viernes, 30 de octubre de 2020

MEMORIAS DE LA CASA MUERTA - FIÓDOR DOSTOYEVSKI


 Memorias de la casa muerta de F. Dostoysvsky por Txema Arinas. Revista literaria Ariadna-RC: https://www.ariadna-rc.com/numero89/critica07.htm




En este articulo toca celebrar la lectura de MEMORIAS DE LA CASA MUERTA del ruso Fiódor Dostoievsky, no sólo un genio de la literatura mundial, también un maestro en la humilde medida que uno aspira a escritorzuelo o lo que sea. Así pues, uno se reclama alumno o admirador del genio ruso desde que era prácticamente un imberbe pajillero, en concreto desde la lectura todavía en el Instituto de la monumental Crimen y Castigo, un verdadero encontronazo con la literatura en Mayúsculas, a años luz de la inmensa mayoría de los tostones a cuya lectura nos sometían los profesores de literatura en su empeño por ahuyentar a los adolescentes del vicio maravilloso de la lectura.

De ese modo, había devorado a lo largo de mi vida, en especial la más joven, casi toda la obra de Dostoievsky, desde los clásicos monumentales como el antes citado a esos otro como Los Hermanos Karamazov, Los Endemoniados, Memorias del Subsuelo, El Idiota y la a mi juicio, la más impactante de todas, El Jugador. No me voy a alargar con la glosa inútil de la obra de Dostoievsky, pero sí con el elogio entusiasta hacia su obra, probablemente una de las más decisivas del XIX, de siempre.

El caso es que como suele ocurrirle a uno con esto maestros antiguos, que decía Thomas Bernhard (aquellos autores que dejan de verdad huella en uno a través de su trabajo), hacía la tira de años que no lo había vuelto a frecuentar desde el atracón de la adolescencia o así, de modo que mi reencuentro con MEMORIAS DE LA CASA MUERTA no sólo ha sido apasionante, yo me atrevería a decir con toda la grandilocuencia que conlleva que hasta emotivo.

MEMORIAS DE LA CASA MUERTA no es una novela, es la crónica del periodo carcelero de Dostoievski en Siberia tras ser condenado a trabajos forzados por las autoridades zaristas de su época bajo la acusación de crímenes contra el Estado, lo que venía a ser opinar por su cuenta y encima hacerlo público. No es una novela sino la recopilación de sus impresiones durante tan aciago periodo, el cual al principio no me animaba mucho a la lectura porque adivinaba otra de esas lecturas atormentadas al estilo de las Primo Levy con el Holocausto o la recientemente leída Todo Fluye del también ruso Vasili Grossman con el gulag soviético, y claro, el cupo de tremendidades dramáticas como que a rebosar. Sin embargo, era Dostoievsky y la curiosidad era inevitable, amén de la convicción de que por muy poco apetecible que me resultara el tema en un principio, la escritura del genio ruso me lo iba a hacer más llevadero. Y así ha sido, la maravilla de poder haber vuelto a gozar con el Dostoievsky más puro, su escritura tan libre como personal, tan inaudita incluso para su época, su extraordinaria sensibilidad para el detalle, sobre todo el humano, ese por el que es considerado el maestro del retrato sicológico y que a mí se me antoja una empatía a manos llenas hacia sus congéneres, muy por encima de sus prejuicios de clase o ideológicos, que los tenía y no pocos, ya sea para resaltar sus lados más entrañables como los más desagradables. La escritura de Dostoievski también es piedad infinita hasta por el más despreciable de los hombres, lo cual no le libra a éste de su juicio severo si se lo merece, así como del elogio sincero y hasta emocionado para aquellos que conquistaron su corazón en un medio tan hostil como poco propicio a los afectos o los gestos generosos. También le han tildado de precursor del existencialismo, de ser el primero en tratar a sus personajes sin el amparo de un Dios todopoderoso, a merced de lo inesperado, y muy en especial de sí mismos. 

Sea como fuere, y como era de esperar, estas MEMORIAS DE LA CASA MUERTA no son sólo un retrato de la vida en los campos de trabajos forzados de Siberia durante la época zarista, también lo es, o sobre todo, la suma de todos los personajes que en ellas aparecen, las relaciones entre ellos, las del autor con algunos de sus compañeros, sus impresiones no sólo ante el horror de los campos y de las actitudes de muchos de los presos y guardianes, sino también de las pequeñas alegrías, desengaños y sorpresas del día a día de la cárcel, las cuales, en definitiva, conforman un verdadero mosaico de la condición humana en la que hay de todo, aunque el escritor destaca, o rescata, los mejores de entre la mayoría embrutecida, desalmada y sobre todo desamparada. También es un mosaico de la Rusia de entonces, país tan inmenso en su tamaño como en sus contradicciones, país tan viejo en su Historia como primario en su concepción de los hombres, y donde éstos, la gran mayoría de ellos, no pasan de ser meros supervivientes en medio del atraso en el que viven, cuando no verdaderos criminales por pura estulticia de su carácter primitivo, que no era otro que aquel en el que los de arriba les habían mantenido durante siglos de servidumbre y despotismo. Dostoievsky no sólo retrata, también divaga sobre ello y sentencia de vez en cuando sobre el alma humana, y más en concreto de la rusa, Dostoievsky con todo lo moderno y precursor de existencialismos y demás pomposidades que se quiera, es ante todo un escritor no sólo ruso, sino también ferozmente patriota e incluso nacionalista en el sentido de que está convencido que las peculiaridades nacionales de su pueblo no lo hacen homologables al resto de los pueblos europeos, por lo que todo aquello que vale para éstos (capitalismo, socialismo...) no lo vale para el ruso. Por si fuera poco, Rusia y los rusos no son sólo el marco de sus historias y el origen de sus personajes, también son su tema central, su obsesión, sin ellos no se entendería la universalidad de la obra de Dostoievsky. Con todo, no es un optimista sin remedio, lo es sólo a la fuerza, no serlo sería dejar de tener motivos para seguir viviendo puesto que ya conocemos el infierno aquí al lado, puede que hasta estemos viviendo en él.

Y una vez más, la estupefacción de encontrarme ante una escritura tan libre, incisiva y directa (algunos dirían moderna como si lo moderno implicara un estilo concreto y no un totum revolotum de aquí te espero) que cuesta imaginar que haya podido ser superada en sus virtudes por nadie desde hace dos siglos.

 

AZKEN EGUNOTAKOA


-Pandemia, lurrikarak, luiziak, atentatuak, faxismoaren gorakada, Manuel Vallsen adierazpenak, azken Euskadi Sariak!!! Noiz, baina noiz bukatuko da 2020? Posible al da oraindiokan ezer okerragorik suertatzea?

-Bunburyren azken diska omen?

-Ez naiz urtarrilera arte iritsiko!


-Bai, Mariasun, egia da. Badakigu debekatutako taldeak 6 lagunetik gorakoak direla. Baina... eske... beitu, neska, oso nekagarria zara koroabirusaren gaiarekin, beti Illa gora, Simón behera, txinatarrak, txertoaren iruzurra, Miguel Boserena...

-...

-Ze diktadura eta ze diktadura ondoko; zeu zara, Mariasun, betiere kexaren bat aho puntan izaten duzula, kontura ez baldin badator ere!

-...

-Ezetz, Mariasun, benetan, ez duzu premiazkoa PCR bat egunero egitea gurekin batzeko. Esan badizugu arazoa...

-...

-Salduak? Pentsa nahi duzuna, neska!


 -Aupa, Irantzu Lekue naiz. Koloratzaile lan egiten dut. Estibalitz zein Armentiako elizak oso zuriak begitantzen zaizkizula, Oteizak Arantzazun egindako estatuak oso itsusiak, Donostin Chillidaren Haizearen Orrazia oso iluna, Bilboko Guggenheim eraikina oso hitsa, Escorialeko Jauregia oso zurruna, Granadako Alhambra oso aspergarria edota Egiptoko Piramideak zein Txinako Harresi Handia oso lauak. Hemen nauzue nire zirriborro koloretsuen bitartez alaiagoak egitearren, baita zuen begi aspertuak alegeratzearren ere.


-Eta artelanen jatortasun zein euren egileekiko errespetua?

-Hori da zu bezalako zakil zaharren burgeskeria bat. Arteak beti iraultzailea izan behar du.

-Izorratzailea esan duzu?

-Zoaz pikutara, matxista zikin hori!

-Espero nuen, bai...

-Zorionez betiere egongo da kultura zinegotziren bat nire artea beste inork baino hobeto ulertuko duena...



-Nor gara gu? Gu gara gure auzoko Pandemiaren kontrako aditu batzordea!

-...

-Gure ondorioak? Diktadura baten mende bizi garela izurritea dela kausa.

-...

-Ez, ez noski, ez gara munduaren zilborra, badakigu gure inguruko herrialdeetan ere antzerako neurri zapaltzaileak hartu dituztela delako diktadura mundu osora hedatzearren.

-...

-Nortzuek? Txinatarrek, horiek dira birusa sortu dutenak gainerako herrien ekonomia suntsitzeko asmotan.

-...

-Bai, osasunak axola digu, noski; baina, "zeingotzau", noiz edo noiz, nola edo hala, denbora aurrera joan ahala, denok hilgo gara eta.

-...

-Burukoikeria zein arinkeriaren adituak garela? Barkatu, baina hori iraingarria iruditzen zaigu.

-...

-Lasai motel! Tragorik nahi?

LO DE LOS ÚLTIMOS DÍAS


-Pase que nos hayamos quedado sin fiestas del pueblo, incluso puede que este año no haya Navidades; pero, servidora no estaba dispuesta a quedarse sin Jalobín. Una fiesta tan nuestra, tan arraigada, tan de los tiempos que estamos viviendo.

-Di que sí, Mariasun. A ver quién nos dice nada de esta guisa...

-¿Truco o trato?

-¡Covid19!


Estimados - es un decir- fumadores compulsivos, y otros que se han puesto a ello como excusa para ir por la calle sin la mascarilla. Fumadores que pasáis al lado de la gente expeliendo el humo de vuestros apestosos cigarros, puros o purillos directamente a nuestras jetas. Fumadores grandísimos hijos de puta que echáis el humo apostados en las esquinas de los bares al primero que pasa. Fumadores todos: idos a tomar por culo lo más lejos posible, a los jardines, parques, playas, terrazas de vuestras casas o del vecino, a los descampados periurbanos o no, al otro barrio..., a donde sea que no pase gente a vuestro lado, que no haya nadie a quien apestar con vuestra pestilencia ahora además coronavirusante.

Y qué decir de esos otros fumadores todavía incluso peor nacidos que los anteriormente citados. Me refiero, cómo no, a los vecinos que fuman en el ascensor. ¿Se puede ser más hij@ de la gran puta? Vivo en un séptimo, y tranquilo, que un día de estos ya me daré de morros con uno de ellos saliendo del ascensor. Va a ser un rato interesante, lo vamos a pasar bien, al menos yo, que me encabrono poco, pero cuando lo hago es a conciencia; él o ella puede que no tanto.

Por lo demás, agradecido a FB por permitirme este pequeño desahogo. Estimo que se están evitando situaciones de gran conflictividad social, en román paladino, hostias a pares, gracias a la oportunidad que nos brindan las redes sociales en lugar de caer en la tentación de llevar a la práctica lo primero que se nos pasa por la cabeza cuando tienes que soportar en tus propias carnes, en toda tu jeta, el cretinismo egoísta de toda esa mala gente que camina.



Creo que voy a aparcar la humildad que me caracteriza para afirmar sin ambages que hoy es uno de esos días en los que mis hijos deberían levantarme un monumento como agradecimiento infinito por el pedazo de pochas que les he preparado. Pochas con su caldo de pimiento verde, puerro, tomate fresco, su fritada de ajo, cebolla, pimiento choricero, pimiento rojo en trocicos, zanahorias, chorrotada de vino blanco, y, en lugar de los sacramentos al uso, los cuales no me sientan excesivamente bien, lo que yo llamo "pecadillos" de hipertenso, esto es, taquitos de jamón serrano y chorizo que hacen más ligero el plato y casi también que hasta más sutil. Una exquisitez que también lo habría sido de haberlas preparado, como otras tantas veces, con almejas, langostinos, pulpo o cualquier otra exquisitez marina; pero, me han salido unos hijos tontos a los que no les gustan las cosas del mar -me da que será cosa de los videojuegos porque de lo contrario, y teniendo en cuenta como nos chiflan a su madre y a mí, no me lo explico-. Ahora, también reconozco, sobre todo por si algún amigo o colega tiene a bien agasajarme algún día con sus correspondientes botellas de buen vino, que yo me pirro por unas pochas con oreja, callos, txarripatas y así en general cualquier producto de casquería que les venga bien; entre semana prefiero cuidarme porque yo si pillo pochas con casquería no respondo de mí.

Y ya luego a ver si consigo reservar unas pocas para que las pruebe mi mujer, la cual hoy come fuera antes de ir por ahí a dar saltitos y algo así -ella ya sabe que si se extiende demasiado yo desconecto instintivamente y...-, lo cual siempre viene bien para que al llegar a casa recuerde la suerte infinita que ha tenido de conocerme después de una infancia y parte de su juventud en las que la cocina -palabras suyas-, y por decirlo de alguna manera, era poco más que una cuestión de subsistencia, para cumplir con el organismo y poco más. Una cosa más para apuntar. Dicho lo cual, y tras este exceso de vanidad por mi parte, regreso a mis rezos y mis propósitos de enmienda como parte de mi camino de perfección para superar los pecados de la vanidad y la maledicencia con el fin de poder así alcanzar algún día la santidad: Ne quid nimis


Digo que será que con esto del "neocasiconfinamiento" uno cada vez echa más de menos la "normalidad" anterior y al subconsciente le da por obsequiarte con sueños de antes de la Pandemia. Sueños que, más a menudo de lo normal, derivan directamente en pesadillas. Sin ir más lejos esta noche el subconsciente de marras me ha remontado a los diez y muchos, como si ya de entrada todo lo que tuviera que ver con aquellos años no fuera de por sí una pesadilla.

Sea como fuera, estaba entonces completamente "atxotxolado" por una colega del insti que jugaba en la liga femenina de baloncesto. Una chavala con la que ni sí, ni no, ni tampoco, y si eso entretanto me lío con mi entrenador y con ese y con el otro, y así todo el rato. Una manera de perder el tiempo verdaderamente patética; pero, a esa edad ya me dirás tú quién no hecho el tonto por asuntos de amores o ya solo de entrepierna.

Pues bien, resulta que iba a verla jugar en una conocida ikastola a las afueras de Vitoria -digo yo que porque es la que está camino de mi casa, que si no de qué, no recuerdo haber ido allí a ver jugar al baloncesto a nadie, si eso yo algún sábado por la mañana a mano o a pala en los minifrontones donde solo recuerdo que había un techo de uralita que convertía aquello en un horno-. En fin, yo deseando que se acabara el partido para acompañar a la moza hasta Vitoria con la intención de salir luego por ahí a tomar unas birras, y en eso que me encuentro que todo cristo lleva mascarilla en el polideportivo. Pero no unas mascarillas cualquiera, sino unas que les cubren a todos hasta por debajo de las cejas y en las que cada cual lleva estampada la cabeza de un animal; perros, gatos, vacas, caballos, conejos, búhos, loros, buitres, pelícanos, lagartijas, ranas, peces, gambas, mejillones, "oricios", amebas...

Lo dicho, una pesadilla en toda regla y yo que no acabo de localizar a la moza que he venido a buscar. Así que, como la interfecta no responde a mis llamadas, casi que como entonces, empiezo a retirar mascarillas a la peña a ver si doy con ella. No hay manera, y aunque aquí el cabestro que hay en mí bien podría haber añadido que si hubiera empezado por las que tenían la mascara con el dibujo de una zorra quizás me habría ahorrado tiempo, no lo voy a hacer porque quedaría de un machista resentido que espanta, claro que sí. La verdad es que en el sueño no se me pasa por la cabeza hacer un cribado de ningún tipo. Así pues, me recorro toda la fauna en procura de mi amiga, o lo que fuera, hasta que por fin doy con la que tiene lleva la de una víbora -y aquí, ya puestos, también confieso que me molaría mucho decir que levanto la mascarilla y me encuentro con el careto de mi suegra, eso ya solo por hacer una de mis bromas chuscas, las cuales ya sabemos que me pirran un rato; pero bueno, eso sería una falta de respeto que no se me pasaría por la cabeza teniendo en cuenta todo lo que ella me quiere y lo bien que habla siempre de mí a todo el mundo...- Pues no, después de haberme recorrido todo el polideportivo de un extremo a otro levantando mascarillas a los allí presentes, levanto la que lleva una áspid como la que dicen que mató a Cleopatra, y me encuentro a -también, también estoy por decir que a la Orona de Vox; pero, voy a ser fiel al sueño aunque la verdad no tenga tanta gracia- una famosa hostelera que regenta una pequeña pero conocida taberna de mi ciudad y que vive en el pueblo de donde era mi padre. En cualquier caso, alguien a la que hace mucho que no he visto en persona, y que digo yo, haciendo por enésima vez de psicoanalista de barbecho, que habrá sido una relación de ideas absurda de mi susodicho y retorcido subconsciente por la cosa del toque de queda y la putada que les vuelven a hacer a los hosteleros cuando todavía apenas habían levantado cabeza. Eso o yo qué sé, en serio, yo me limito a transcribir mal que bien mis sueños para hacer tiempo hasta que llegue mi señora a la mesa y ahí ya todos felices y bien alimentados. 


 -Que sí, Mariasun, que en la vida no todo son pandemias, guerras, cánceres o suegras, también están la música, la literatura, la comida, la bebida, el sexo y, sobre todo, las amigas.


-¿Tú hace tiempo que no ves a la tuya?

-Algo bueno tendría que tener el confinamiento.

-¡Pero no sois amigas?

-Pensaba que te referías a mi suegra.

-¿Y la mascarilla?

-Voy tan pedo que cuando fui al baño creo que me la puse en lugar de las bragas.

-¡Brindemos por la amistad! 



https://youtu.be/L5jI9I03q8E

The most beautiful song ever written?
Parece ser que de un tiempo a esta parte, cada vez que uno se pone en youtube para escuchar cualquiera de las canciones de la banda sonora de su vida, que ya sé que dicho así queda de un presuntuoso como para darse asco a sí mismo, resulta que te tienes que tragar antes un comercial en el que un joven soplapollas estirado te mete una charla en británico sobre autoestima, autosuperación, autoemprendimiento, autoonanismo y demás pollas en vinagre, con el pretexto de convencerte de que puedes hacer lo que se te ponga en la punta del nabo -hablo evidentemente desde mi acendrada e incorregible grosería masculina- con solo proponértelo, porque tú lo vales y los demás como que no tanto, tú has sido escogido por los dioses del Olimpo y resto a la cola. Todo ello previo pago, por supuesto. Suerte que tan irritante anuncio se salta fácilmente. Hace un rato me salía el capullo de turno, al que he prestado atención apenas unos segundos, siquiera por hacer algo de oído, dándome consejos financieros. Yo si eso casi los prefiero culinarios, tipo para que no se pegue la tortilla en la sartén o se pase el arroz. Aunque tampoco me hacen mucha falta, faltaría; luego a ver qué dice la famiglia de la pasta fresca con pesto, almejas y unos chipis. El caso es que yo iba al Ain't Got No, I Got Life de Nina Simone y he pensado que eso debía ser lo más parecido a una paradoja. Pue eso; "I ain't got no home/ ain't got no shoes/Ain't got no money, ain't got no class/ain´t no..."




Muy agradecido al amigo Jon por estas palabras sobre HISTORIAS DE LA ALMENDRA.

"Historias de la Almendra, ejercicio de lectura

Al final de mis vacaciones terminé de leer Historias de la Almendra, de Txema Arinas. Se trata de una historia hasta cierto punto intimista escrita de un modo poco habitual. Al principio puede parecer repetitivo, pero de una manera a mi entender intencionada va construyendo la historia gradualmente como si se tratara de una espiral. Narra un ciclo, parece que vuelve al comienzo pero continúa desarrollando el hilo argumental, a la vez que los personajes quedan cada vez más definidos. Dicho así, se podría decir que es un libro complicado de leer, pero para nada lo es. Un lector tan poco constante como yo no se ha perdido en ningún momento ni ha decaído el interés por la historia. Incluso si hubiera riesgo de flaquear, la parte final de la novela, la que transcurre en un txoko –sociedad gastronómica, por si a alguien le entra urticaria-, resulta ser un magistral ensayo sociológico en el que es difícil no sentirse identificado con algún personaje, pasaje o escena concretos . Incluso abandona la peculiar estructura inicial, por lo que adquiere un ritmo vivo y rico en matices. No obstante, no soy un experimentado lector y me gusta el estilo de Txema Arinas, así que, qué queréis que os diga"

viernes, 23 de octubre de 2020

LECCIÓN DE MÚSICA

 


Lección de Música para la revista literaria Ariadna-RC:

Llevo ya un rato esperando a que me abran la puerta del portal donde accedo a la academia de música a la que llevo al pequeño. En eso que aparece una mujer de edad mediana, la cual reconozco como una de las madres de la academia. Así pues, primero le doy las buenas tardes y luego, cuando ya me ha dado la espalda para llamar por su cuenta al timbre, le advierto de que he llamado ya dos veces y que no me ha abierto nadie. No recibo respuesta alguna por su parte, ni al saludo, ni a mi advertencia. Para más inri, es pulsar ella el timbre y responderle al instante. Entonces, caballero que es uno, abro la puerta del todo para que pase ella primero y una vez más no obtengo más respuesta a mi gesto que su fría y total indiferencia, siquiera también un amago de mueca de disgusto que percibo en la celeridad con la pone distancia de mí, por si acaso, que entre la gorra y la barba debo tener pintas de facineroso, de maquis como dice el amigo Etxaniz, o yo qué sé ni me importa. El caso es que cuando llego a la academia la veo junto al mostrador de la secretaría teniendo la siguiente conversación.

—¿Le dan hoy las notas a la nena, no?

—Creo que sí, suele ser costumbre después de Navidades.

—A ver, a ver qué notas ha sacado la nena, porque yo tengo una sensibilidad especial para todo lo relacionado con la música y la verdad es que si fueran malas me afectaría muchísimo.

De lo que he deducido, efectivamente, que la muy hija de puta maleducada debe tener, sí, tanta sensibilidad para la música como todo lo contrario en el trato diario con sus semejantes, vamos, una verdadera autista social de esas que van por la vida convencidas de mear colonia o algo por el estilo. A decir verdad, me ha puesto de tan mala hostia que he estado en un tris de ponerme a su lado y soltar un eructo o un cuesco a ver si su especial sensibilidad para todo lo relacionado con la música podía aguantarlo, al fin y al cabo Schoenberg, Bartok, Stravinsky y otros compositores influenciados por el dodecafonismo hicieron algo muy parecido.

 

*En la foto Arnold Schoenberg preparando una de las suyas...

BORREROAK BADITU MILAKA AURPEGI

 


Aspaldi idatzitako BORREROAK BADITU MILAKA AURPEGI eleberri motzaren pasartetxo bat: http://www.uberan.eus/?komunitatea/Txema/item/borreroak-baditu-milaka-aurpegi


                                                            III

 

 

Gasteiza bueltatu nintzen nik uste baino lehenago eta nire osabak areago. Egia esan, gizonak ezin sinestuta izugarrizko harrera ona eman zidan ea nire gauzak azkenean argitu nituen galdetutakoan lanean berehala hasteko aholkatuz. Nik ez nuen ezer argiturik, ni itzuli nintzen Mariasun Torreviejako anbulatorioraino lagundu eta gero ezin bainuen bera berriro ikusteko paradarik izan; oso gaixo omen zegoen eta behaketapean jartzeko agindu zioten. Badirudi bere birikiak azkenetan zeudela minbiziak erabat hondatuak, Mediterraneo aldeko eguraldia ere nahikoa ez zitzaiela aurrera jarraitzeko, nola edo hala kras egitekotan omen zeudela. Familiakoa ez nintzenez aurreneko egunik larrienetan ezin nion bisitarik egin UVIkoan. Hala eta guztiz eta egunero joaten nintzen informazio bulegoraino galdezka, sekula ausartu ez bainintzen bertan ingresatu eta gero bi egunetara heldu ziren senitartekoengana hurbiltzen. Zer dela eta? Ez dakit nik ere oso ziur, baina nolabait ere uste izan nuen Mariasunena ez zegokidala, bere senitartekoen esku utzi behar nuela bakar-bakarrik, beti hauengandik ahalik eta aparteen eta bere egoeraren berriak zeharka eta puntuoro jasoz. Gainera, nola azaldu nire burua. Lagun bat? Zer-nolako laguna, norainokoa? Edo are konprometituagoa, zer egiten zuen ni bezalako gazte batek kostaldeko hiri batean udaberri garaian bakar-bakarrik, zer arraio egiten zuen euren emazte edo amarekin tratutan? Paso egin nuen inori eman nahi ez nizkion azalpenak saihestearren. Tamalez, astebete eta gero informazio bulegokoek Mariasun bart hiz zela esan zidaten. Lur jota geratu nintzen, jakina, nola bestela. Eta gainera ezin nien nire dolumina eman orduantxe bere senitartekoei. Ez zen bidezkoa. Gasteizen eman behar, ezinbestez, horrexegatik bueltatu nintzen, ozta-ozta bere zerraldoaren lorratzaren atzetik.

 

 Ez zen ere hileta eguna momenturik aproposena alferrikako azalpenak emateko, agian ez zegoen inoiz eta inori ezertaz eman beharrik, edo hori zen bederen nik uste izan nuena. Hala ere, hileta elizkunetik irtendakoan eta bere amak hitzez eta oso urrundik nolabait aurkeztua ezagun bakarra nuen alabarenganantz joan nintzen nire dolumina ematera. Zer esanik ez, ez nuen inolako gogorik nire burua aurkezteko; alde batetik, eta lehenago esan bezala, batere xehetasun zalea ez naizelako, eta bestalde ere halako kinka larrietan sufritzen ari den jendea zenbat eta gutxiago molestatu hobebeharrez delakoan nagoelako, batez ere eta tupustean ni ere negar zotinka ez hasteko hain hunkibera txotxoloa naizen aldetik, dolu giroak eraginda bada ere eta azken hau koldarkeria mota bat baino ez dela kontuan hartuta. Nolabait ere, elizateko iladan jarri eta Mariasun zenaren senitartekoen pareraino iritsi nintzela negar-muxinka ari zen bere senarraren begitarte guztiz desitxuratu eta saminduari buru-keinu arin eta herabe bat egin eta alboan zegoen neskatoarenganantz zuzen-zuzen jo egin nuen nire dolumina hainbat arinen eta zintzoen agertzearren. Ohiko denez, dolumina agertu eta ordura arte pilatutako erreustasun guzti-guztia askatu egin zitzaidan. Egia esan, handik ospa egiteko irrikitan nengoen, nire urtegi ondoko pisutxo madarikatuan lanera itzultzeko egunera arte ezkutatzeko asmotan. Baina, elizatetik dexente alde eginda nintzela nire atzean deika ari zen ahots batean erreparatu egin nuen bat-batean.

 

 

-Barkadaizu, zu al zara Diego? –bota egin zidan Iratik bere aurreasmoa egiaztatu nahian.

 

-Bai, ni naiz, zer ba? –erantzun egin nion aiko-maiko.

 

-Eskerrak eman nahi nizkizun etortzeagatik.

 

-Ez horregatik, neska, zure amarena bihotz-bihotzez sentitzen dut

 

-Badakit, berak kontatu egin zigun zer-nolako sostengua eman zenion bere azken egunetan, zuri esker dena arinagoa egin zitzaiola edo.

 

-Arinagoa? –sostengu hitza izan bazen benetan txunditu egin ninduena, bere amari zertan arintzen lagundu egin nion galdetzera ausartu egin nintzen bakar-bakarrik,  oraindik ez bainekien neska hura zehatz-mehatz zertaz ari zen.

 

-Badakizu, guk utzitako hutsunea nolabait bete eginez –erantzun zidan Iratik ordura arte nola edo hala, baina antza zenez baita gogor-gogor ere, eutsitako negarmuxinari berriro bide emanez-

 

-Nik ez nekien ezer zure amaren gaitzaz, oso gutxi ezagutzen nuen, urbanizazioko auzoak ginen bakar-bakarrik –bota egin nuen supituan, inola ere merezi ez zuen neskato atsekabetu hari bekoskoa jartzen.

 

-Hori ere badakit, baina elkarrekin egon zineten egunotan nire ama oso ondo pasa egin zuen, zuri esker bere gaitzaren gorabeherak ordu bakan batzuez alde batera utzi ahal izan zituen –azaldu zidan Iratik bere musu gazte eta ederrean guztiz eskerronekoa izan nahi zuen irribarre luze eta ezti bat marraztuz.

 

-Hori horrelakoa baldin bada izugarri pozten naiz, baina ez dakit ba nik gehiegizkoa den, esan badizut auzokoak bakarrik ginela... –tematu nintzen oso argi ez nekusan erantzukizunari muzin eginez.

 

-Baietz bat, gure amak asko estimatzen zituen ezagun berri-berriak izan arren, oso tipo jator eta eskuzabala zinela esan zigun –Iratik bere irribarrea zabalagoa egin zuen, baliteke nire jarrera eskertzearren itxurakeria apala besterik ez zelakoan.

 

-Zure ama oso pertsona berezia zen, oso emakume azkar eta gogoargia zen, azken egunera arte ez zidan tutik ere kontatu haren gaitzaz.

 

-Bai noski, eritetxeraino lagundu zenuen egunera arte.

 

-Harrezkero ez nintzen zure amari bisita egitera ausartu, familia giroan bakar-bakarrik egon nahi zuelakoan –aprobetxatu egin nuen aspalditik buruan bueltaka ari zitzaidan aitzikia behingoz botatzeko.

 

-Jakina, ulertzen dut, ez zenuten apenas elkar ezagutzen... –ez dakit nik oraingoan bere irribarre finkoa adar jotzeko modukoa ote zen-.

 

-Ospitalean bertan kontatu egin zidan... –ez zitzaidan besterik burutu.

 

-Elkarri kontatu zenizkioten zuen sekretuak –Zur eta lur utzi ninduen Iratik, ustekabean zeharo harrapatuta.

 

-Nork ez du kontatzekorik... –erantzuna ezustean ere asmatu eta agur moduko begi-keinu bat eskaini eta gero neskari bizkarra eman nion handik agudo-agudo eta behin betiko ospa egiteko asmoz.

 

-Edonola ere milesker behin berriro guztiagatik.

-Baita zuri ere.

 

BORREROAK BADITU MILAKA AURPEGI - Txema Arinas

 

LO DE ESTOS DÍAS


Pues no, Fukuyama no tenía razón.
La Historia no se acabó porque cayera el Muro.
Siguió habiendo guerras, genocidios, revoluciones de medio pelo.
El remanso de paz que iba a ser el futuro solo existió en el autoengaño inducido.

Pues no, el hombre sigue siendo un lobo para el hombre.
Han caído tiranos, han puesto a otros.
Los de arriba siguen pisando a los de abajo.
Ahora lo hacen con mucho más estilo: que parezca un accidente.

Pues no, no estábamos en la rampa de salida hacia el paraíso aquí en la tierra.
El progreso, siendo optimistas, siempre es una de cal y dos de arena.
Avanzamos, sí, pero siempre dejando muchos cadáveres en el camino.

Pues no, la escoria de la humanidad no estaba sepultada bajo el juicio de la Historia.
Surgen por doquier émulos de los viejos monstruos.
La desmemoria es el lastre de los cretinos para dejar de tropezar una y otra vez en la misma piedra.

Pues no, no éramos inmunes al desastre tras décadas de paz y desarrollo ininterrumpidos en nuestro rincón del mundo.
De repente un virus nos ha hermanado con el resto de nuestros semejantes en esa Edad Media eterna en la que todavía vive la mayoría de ellos.

Pues no, no todo va a ser fatalidad y desasosiego.
La cal desaparecerá bajo arena en cuanto lo decidan los hados esquivos.
Todo volverá a su cauce para lo bueno y lo malo.
Pero no saldremos mejores, somos demasiado humanos.



-¿Vosotros creéis que vamos bien vestidos para ir al Congreso?

-¿Perdona? Vamos hechos unos pinceles.

-Lo único la rubia, que siempre tiene que ir dando la nota.

-Ni que lo digas. Mírala, ahí de normalilla por la vida.

-Ya te digo, no tiene ni pizca de decoro.

-Y mira que le doy consejos...

-La juventud de ahora anda muy perdida.

-Putas drogas...

S
upongo que eso que algunos llaman demagogia, en concreto todos aquellos que se la cogen con papel de fumar por simple pusilanimidad o vergonzante complicidad, es algo parecido a la relación de ideas que voy a hacer a continuación. Sí, porque para mí Vox no es exclusivamente la indigencia intelectual de un payaso como Abascal y compañía, la exaltación de todo lo que es primitivo en el ser humano o la reivindicación orgullosa de la vulgaridad en todos sus aspectos. No, no solo eso, también, o sobre todo, es el eslabón que une nuestro presente con lo más infame de nuestro pasado, de cuando algunos hombres, demasiados, se regocijaron en ser bestias que arremetían contra todos aquellos que no eran como ellos, poco importa la bandera o el trozo de tierra que les servía de coartada para sentirse mejores que el resto de sus semejantes y por ello con derecho a odiar y, llegada la ocasión propicia, provocada o no, a eliminar a sus contrarios. Vox es el último escalón contemporáneo de la escalera que nos lleva directamente al fascismo de los años 30 bajo cualquiera de sus formas, las cuales, recordemos, no empezaron matando impunemente como en la foto que acompaña esta entrada, no, empezaron también con traje y corbata, respetando en apariencia las reglas del juego democrático que ansiaban destruir.

Y sí, tampoco olvido que en un tiempo muy reciente, y en el pequeño rincón del mundo donde me tocó nacer, también otros se parapetaron tras una bandera y la voluntad del pueblo en cuyo nombre decían luchar, para eliminar a todo aquel que no pensaba como ellos y que, por lo tanto, les estorbaba en la consecución de sus fines recurriendo al crimen puro y duro. No lo olvido porque para mí son las dos caras de la misma moneda, la del fascismo que más allá de las banderas de cada cual, con sus respectivas convicciones de piedra, se dan la mano muy a su mutuo pesar.


He llevado el coche al garaje para que me cambiaran una simple luz, y, cuando me han dicho el importe de la factura, no me lo podía creer. No, porque era la tercera vez que llevaba el coche desde agosto y si en las dos anteriores la broma fue de las que te dejan temblando, esta vez no ha sido para menos. Como que ha habido un momento largo que no me creía lo que ponía en el papelito que tenía entre manos, que pensaba que era una coña, que estaba soñando, como que hasta me he dicho; "Mira qué bien, una pesadilla de esas para contarla luego en el FB, así bien aderezada con algo de ficción y lo que se tercie." Pero, ya, ya, qué hostias, y eso que he estado en un tris de estamparme la jeta contra la mesa de la oficina del mecánico a ver si me despertaba de veras. Pues no, no era un sueño, era un sablazo. Me he acordado de lo de Calderón, que la vida es sueño, y los sueños, sueños son; pesadillas más bien. Joder qué año, solo falta una pandemia.


Estoy hartooooo!

-Di que sí, mierda de políticos que no hacen nada para parar la Pandemia, que solo se dedican a pelearse entre ellos, que les da igual que muera la gente, que la economía se vaya al garete, que...

-De vino, decía que estoy harto de vino.

-Pues eso mismo: ¡Sánchez dimisión, Chepas cabrón, Casado fracasado, Ayuso bombón y así todos. ¡Viva el vino!

-Ya lo pillo, ya; voy a por otra ronda...



-Fue una persona muy querida en el pueblo. Nunca tuvo nadie una mala palabra en su contra. Todos lo respetaban e incluso estimaban.

-¿Ah sí, qué hizo, pues?

-Nada, absolutamente nada. O mejor dicho, sí: callar, nunca abrió la boca para opinar de nada o para criticar a alguien, nunca. De hecho, nadie en el pueblo sabía de qué pie cojeaba, a quién votaba, a favor o en contra de qué estaba, nunca se le oyó quejarse de nada.

-¡No lo iban a querer! Lo que me extraña es que todavía no lo hayan propuesto para santo o dedicado alguna calle.

-Todo se andará..


 


Parece ser que el profesor decapitado por un iluminado islamista, otro -pero no, no señalemos al Islam, que es muy diverso y bla, bla, bla, como una religión con un grave problema en su seno para adaptarse a la modernidad, y en especial a las sociedades donde, siquiera en teoría, la libertad del individuo es uno de los pilares de eso que llamamos democracia y de nuevo bla, bla, bla. No, aunque lo estemos viendo a diario, si eso mejor tirar de autoflagelo, sumar la culpa al debe supuestamente contraído por los desmanes del pasado por la cosa colonial, el racismo con su apartheid de banlieue y así, los desfavorecidos, supuestamente o no, nunca tienen la culpa de sus propios actos- era de esos que se implican a fondo en su oficio, esos que todavía intentan transmitir a sus estudiantes el amor por el conocimiento, esos que todavía se preocupan por no dejar atrás alumnos. Pues eso mismo también, enésima lección de que solo los que asoman el cuello por encima de la mediocridad reinante en su parcela de la vida se arriesgan a que se lo corten en un mundo a merced del terror de los fanáticos. No sé, la noticia me ha provocado un desasosiego como pocas veces otras de similar calado. Tristeza, últimamente vamos sumando una tras otra con demasiada frecuencia y temo que de ahí es de donde va a salir la única inmunidad de rebaño.