domingo, 6 de octubre de 2024

PREMIO MALAHOSTIA


 

      He soñado que tenía que salir al escenario del Kursaal para recoger el Premio Malahostia que me habían otorgado los del Festival sin saber yo muy bien a santo de qué. Tampoco voy a negar que si se trata de premiar la mala hostia yo no haya hecho méritos para ello. A decir verdad, creo que llevo toda la vida haciéndolos. Ahora bien, como los sueños casi siempre suelen responder a situaciones o emociones recién vividas, intento recapitular cuál de los cabreos, salidas de tono o simples juramentos al aire con el Altísimo como cagadero, de los últimos días ha podido hacerme merecedor de tan alto honor.

¿Será por todo lo que está ocurriendo en el Líbano y que se suma al genocidio que Israel está cometiendo en Gaza ante la indiferencia generalizada de eso que llaman la Comunidad Internacional y que no es sino lo que ésta lleva haciendo desde el año 1948 en la convicción racista del que verdadero problema del conflicto son los putos palestinos que se resisten a aceptar su papel de vencidos/víctimas y siguen dando el coñazo con lo de la justicia y bla, bla, bla? Y quien dice lo de Oriente Medio, pues dice cualquier otro conflicto como el de Ucrania que viene a confirmar mi absoluto pesimismo acerca de un futuro inmediato en paz y progreso como algunos memos llegamos a creer algún día que podía ser posible a medida que avanzábamos hacia un mundo más globalizado y, again, bla, bla, bla. Como para no ponerse de mala hostia cuando descubres, ya con la edad y tal, lo ingenuo que has sido respecto a tu propia especie.
¿Será que la respuesta a mi juicio completamente desproporcionada y sobre todo con ánimo de linchamiento justiciero a Alex Sardui, el cantante de Gatibu, por expresar de un modo ingenuo y desenfadado su opinión, si bien puede que también equivocada, de que dentro de la música vasca no existe discriminación de género, confirma que dentro de toda causa justa, como lo es sin lugar a dudas la del feminismo, alberga siempre una minoría radicalizada incapaz de aceptar el derecho de otros a disentir, e incluso a equivocarse, sin que por ello merezcan ser despellejados en público, una minoría que amparada en la causa de turno se empodera en su intransigencia contra cualquiera que osa oponerle pero alguno?
¿Será que noticias como la de que la alcaldesa Maider Etxebarria, hacia la que por lo demás siento verdadero aprecio por motivos que no vienen al caso -vamos, como hacia Urtaran y por motivos parecidos, porque el odio sectario de los demás me los hacen simpáticos-, ha mandado retirar de la parafernalia decorativa para el Mercado Medieval que se celebra todos los meses en el casco viejo de Gasteiz aquella que contiene la Estrella de David, la Menora y otros símbolos judaicos, porque una asociación del barrio, haciendo gala de una notable ignorancia histórica y religiosa, se ha quejado de que no procedía teniendo en cuenta lo que Israel está haciendo en Gaza, me ha confirmado una vez más la pusilanimidad de la clase política, incapaz de mantener una postura valiente y sobre todo seria frente a los prejuicios ágrafos de determinados ciudadanos organizados que no saben distinguir entre judaísmo y sionismo, vamos, lo que atañe en exclusiva a la religión judía como tal y al genocida estado de Israel como otra cosa que nada tiene que ver con el legado judío de una ciudad como Vitoria, un legado del que cualquiera puede tomar nota paseando por el barrio de Judimendi?
- ¿Sera que llevo jurando en hebreo desde que me enteré hace unos días de que tengo que volver a llevar el coche al taller con la correspondiente sangría para no perder la costumbre?
- ¿Será que cada vez estoy más harto, aburrido, de la rutina esta de la casa, el trabajo, la familia, la impostura feisbukera propia y ajena, de la vida...?
- ¿Será que Mónica Belucci pasó por Donosti y ni un puto whassap? ¡Otra!
Pues oye, ha sido verme salir al escenario del Kursaal para recoger el Premio Malahostia embutido en el mismo vestido con el que la Blanchet salió a recoger el suyo de Donostia, y acordarme al momento de que lo que me ha debido hacer merecedor de tal honor por la mala hostia con la me estoy conduciendo estos días con casi todo el mundo -suerte que por teléfono todavía sé mantener las formas, que se nota que soy hijo de autónomos y tal...- se ha debido casi que en exclusiva a la gastroenteritis que me ha tenido baldado durante toda la semana, a mí y a otros miembros de la familia, y de la que todavía no me he recuperado del todo a pesar de ser viernes, lo cual me pone en el terrible brete de inaugurar el fin de semana como suele ser mi costumbre, comilona a la altura del día y un García de Olano de viñas centenarias, o volver a meterme un plato de insípido y deprimente arroz blanco marinado con agua del grifo. Vamos, como para no tener mala hostia ni nada. De hecho, cuando me he despertado seguía de mala hostia y encima me dolía toda la cintura, supongo que por el puto vestido de la Blanchet. Si es que no se puede ser tan sensible.

lunes, 23 de septiembre de 2024

IRAULTZA-MINA


 

 Gasteizko alde zaharrean barrena nindoala pankarta honekin topo egin nuen ustebakoan. Hara, esan nion nire buruari, irailero bezala hainbat ikastaroren propaganda. Badakizue: "Ikasturte berriarekin batera apunta zaitez, bai, urtero lez ere hainbat txorakeria ikastera!".

Pankartak dio: "Zer da GKS?" Tamalez, ez dakit nik delako pankarta motzegia den behar adina argibide ematearren. Nik behintzat zenbait gauzatxo gaineratuko nituzke:
- Zure nagusiak ezker abertzalearen aldeko iraultzaileak ziren zuk izugarri mirestu bai baina egiatan ezagutu ez zenituen 80-90ko hamarkadetan? Orain GKSekin baduzu aukera eurek egin bezala gazte iraultzaileena egitearren.
- Bildu, Sortu, epelegiak begitantzen baldin bazaizkizu Otegiren esanetara, ixa-ixa sozialdemokrata lotsagorrituak, saldu hutsak, koldar burgesberriztatuak direlakoan? Zatoz GKSekin!
- Ez duzula ezagutu orduko ezker abertzalearekin militatzeak eragiten zuen handiuste itzela zure gainerako herkideei gainetik, betiere zuk eta zuretarrek bezala ez pentsatzeagatik, mesprezuz begiratzeko, baita mehatxatzeko zein oldartzeko ere? Zatoz GKSekin!
- Zure bizimodua, ohiturak, kultura, gustuak, aisialdia, erabat europarrak, mendebalekoak izanda, Europa, Mendebala, gorrotatzen baldin baduzu, eta, batik bat, 100 euroko polo bat jantzita kapitalismoaren ajeak kritikatzeko gai baldin bazara. Zatoz GKSekin!
- ETA erakunde iraultzaile eta batez ere askatzaile bat d/zelakoan baldin bazaude oraindik ere. Zatoz GKSekin!
- Ni bezalako artaburu zirikalari baten izen-abizenak kaleko hormetan marraztutako diana baten barruan ikustea atsegin baldin balitzaizu garai on zaharretan bezala. Zatoz GKSekin!
- Sekula euskal "txupiguaikeria", jatorreria edo narzisismo iraultzailea zuritzen edota eragiten duen "marko ideologikoari buruz" berba egitea aditu ez baldin baduzu. Zatoz...!
Ba hori, Historia lehen tragedia, gero komedia.

EL LADO CORRECTO DE LA HISTORIA


 

  Sabes de qué lado de la Historia estás, aunque también seas consciente de que se trata de una vanidad de andar por casa, cuando escuchas los argumentos de los amigos de Israel, los prosionistas, y te dicen cosas para justificar todo lo ocurrido desde 1948 contra los palestinos, como la de que ellos tienen la culpa de todo lo que les pasa por, entre otras cosas, no haber aceptado de buena gana la invasión y partición de su país por una gente venida en masa de todas partes del mundo y haber declarado, ellos y los países árabes limítrofes, la guerra al recién creado, de la nada, Estado de Israel. Y a partir de ahí, de depositar toda la culpa del drama de la víctima sobre sus propias espaldas y nunca sobre la de sus agresores, sus verdugos, de destacar sólo los errores o crímenes de las víctimas y minorizar, u obviar del todo, los de los verdugos, toda la martingala racista al uso contra los palestinos/árabes por ser unos salvajes subdesarrollados (pobres) y fanáticos (musulmanes en su mayoría) incapaces de construir una democracia plena como la del estado sionista (todo lo plena que puede ser una democracia como la israelí que comete crímenes contra la humanidad uno tras otro) y negarse a aceptar un estado de cosas como la ocupación y la progresiva colonización de su país para que los civilizados, demócratas y tolerantes sionistas puedan completar su sueño distópico del Gran Israel más pronto que tarde. Así que cuando escuchas o lees a alguien argumentos de este calibre ya no te cabe duda alguna: tienes delante, no sólo a un canalla racista, sino sobre todo a un cómplice del crimen más abominable de la humanidad desde 1948. Pues eso, asco infinito hacia los prosionistas entre nosotros.


    

SUEÑO QUE CORRETEA A MI ALREDEDOR


      Llevo desde hace una semana teniendo el mismo sueño o parecido. Camino por el bosque de Armentia con ella al lado. Apenas se aleja o se queda atrás. A veces también se para en seco porque se despista. Entonces pega un brinco y regresa enseguida a mi vera. Qué cambio de cuando la trajimos de la perrera de Lugo por intermediación de mi cuñada veterinaria. Entonces huía de mí y de todos los varones porque había sido una perra duramente maltratada por unos individuos que no merecen otro calificativo que el de malnacidos e hijos de puta. Porque, no hay término medio que valga, todo el que maltrata a un animal es ambas cosas a la vez sin el menor atisbo de duda. Nunca tuve una perra tan buena, cariñosa, solícita. Y si tuve perros igual de cariñosos y solícitos, porque los he tenido desde que con dieciséis o diecisiete años abandonamos el cogollo de la ciudad para irnos a vivir al pueblo, ya lo he olvidado. Lo que no he olvidado es cómo me afectó la muerte de todos ellos siendo todavía un chaval, probablemente el primer contacto directo con la muerte. aunque para entonces ya hubiera sabido de ella por otras razones. Y sobre todo las circunstancias que tampoco vienen al caso porque me desvían de un sueño en el que sólo camino por el bosque viendo cómo corretea. Otra cosa es que dura el día me acuerde todo el rato de cuando la tuvimos en casa con mi madre, porque es con ella con la que convivía, a la que hacía compañía en su soledad de viuda y a quién su pérdida dejado más tocada y sobre todo sola. La sacaba a pasear varias veces al día, si bien era a la noche cuando más disfrutábamos adentrándonos en la oscuridad de los caminos periurbanos que suben hacia el monte.

Dicen, en algún sitio he debido leerlo, que los perros en realidad no nos quieren, que simple y llanamente reconocen a quien los alimenta y todo lo que hacen, cómo reaccionan con nosotros sin que medie sentimiento de afecto alguno, es en función de su instinto de supervivencia, que para ellos no somos más diferentes de un contenedor de basura al que acudir todas las noches en búsqueda de comida. No me lo creo, en realidad no quiero hacerlo, y si así fuera tampoco lo haría porque lo que importa de veras es los sentimientos que generan en uno. Y de todos ellos estoy convencido de que el mejor es el de sabernos vinculados a una vida más frágil e incierta que la nuestra sin que exista por ello un vínculo más fuerte como podría ser el que sentimos por nuestros hijos, padres, hermanos o amigos. Diría que nos empodera como personas en la medida que nos obliga a renunciar a buena parte de nuestro egoísmo instintivo. Y luego está el privilegio de disfrutar de la belleza de un animal en todas sus facetas, esa gracilidad, sutileza, en todos sus movimientos que la mayoría de los humanos perdimos en un momento de la Historia y que, al contrario de ellos, no hace sentirnos aparte de todo lo que es espontáneo en el resto de los seres vivos respecto a la naturaleza.
Eso y que hasta me atrevería a añadir que el trato con los animales, con los perros en concreto, nos permite reconciliarnos con la vida, con el mundo, en la medida que nos aparta, durante el tiempo que proceda, de ese trato con nuestros semejantes, y en especial de las sevicias que supone la brega diaria con ellos por el motivo que sea. Siquiera ya sólo de la convicción de que esa especie a la que pertenecemos, y de la que sólo recibimos a diario noticias de su infinita e irremediable crueldad y estupidez, es la única responsable de toda la maldad que hay en el mundo.
En fin, son tantos sentimientos, tantas emociones, tanta pena, que me temo que si sigo por este camino todo lo demás que escriba serán despropósitos sin ton ni son. Con todo, si de algo estoy seguro, yo que no suelo estarlo de nada, es de aquello que decía el gran amante de los cánidos que fue Arthur Schopenhauer: "El que no ha tenido un perro no sabe qué es querer y ser querido".
Claro que el viejo misántropo gruñón también decía otras cosas sobre los animales con las que, como con tantas otras, si no la mayoría, que dejó escrito, no puedo estar más de acuerdo. Ahora bien, estimo que la cita que viene a continuación es la que mejor resume todo lo anterior: "La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona."
Por lo demás, se podría decir que esta última semana he dormido mejor que nunca, lo que en mi caso es para celebrar.

EURAK EZ BEZALAKOA


 


Eurak bezain fededuna ezertan ez izateagatik, beharbada inolako federik ez izateagatik, errieta efo kritika egiten didatenoi.

Eurak bezain ez ezkerrekoa, konprometitua, alderdikoia ez izateagatik, hau da, euren harrizko ustekeria zein aurreiritziak nere ez egiteagatik, errieta edo kritika egiten didatenoi.

Eurak bezain abertzalea ez izateagatik, edo agian inolako zein inongo abertzalea ez izateagatik, errieta edo kritika egiten didatenoi.

Eurek bezain ondo, txukun, dotore ez idazteagatik errieta edo kritika egiten didatenoi.

Eurak bezain burutsua, fina, serioa, ez izateagatik errieta edo kritika egiten didatenoi.

Eurak bezain jatorra, atsegina, otzana ez izateagatik errieta edo kritika egiten digutenoi.

Eurak bezain bikaina ez izateagatik...

PESADILLA CON CUCAÑA


 

    La noche del lunes al martes, tras el temporal de hace un par de días y recordarme mi madre, como todos los años, que el lunes a la tarde era la romería de Olarizu, vamos, como si todavía tuviera quince años y necesitara ir de jarana adonde fuera por la cosa aquella de a ver si encuentras una chica formal y limpia de una puñetera vez, tuve por adelantado la pesadilla de esta semana. Pesadilla que, como suele ser habitual en mí, procuro plasmar por escrito todo lo fidedignamente que puedo.


Pues bien, resulta que en mi sueño había arrastrado a mi familia hasta la campa de Olarizu con el propósito de echar la tarde subiendo hasta la cruz -que de homónima nada porque su verdadero nombre, no el popular sino el histórico, es de Kurutzemendi, Kutzemendi, Lukurumendi e incluso más recientemente de Santakruzgana; Olarizu es la campa donde estaba el despoblado, esta vez sí, homónimo; en fin, vitorianadas...- y así de paso que me sudaran un poco los cachorros, que no todo va a ser jugar en el ordenata y/o ver series u otras mierdas en el móvil. Entonces descubro que es el segundo lunes de septiembre cuando se celebra la llamada Romería de Olarizu, una romería a la que recuerdo haber ido de canijo en más de una ocasión dado que los primos a los que visitaba todas las semanas vivían en el barrio de Adurza, vamos, a tiro de piedra de la campa.

Claro que ahora tengo un porrón de años, una familia y no soporto las multitudes, es decir, más de cinco personas a mi alrededor. Con lo que me doy de bruces con una turba humana -tengo para mí, o será la cosa esa de la memoria traicionera y prejuiciada, que la romería de ahora está masificada en comparación con las de cuando era crío- y toda la parafernalia al uso de las romerías del país con sus bandas de alegres y estridentes txistularis o dulzaineros, y, de un tiempo a esta parte, también jóvenes ciclados con autotunes portátiles varios, o vete a saber qué otra especie de estas que dedican su tiempo y esfuerzo a llenarte los oídos de chatarra musical en la convicción de que propagarla es su principal cometido en sus miserables y prescindibles existencias; vamos, lo que viene a ser chusma con todas las letras. Eso junto con las txoznas y su hedor a fritanga de todo tipo; el de la grasa de la txistorra para los talos a la cabeza de todos. Sin olvidar, por supuesto, más contaminación acústica junto a la barra de las txoznas desde sus altavoces para lo de evitar a toda costa que la gente no tenga que hablar a gritos y pueda decirse algo interesante, que igual habría que empezar a plantearse que si en Euskadi no se folla es porque no hay manera de que te oiga la persona que tienes al lado cuando se lo propones; si eso lo más cerca entre los rastrojos que hay al lado de la campa. A esto hay que añadir lo de apretujarse unos con otros al estilo de los barracones de los campos de exterminio y por estilo, ahora no se me ocurre otro símil quizás un poquito menos tremebundo. En cualquier caso, si yo ya me agobio en la playa cuando hay gente a cien metros de mi toalla, imagínate en una romería masificada.

- ¡Aita! ¿Para qué es ese palo en medio de la campa? -pregunta cualquiera de mis dos cachorros.

- Es una cucaña, la ponen para que el primero que consiga subir hasta arriba se lleve un premio.

- ¿Qué premio?

- Un jamón, un queso de Idiazabal, una botella de cosechero o de sidra, una medalla al mérito civil. ¡Yo qué sé! Ya me estoy agobiando. Venga, salgamos de aquí cuando antes.

- ¿Hacia dónde?

- Hacia la montaña, cuando uno quiere huir de algo siempre se tira al monte; eso también lo manda la tradición.

- ¡Pero si la gente que está subiendo hasta la cruz forma una verdadera marea humana!

- Subiremos por un camino alternativo que conozco de cuando era un mico.

De modo que emprendemos el ascenso hacia la cumbre del Kurutzemendi ("Monte de la cruz" en dialecto occidental). En cualquier caso, topofilopedanterías aparte, empezamos a subir hacia la cruz por uno de los lados del monte donde apenas se ve gente. En realidad lo hacemos por la parte de Mendiola -el pueblo de los campeones que hace un par de años querían derribar la cruz para, sobre todo, tocarnos los cojones a los de la capital con la murga de que se trataba de un vestigio franquista y bla, bla, bla, y que no, por mucho que se empeñen no lo es-. Eso tras dar un rodeo con el que mi señora y vástagos empiezan ya a refunfuñar a mis espaldas. Y digo a mis espaldas porque siempre que nos da por ir al monte suelo ser yo el que camina varios metros por delante, a veces llego al kilómetro, ante la poca disposición o ganas que le echan los que me acompañan.

- ¿DE VERDAD TENEMOS QUE SUBIR HASTA ESA CRUZ? -creo escuchar el grito de alguno de los bultos que apenas consigo distinguir en la lejanía.

- ¿No dijimos que íbamos a hacer algo de ejercicio por las tardes?

- ¿Y TIENE QUE SER CON ESTOS NUBARRONES ENCIMA?

- ¿Qué nubarrones?

Pues oye, es preguntar y empezar a caer el diluvio universal sobre nuestras cabezas.

- ¡VENGA, AHORA NO OS QUEDÉIS AHORA ATRÁS! -grito en la convicción de que si hacemos un último esfuerzo podemos llegar hasta la cima y refugiarnos bajo la cruz.

- ¡UNA MIERDA VAMOS A SEGUIR SUBIENDO! NOS QUEDAMOS DEBAJO DE ESTE ÁRBOL HASTA QUE AMAINE -escucho la que es una orden sin el menor atisbo de duda por parte de la madre de mis hijos.

- ¡NI SE OS OCURRA QUEDAROS AHÍ PARADOS CON LA QUE ESTÁ CA...!

No me da tiempo a terminar la frase cuando veo que una lengua de agua que desciende desde la cumbre me arrastra con ella. En el arrastre veo a mi familia a cubierto bajo un arce a un lado del camino y, lo que es peor, cómo de repente, al llegar el torrente a un desnivel, me veo dando un salto que me envía por los aires hasta el extremo de la cucaña en mitad de una campa convertida ahora en un inmenso barrizal. Y sí, ya lo habéis adivinado, ese es el momento de despertar con el consabido sobresalto gracias al cual consigo tener a mi señora de morros toda la mañana.

- ¿Qué, se puede saber qué soñabas que me has vuelto a despertar con tu alarido?

- Perdone usted, pero, como la señora duerme siempre como un tronco y casi nunca tiene pesadillas.

- Duermo todas las noches con una al lado.

- Lo que tú digas.

- ¿Adónde vas ahora?

- Al baño a mirar si tengo algo en el culo; me duele una barbaridad.

ANATEMA


 

   - Pregunto, sólo pregunto, eh, no os echéis encima de mí antes de decir nada según vuestra costumbre en plan: "¡UY LO QUE HA DICHO, ANATEMA, ANATEMA!"

- ¡Por favor, somos la izquierda alternativa, popular, verdaderamente democrática y guay del Paraguay! Entre nosotros el debate es sagrado, no como...
- Ya, ya. Pero, digo yo, a modo de reflexión interna y así. ¿Con esto de Venezuela no se nos está viendo demasiado la patita como con lo de la ambigüedad respecto a la invasión rusa de Ucrania?
- ¿Qué patita?
- Pues la de que con tal de ir en contra y por principio contra todo lo que huela a EE.UU, incluso a la UE, vamos, contra las democracias liberales en las que vivimos, siempre acabamos apoyando directa o indirectamente a tiranos como Putin o Maduro.
- ¿Desde cuándo Maduro es un tirano? Eso es lo que quiere EE.UU y sus lacayos europeos, que creamos para quedarse con su petróleo.
- Hombre, que todos los líderes de la oposición acaben en el exilio...
- ¡No son políticos, son delincuentes!
- Se nos está poniendo a todos cara de Monedero...
- ¡UY LO QUE HA DICHO, ANATEMA, ANATEMA!
- YA TE DIGO, OTRO VENDIDO AL CAPITAL.
- ¡QUE SE VAYA CON LA YOLI!
- ¡QUÉ HOSTIAS, AL PSOE DE CABEZA!
- ¡FACHA DE MIERDA!
- ¡VIVA RUSIA!
- ¡Dios, qué difícil resulta ser un puro entre los más puros!

TXIBIERROA


 

  


Txibierroa da asteburuetako goizeko potearen ikurra.
Txibierroa, oporren osteko normaltasunera buelta.
Txibierroa bizitza aurrera joan ahala funtsean ezer aldatzen ez dela egiaztatzearren.
Txibierroa haurtzaroarekin batzen zaituen katebegia balitz bezala.
Txibierroa aitak Bilbainan eskatzen zituenak ez bezalakoa.
Txibierroa, Donostian astero parrastaka erosten zenituenen oroitzapena.
Txibierroa, gero eta lausoagoa den etorkizun baten oharraren antzera.
Txibierroa, eta gainera izoztua. 

LA VUELTA AL COLE



Sueño que soy Mosca Cojonera, el jefe de la nación "choriki", también bautizada por los primeros exploradores gabachos que llegaron a la región norte de las Montañas Rocosas como los "bites perçées". Sueño que el Gran Jefe blanco ha enviado a su Octavo de Caballería para conducir a mi pueblo hasta la reserva que la llamada Oficina de Asuntos Indios nos ha adjudicado en un rincón inhóspito muy al sur de nuestro territorio. Parece ser que han tomado la decisión tras un largo verano en el que yo y los míos hemos campado a nuestras anchas por la tierra que nos vio nacer a nosotros y a nuestros antepasados.
Así pues, y en contra de la opinión mayoritaria de los ancianos de la tribu que aseguraban que no nos quedaba otra que aceptar el destino que el hombre blanco había decretado para nosotros lejos de nuestra tierra, servidor y un nutrido grupo de valientes guerreros "chorikis" decidimos revolvernos contra aquellos que pretendían recluirnos en una reserva como si fuéramos animales.
En consecuencia, yo y mis bravos guerreros nos retiramos al interior de las montañas donde a los casacas azules les sería prácticamente imposible localizarnos. Desde allí también efectuaríamos ataques por sorpresa, razias en la lengua de los rostros pálidos, a los poblados y granjas de los colonos blancos que habían invadido nuestro territorio. No negaré que nos lo hemos pasado pipa quemando las casas de los colonos, ensartando con nuestras flechas a todo bicho viviente, violando a las mujeres que en lugar de salir corriendo despavoridas, comme il faut, pretendían entretenerlos discutiendo sobre tolerancia, pacifismo, multiculturalidad y no sé qué otras mierdas blancas, degollando a los niños e incluso aplastando con nuestros tomahawks los cráneos de los ancianos. También te diré que como los blancos corrían como demonios al vernos, apenas hemos podido recolectar media docena de cabelleras dado que la mayoría de aquellos a los que podíamos dar alcance eran gente mayor con sobrepeso y por lo general alopécicos, que hasta para eso están hechos unos verdaderos hijos de puta los rostros pálidos.
Ni qué decir que hemos tenido al Octavo de Caballería todo el rato pisándonos los talones. Sobre todo después de los ataques antes referidos, los cuales parece ser que los convencieron de la necesidad de internarse en la montaña con toda su tropa, artillería y un contingente de experimentados exploradores y tramperos que aseguraban conocer la zona como la palma de su mano. De resultas de ello hemos estado jugando todo este tiempo al gato y al ratón con los casacas azules, ya fuera subiendo y bajando montes y valles, atravesando bosques impenetrables, cruzando ríos helados, y, muy en especial, escapando de las celadas que nos tendían en la ignorancia de que sus exploradores estaban siendo siempre "explorados" por los nuestros, incluso arremetiendo contra ellos por sorpresa en escaramuzas de las que los peores parados siempre eran los nuestros dada la superioridad numérica y sobre todo armamentística del ejército de los Estados Unidos.
De ese modo, entre las bajas y las deserciones de los míos, al final me he quedado solo. Eso sí, con la firme determinación de no rendirme al hombre blanco bajo ningún concepto. Así hasta que una de esas que estaba abrevando mi caballo, Palomo Cojo, me he visto rodeado por cientos de casacas azules que me apuntaban con sus rifles y hasta una ametralladora. No obstante, no estoy dispuesto a romper mi juramento de no rendirme al hombre blanco, por lo que no dudo en subirme a Palomo Cojo, empuñar el Winchester modelo 1873 que le arrebaté a un colono antes de cortarle la pelambrera de la entrepierna a falta de la de la cabeza, y lanzar mi famoso grito de guerra.
- ¡JAMÁS ME LLEVARÉIS A LA RESERVA! ¡VISCA CHORIKIA LLIURE!
- Qué reserva ni qué ocho cuartos, gilipollas. Deja de hacer el indio y marcha para la escuela que hoy es el primer día de clase.
- ¡JAMÁS, ANTES MUERTO QUE ESCOLARIZADO!
Y en eso que me despierto de sopetón y cubierto de sudor antes la perspectiva de la muerte; no he podido evitar soltar un irrintzi de alegría, que es lo más parecido que se me ocurre a un grito de guerra indio.
- ¿QUÉ PASA, QUÉ PASA? -vaya, creo que he despertado a la señora con la que comparto el lecho conyugal.
- Nada, que me he despertado de golpe y al darme cuenta de que era ya era adulto y no tenía que madrugar para ir al cole, no he podido refrenar mi alegría y...
- Ya ves, total para lo que te cundió la primera vez que fuiste...

 

miércoles, 4 de septiembre de 2024

ARTISTA ESKARMENTUDUNA


   - Esaiguzu, Idoia, zertaz doaz zure diska berriko kantak?

- Ba, beittu, esangotzut, diska hontako kantiek nire bizitzan etapa oso gogor bat islau gura daue, azken urte guztiotan sufritu dittudan esperientzia txar guztiek, desengainuak, traizioak, galerak, gaitzak, heriotzak... Labur esanda: bizitzan egonezin etenbakoa.
- Aizu, Idoia, maitea. Nola izan da posible hori guztiori 14 urte edukita?
- Bakitzu, gaur egungo gaztiak oso azkar bizi gare eta...
- Beharko!

ZOZOAK BELEARI IPURBELTZ


               

              - Aizu, uda honetan Espainia aldean geundela oporretan, edonora gindoazela mundu guztia ditxosozko pulseritarekin.

- Zein pulserita?
- Piperpotokoa. Badakizu.
- Bai, egia da, gu Galizan aldean egon ginen eta madrildar gehienak , "fodetxintxoak", ditxosozko "rojigualda" goitik behera, eskuturretan, polo eta kamisetaren lepo zein paparrean, galtzerdietan, belarritakoetan, erlojuetan, txanoetan...
- Txakurren lepokoetan ere bai!
- Bai, ezin sinetsizkoa da euren espainartasuna edonon, kosta ahala kosta, erakusteko duten gogoa.
- Gero eta fatxa gehiago dago bere nazioarekin obsesionatuta.
- Bai noski, buruan besterik ez balute bezala!
- Badakizu, ondokoari bera baino espainolagoa dela adierazi nahian edo.
- Lotsagarria.
- Barregarria.

¡VIVA LA TELE!

    Sueño que me arrastra no sé quién o quiénes a la entrega de los premios de un festival de la tele que se celebra en una ignota, gris y a...