jueves, 24 de enero de 2013

MAITE NAZAZU GRAMATIKAKI BIKAIN, ARREN!


 Oraintxe bertan ari dira euskañolaz irratitik Amuriza, Amunarriz eta abarrek. Benetan, gogoeta egitekoa. Amunarrizek dio ezibestekoa dela gazteek euskaraz nola edo hala egin dezaten, batez ere aintzat hartuta eguneko koputu oso-oso handi batek guraso erdaldunak dituela edo EHko erdalguneetan bizi direla, hots, hiri handietan. Ados, nola edo hala eta baldin bada ahalik eta gehien euskaraz egin behar da hizkuntzak benetan bizirik iraun dezan, bestela akabo, bestela iragarki ofizialak-eta betetzeko latinaren moduko hizkuntza hila baino ezta izango euskara. Hori dela eta, Amunarrizek berak ez du ere gaitzesten euskalkiaz egiteko joera, guztiz kontrakoa, ezinbestekotzat ere jotzen du euskara jatorra, arina, atsegina egon dadin. Oso bestelako gauza gorago aitatutako hiri handietan, Gasteiz edo Bilbo bezalako erdalguneetan, bertan gazte euskaldunok erdarak inguratuta daude, egia esan, ez baldin badira berez euskalgintzari eusten dioten euskaltzale amorratuak, ikastolatik at ozta-ozta egin ohi dute euskaraz. Euren hizkera mota gainera batuera da gehienbat, ez dute besterik, eta edozein euskalkiz zipriztintzen saiatzen direnean ondorioa ezta izaten oso naturala, nabarmenegia zaie hizkera hori itxura baino ez dela auskalo zeren naturtasun bila. Izan ere, baldin badago hiri hizkera Bilbon edo Gasteizen hori da batuera, baliteke, irakasle edo senideen eraginez edo, inguruko euskalkien eraginen bat izatea, hiztegiaz batik bat, baina ez dut batere zentzurik, esaterako, Debagoieneko hizkera hain gertu izanda geografikoki eta kulturalki ere bertako adizkiak edo ahozkera itxia erabiltzea, ezta zentzunezkoa.

Bestalde, hau da, euskanolaren gorabeherak aldi batera lagata, badago euskararen kalterako beste joera oso hedatu bat euskaldunongan, euskaldun bakoitzak barruan daroan euskaltzain gaiztoa edo nazkantea, hau da, gainontzekoak hizketan zuzentzeko handiustea. Azken hau baliteke gure hizkuntzarentzat okerrena, zeren eta euskaldun asko eta askori etengabe zuzentzekotan zera ondoriozta lezake, ez duela behar bezala euskaraz egiten, orduan zertarako tematu bigarren hizkuntza bat izanda, eta gainera guztiz indartsuagoa, denok ulertzen dutena, hizketan ia inork zuzenduko diona dioena hori normalean oso gizelege gutxikotzat hartzen baita, ez euskaraz bezala, non lehen esan bezala betiere egoten da euskaltzainen bat erne ondokoa lotsarazteko edo.

Areago, sarritan ere ondokoari euskara zuzentzea ezta batere komeni, baizik eta berezikiko aukera eskuzabaltasunerako. Amunarrizek kontatzen zuen berriro oso pasadizu xelebre bat: euskaltzale amorratu bat gonbidatua da jatetxe dotore-dotore batera, afaria kandela artean eta goxo-goxoa, biok etengabe hitz eta pitz, gero eta atseginago, eta bat-batean, halako batean, gonbidatu duenak zera botatzen dio eskua hartu eta begitxoak txitxildu eta gero.

-Maite dizuuuuut

Gogorra, bai, edozein euskaltzale porrokaturendako ezinbestez. Nire aldetik, aitortu beharrean halako esfortzuak egin beharrean egon nintzela aspaldi Oiartzungo neskato euskaldunzahar batekin, etengabe esaten baitzizkidan "esan naute..., eraman ziten etxeraino.." eta antzerakoak, eta horiek bai egiten zidatela min belarrian hizketan tartekatzen zituen erdarazko esaldi edo esaerek baino makina bat aldiz bainoago.


martes, 22 de enero de 2013

ODIOSA COMPARANZA



Doy por hecho el tópico de que las comparaciones son odiosas, faltaría más. Pero con una salvedad: las históricas. Éstas pueden ser odiosas, pero también son divertidas, siquiera sólo entretenidas y  a veces hasta imprescindibles, pues no por nada si la Historia sirve para algo es para eso mismo, para comparar y sobre todo sacar conclusiones. De ese modo, y siquiera sólo por defecto profesional  o más bien simple secuela de cinco años de carrera, servidor lleva ya un tiempo largo que no se puede abstraer a una que tiene como principal referencia la Restauración Borbónica del XIX. Voy a ella.

Al igual que en esta otra restauración borbónica de nuestra época, la cual titularon de Transición precisamente para evitar la comparanza con aquella, el regreso de los Borbones al trono de España sucede a uno de los periodos más convulsos de nuestra historia. Primero el derrocamiento de Isabel I tras uno de los reinados más desastrosos que se pueden concebir, lo cual ya es mucho decir tratándose de la dinastía que nos ocupa. A continuación ese otro reinado tan absurdo como breve de Amadeo de Saboya, el rey que se trajo de Italia el general Prim. Luego, ya por fin, y porque no quedaba otra, la I República, la primera ocasión de un gobierno republicano y verdaderamente democrático que empezó mal desde el principio, esto es, como una verdadera jaula de grillos en lo parlamentario y un desastre en todo lo demás, guerra carlista en el norte y revuelta cantonal en el sur incluidas, con los inevitables pronunciamientos militares de la época de por medio hasta el triunfo del perpetrado por el general Arsenio Martínez Campos proclamando al hijo de Isabel I, Alfonso XII de Borbón, rey de España.

A partir de ese momento se inicia un periodo de paz y relativa prosperidad que no se conocía desde hacía décadas. Este periodo se caracterizó por una cierta estabilidad institucional tras el guirigay permanente de épocas pasadas y los intentos de golpe de estado de los militares, el fin de la tercera carlistada en las provincias vasco-navarras y, muy en especial, la incorporación por primera vez de los movimientos sociales y políticos que surgen al calor de lo que parecía la incorporación de España al carro del desarrollo originado por la Revolución Industrial. Entonces se estable un sistema político esencialmente bipartidista entre el Partido Liberal Conservador liderado por Antonio Cánovas del Castillo y el Partido Liberal-Fusionista de Práxedes Mateo Sagasta. Un sistema que también admite en su seno ciertas minorías a izquierda y derecha en los extremos de estos dos partidos mayoritarios, los cuales, en la práctica, están condenados a la marginalidad por un sistema electoral injusto y un fraude continuado en las urnas. Es entonces cuando nace el caciquismo como una institución no reconocida que permite la alternancia en el poder de esos dos grandes partidos mediante la compra de votos y el ya citado fraude electoral. De ese modo se suceden gobiernos liberales y conservadores sin que los movimientos sociales y políticos que surgen a izquierda y derecha tengan opción alguna de alcanzar el poder o condicionar el acceso al mismo de otros. Al mismo tiempo, España disfruta también desde hace mucho tiempo de un inusitado crecimiento económico como consecuencia de la inercia provocada por el triunfo de la Revolución Industrial en los países de nuestro entorno y, muy en especial, por las ventajas que origina la neutralidad del país durante la Primera Guerra Mundial.

De este modo, durante las primeras décadas pocos osaban cuestionar el sistema que parecía haber traído por fin la paz y la prosperidad a España. Aquellos que osaban hacerlo, además de pocos eran también tachados de radicales y antipatriotas. No obstante, con el paso del tiempo las grietas del sistema empezaron a aparecer por todas partes. Para empezar el supuesto crecimiento económico español acabó en un fracaso sin precedentes. El sistema proteccionista impuesto para beneficiar a las pequeñas elites económicas del país impidió la modernización de la industria, así como el desarrollo de las comunicaciones y el reparto de la riqueza. Sólo Cataluña, el País Vasco y zonas muy concretas de Andalucía y Asturias disfrutaron en parte de los beneficios de la Revolución Industrial. En cambio, el resto del país aparecía anclado en una economía de subsistencia caracterizada por el latifundio y el atraso de los métodos productivos. Por si fuera poco, acontece el Desastre del 98 en el que España pierde definitivamente las migajas de su antiguo imperio colonial, éste cuestionado por los respectivos movimientos independentistas cubanos y filipinos que se oponían a la soberanía española de unos territorios que eran vitales para la economía del país, y que tras un breve y trágico conflicto con los cada vez más emergentes Estados Unidos acaban en la órbita de influencia de éstos. Todo este estado de cosas es amparado en buena parte por el caciquismo que rechaza cualquier cambio que pueda poner en tela de juicio los privilegios de las respectivas elites locales y, muy en especial, los beneficios de una corrupción generalizada en todas las instancias del poder. También se suceden las propuestas regeneradoras de las minorías ilustradas y los intentos reformistas desde arriba: todos fracasan.

Siendo así, las diferencias sociales, territoriales y sobre todo económicas, materializadas en continuos conflictos laborales y de orden, pistolerismo entre patronos y sindicatos, reivindicaciones nacionalistas y amenazas golpistas, se hacen cada vez más evidentes a partir del ascenso al trono de Alfonso XIII. La España que hereda el abuelo del actual Borbón ya no tiene que ver nada con esa otra de su padre, la cual tenía como prioridad la estabilidad política. La España de Alfonso XIII está cada vez más dividida y enfrentada entre sí. Por si fuera poco, la Guerra de Marruecos con el consiguiente desastre y la notoria inutilidad y complicidad del monarca, culpable en buena parte de la derrota de Annual y máximo representante de una clase social que vive de espaldas al resto del país, lo alejan cada día más de su pueblo. Se impone un cambio de timón y la única solución que se le ocurre al monarca es dar su visto bueno a la dictadura de Primo de Rivera, con lo que consigue distanciarse definitivamente de la inmensa mayoría de las fuerzas democráticas. Entonces intenta restaurar el sistema democrático y se encuentra que, con la excepción del medio rural donde el caciquismo todavía mantiene su fuerza y por lo tanto su adhesión a la corona, en el resto del país, y muy en especial en las ciudades y en los territorios más desarrollados, las fuerzas republicanas y de izquierdas son mayoría. No le queda otra que abdicar y asistir a la proclamación de la Segunda República Española. Que luego ya viniera lo que vino es tema de otro cantar, si bien no habría que olvidar que fueron precisamente aquellos que empezaron a desafinar desde el primer momento, esto es, la casta de privilegiados de la Restauración y las fuerzas más reaccionarias del mismo, quienes tuvieron la mayor parte de culpa en el fracaso de la segunda experiencia republicana y ya más directamente en la preparación y desarrollo de la confabulación militar que dio origen a la Guerra Civil y la dictadura de aquel generalito gallego de mediocre inteligencia y crueldad sin límites.

Pues eso, lo que se suele decir en estos casos, cualquier parecido con la realidad de ahora pura coincidencia. Pero, claro, las similitudes son evidentes, al menos para mí, demasiado acaso. Ahora bien, ya digo que este tipo de comparanzas sólo sirven como ejercicio de autocrítica de nuestro presente, mirarse al espejo de la Historia puede ayudarnos a tomar conciencia de hacia dónde va nuestro presente, y todo ello sin dejar de insistir hasta la saciedad que en Historia no existe determinismo alguno.




lunes, 21 de enero de 2013

EREDUGARRIA



Ustelkeria edonon, edonor eta edonola. Ustelkeria bizitzaren arlo ia guztietan, goi mailatik gainerakoetara, horretan maila bakarra lapurtutakoaren zenbatekoa baita, baina badirudi gaitza gure gizartearen hezurmuineraino sartua dela. Hala eta guztiz ere, arlo guztiei dagokienak ez du erantzunkizun berbera, ez baita gauza bera jende xehearen eguneroko ustelkeria txikia, hau da, beltzean kobratzen digun iturginarena edo erakunde publikoek elbarrien senitartekoei ematen dizkieten diru laguntzak elbarria hil eta gero jasotzeari eusten diotena. Badaude mailak, noski baietz, eta azkenon zerbait izatekotan betiko pikareska omen da, iruzur txikia eta orohar jende xeheak egin ohi duena bizirauteko asmotan, hau da, zerbait mozkin ateratzekotan betiere hutsaren hurrengoa ote da. Ez du, beraz, parekotasunik goi maikoek egiten dutenarekin, hauek ez baitute inolako premiarik iruzur egiteko, hauek iruzur egiten digute guztioi aberasteko asmotan, sekula ez halamoduzko bizimodu bat kosta ahala kosta aurrera ateratze aldera. Eta jakina, txikia baldin da baina bada, harri koxkor bat, baina baita hurrenez hurren pilatuz mendixka egin dezaketenak ere, alegia. Hala ere, pikareska pikareska da, herri xumearen ustelkeria zuria edo, handikiena ostera oso bestelakoa ei da, handikienak garen edo izan nahi dugunaren eredu izaten da, handikiena koartada dugu gure iruzur txikiak zuritzearren. Horrexegaitik da hain garrantzitsua eta batez ere eskandalagarria politikariena, haiek hautatzen ditugu agintari nolabait ere gure gizartearen eredu izan daitezen, ez baldin badira akabo, gure zapataren neurria topatu dugu ezinbestean, hori da gertatzen ari dena egunez egun, alajaina.

Eta politikarien ustelkaria hain hedatua edo errotua izanda ere, badirudi gure artean azkenon iruzurrak, lapurretak edo bidegaberia gehienak nola edo hala irensteko joera garbia dagoela, hein handi ala oso batean ezer onik espero ez dugula eurengandik, ez gaituzte beraz ustekabean harrapatzen euren gaiztakeriek, eurenezkoak bailiran. Kirolarien kasuan ordea gauza oso bestelakoa da, kirolari ihardun edota ikuskizun hutsa izanda ez baitiogu garrantzi handirik guren egunerotasunean inorako eraginik egiteko, kirolak ez du ia ezertan baldintzatzen gizarte baten norabidea edo, kirola ikasbide dugu gure bizitzan, batez ere gazteagoendako, gainontzekoekin jokatzerakoan, ez besterik. 

Baina kirol mundua ere usteldua omen dago. Ez dago ezer esan beharrik fultbolaren kontura, bertan kluben kudeaketa, hau da, klubak kodeatzen dituzten lapurrak, omen da ustelkeria honen iturri nagusia. Txirrindularitzan, aldiz, ustelkeriak jotzen ditu txirrindulariak zuzen-zuzenean, haiek baitira usteldu nagusiak, lehiaketan iruzur egiten dutenak, hain zuzen ere euren jokabideaz kiroltasunaren onuren eredu eman behar luketenak. Horrenbestez, Oprah Winfrek Lance Armstrong sei bider txapeldun izandakoari egindako elkarrizketa hain erakusgarria omen da ustelkeria motan honen nondik norakoez; Armstrong ez ote da gehien lapurtu edo aberastu egin den iruzurtia, baina bai, duda izpirik gabe, jende gehien kamustu egin duena bere gizabide ustelaz. 

Hori dela eta, Lance Armstrongena aditu eta gero zera gogora ekarri nuen, ba, aspaldi arrasatear txirrindulari zahar batek kontatutakoa hain zuzen: 

"Bai, “Gran Premio Eibarresa”-ko azkenengo etapie izen zuan Burgos-Eibar. Eta orduen jauan Berrendero lehenengo eta Luziano Montero bigarren, bixek BHkuek neu letxe, eta hirugarrena ORBEAko bat. Eta pasau zuan Monterok aberixie ero euki auela Salvatierra inguruan. Orduen ORBEAkuek ekin jutzien jota egur eta momentu baten zortzi miñeturaiñoko diferentzie euki juen. Orduen niri esan justien “geratu ta etxoixok Monteroi”. Ta nik: “Neu geratu? Zela geratuko nok pa, anaie eta danak Eibarren begira egongo dittuk-eta?”. “Baietz, etxoiteko!”. “Bueno ba,…”. Holaxe, etxoin eta azkenien 2 miñetuko atara juskuen. Allegau gitzenien heldu justan Monterok lepotik eta “esto no se me olvidará nunca” eta ttak! sartu justan poltsikuen zeozer,… 500 pezetakue." 

Berdin-berdin.

sábado, 19 de enero de 2013

UN TRECHO



Todavía no podía dejar de alucinar por lo ocurrido en la India con la chica violada y prácticamente asesinada (le metieron un hierro por la vagina desgarrándola toda) cuando nos llega el video de la violación de una mujer por un diputado boliviano, el cual, ni corto ni perezoso, dicen que entonado tras un refrigerio con otros compañeros de partido, le echa mano a una empleada de la institución para la que trabaja y la fuerza, dejándola prácticamente semiconsciente, cosa que no debió preocuparle lo más nímimo dado que nada más acabar de consumar la violación se sienta a su lado como si nada, vamos, como el que dice a otra cosa mariposa. Por si fuera poco, esta misma semana lees que el violador de una menor en Sevilla alega al juez que no era consciente de que estaba cometiendo un delito dado que en su país eso es el pan de cada día en cuanto tienen la primera menstruación, afirmación que ya no sabes si te indigna más por falsa o porque ya no te deja duda de que en pleno XXI, y prácticamente a tu lado, estás conviviendo con gente con un cerebro todavía menos desarrollado que el de un austrolopitecus.

Pero en fin, de qué te vas a escandalizar si tampoco es que estemos hablando nada del otro mundo. Como que en este de aquí todavía, poco importa el siglo en el que estemos o el grado de desarrollo que hayamos alcanzado en algún punto del planeta o entre determinado grupo social o lo que sea, la mujer sigue siendo en buena parte del mismo poco más que una cosa a merced del macho dominante. Siempre ha existido, y además predominado en la mayor parte de las sociedades del pasado y el presente, una tendencia a cosificar a la mujer, esto es, a concebir a la mitad de la especie humana como apenas algo más que un objeto a servicio del hombre. Parece ser que dicha descriminación subyace única y exclusivamente en la inferioridad física de la hembra frente al macho, de ahí que como en cualquier manada de primates y otras especies el más fuerte sea el que domine y que, por lo general, ejerza su poder de la única manera que le permite su menguada capacidad craneal: a hostias. Por eso también hay que convenir que cuanto más retrasada e inculta es una sociedad peor es la situacion femenina. Ocultar esto último en función de una supuesta correción política según la cual todas las sociedades, culturas  y religiones del planeta son igual de respetables es la gran pamema del progresismo de salón. El machismo impera por doquier, desde Ceylan hasta la misma Noruega, pero que duda cabe de que no es lo mismo ser mujer en el primer país que en el segundo, que los derechos y oportunidades de una noruega están a años luz de una ceilandesa, tanto como lo están ambas sociedades en por lo general la mayoría de las cosas. Si esto es eurocentrismo, el enésimo ejemplo del ombliguismo ideológico occidental, pues bien, que así sea; si tendría que elegir dónde nacer mujer, a la India, Bolivia o a cualquier país musulmán ya les podrían dar bien por culo. Por supuesto que, siquiera en esto de la igualdad de género como en otras tantas cosas, las sociedades occidentales han dado pasos de gigante. O dicho de otro modo, el camino para la emancipación de la mujer ya está trazado, lo hemos hecho los europeos con todos sus altibajos e imperfecciones, no hay nada nuevo bajo el sol. 

Ahora bien, subrayo lo de "con todas sus altibajos e imperfecciones". Por supuesto que la igualdad de género en nuestro hemisferio no es la misma en una punta u otra, hay demasiados kilómetros y morralla socio-cultural entre Palermo y Bergen, tantos como puede haberlos en cualquiera de nuestros países entre la ciudad y el campo o entre determinados grupos sociales. La igualdad de géneros impera allí donde más modernas y cultas son las sociedades, y casi siempre porque también lo son más cohexionadas y justas. Y sin embargo, nada garantiza que hasta en la sociedad con mayor nivel de vida, estudios e ingresos no surja tras su patina de hombre de su tiempo el macho con vocación de dominante y por lo tanto también con tendencia a cosificar a su pareja y por extensión a cualquier fémina. Machos que aprovechan el menor resquicio de estas sociedades supuestamente modernas e igualitarias para discriminar a la mujer o minusvalorarla. Emplos los tenemos a diario y a punta pala, de hecho sólo hay que mirar los gabinetes de gobierno de muchos paises o los consejos de administración. La ley no puede preeverlo todo y se aprovechan para dar rienda suelta a su machismo epidérmico, ya sea porque no pueden concebir intelectualmente la igualdad con el género que ellos conciben más opuesto que nadie, porque no entienden que las diferencias de carácter y comportamiento no lo son de derecho, de lex, o porque su cúmulo de complejos ante el sexo femenino es tal que sólo discriminando se sienten seguros. Pasa de continuo, la violencia de género sólo es el reflejo más dramático de este machismo soterrado y vergonzoso en nuestras supuestas sociedades modernas e igualitarias. Y lo peor de todo, no podemos dar nunca nada por definitivo, siempre corremos el riesgo de ir hacia atrás cuando creíamos que habíamos avanzado algo, como que siempre hay un Gallardón a la vuelta de la esquina para verter su machismo ideológico en frases del tipo "la mujer sólo se realiza del todo cuando es madre". 

Por eso me enerva tanto la versión femenina del tío Ton, el esclavo negro que defendía al amo frente al resto de esclavos. Sólo hay que escuchar a una mujer despotricar contra el feminismo como idelogía, oirla decir eso tan manido de "yo soy femenina, pero no feminista", para saber que te encuentras delante de un tío Ton con ovarios, alguien que ha asumido como propio el discurso machista que critica los logros y reivindicaciones del feminismo porque los considera excesivos, perjudiciales incluso para la propia mujer. Son esclavas que se flagelan a sí mismas para regocijo de sus amos, son esclavas que han asimilado el discurso del amo. Y no son pocas ni nada las ocasiones en las que este machismo epidérmico, atávico, se cuela en el discurso o compartamiento diario de individuos pertenecientes a sociedades aparentemente igualitarias. Basta escuchar al macho que tacha de "poco hombre" a otro porque cree que su mujer lo tiene esclavizado ya que éste no consigue imponer sus criterios siempre que le sale de los cojones, o qué decir cuando lo que pretende es que su pareja esté disponible y hasta atractiva para él las veinticuatro horas del día porque esa y no otra parece ser su misión sobre la tierra, y eso cuando no la minusvalora delante de terceros, discute sus méritos o simplemente los obvia.

Y con todo, con las miles de violaciones diarias y sobre todo impunes porque sigue habiendo mayoría de paises en este puto planeta en los que eso es simple y llanamente pecata minuta, con millones de mujeres sometidas a una discriminación de facto por cuestiones religiosas o culturales, con el velo o el burka como distitintivo de toda una civilización, con el catolicismo y sus testaferros a lo Gallardón poniendo constantemente chinas en la rueda de la igualdad de género, con miles de chinos deshaciéndose de los fetos femeninos porque si hay que elegir ya que no pueden tener más de un hijo mejor que sea chico que siempre tendrá una oportunidad en la vida y no una chica que como nos salga floja o fea ya me dirás tú cómo o dónde la colocamos, al menos en nuestro hemisferio las malvadas y demonizadas feministas todavía pueden hacerse oír y hasta recibir el apoyo y comprensión de sus camaradas masculinos.

jueves, 17 de enero de 2013

AUZO LOTSA




Baldin badago aspaldi honetan txunditu egin nauen albisterik hori izan zen duela astebete irakurri egin nuena Ustaritzeko ikastola batean gertatutakoa. Badirudi eskolan zeudela bi gerdarme azaldu egin zirela ikasle baten bila. Haurrak, noski, okerrena asmatu zuen, halakoetan bakarrik azaltzen baitira gendarmeak haur baten bila, uste egin zuen haren gurasoak hilak ziren auskalo nola edo zergatik. Baina ez, bere aitamak bizirik ziren. Egiatan bizirik ez zegoena aldiz norbaiten sena omen zen, gerdarmeak haurraren bila joanak baitziren honen aitak hainbat hilabeteko saria ez ordaindu izanagatik.

Txundigarria, bai, sinestezina bezainbeste ausaz, ikastolak hartutako neurria guztiz lekuz kanpokoa baitzen, benetan zentzugabekoa, haurrak ez baitzuen inolako asmorik inora ezer ondaintzeko ihesi joateko edo, eta arriskuena gurasoengan baldin bazetzan are okerragoa neurri hori, horrek adierazi nahi baitu gendarmeak joanak zirela haurra nola edo hala bahitzeko asmotan, badaezpada, txorakeria hutsa.

Edonola ere, ez dakit ba nik Frantzia aldean halako neurriak oso ohikoak direnik, krisialdiarekin nolabaiteko loturarik baduten edo, gurasoek eskolako hilekoa ordaintzeke ospa egiteko ohitura duten oharkabean edo. Alabaina, nola ez gogoratu haurtzaroko hainbat pasadizu, eskolan nengoela eta bat-batean zuzendaritzako norbait azaltzen zela ezustean kartazal bat eskuan; Arinas? Emaiozu gutun hau zure aitari, ez dut-eta ordaindu hilekoa. Eta ez behin edo birritan txitean-pitean baizik. "ziurraski ahaztu egin zaio, hain lanpetua dago-eta", nik uste behintzat halako zerbait edo bota egin nuela noizbait aitzakia gisa edo, alperrikako aitzakia eta batik bat zeharo zentzugabekoa, inork sinetsiko ez zidalako. Izan ere, inork ez zidan ezer sinetsi behar, zer dela eta, argi zegoen nire aitak ez zuela hilekoa ordaindu hil hartan, ez zuen egin behin baino gehiagotan gainera, guztion begietara bazituen beraz ordaintzeko arazoak edo, ez zen hilero baketxearen bitartez ordaintzen ez zuen guraso bakarra, bai ordea ez ordaintzeko joera hori zuena maizago. 

Hala ere, ondo asko gogoratzen dut gizona eskolako atetik agertu orduko aputxo bat lotsatu edo atsekabetu bai, baina, egia esan dezadan, eta edozein haurren modura, gainotzekoengandik nolabait  nabarmentzen ninduen oro gorrotatzen nuelako, ikaragarri aztoratzen ninduelako egoerak, gurago bainuen hamaika aldiz gehiago gainotzekoen begietara ikustezina izan, inoiz inolako motiborik ez sortzea begi guztiok nire gainera ez bideratzeko. Ez zuen, beraz, diruarekin zerikusrik, oso txikia nintzen artean diruaren kontu zikinon jabe izateko, diruan oinarritutako ohorearen nondik norakoak ezagutzeko, berdin zidan aitak ordaintzeko egiazko zioak zituen ala ez, bere gauzak omen ziren, berak omen zekien hori nola konpondu, ni haurra nintzen, eskolara joaten jarraitu nahi nuen, ez besterik. 

Eta ez, nire aitak ez zuen sekula egiazko arazoak hilekoa ordaintzeko, behar bezainbeste irabazten baitzuen ia beti bere ileapaindegian. Areago, nire aitak ez zuen sekula santa ere bere ordainketei aurre egiteko arazorik, bazekien nola ed nola nola eta noiz aurre egin. Arazoa, ordea, bere lehentasunetan zetzan. Nire eskolakoa ez zen, haatik, azkenetakoa, baina ez eta aurrenekoetakoa ere, hori dela dela ahaztu ohi zitzaion, inoiz ez zelako fidatu gainera bankuetxearen bitarteko ordainketaz, bazioen ez zuela modurik ordaintutakoa kontropean izateko, ez zuela oharkabean edo premiazko zuen zenbait diru kobratzea nahi, bazitekeela oso bestelako eta batez ere hil ala biziko gastu batzuei aurre egin beharra; eta ez, nire eskolakoak ez zuen azkenotakorik ematen, askotan ez behinik behin.

Honaino iritsita, noski, balirudike nire aitari leporatzen ari natzaiola haren erruz eskolan jasandako lotsa edo bihozmina. Ez, ezta egia, ez dut gainera ezertan ezer leporatu beharrik, ondo asko ezagutzen baitut nire aita ez badakit inork baino hobetu berak betiere zuzenena uste zuenari ekiten ziola, bere lehentasunak familia osoarenak zirela, noizbait, hau da, behin baino gehiagotan ahaztu egiten baldin bazitzaion behar beste garrantzia eman ez ziolako zela auskalo zeren aldean. Ezin diot, gainera, deus leporatu, badakidalako ere nola aztoratzen zen nire eskolakoa ordaindua ez zela jabetu orduko, badakidalako behin jakinda biharamunean ordaintzen zuela eskutan, hori inoiz ez baitzen arazoa, gastuei aurre egiteko sailkaturiko lehentasunean baino, hain zuzen nik ere oharkabean egin ohi dudan modura.

Dena dela, baldin bada zerbait benetan lotsatzeko modukoa gogoratzen dudana, hori da zuzendaritzako gizonaren jokaera hain modu agerian eta gutuna eskutan nigana harro-harro, betoskoa jarrita ta guzti, zetorrela; eta ez zen, ez, barne lotsa, auzo lotsa baizik.


domingo, 13 de enero de 2013

ARRIMAR EL ASCUA A SU SARDINA


Leía hace una semana en el suplemento literario del periódico pijipogre por excelencia un artículo del insufriblemente relamido y otoñal Antonio Muñoz Molina acerca de uno de los pasajes más memorables del Ulysses de James Joyce. Hablaba en concreto del episodio que enfrenta al héroe posthomérico Leopold Bloom con el personaje del Ciudadano, o lo que es lo mismo, la puesta en escena junto a la barra de un pub irlandés de dos modos en principio antagónicos de ir por la vida más que concebirla. Contraponía Muñoz Molina la figura del férreo e intransigente nacionalista que era el Ciudadano con la del eterno judío errante que era Leopold Bloom, presunto apátrida, si bien sólo lo era a los ojos sectarios del otro, ya que, tal y como demuestra el personaje a lo largo de todo el libro, y siempre en el ejercicio de su papel de trasunto contempóraneo, cuando no de simple parodia, del héroe clásico homérico, su principal prioridad en la vida no es otra que el poder llegar a casa indemne tras una larga jornada de peripecias, más que de aventuras, a lo largo y ancho de ese océano que era el Dublín victoriano de Joyce, un hogar en el que, al contrario de la Itaca del aventuro griego, ya ni siquiera le esperaba su peculiar Penélope, la cual ni acostumbraba a guardarle la ausencia ni tampoco se moria por recibirle con los brazos abiertos.

Siendo así, hablaba Muñoz Molina del ejemplo de Leopold Bloom como el verdadero ciudadano de mundo, libre de las lealtades de la tribu y sin más ataduras que su propia conciencia, y por ello también víctima del desprecio sin límites de los patriotas de turno y objeto de su intolerancia. Tal que así queda de cine, por supuesto, la contraposición entre ese lado negro del fanático etnomaniático y su reverso el eterno judío errante, el hombre de mundo porque sí, porque no le queda otra más bien. Tan bien que Muñoz Molina lo aprovecha para elogiar las virtudes del segundo sobre el primero, para proclamar incluso su admiración por ese gran escritor cosmopolita que fue Joyce, a cuyo Ulysses a atribuye esos valores de universalidad que dice inherentes en cualquier obra maestra. Y tiene razón Muñoz Molina, faltaría más, Joyce es uno de los grandes de la literatura universal, su obra es patrimonio de la humanidad y no sólo de su pequeña tribu o país. Ahora bien, Munoz Molina omite, porque no le conviene o lo considera secundario para la puesta en escena que hace de su mito a la carta, que la universalidad del Ulysess surge precisamente de una de las obras más localistas que se puede concebir. No es que todo lo que se cuenta en el Ulysses transcurra en Dublín, es que la ciudad es el verdadero personaje. El Ulysses hace bueno el resabido dicho de que lo universal parte de lo particular, también ese otro de que la manera de ser universal de cada cual es a partir de su entorno más inmediato. El Ulysses es universal, verdaderamente cosmopolita en su inequívoco aroma provinciano  porque toda, absolutamente toda la obra de Joyce transcurre en su ciudad natal, porque siempre la tuvo tan presente que hasta se ha acuñado el tópico de que se podría reconstruir el Dublín victoriano basándose en lo que aparece en el Ulysses. Lo es ese ejercicio de universalizar lo propio, lo inmediato, lo más íntimo, lo que se conoce porque forma parte de uno, y no precisamente por escribir de mundos ajenos o sacados de la nada, ni siquiera porque Joyce fuera en esencia un judío errante a su modo, un espíritu inquieto que siempre soñó con levantar vuelo de su aletargada y levítica Irlanda natal, y que una vez que lo hizo ya fue casi que para no volver, para no parar incluso de deambular de un país a otro hasta asentar definitivamente sus reales en una de las capitales que se consideraban del mundo en su época.

Pero claro, el comentario de Muñoz Molina, como el de cualquiera, no es precisamente inocente. Muñoz Molina despotrica contra el personaje de Ciudadano como semanas antes lo hacía contra el nacionalismo catalán en el mismo periódico, si bien siempre lamentando lo mucho que aleja éste a Cataluña de los valores universales al aspirar a construir un estado propio e independiente de España, como si el hecho de que España lo sea a su vez significara todo lo contrario, por favor, que me lo expliquen. De hecho, y aunque lo calle, sus argumentos para rechazar o condenar al Ciudadano son exactamente los mismos, que si es excluyente, provinciano, cateto. Y conste que no digo que no esté mal encaminado en muchos de ellos cuando se trata de criticar tanto al nacionalismo del personaje joyceano como al mismo nacionalismo catalán. Lo que quiero decir, en cambio, es que es si el fin último a la hora de destacar el episodio del enfrentamiento entre el Ciudadano y Leopold Bloom es intentar trazar un paralelismo entre la puesta en escena del nacionalismo irlandés más extreno que hace Joyce en el episodio del Ciudadano con la situación catalana, a la vez que elogiar el supuesto espíritu cosmopolita del autor del Ulysses como si se tratara del suyo propio, y ya por ende, del conjunto de la intelectualidad española que juzga al independentismo catalán como lo más opuesto a la vocación universal de los tipos verdaderamente cosmopolitas como él mismo en contraposición con esa otra intelectualidad catalana que ahora apoya el independentismo catalán, mala gente por principio a los ojos de Muñoz Molina y compañía, siquiera sólo aldeanos ilustrados y siempre lo justo, va mál dado, pero mucho, no podía haber errado más el tiro.

Porque si bien tiene razón en destacar el rechazo que Joyce trasmite a través de la figura del Ciudadano con su acerada parodia del patriota etnomaníatico para el que todo empieza y acaba en lo propio, para el que no hay más horizontes que los de su propio terruño y en especial los de su Causa, razón última de su existencia o casi, el que es incapaz de concebir la realidad más allá de su mundo en blanco y negro, con los míos o contra mí, lo que nunca podría afirmar Muñoz Molina es que Joyce fuera un antinacionalista irlandés convencido, o ya puestos, ya directamente por la senda de lo que éste parece dar a entender, un autor cosmopolita de su época para el que la independencia de su tierra chica fuera un absurdo tan grande como la misma desmembración de España, un despropósito mayúsculo al tenor de la Historia, la realidad socio-cultural y bla, bla, bla, como bien ha dejado escrito Muñoz Molina que le parece esa otra hipotética de Cataluña. Joyce jamás dio a entender algo parecido ni por escrito ni de palabra, no existe testimonio propio o de terceros sobre un posicionamiento del autor irlandes contrario a la voluntad independentista de sus paisanos y en consecuencia a favor de la permanencia de Irlanda en el Imperio Británico. Más aún, durante las contadas veces que la cuestion irlandesa surgía en mitad de una discusión las palabras del autor irlandés acostumbraban a ser sumamente críticas con la política británica respecto a su país. Otra cosa muy distinta era su indiferencia por principio hacia el nacionalismo irlandés y sus fines, y del que rechazaba, como no podía ser de otra manera dado su "espíritu cosmopolita", siquiera ya sólo la patina de universalidad que lo acompañaba, su lado más sectario y excluyente. Claro que de ahí a convertirlo en un decidido unionista, como parece ser este el deseo de Muñoz Molina, hay un verdadero trecho. Aún más, es muy probable, basta con leer sus escritos y las biografías que le fueron dedicadas, para convenir que a Joyce, como a la plana mayor de los artistas que se tienen por tales, esto es, preocupados poco más que en exclusiva por su arte y para de contar, la cuestión irlandesa le trajera al pairo al igual que otras tan mundanas y contemporáneas como ésta. Claro que, así y todo, nunca tan ajena como podría parecer, y sobre todo como le gustaría a Muñoz Molina, dado que hay documentos escritos y otros testimonios en los que Joyce muestra su preocupación, si bien casi siempre motivados por los peligros o consecuencias a las que están expuestos miembros de su familia o amigos que residen en Irlanda. La llamada cuestión irlandesa de su tiempo aparenta ser para el autor del Ulysses algo completamente secundario en lo que es su quehacer cotidiano. Como para buena parte de sus paisanos y coetaneos la militancia activa en contra del inglés parecía ser asunto exclusivo de otros más entusiastas y decididos. Pero claro, repito que aún y todo existen testimonios en los que Joyce habla del tema, se moja directamente, y es precisamente en uno de ellos donde deja bien a las claras que no es precisamente un unionista convencido como parece que le gustaría que hubiese sido a Muñoz Molina, a su modo un unionista de esa otra patria grande e indivisible que ahora ve en peligro. Me refiero a uno de los llamados escritos políticos de Joyce, el titulado "Irlanda ante los Tribunales", en el cual reporta un suceso ocurrido en el oeste de Irlanda en que el varios miembros de la "tribu" de los Joyce fueron condenados a muerte por el asesinato de una persona tras ser torturados y juzgados por un tribunal inglés, y el cual en ningún momento tuvo en cuenta que los acusados desconocían la lengua inglesa y por lo tanto también todo lo que se habló durante el juicio. El suceso, como suele ser costumbre en el género, sirve a Joyce de excusa para hacer su particular interpretación de la tan manida cuestión irlandesa de su tiempo, esto es, cuando todavía el conjunto de la isla permanecía bajo el yugo británico:

"Hay viente millones de irlandeses esparcidos por todo el mundo. La Isla Esmeralda contiene sólo una pequeña parte de ellos. Pero al reflexionar sobre este hecho, y viendo que Inglaterra convierte el problema irlandés en el centro de su política interna, mientras da muestras de gran prudencia al resolver las más complejas cuestiones de su política colonial, el observador no pude dejar de preguntarse por qué razón el Canal de San Jorge constituye un abismo más profundo que el océano entre Irlanda y su orgullosa dominadora. En realidad, la cuestión irlandesa no está todavía resuelta en nuestros días, tras seis siglos de ocupación armada y más de cien años de legislación inglesa, que ha reducido la población de la desdichada isla de ocho a cuatro millones, cuadruplicado los impuestos y complicado todavía más el complciado problema agrario"

Dicho o leído lo cual, dejando a un lado incluso lo increiblemente familiares que resultan algunas de estas palabras trasladadas a nuestra actualidad española, y por supuesto que también salvando las distancias entre la historia de Irlanda y la de cualquier rincón de España, ¿acaso hay alguien que dude de que estas mismas palabras del cosmopolita Joyce, dichas en hoy en día en nuestro país, y más en concreto en referencia al problema catalán de actualidad, palabras en las cuales en ningún momento se decanta o apoya al nacionalismo irlandés, pero en las que sí asume como propio gran parte del diagnóstico que éste hacía en su tiempo del problema irlandés, no le hubieran bastado a miembros de la intelectualidad española, como el propio Muñoz Molina, para calificar de inmediato a Joyce de tibio con los nacionalistas catalanes, cuando no de enemigo de la sacrosanta unidad de España, incluso de furibundo antiespañol, de xenófobo en todo regla,  puede que hasta  proetarra y todo lo que suele ser costumbre en la prensa madrileña al poco que alguien ose salirse de la ortodoxia nacionalista española, perdón, perdón, de la muy particular visión de la realidad del cosmopolitismo hispano, esto es, ver el mundo exclusivamente en rojigualdo, también sólo en castellano, y todo lo demás como cosa de paletos o gente de poco fiar. A mí no me cabe ninguna duda, estoy tan convencido de ello como que para Muñoz Molina y compañía una obra contemporánea de las mismas hechuras del Ulysses de Joyce escrita por un autor catalán en castellano, pero con todos los personajes, matices, comentarios, guiños, reflexiones, juegos de palabras, alusiones a la actualidad, personajes localistas por doquier y todo lo demás que aparece en esa joya de la literatura universal, nunca habría podido pasar de ser a su ojos algo más que literatura provinciana, de cortos vuelos, costumbrismo autonómico para consumo exclusivo de los del lugar.

Y es que para los Muñoz Molina y compañía en el cosmopolitismo literario de hoy en dia no hay lugar para el relato de lo propio y/o inmediato, eso siempre da en costumbrismo por definición, lo que se impone es escribir de mundos ajenos que se conocen tras una corta estancia en el extranjero, incluso aunque sólo sea de turista, vamos, de pasada, y todavía queda mejor aún, universal que te cagas, si escribes desde la capital del mundo, Nueva York, donde dicen que se cuece todo lo que merece la pena ser contado, que en el resto puro calco y por lo general con retraso. Así que eso es lo guay, lo cool, lo que hace de uno un verdadero hombre de mundo, un escritor cosmopolita a la altura de Muñoz Molina. Lástima que luego, al recordar quiénes han sido los escritores que mejor han retratado la denominada capital del mundo, esto es, los que con más tino y arte han puesto en escena ese cosmopolítismo en su estado más puro, destaque un tipo como Brenan Behan con su libro de crónicas de viajes, My New York, o lo que es lo mismo, un antiguo preso del IRA, un republicano irlandés tan entusiasta como heteredoxo, un nacionalista de izquierdas como no podía ser de otra manera dados sus orígenes humildes y sus ideales de igualdad y democracia tanto para su adorada Irlanda como para el resto del mundo, como si ello fuera incompatible, que para algunos parece que sí, siquiera porque les así les interesa creerlo. Vamos, el autor también de Borstal Boy, en mi opinión una de las mejores novelas carcelarias de todos los tiempos. Y también, mira qué casualidad, precisamente el prototipo de escritor que menos grato se le puede antojar a Muñoz Molina, y por extensión a cualquier representante de esa "inteligentsia" española, tan cosmopolita en su defensa a ultranza de la nación unica e indivisible, en el hipotético caso, claro está, de que esa fuera una de las preocupaciones de un verdadero espíritu cosmopolita o apátrida, y para la cual todo nacionalista por principio, sobre todo si es "periférico", está incapacitado por principio para crear nada excelso, perdurable. Del mismo modo que tampoco conciben que se pueda ser de izquierdas además de nacionalista, que esto sí que es bueno, cómo si todos los movimientos de liberación nacional de la Historia habrían sido producto de fuerzas reaccionarias o simplemente conservadoras, como si quitarse de encima el yugo opresor, colonial, ya sea al estilo del Reino Unido respecto a Irlanda o de Israel frente a Palestina, o simplemente separarse de mutuo acuerdo como Suecia y Noruega o Chequia y Eslovaquia, tuviera que ser producto de la derecha más insolidaria e integrista. Pero bueno, no se ha extendido poco ni nada este bulo interesado entre la intelectualidad que defiende a capa y espada la integridad de España porque sí, porque no se puede ni discutir, pero eso sí, insisto que casi siempre desde una visión cosmopolita más que interesada y sobre todo hipócrita a más no poder, que ya se sabe que los nacionalistas siempre son los demás, ellos no, siquiera porque el suyo al ser de obligado cumplimiento ni se toma en cuenta, no consta. Ahora bien, le pueden dar todas la vueltas que quieran, porque el libro sobre Nueva York de Behan ya pertenece a la historia de la literatura universal, cosa que no se puede decir del testimonio escrito por Muñoz Molina tras su estancia en la ciudad de los rascacielos. Y por si alguien tiene alguna duda, no lo digo yo, lo dice presisamente uno de los escritores vivos españoles, catalán que escribe en castellano, más reputado y verdaderamente "universal" de la actual literatura en nuestra lengua, ni más ni menos que Enrique Vidal-Matas: http://elpais.com/diario/2008/02/23/babelia/1203727157_850215.html.

jueves, 10 de enero de 2013

ARESTI ENEGARREN BIDER GUZTION AURRETIK ERE



Maldizio betikoa (Manuelentzat)

Zuei,
Bartzelonako euskaldun
unibertsidade-mutilak,
egian diotsuet,
zuen arteko batek
baldin eta esplotatzen badu,
hemendik hamar edo hiru urtera,
beraren anaia
obrero
edo kontadorea,
hori,
zuen arteko
hori,
neure maldiziorik borobilenarekin
hornituko dudala
sekula-sekulorum,
mundu honetako
puta semerik
semeena
bezala.

Gabriel Aresti

Harritu egin nau oraintsu Elgoibarko lagun batek ezagutarazi zidan Arestiren poema ez dakit ahaztu edo ezezegutako ikaragarri eder, gogor eta hunkigarri honek. Irakurria dut Aresti oso-oso gaztetatik, esan liteke euskaraz irakurri egin nuen aurrenekoa izan zela, ondo asko gogoratzen baitut, hor nonbait gainera idatzi bezala aspaldi, nire hiriko Santso Jakintsua kaleko Axular liburudendan Harri eta Herri poemategia izan zela nik agian erositako lehenego liburua. Orduz geroztik, zer esanik ez, Aresti betiere izan dut eredu. Beharko, Arestik ezin hobeto ordezkatzen baitu nik gertukoen dudan euskaltasun mota ia bakarra, bai zeharo urbanoa den aldetik, horrenbestez, eta betiere ni ustez noski, buru zabalagokoa, abegikorragoa, anitzagoa, eta zer esanik ez pentsamoldeei dagokienez, nik ere Arestiren modura duda asko eta asko izan ohi dut abertzaltasun zein euskaltzaletasunaren inguruan, edo bestela esanda, baldin badut herri alu honetako gauzei aurre egiteko jokabide bat hori heretedoxia edo etengabeko disidentzia baizik ezin da izan.

Maite dut, beraz, Aresti, gertuko zein egiazko egile handi-handitzat hartzen dudan aldetik, seguru asko euskal literaturaren gorenekoa, blog honetantxe bertan auskalo zenbat bider idatzi bezala, eta horrexegatik ere harri eta zur utzi egin nau Iñakiri esker inondik inora gogoratzen ez nuen poema hau deskubritu izanak; baina, aldi berean ere Arestiri nion estimu ikaragarria areagotzen didana, poema honetan ondo asko erakusten baitu enegarren aldiz bilbotarrak ezer baino lehen gizonezko ondradu eta bihotz handikoa zela, bere garaiko hainbat euskaltzalek baino argiago izan zuena zeintzuk ziren gizon ondradu eta on baten lehentasunak. Gaur egun tamalez ere asko eta askok nahikotxo argi ez dituztenak, ezin baitira parekatu borreroak eta hauen biktamak. Baina, zertaz harritu behar, badakigu nor bere lehentasunek definitzen dutena, eta herri alu honetan bakoitzak badaki nortzuen alde egonda zeintzuk diren lehentasunak horiek, badirudi bakan batzuenek gizakia helburu dutela eta bestetzuenek ostera euren herri edo zehatzago esanda alderdikoak soil-soilik. Eta beharbada ere, horrexegatik erabat ahaztua izan da poema hau, baztertua, ezkutatua, estalia, ezin hobeto adierazten zuelako zein izan behar zuen gizaki zintzo eta bihotz oneko  lehentasun bakarra edo gorena. Eta ez,horrela ikusita, ezta batere harritzeko urtetan, hainbeste odol isuri arazi egin den zoko madarikatu honetan, Arestiren izena ikastetxeak edota kaleak izendatzeko baizik baliatu izana, bazen oso modu sotila hain idazle eta gizon handi baten itzalari muzin egiteko, bere izena harri bilakatuz hain zuzen ere, berak beste poema ezagun batean zehatz-mehatz salatu egin zuen bezala.

domingo, 6 de enero de 2013

FELACIÓN A DISTANCIA







Anoche enciendo la tele y aparece un tío que creí que imitaba al inefable Hermida dirigiéndose de "vuestra majestad" a otro que parodiaba al rey de algunos españoles, pensé, claro, que era un refrito cutre del Mota, o del cutre de Mota, qué más da. Pero, luego oí que el que hacía del Borbón hablaba de que lo que le falta a Espala es más igualdad y solidaridad y ya no, ya me di cuenta de que era una INMENSA TOMADURA DE PELO a toda la ciudadanía, y eso en el supuesto de que realmente exista ésta y no una inmensa, sumisa y alienada masa de súbditos y para de contar.





Y sí, el tema ya tiene aires de matraca, como si siempre que sale alguna noticia relacionada con el Borbón uno se viera obligado a despotricar contra él, siquiera ya sólo para tener con qué rellenar este blog. Por eso me he resistido hasta hoy. Ya han dicho y escrito de todo por ahí. Pero, hay que joderse, abro hoy las primeras páginas de EL PAÍS, periódico del que mi señora me ha surtido de bonos para poder adquirirlo a diario, y me encuentro con uno de los típicos ejercicios de este periódico, en concreto el de la falsa equidistancia hacia los temas espinosos, esos en los que no sólo aparenta no posicionarse, sino que encima lo hace con su tan característica autosuficiencia, esto es, dando a entender que puesto que ellos se tienen por un periódico serio, homologable a los más exquisitos del resto del mundo, casi, casi por encima del bien del mal, y aún y todo, con una pretendida patina de progresía, eso es, de falso despego. Y sin embargo, lees de arriba abajo lo que dicen acerca del monarca y en seguida te percatas de que esa falta de posicionamiento, esa falso distanciamiento con el que presentan el tema, y sobre todo en razón de que no hay ni la más mínima crítica, más bien al contrario, un descarado lavado de imagen presentando la corona como un sujeto tan humano y cercano como cualquiera de nosotros, no es sino una forma como otra cualquiera de apoyar la campaña de prestigio a toda costa de la institución monárquica. Campaña a la que pertenece la que algunos han llamado "felación a distancia", esto es, la entrevista de insufrible Hermida, momia de lo más casposo que uno pueda imaginar dentro del jodido "establisment"  de la cosa mediática española. 





Es evidente que han tocado a rebato para intentar remontar la caída en picado de la opinión de los españoles respecto a la monarquía. No es para menos, la corona es la piedra angular del sistema instaurado durante la llamada Transición, esto es, el sistema que se vendió a la población como un pacto entre diferentes para aceptar una democracia con sus libertades a cambio de no tocar lo esencial del poder económico de la clase dirigente durante el franquismo. Ese sistema otros lo hemos llamado desde siempre "Transtraición", esto es, la reiterada traición a los principios y prioridades de la oposición democrática frente a los intereses del régimen franquista, empezando por la más flagrante de todas, la aceptación del heredero de tirano sin necesidad de un referendo previo. 





Luego ya se aplicaron en extender y abundar en las mentiras convertidas en mantras, los lugares comunes acerca del rey que nos trajo la única democracia posible, la que le convenía a él y su casta, las supuestas virtudes de un monarca que es todo menos un lumbreras, incluso la imagen insoportablemente trasnochada y hasta ofensiva de un monarca paternal que en realidad sólo era el reflejo de la idea paternalista del estado que tiene su institución, donde la noción de ciudadanía, esto es, la suma de las voluntades individuales, suena poco más que a chiste en esta España elitista y ventajista. Y eso por no hablar de la censura que durante décadas ha habido alrededor de la figura del monarca, de las condenas a todo aquel que hasta no hace mucho osaba criticar la institución, de la impunidad legal o constitucional que lo rodea en lo que parece más propio de un régimen del pasado que de nuestra época.



Ahora bien, los que siempre hemos dado la murga con el carácter intrínsecamente antidemocrático de la monarquía española, los que recordábamos cada vez que teníamos la ocasión que al Borbón lo eligió Franco y no el pueblo español, los que comentábamos las más que curiosas trapacerías de toda esa pléyade de ex-militares, empresarios, banqueros, intelectuales orgánicos, políticos y demás ralea de arribistas que rodeaba al rey que decían sin corte, ya, ya, pues hasta hace no mucho dábamos en moscas cojoneras, aguafiestas, tábanos, figurones, listillos. No era para menos, cuando las cosas iban bien y todo parecía perfecto a la mayoría no le gusta que le den la tabarra con lo que sólo se les puede antojar obsesiones o monomanías de terceros. Pero ya digo, hasta no hace mucho, porque ahora, elefantes y Urdangarín mediante, muchos de esos que en seguida te fruncían el ceño cuando salías con tu monserga republicana, ahora son los primeros en lanzarse a degüello sobre el Borbón, vivir para ver y sobre todo para beber para olvidar. 

Por eso resultó tan patética la entrevista del engolado y baboso a más no poder Hermida. Tanto como reveladora de los verdaderos intereses del monarca, aparte, claro está, de vendernos las excelencias de su heredero como en un mercadillo gitano, que no son otros que conservar su finca, ya lo dijo, entre sus méritos traer su modelo de democracia y asentar la monarquía, objetivo del que, como cualquiera puede entender, él y los suyos son los principales beneficiarios poco más que por designio divino, sí, como el la Edad Media sin ir más lejos. Y como de conservar la finca se trata, pues también le preocupa al Borbón, cómo no, la integridad de su finca. De ahí el aviso a catalanes y a otras especies de malos españoles, que en su modelo de democracia hay límites, él lo recuerda, y entre estos, ni qué decir, el de cuestionar la sacrosanta unidad de su reino, poco importa que la mayoría de un determinado territorio no quiera seguir perteneciendo a su tinglado y por lo que sea, que a saber, a discutirlo en todo caso, eso es muy feo y es inviable porque así lo dicta una Constitución hecha a medida del poder central, faltaría más, no por convicción democrática o cualquier otra cosa que tenga que ver con el siglo XXI como en el Reino Unido o Canada. No, para qué convencer a los catalanes de lo que nos une y nos conviene, mejor recordarles que no se tomen muy en serio eso de la democracia, que tampoco era para tanto, mera formalidad propagandística. 

Y luego, claro está, el rey padre que se preocupa por el mal estado de sus súbditos, que le da mucha pena que lo que está pasando, que no haya trabajo, se tengan que ir fuera y todas cosas tan tristes, aunque luego omite que él mismo representa la máxima institución del sistema que ha dado lugar al desastre no ya económico, y a la foto de arriba me remito, sino sobre todo político y social, la percepción por parte de una gran mayoría de españoles de que después de décadas de democracia todo estaba montado en beneficio de una élite de intocables compuesta por lo de siempre. Pero bueno, será precisamente eso a lo que se refería el Borbón cuando hablaba de que lo más le orgullece de su reinado es haber conseguido una España moderna y solidaria, vamos, para desternillarse, oyes, no se puede ser más cínico o memo.

Pero bueno, ya lo dijo el esperpento al cuadrado del eterno flequillo, juntos podemos, podemos capear el temporal y conseguir llevar la nave a buen puerto bajo la tormenta, esto es, hacer todo lo posible para que una vez escampada ésta nada de lo que hay cambie en esencia, para que todo siga igual y sobre todo los mismos de siempre al frente, Lampedusa siempre en mente, como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera que cambiar nada. Y en eso están, con la ayuda de sus cortesanos en todos, prácticamente todos los medios de gran difusión y los dos grandes partidos. Sólo así se entiende el desprecio infinito de un locutor de una de esas emisoras de alcance nacional cuando tras escuchar las babosas declaraciones de los portavoces del PP y el PSOE encomiando las palabras del Borbón, le toca dar paso a la mosca cojonera de turno, la minoría por méritos propios, esto es, por no haber comulgado, o acaso sólo lo justo y en el pasado, con el consenso establecido entre todos los poderes fácticos españoles para divulgar la idea de un rey que no nos lo merecemos, la hostia en verso, un don divino, bueno, franquista más bien: "damos paso a las declaraciones de Gaspar Llamazares, que parece ser que tiene algo que decir que no le gusto de la entrevista..." a lo que bien podía haber añadido: "será hijo de puta, porque tiene que haber de todo, que si no, le metía yo paredón a ese rojo de mierda..."

martes, 1 de enero de 2013

ZALDIARAN MAGALEAN



Urte berria, bai, eta aspaldiko partez, nik uste lehenengo aldia dela egia esan, ajerik ez; baina bai biharamona, izugarri ugaria suertatu baitzait goizean goiz jeiki, barteko mahaia bildu, platerak
garbitu, zaborra hartu herriskaren sarrerako edukiontzietara botatzeko asmotan eta handik Zaldiaraneko gaineraino kotxez Urte Berriko ohitura gasteiztarra berandu egin gaizki betez. Eta aitortu beharrean gustatu egin zaidana, bai noski, Urte Berriko goizean hain osasuntsu jeiki izana aspaldiko partez, hau da, gaueko sagardo zein Uische-Beatharen ondorioak pairatu behar izan barik.

Eta gustatu zait, izugarri gainera, Zaldiaran aldetik berriro ibili ahal izatea, batik bat negu partean, negua bihotz-bihotzen maite dudalako. Halako arraroa naiz ni, negua maite dudala, edurra zein euria gogoko ditudala, basoan zehar noala zapatak zein galtzak lokatzaz blaitzea, belarriak zein sudur punta izotzaz ozta-ozta, eta batez ere, ikusmiraz gozatzea, negukoa bai delako ederra, Gasteiz aldea hemendik ikusita,  zer green eta ze hostia, Gasteiz hits eta grisa, inoiz baino nabarragoa, eta atzealdeko mendi tontor ederrak edurpean, Anboto, Gorbeia, Elgeamendi, Aizkorri, hauen itzalpean koskortu gara, Zaldiaran mendian gora goazela beti urrunean presente eta dotore-dotore, nahiz eta gaur ere Elgeamendi gainetan haizerrotak edonondik nagusi izan, gure barne paisaiaren osagarri berria. 

Eta bazoaz ere herrixkan zehar, auzokoen etxeen artetik, kale nagusia ia kale bakarra baita Berroztikoa. Gogoratzen duzu aspaldi hildako basozainaren etxea, inoiz ondo ezagutu eta are gutxiago konpondu egin zinen auzokoenak, hainbat gorabehera izandakoekin, gaztetan oso harreman estuak izan eta gaur hutsean geratutakoenak, ezbeherrak izugarri, sinesgarri ere, jo egin zuen etxe ia madarikatua, oraintsu hildakoena, auzoko zein etxe berriak, etengabe aldatzen ari den herrixka, aberatsen herrixka, non bertakoak ere aberastu egin ziren kanpotik etorri ziren diruari esker, ez ahaztu. Herri tristea, edonola ere, mendi magalean ezarrita. Baina, niri betidanik Lautadako herrixka gehienak hala begitantzen zaizkit halabeharrez, ni hiritar peto-petoa naiz, ama ere hiritarra eta aita aldiz hiribildu batekoa, egia esan ene senitarteko guztiak hiritarrak edo hiribildutarrak omen dira, herrixketako jendearekin zerikusi eskasa dutenak. Herri txikietakoak nahikotxo bereziak baitira gure ikuspuntutik, hertsiak, mesfidatiak, haiek dira arabar gizalegetsua baina baita faltsua ere erdal esaera ona egiten dutenak, bada topikoa bai, baina atzo herrixkatik ibilian nengoela aspaldiko kontuak zein eskarmentuak gogora ekarrita ezin dut besterik esan.

¡VIVA LA TELE!

    Sueño que me arrastra no sé quién o quiénes a la entrega de los premios de un festival de la tele que se celebra en una ignota, gris y a...