen dituen elkarrizketatzaile batek egile baten liburuaren ikuspuntuari buruz galdetzea? Eta zer esanik ez aintzat hartuta H.Ek erabilitako tonua beti bezain xumea, goxoa, gizalegezkoa, ohikoa. Milaka bider berriro ikusita ere ezin diot H.E.k egindako galderari inolako erreparorik ipini; baina, ez galderak Sarriugarteren hitzak, liburua fikzio hutsa zela ziotenak, nolabait kolokan jartzen zituelako, baizik eta H.Ek eskubide osoa, baita betekizuna ere, zuelako egin zuen galdera egiteko kazetari gisa, beharko. Danelek badu ere eskubide osoa erresumintzeko edozein galderaren aurrean, edozein huskeriarengatik ere bai, badu H.E.rekin erresuminduta egoteko ere, edonorekin; baina hori beti izango bere azalaren fintasunaren arabera. Halere, ba al du Danele Sarriugartek kazetarien lana bere azalaren fintasunaren arabera baldintzatzeko eskubidea, edo bestela esanda, berak gogoko dituen galderak bakarrik egin diezazkioten? Nik uste dut ezetz, nik uste dut benetan laidotua edo gutxietsia ez izatekotan, hau da, egiazko gibel asmoz  edo egurra ezustean eta batez ere debalde ematen ez baldin badizute, kazetari baten aurrean jartzen zarenean haren lana errespetatu beharrean zaudela bere galderak gustuko izanda ala ez. Ulertzen dut, beraz, Danele oso azal fina duela, hain fina ezen egiazko gibel-asmorik gabeko galdera baten aurrean halako polemika benetan hutsala eragin ahal izateko besteko gauza den bost urte pasa eta gero, batik bat H.E hilda dagoela, hots, ez diola arraposturik egin. Hori ez baldin bada koldarkeria garbia eta benetako gizalege falta…
Hala eta guztiz ere, Lucia Baskaranen hitzak izan ziren hautsak gogotik hautsi zituenak; “no me acuerdo cómo se llama el desgraciao, que está muerto y bien muerto que está“. Baietz bat, lagun artekoak omen zirela (nik uste dut aldiz jendaurrean egiten edo esaten den oro ez dela hain lagun artekoa…), hau da, bat-batekoak irri arteko giro batean, balizko edo ustezko borrokaide artean. Baliteke, baina Baskaranen ahoberokeria hain gordina, zantarra, krudela, da, ezen behin berotan botata, eta gero hotzean, biharamunean edo, esandakoa gogoratu bezain laster, zuzendu edo ezeztatu beharrean, hots, barkazioa eskatu beharrean bere hitzen demaseko gordintasunagatik, eta batez ere hitzok parrastaka eragindako kritikak zein irainak nola edo hala baretzeko zein ezerezean uzteko asmotan, burua lehengo lepotik sare sozialetan, bere honako twit hauen moduan:
 “Nik Katakraken 10 bat lagunen aurrean esandakoa nazkagarria dela uste baduzue, baino 60 urteko gizon boteretsu batek idazle gazte bati telebista saio batean esandako hitz horiek “gozoak” iruditzen bazaizkizue, ez baduzue hor erasorik ikusten, nigandik urrun nahi zaituztet.”
“Hildakoekin bi gauza gertatzen dira: ez dutela bere burua defendatzeko aukerarik, eta edozer gauza barkatzen diegula. Katakrakeko aurkezpena baino lehen, elkarrizketa horren bideoa berrikusi nuen. Lehen aldiz ikusi nuen bezalako amorrua eta tristura sentitu nituen”.
“Gezurra. Etxeberriak zera erantzun zion Sarriugarteri: “Bueno, ba orduan nola guk nahi duguna pentsatzea ahal dugun, ba pentsatzen dugu autofikziotik asko duela”
Hau da, Lucia Baskaranek ez du inolako asmorik barkaziorik eskatzeko  jendaurrean “no me acuerdo cómo se llama el desgraciao, que está muerto y bien muerto que está“ bezalako ahoberokeria bat hain bihozgabe bota izanagatik, guztiz kontrakoa baizik. Badirudi H.E.ren orduko galderak -oraingoan berdin dit zuzena ala okerra zen, edonor hil eta gero beti begirune- Baskaranek elkarrizketatzailearen gainean zer edo zer esatea merezi zuela. Alabaina, berriro diot inondik inora ez berak, ez eta Danele Sarriugartek ere, hain makur, egiazko iraina bailitzan, interpretatu duten asmo gaiztoaz. Eta nola da posible tamainako gehiegikeria, nola izan liteke Lucia Baskaran hain egoskorra? Esan dezagun argi eta garbi, antza denez Lucia Baskaran  bere ustezko feminismoaren izenean  halakoak botatzeko eskubidea duelakoan dago, batez ere azken bolada honetan belaunaldi oso zehatz baten feminismoaren ikur mediatikoa bilakatu den aldetik, hau da, gaia jorratzen duten bi erdarazko liburu arrakastatsuren egilea delako. Gauzak horrela ez du ezertan inoren izena errespetatu beharrik, ez behintzat aurrez eta berak ebatzita matxista zikin bat baldin bat da, batik bat delako arrakastak berari denok epaitzeko eman dion eskumenari erreparatuz.
Halaber, honek ez du, funtsean, inolako zerikusirik feminismoarekin. Feminismoaren borroka zilegi eta batez ere nahitaezkoa baita edonondik begiratuta ere, Danele Sarriugartek zein Lucia Baskaranek beraiek euren liburuetan salatzen dituzten egoerak zein erakusten duten jarrera feminista bezain zilegi. Arazoa datza feminismoa ikur hartuta, edo agian estakuru, botatzen dituzten ahoberokerietan edota egiten dituzten neurrigabekerietan, printzipioz defendatzen duten ideologiarekin batere zerikusirik ez duen intolerantzia bat erakutsiz. Bestela esanda, dagoeneko gure buruari galdetu beharrean gaude ea feminismoaren zenbait aldaeratan ere, Historian zehar gizartea errotik eraldatu edo irauli nahi izan zuten zenbait ideologiatan edo mugimendutan  asmatu genituen gehiegikeriak berrirotzen ari diren ia ustekabean. Eta ez naiz feminismoaren balizko edo ustezko pentsabide erradikalaz ari, erabat zuzena zein ezinbestekoa baita gaur oraindik ere gure gizartean bizirik dauden jokaera matxista asko eta asko salatzeko, beharbada ere benetako eta erabateko genero iraultza bat sorrarazte aldera. Ez, arazoa ez datza feminismoaren pentsabide erradikalean, azken hau nola gauzatu, nola azaldu, nola hedatu baino. Feminismo erradikaletik asko ikas daiteke, baita eztabaidatu edo arbuiatu ere. Arazoa da feminismo erradikalaren nondik norakoak azaltzeko moduak, batez ere diskurtsotik haratago doanean, hau da, aitzakia hutsa denean bizitzan euskarri bat edo izateko, gizabanako bezala noizbait eta nolabait baztertu zintuen gizarteari aurre egiteko baliabide bat, agian  baliabide hori bereganatu baino lehen erruz asko sufritu zenuelako, edota horrexegatik ere etsaiak nonahi ikusten dituzunean, zure gainontzekoekiko harremanei harropuzkeria baldin badarie edonola eta edozein huskeriarengatik, dena egun batetik bestera lortu gura duzunean, inoiz ez izandako “botere” berri baten jabe zarelakoan zaudenean, delako botere berri hori duzula zuk bezala pentsatzen ez dutenak etengabean eta maiz ere debalde errefusatzeko, gaizki tratatzeko, iraintzeko, baztertzeko ere erabiltzen duzunean. Edozein arrazoibide zure eginda betiere zuzen zaudela zaudenean akabo, berdin dio zer nolako zuzena, askatzailea, premiazkoa den zure modukoak ez direnak berez gutxiesten baldin badituzu, guztiongan etsai bat topatzen baldin baduzu, behialako puritano bat bilakatu egin zara, hau da, Elizaren ajeak salatu eta kristautasuna errotik aldatu nahi izan zuten kristauak, horrexegatik jazarriak izan zirenak eta haiek bezala sinesten ez zutenak ere euren etsaiek besteko amorruz, gupidagabe, jazarri zituztenak. Eta antzeko-parezido, mende batzuk geroago eta besteak beste, kapitalismoaren ajeen kontra borroka egiten zuen sozialismoaren zenbait adarrekin, hau da, komunistek XX mendean zehar erakutsi egin zuten intrantsigentzia haiek bezala pentsatu edo jokatzen ez zutenenekin. Begira bestela zein ondo itzultzen den Kattalin Miner idazle hernaniarraren honako twitter hau XX mendeko boltxebike suhar baten errusierara.
LGTBI jendeok ez dugu hetero aliaturik behar. Lasai, ondo gaude. Zerbait egin nahi baduzue, hasi zaiezkete pribilegioz blaitzen zaituzten sistema heteropatriarkal hau birproduzitu, zabaldu eta betierekotzeari uzten. Eta gero ya, nahi baduzue, manian ikusiko dugu elkar.
Sobietar jendeok ez dugu burges txiki aliaturik behar. Lasai, ondo gaude. Zerbait egin nahi baduzue, hasi zaitezkete pribilegioz blaitzen zaiztuten sistema kapitalista hau birproduzitu, zabaldu eta betierekotzeari uzten. Eta gero ta, nahi baduzue, Iraultzan ikusiko dugu elkar.
Eta zergatik ez ere XVVI mendeko Ingalaterra Berriko puritanoen ingelesera:
Puritano jendeok ez dugu bestelako kristau aliaturik behar…
Halere, ba al dago ezer eztabaidatzekorik halako adierazpenekin datorkizun batekin? Posible al da zerbait adostea, konpartitzea, borrokatzea euren fedea bakartzat dutenekin, inondik inola euren fedearen bestelako interpretaziorik edo aldaerarik aditu nahi dutenekin, aliaturik ezean menpeko nahi zaituztenekin soil-soilik? Ez, ez dago, ondo asko erabaki baitute gainerakoen ideiak edo iritziak aintzat ez hartzea. Zertarako, gainera, euren fedea bakarra eta batez ere berdaderoa izanda? Bestalde, ez dira gauza bestela jokatzeko, hots, gainerakoen ikuspuntuekin tolerante, eskuzabal, izateko, euren demaseko harropuzkeriak eragozten die, baliteke ere euren demaseko azal finak, hau da, beti erne dagoena gustuko ez dituzten iritzi edo galdera deserosoen aurrean sumintzearren. Eurekin orotan bat egin ala euren etsai bilakatu, ez dago erdibiderik.
Gauzak horrela, badakizu ezetz, ez dagoela eztabaidatzekorik, puritanoen aurrean gustuko ez duten zerbait galdetzeak berak beti zikina, okerra, gaiztoa bilakatuko zaitu. Baina, ez euren fedea kolokan edo jartzeagatik, kontra joateagatik, funtsezkoarekin ados ez egoteagatik, baizik eta desberdin interpretatzeagatik edo zerbait ñabardura egitera ausartzeagatik. Alde horretatik, eta hitzok idazteagatik ere, ni beti izango naiz matxista zikin bat, “señoro” bat, hau da, edozein deskalifikazio edo irain. Azken buruan, hauek izan ohi dira normalean puritanoek usuago erabiltzen dituzten erantzunak, haiek bezain garbiak, zuzenak, konbentzituak ez direnekin benetan argudiatzea betiere denbora alperrik galtzea delakoan omen daudelako. Horrexegatik ez dago zer eginik, ez behintzat puritanoa puritano izan bitartean, hau da, harik eta haren jokaera puritanoaren bidegabekerien jabe ez izan arte, gainerakoekin zuk bezala ez pentsatzeagatik hain zorrotz eta batez ere errukigabe izateari utzi arte. Horretarako, ordea, bere buruarekin zintzo jokatu behar du ezer baino lehen. Esaterako, “zuzen, zilegi al da norbaiti, egiazko heteromatriarkatuaren morroia izanda ala ez, “no me acuerdo cómo se llama el desgraciao, que está muerto y bien muerto que está“ esatea?” serio galdetuz. Ba al da adinaren kontua? Eskarmentuak gehienoi holaxe erakusten digu; nor ez da izan gaztetan gainontzekoekiko tratuan, batik bat gure modukoak ez bide direnekikoa, harroputza bezain burugogorra? Baliteke beraz puritanismoa urteak aurrera joan ahala moteltzea, baretzea, agian erabat ezabatzeraino, auskalo. Edonola ere, jakin, jakin dezakezu ondo asko noiz utzi diozun puritano bat bezala jokatzeari, bai, besteak beste “no me acuerdo cómo se llama el desgraciao, que está muerto y bien muerto que está“ bezalako ahoberokeria lotsagarri eta batez ere txit mingarri bat lekuz kanpo dagoenean jabetu eta, bereziki, benetan damutzen zarenean, zer esanik ez barkazioa eskatzeko ausardia duzunean. Bestela ez, ezezkoan tematzen baldin bazara bistan dago oraindio “fededun garbien” intrantsigentziaz sendotu ez zarela.

Txema Arinas
Berroztin, 2019/07/10

miércoles, 10 de julio de 2019

VERANO DE REGUETÓN





De vuelta a casa de la caminata vespertina por el bosque de Armentia, empiezo a escuchar una música infernal. Un coche aparcado con los altavoces a todo volumen en el descampado que dicen Artetxo vomitan reguetón. Espero encontrarme a un grupo de latinos de farra con sus morenas. Los acentos y la fisonomía los delatan como nativos tirando a pálidos y todos ellos varones para no romper con el tópico. Al acercarme hasta donde están con el fin de desviarme por el camino que baja hacia mi casa, moderan el volumen. El que enseguida identifico como el machito del grupo les increpa por hacerlo con el argumento de que si han ido precisamente de botellón al bosque ha sido para poder poner la música a todo volumen porque en sus casas como que no. Al pasar delante del chaval me suelta un inesperado "arratsaldeon" (buenas tardes) al que yo respondo con un "berdin" (igualmente) y sigo mi camino como si nada. Creo que el chulito farfulla algo a mis espaldas. Vengo muy cansado como para perder el tiempo con provocaciones de niñatos en pleno proceso de cocción etílica. Por el camino reflexiono y no doy para otra cosa que no sean lugares comunes como el de que todos hemos sido jóvenes y además bastante gilipollas. Me acuerdo de las tardes de verano con el amigo Ptx en los billares del vecino pueblico de Lasarte con sus correspondientes kelers o botellas de sidra, las tardes del pantano en la playa nudista y los tragos a la vuelta en la Duna, la Zuyana o donde fuera, las escapadas hasta la sidrería de Mendiola o a cualquier otra por los alrededores de la ciudad. De chaval te tiras al campo con los colegas para beber en gozosa camaradería en lo que tarda en caer el sol. Hay como una deliciosa modorra estival que hace que parezca que el tiempo corre más lento y que la felicidad puede que se reduzca a momentos como el que nos ocupa. De ese modo colijo que todo está en su sitio así pasen mil años. Todo no, el reguetón a todo volumen no me cuadra, más bien me irrita, yo diría que hasta siento una infinita tristeza.

viernes, 5 de julio de 2019

MUNDUKO TOKIRIK EDERRENA – IÑIGO ARANBARRI



Nire Iñigo Aranbarriren "Munduko tokirik ederrena" ipuin liburuaren laudorioa Hitzen Uberan.eko Komunitaea sailean:  http://www.uberan.eus/?komunitatea/Txema/item/munduko-tokirik-ederrena-inigo-aranbarri

Honako honek ez du inolako kritikarik izan nahi, ezin da izan inondik inora. Laudorio garbi bat egin behar diot  Iñigo Aranbarriren aurreneko ipuin bilduma honi, ez baitago nire aldetik ezer txarrik edo okerrik nabarmendu beharrik, ipuinok borobilak direlakoan bainago. Izan ere, ez nituen aspaldi hain ipuin ederrak, xamurrak, iradokorrak, hunkigarriak, paregabekoak irakurtzen. Jakin badakigu denok ez dagoela ezer benetan bikaina, betiere zer edo zer errepara diezaiokegula orori. Baina, zertarako ezer asmatzen saiatu behar kasu honetan, ez litzateke jokaera batere zintzoa liburua leitu ahala hainbeste, eurrez, gozatutakoan edozein huskeriagatik bainaka, ezbaika, hastea; horretarako badaude taxuzko zein ordainpeko kritikalari burutsuak bezain saiatuak. Nire asmo bakarra, bat egotekotan hitzok idazterakoan, Munduko Tokirik Ederrena ipuin bilduma honek eragin didan plazeraren ordainez balizko irakurleei helaraztea litzateke, eta bai, handiustekeria galanta, aitor dut.
Halere, seriotan ari naiz, Aranbarri oso idazle saiatua da, aldez aurretik lan ederrak plazaratu dituena, nobela izugarri mamitsuak,  Zulo bat uretan (2008Susa) edoZamaontzia (2011Susa) besteak beste, poema liburuak, Dordokak eta Elurrak (1989Susa) edo Harrien lauhazka (1998EEF - Susa) bi aipatzearren,  Zapataren Oihana saiakera eta baita Sakabi, soinu txikiaren handitasuna (2003Trikitixa Elkartea) biografia ere. Idazlan guztiotan ikurra du Iñigo Aranbarrik erabiltzen duen estilo/hizkera itzel jasoa, oparoa, zolia, sakona, maiz ere, nobeletan behintzat tarteka, irakurketa apurtxo bat astuna edo zaila egiten duena, arreta handia eskatzen duena; baina, egindako esfortzuaren sari gisa ere oso maila handiko emaitzak eskaintzen dizkizuna ere bai. Izan ere, bada Iñigo Aranbarri egiazko literatura, hau da, ez hain aspaldiko usadioei eutsiz estiloa edukinaren gainetik edo gutxienez pare-parean, egiten duen azken hamarkadetako euskal idazle bakanetariko bat, ez baldin bada merezimendu osoz nagusia. Edo bestela esanda, ezberdin, apika erronkari ere, idazten ausartzen diren azkenetakoa, hau da, hizkera ikaragarri jasoa erabiliz, esaldiak nahi edo behar adina kiribilduz, euskararen jatortasunaren alde eginez, baliabide literario guztiak behar beste artetsu jorratuz. Gauzak horrela, argi eta gari esan dezagun, Aranbarri gaur eguneko joera editorial gehienen kontra ari da soraio besteko bihoztun, hots, liburuek arin irakurtzekoak, esaldi labur eta lauak, ezinbestez izan behar duten aburu makurraren kontra, beharbada liburuak erreskadan irensten dituzten irakurleen beharrean egiazko literaturazaleak bilatu nahian edo.
Susmoa dut, berriz, Aranbarrik bere onena eman duela idazle bezala Munduko tokirik ederrena honetan, hau da, nobeletan edo noizik behin apurtxo bat erren edo motel suertatzen dena saihestu ahal izanez. Haatik, Aranbarriren dohain egiaztatu guztiak bilduta agertzen dira ozta-ozta ipuin bakoitzean. Hamar ipuin dira Urola ibaiaren arroan girotuta, hau da, ezinbesteko ikutu lokala pertsonaiak, paisaiak, pasadizoak gorpuzte aldera, txikitik handira idazteko, berak ezin hobeto ezagun duen errealitatea literaturaren aldetik lantzeko, bertan aparteko harrobia baitu Iñigok memoriartik tiraka haimaika istorio harilkatzeko zein pertsonai benetan mamitsu sortzeko. Halaber, zaila bainoago nekosoa egiten zait ipuinon nondik norakoak banan-banam jorratzea, hortaz, eta aurrez den-denak primerakoak direla berriro eta hainbat ozenen aldarrikatuz, niri gehien gustatu zaizkidanak, edo agian gogotik aztoratu egin nautenak, nabarmendu nahi nituzke besteak beste: Uhala,  non Loiolako basilikaren kupularen inguruan ardazten duen istorio ikaragarri hunkigarri bat iranaga eta oraina tartekatuz zein nahastuz, Astronauta, 80etako nostalgia da aitzakia pertsonaien orainaren nondik norakoak jorratzeko, edota Burnia,etxean gordeta dagoen pistola baten indar iradokitzailea sorburu. Zinez eta erruz atsegin zaizkidan hiru ipuinak, bai, baina kostata sailkatuak, ez baitut duda apurrik Mundukotokirik ederrena berrirakurtzeari ekin orduko, laster gainera, beste batzuk ere nabarmenduko ditudala halabeharrez.

Txema Arinas
Berroztin, 2019/07/05

jueves, 4 de julio de 2019

MITOZALEEN HERRIAN



Onintza Enbeitak azaldu digu Berriako artikulu batean Ernesto Guevara, Che, matxista hutsa zela. Harritzekoa? Batere ez, guztiz arrunta baizik, Che bere garaiko gizona baitzen, besterik espero ahal zenuten? Bestela esanda, ba aldago Che bezalako iraganeko lider askatzailerik edo bere garaiko genero-roletatik at, libre, zegoena, hau da, emakumezkoen eskubideei buruzko ikuspegi zabalago eta batik bat gaurkotu bat zuena? Bakanen bat egon liteke, baina oso zaila, oso, gure garaiko pentsa/ikusmoldeen morroi izaten baikara den-denok neurri batean edo bestean.


Gauzak horrela, badu zentzurik Che bezalako bati egurra ematea, zergatik ez Bolivar, Marx, Trosky, Castro, Chavez eta enparatuei? Euren biografietan arakatzekotan ziur topatuko dugula emakumezkoak, gaurko ikuspegitik behintzat, batere ondo tratatu ez zituztena (Marxen kasuan, gainera, ezin ageriagoa da; egia esanda. gainerakoenean ere bai). Ez dago, beraz, ezer harritzekorik Cher delakoari dagokionez, matxista bezain integrista izan baitzen, hau da, bere arerioak akabatzeko batere erreparorik ez zuen aldetik.

Izan ere, niri ez zait Che delakoaren pertsonaia, ez eta munduan zehar barreiatutako irudi "hagiogarria" bera ere, batere atsegin, guztiz kontrakoa baino, nazkagarri samar begitantzen zait. Nik ez ditut batere gogoko inolako salbatzaile iluminatuak, eta are gutxiago ezkerrraren adar zehatz baten santu laikoak. Alabaina, badirudi oraindik orain Che delakoa Euskal Herriko asko eta askori santu gurgarria bezain ukiezina zaiela. Ikusi besterik ez dago egin behar Enbeitak artikulu horren ondorioz jaso behar izan duen jazarpen lotsagarria, mota guztietako irainak, matxistak nagusi, baita pankartak bere "pekatu kontra-iraultzailea" salatuz ere ez hain aspaldiko usadioen antzera.

Horrek erakusten digu argi eta garbi zeinen bizirik, sendorik dirauen gure artean ez hain aspaldiko, oraintsuko harropuzkeria ideologikoa, baliteke ere gutxiengo baten euskalgintza ideologikoki kudeatzeko joera bizia, hau da, guretakoa izateko guk bezala pentsatu beharrean zaude, bestela taldetik kanpo... Baina, baldin badago ezin hobeto egiaztatzen duen zerbait gure artean; gutako asko eta askok Elizaren aspaldiko santuei muzin egin zieten beste santu laiko batzuen ordez, hau da, txikitan irakatsi zieten dotrinaren arabera berdin jokatzen jarraitzearren. Izan ere, badirudi gurean pentsamendu liberala, hau da, libre pentsatzeko jokaera, ohitura, ez da sekula nagusitu, hedatu. Bagara mitoak "hitoak" baino gehiago maite dituen herri bat, edo bestela esanda, belaunaldiz belaunaldi eraldatzen/berriztatzen diren karlista garbi-garbiak.

LOST IN HERNANI




He pasado una noche de mierda, y no será precisamente por el calor, como que hasta me resfrié ayer durante la caminata de las tardes y no paro de toser; bendito verano asturiano, qué ganas de huir hacia el trópico de la Llanada alavesa para disfrutar de uno en condiciones. Sí, a lo que hemos llegado... Me he levantando con una jaqueca tremenda y el regusto de una de las dos pesadillas que tuve anoche y que me hicieron despertarme en mitad de la noche varias veces sobresaltando a mi señora.

El caso que solo me acuerdo de la de que llegaba a Hernani para no sé qué hostias, que digo yo que algo tendría que ver con Xabi, un colega de allí de cuando... Maricastaña. Y ya solo recuerdo que quería marcharme cuanto antes, que ya me dirás tú qué hostias hace una persona normal en Hernani si no es tomar potes antes o después de subir a una sidrería, vamos, para empezar o redondear la castaña. De modo que preguntaba por la calle a la gente dónde podía coger el autobús de vuelta a Vitoria y todos me contestaban con esa simpatía tan característica de los giputzis del interior -imagino que producto del resquemor de vivir tan cerca del mar y no verlo por la cosa esa de las montañas...- , es decir, y tras conseguir superar el fastidio inconmensurable que les suele producir a muchos ser interpelados por un forastero en lo que se supone sus inaplazables y siempre urgentes quehaceres diarios como rascarse la barriga esperando que entre un cliente a su tienda o que el tinto del vaso recién ingerido recorra todo el camino que va desde la boca hasta la uretra, encogiéndose de hombros y volviendo a sus actividades casi que sin mirarme a la cara con el fin de no perder más tiempo con un servidor. Pero lo más raro de todo era que todos me repetían la misma letanía. "¡Los cuchillos se cogen por el mango."

SEGUNDAS VECES




He probado el yogur con sabor a mojito. Sí, soy un osado. Pues estaba de vicio, me ha encantado la combinación. Tanto que por un instante me he trasladado a la Bodeguilla del Medio en la Habana, ahí apelotonado con otros turistas en plan Hemingways de provincia, haciendo cola para libar un vaso de mojito con un matojo de hierbabuena. Eso y una docena de mojitos más tarde, tras pasar por varios hoteles del Vedado, bailando salsa alrededor de una morena en una especie de cabaré que dudo mucho que fuera el Tropicana. Pero que para el caso, esto es, para cómo iba que ya me salía la menta o lo que fuera por las orejas, poco importa.


Pero como me ha gustado tanto, y haciendo gala de una osadía inusitada por mi parte, me he tomado otro yogur con sabor a mojito. Pero, ese segundo ya me ha transportado más cerca, no estoy muy seguro si a fiestas de Gasteiz o de Bilbo, ¿o fue en las de Ondarroa? Creo que fue en una txozna de temática solidaria con Cuba, Revolución o muerte y toda esa mandanga, e intentando sacar a bailar a una con el famoso flequillo de corte con hacha. Menuda puta resaca, como para no acordarse.

Y así siempre con las segundas partes, no falla.