Le pregunto a la mujer que me dio la vida si le gusta la comedia argentina que le he puesto para que se entretenga un rato por la noche.
- No me gustan los argentinos.
- ¿Cómo?
- Ellas me parecen unas estiradas y ellos unos salidos. Tampoco les entiendo y no me hacen ninguna gracia.
- ¿Así como a granel? Pues nada, ¿qué quieres que te ponga?
- El programa nuevo de bichos de la Uno me gusta mucho.
- Todavía falta una hora para que lo echen. Si quieres te busco un documental de animales. Mira a ver si te gusta este sobre la fauna de la montaña en Europa.
- No me gustan los osos, los veo como muy brutos, muy de pueblo.
-...
- Pues no te quiero decir nada de los jabalíes.
-...
- Todavía me gustan menos los lobos, son como perros vagabundos y no te puedes fiar de ellos.
-...
- ¿Uro... qué? Qué feos son esos gallos.
-...
- Prefiero las cabras de granja.
-...
- A mí las águilas no me dicen nada. Además, me dan como yuyu ahí volando encima de uno para echársete encima cuando menos te lo esperas. En realidad prefiero los animales grandes de África.
- Tranquila, también hay un documental sobre la sabana.
- No me gustan las girafas, ahí tan estiradas ellas.
- Ya, como las argentinas...
- Esos, ¿cómo les llamas tú, ñus? Son como vacas raquíticas.
-...
- Los hipopotámos me dan asco, todo el rato revolviéndose en el barro.
-...
- Tampoco te creas que los elefantes me hacen mucha gracia.
-¿ENTONCES SE PUEDE SABER QUÉ ANIMAL TE HACE A TI GRACIA?
- Los leones, me encantan los leones.
Adelanto el documental hasta dar con el rey de la sabana.
- No sé, a ese león le falta algo, lo veo muy desgreñado, como andrajoso, sino se mueve, seguro que le tienen que traer la comida las leonas. Nada, que no da la talla.
Justo en ese momento me llama mi legítima al teléfono.
- ¿Qué, qué tal esta semana, has tenido muchas pesadillas?
- ¿Crees que me ha hecho falta estando toda la semana en casa a solas con mi madre?

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