jueves, 26 de noviembre de 2009

Pequeño cabroncete...


Todavía estoy recuperando fuerzas, recuperando la paciencia perdida, tras una tarde de brega con mi retoño en versión caca-teta-ronquido. Que resulta que ayer por la tarde mi señora decidió librar de sus obligaciones como madre para irse al cine con nuestro primogénito a ver una esas peli-navideñas, el cuento dickensiano de Mr. Scrooge, un señor al que la Navidad le gustaba menos que una diarrea en ayunas, ya ves tú que monstruo, Aunque en realidad también se puede ver como un ponbre comerciante que no podía desentenderse de los problemas de su negocio, un workalcoholic que se dice, y de ahí sus reticencias hacia la cosa esa de los buenos sentimientos versión villancico.

Sea como fuere, el caso es que me quedé toda la tarde a cargo del pequeño cagoncete. No era la primera vez que ambos nos quedábamos a solas, por lo general cuando su madre va a buscar al otro o sale a hacer algún recado, pero desde luego que no tanto tiempo. Y ahí estuvimos los dos y el biberón que me preparó mi señora, que me dijo que no iba a hacer falta porque le acababa de dar de mamar y mira tú qué rico que ya se ha dormido y te va a dejar trabajar. Y una mierda, debió pensar el pequeño monstruo, que fue marcharse su madre con el otro y abrir los ojos en plan "empieza la fiesta", todo ello con una de esas sonrisas torcidas que tiene el baby y que me hacen pensar si no será la reencarnación del diablo o algo por el estilo. El caso es que fue abrir los ojos y ponerse a berrear, buaaaaaaaaaaaaaaaaa...., de modo que acunarlo en balde, cogerlo en brazos para nada, pasearlo por la casa todavía para menos. Y como no podía enchufarle el bibe porque todavía estaba caliente, pues eso, a joderse toca, ni cucamoñas, ni nanas a través de youtube, ni amenazas de arrojarlo por la ventana, nada, buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh. Total, que sólo conseguí inducirle cierto equilibrio emocional mediante el sistema de ir por la casa dando saltitos con él en brazo y cantando una nana, haurtxo polita sehaskan daaaaaaaago... En fin, patético. Y a la hora, cuando ya el bibe estaba frío-frío, a enchufárselo. Entonces empezó el mosqueo con el nene, que le dio por jugar con la tetilla, a buscarme la nariz en vez de ésta, a tragar, eruptar, vomitar y llorar... y vuelta a los brazos de papa, que no había manera de que conciliara el puto sueño, cuatro tomadas y nada, el nene quería cuello y más cuello, buaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh. Eso sí, cinco minutos antes de que volvieran esos dos del cine, todo contentos, va el pequeño cabroncete y se duerme. Y encima va mi señora y me felicita por la mano que tengo con el nene, hay que joderse.

Pero todavía tendré que joderme más hoy a la tarde, que la señora tiene que dar un curso y me deja con LOS DOOOOOOOOOOOOOOSSS!!!!

Ya me gustaría saber a mí cuándo dije que quería ser padre para llenar no sé qué espacio vital, estaría borracho.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Crónica de un sábado en mitad del páramo castellano


Sábado de comida en Benavente, que como queda a medio camino de Asturias y Madrid había sido elegido por mi señora para concentrar a su parentela en un coqueto restaurante del centro de la villa. Benavente, que como tantas otras localidades de Castilla, y muy especialmene en invierno, resulta lo más parecido a una de esas ciudades del sur de los EE.UU en plan rastrojera rodante, carteles a go-go y cierzo hasta en el alma, al menos una vez pasado León donde todo se hace un llano interminable, un inmenso parámo que incluso da nombre a alguna de sus aldeas como Santa María del Páramo, más descriptivo imposible. La verdad es que la sola idea de habitar por aquellos lares echa para atrás y, sobre todo, que como te entre una neura y las ganas de echarte al monte no vas a saber hacía qué lado correr, dónde coño está el monte, ¡y los árboles?. Al lugareño supongo que le joderá leerlo, si es de los de mi terruño sobre todas las cosas puede que hasta tenga el pilón a punto por si acaso; pero, al menos hasta muy pasado Arevalo y sobre todo alcanzado Guadarrama (así como Soria que es otra cosa completamente diferente y de ahí Machado y sus poemas, que es preciosa al lado del páramo al que me refiero, al igual que la parte de Burgos desde Montes de Oca hasta Miranda y todo el norte de la la región bordeando con la Cornisa) el horizonte apenas es una línea de barbecho y alguna que otra viña diseminada, nada que ver con Aranda y alrededores. Luego cómo no caer en otros tantos tópicos al uso, que si el paisaje da forma al carácter y de ahí la adustez del castellano, de su gastronomía, de su arquitectura, de su todo. No seré el primero en presentir que de una tierra con tanto yermo y matorral, con tantos extremos geográficos como metereológicos, sólo puede salir gente tal cual, de extremos, de rotundidades castellanas, los entendidos dicen que es cosa de no tener el mar cerca, que se nota y mucho. En fin, sea como fuere, cada vez que recalamos por lo que sea en una de estas ciudades/pueblones la sensación de haberlo hecho en lo más profundo de la España del topicazo con cochinillo o lechón asado de por medio resulta inevitable. Cerca de ahí está también la Tordesillas en la que paramos a comer el año pasado, ver, comer y salir pitanto, no se nos fueran a contagiar las ganas de lancear toros bravos y una vez ya puestos vete a saber qué más o a quién; vamos, como antes supongo que lo hacían con los moros, judíos, conversos y demás herejes. En fin, será cosa de los prejuicios propios, cómo no, y también algo de los ajenos, pero es poner el pie por aquellos lares, como el sábado en Benavente, y percibir una ranciedad ambiental a lo aquí ni pasa el tiempo ni se le espera, que termina por asfixiar y miucho, por favor sáquenme de este Cuéntame que yo pertenezco al siglo XXI. Luego no digo que la gente no sea encantadora como en casi todas partes, otra cosa que en cuanto a simpatía hasta un camarero o una dependienta de Vitoria, donde el cierzo también hace de las suyas, hasta pueda llegar a pasar por brasileña o andaluza a lado de una castellana. Madre mía, qué gente más siesa,le paras a alguien para preguntarle por una calle y poco más que se lo tiene que pensar un rato largo antes de contestarte. Como que me pongo a pensar en algún evento o fiesta conocido en los que esta gente de rienda suelta a su alegría, sus ansías locas de vivir y en ese plan, y a falta de carnavales sólo se me ocurren las procesiones de Semana Santa, a lo castellano, es decir, "¡¡el que hable, cante o respire hondo al pilón!!". Pero ya digo, entre que recalar en Benavente se me antojaba hacerlo en mitad de un pueblo del Oeste, tipo Texas o Arizona, y que me acordaba de cuando paré con mis amiguitos a la vuelta de Galicia, tras la correspondiente curda de campeonato para lo de la despedida de vacaciones estivales, que me acuerdo del pobre Aitor que no le entraban los macarrones del menu de la resaca que tenía, que se nos tumbó en un banco de la plaza mientras nos dábamos un garbeo por el pueblo para bajar la comida, despejar lo que quedaba de la resaca propia, ver algún monumento a lo aqui el Medievo fue nuestra época dorada... Pues eso, que no se trata precisamente de un sitio en el que recomendar una paradita si uno no va mal de tiempo de viaje y tiene que hacer un alto para reponer fuerzas con un lechón asado, unos chorizos o echar una cagada.

Resumiendo, la comida muy bien,no tanto en lo gastronómico, que ni me enteré, como en lo ambiental, o al menos eso creo a tenor de cómo se lo debieron pasar los Ortega entre tanta risa y chufla mientras los consortes nos dedicábamos a domesticar a las fieras, que no había manera de retenerlos en las mesas, de que comieran, que no tropezaran con las camareras cuando pasaban. Un verdadero tostón, todo el rato al borde del ataque de nervios, sólo atemperado por las, de nuevo, dosis ingentes de cerveza, vino, patxaran, orujo y cubata que servidor tuvo que trasegar para no estrangular a su retoño y poder soportar a los de los demás.

Con todo supongo que hubierse sido mucho peor haber estado en Mendizorrotza el domingo para ver el bochornoso expectáculo del Alavés, que se deja remontar, cuatro expulsiones, lluvia de objetos, a ver si al final va estar donde tiene que estar. Así como los verdaderos futbolistas vitorianos donde tienen que estarlo también, en el Athletic, que ya es triste, pero... precioso gol de Toquero al Barça...

En fin, largo fin de semana invernal y el próximo ya en casa.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Mordeduras de escorpión


Menuda pasada se ha pegado el Forges hoy con la viñeta de arriba, como que apesta a mezquindad por todos los poros. Ya hay que tener tripas para cachondearse de las únicas víctimas de todo este embrollo del escorpión famoso. Pero claro, uy, se me olvidaba, es que según cierta opinión pública los marineros en cuestión no son del todo inocentes. Algunos, a saber si en un arrebato de hiperprogresía supersolidaria que te cagas con los pueblos del tercer mundo o ya directamente con los túnidos, les ha dado por decir poco más o menos que los verdaderos piratas eran los del Alakrana y no los somalíes. Y a estos últimos casi que los tachan de héroes anónimos a lo Robin Hood que sólo se limitan a defender sus aguas de la rapiña de los pisciesquilmadores occidentales. Increible, dejando a un lado el hecho de que los del Alakrana fueron abordados más allá de las doscientas millas de rigor, en este caso de un país que no existe porque sus propios habitantes se han dedicado durante décadas a destruirlo, que nunca, jamás, han sido capaces de dar forma a algo así como un verdadero estado de derecho o por el estilo desde que se independizaron de los italianos (si bien ya es mala suerte que de entre tantas potencias europeas te colonicen precisamente los italianos...). El caso es que parece que cierta "intelectualidad" superpogre española no tiene muy claro quién es el malo de la historia, y una vez más siempre se pone en contra de la libertad de comercio, y más en concreto el derecho a hacer negocio, a pescar allá donde se pueda y como se pueda, bien que siempre de acuerdo a las leyes internacionales y lo que sea. Lo fácil, lo bonito, lo ful, es criticar en plan mira-que-concienciado-soy-con-los-pobres-del-mundo a los armadores y su derecho a hacer negocio y con él el que deriva de toda la industria del atún, a los trabajadores del mar y de las conserveras a ganarse su sustento gracias a una industria tan legítima como que levante la mano el que no ha abierto nunca una lata de atún. Por eso les da por arremeter contra la libertad de comercio, porque resulta que nos aprovechamos de los pobres e inocentes somalies que son incapaces de organizarse entre ellos de otra manera que no sea a golpe de kalasnikov, les robamos las riquezas que nunca han sabido explotar y a las que nunca han hecho caso porque de lo contrario bien podían haber hecho lo que hacen en otros países del continente como Senegal o Namibia: cobrar la cuota que les corresponde a los barcos extranjeros por pescar en sus aguas. Da grima oír o leer a cierta gente y su capacidad empática con los criminales, que casi hacen del pirata somalí un pobre inocente al que la perfidia innata del hombre blanco occidental le ha obligado a delinquir, cómo no se van a poner luego del lado del descerebrado que se carga de bombas y se lanza contra un grupo de personas en nombre de Alá, Dios, Javhe o el puto dios de turno, otro al que poco más que hemos sido los demás los que lo hemos abocado a que se convierta en un asesino.

Claro que luego están los que llevados por una ardor guerrero de sobremesa y carajillo les ha dado por despotricar contra el gobierno por no haber utilizado el ejército todo su potencial armamentístico y tal con el fin de liberar al barco de marras a las bravas, al abordajeeeeee, casi por no haber bombardeado Mogadiscio y alrededores a lo todavía semos un imperio. Y para rizar el rizo ahí estaba el Hermann Tertsch del Valle-Lersundi en Telemadrid poniendo a parir a los de Bermeo porque no salían a la calle a celebrar la liberación de sus vecinos gracias a las gestiones, bien que torpes, de improvisados a lo Zapatero, del gobierno español, con banderitas españolas; tócate los cojones lo enferma que está alguna gente con sus neuras de banderas y demás mierdas, su obsesión porque el prójimo, ya no que piense como él, si no hasta que baile...

En fin, como que lo único discutible de toda esta historia es lo del sainete judicial con los dos piratas y todo lo más que el gobierno haya pagado de su bolsillo cuando el que tenía que apechugar y endeudarse hasta la cegas no era otro que el armador, que para algo ha arriesgado, y ya se sabe que toda inversión tiene sus riesgos...

Con todo, y lo que es más importante, muy por encima del libre comercio, los sueldos de los marineros y las dudas acerca de si el estado ha de correr con los gastos que se generan otros, a ver quién tiene cojones de decirnos que nos aguantemos sin atún para el marmitako, la ensaladilla o a la plancha, a ver...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

A CASTAÑAZO LIMPIO


Pues resulta que hace unos días M celebró el AMAGÜESTU, que ye la fiesta que celebraban tradicionalmente en los pueblines en otoño alrededor de las castañas y que ahora recuperan los colegios de Asturies para eso de inculcar a los guajes las cosas de la terrina y de refilón el amor a la naturaleza y en ese plan. Total, un bonito día de fiesta en la que los nenus comen castañes y beben sidrina, que es el mosto de la sidra, se menean al son de gaita y otras cosinas que no me acuerdo. Pues que para que os hagáis una idea del tipo de padres desnaturalizados y egoistas que somos, no nos hemos acordado de que era el amagüestu de los cojones hasta media hora antes de ir a recoger el nene. ¡Hostia, pero si hoy era el amamosto ese! . Que resulta que el nenu tenía que haber llevado les castañes que recogió la semana pasada en una salida al campu, y que también teníamos que haber ido a la fiesta para confraternizar con los otros padres, sacarnos unas afotos, tomar unes sidres y todo en ese plan. Pues se nos había pasado del todo. Así que cuando hemos ido a por el nenu la profesora nos ha mirado como diciendo "míralos, q no somos dignos de mezclarnos con ellos". Y claro, para disimular y tal ha habido que darle palique a la señora, sacarnos unas afocos con los guajes que todavía no habían sido recogidos por los padres, probar unas castañas asadas ya requetefrías y aparentar algo de interés por el evento en cuestión. En eso que la señora me explicaba que la fiesta es típica no sólo de Asturies sino también de Galicia donde la llaman O Magosto, me pregunta a ver si en mi terruño había alguna fiesta típica de otoño con castañas y tal, y claro, a mí lo único que se me ha ocurrido parecido al amagüestu de las narices han sido las peleas a castañazos contra los del colégico público de Luís Dorado o las del Prado contra los de Marias y Coras, lo cual ha despertado la curiosidad de la profesora, como que, y esto es algo con lo que me tropiezo a menudo por estos lares, tiene cierta dificultad o lentitud para captar determinado tipo de ironía tirando a bruta, me ha preguntado todo seria en qué consiste la fiesta exactamente, a lo que yo, verdaderamente sorprendido de tanta cortedad, le he contestado que básicamente en abrirle la cabeza a los de los otros colegios. Entonces ha sido verle el gesto de la cara y darme cuenta que no le hacía falta decirme lo que se le estaba pasando por la cabeza en ese mismo momento, y que no era otra cosa que "ahora entiendo lo de la ETA, si es que ya desde pequeños..."

Compromiso ruso


Me estaba resistiendo por eso de que para cuatro o menos que me leen no voy a aburrir con comentarios de libros. Pero bueno, como esto del blog en el fondo es un verteneuras y de lo que leo sólo comento lo que me ha gustado o llenado de verdad, pues ahí va.

Pues resulta que me he acabado Konpromisoa de Sergei Dovlatov, de Hiria, El Compromiso (si bien no en cuanto a "promesa", "cumplimiento a la palabra dada" o así, si no en el sentido ruso, según el traductor, esto es, el intento de llegar a un acuerdo, en concreto que que satisfaga a los que mandan y ayude a guardar la ropa a los que obedecen, por lo que yo en mi modestia hubiera traducido como "La Componenda" y en euskera, que es la lengua en la que lo he leído, como "Konponbidea" o así, pero bueno, quien soy yo para... para nada) una verdadera sorpresa, una gozada de relatos salpicados de ironía, ternura y dosis ingentes de melancolía eslava. Historias en primera persona de un periodista de la antigua Unión Soviética en una pequeña capital de casi provincia, en Tallin, Estonia, para ser más exactos, lo que a el protagonista, un ruso de de San Petersburugo, entonces Leningrado, de ascendencia mitad judía y mitad armenia con todo lo que eso lleva en la antigua desunión de pueblos socialistas, venía a ser algo así como el culo del mundo o por estilo. Historias, por lo tanto, de la vida cotidiana de personajes que han recalado en una republica soviética en la que se saben no sólo extranjeros sino también invasores o por el estilo, o lo que es peor, algo así como comisarios políticos por el sólo hecho de ser rusos en una republica invadida por Stalin en su momento. La realidad es que son fracasados a los que su escaso entusiasmo socialista, su torpeza política o sus muchos vicios inconfesables y otros que sí lo son, los han condenado a una especie de semidestierro en el que no se van a redimir precisamente. Más bien todo lo contrario, afrontarán su nuevo destino de la única manera que saben, con la resignación del que sabe que haga lo que haga nunca logrará medrar en un sistema, el soviético, que sólo premia a los mediocres, los sumisos por principio, los lameculos de nacimiento y no. Así que mejor resignarse y no llamar mucho la atención. Pero no, el mundo que les rodea, esto es, la burocracia y el servilismo soviético, el fanatismo revolucionario o el oportunismo de comisario/jefe de turno, la ridícula pomposidad de todo el sistema, la hostilidad pasiva de los estonios, el fatalismo innato de los rusos y la terrible y omnipresente presencia del vodca, no ayuda precisamente a que sus vidas, sus actos, ya que no pueden ser completas, por lo menos sean discretas. Así pues se suceden las anécdotas más o menos chuscas, más o menos patéticas, grotescas, y sobre todo, un halo apenas perceptible del tan traído fatalismo ruso, esa mezcla de resignación ante lo que hay, un sistema autoritario tan estúpido como despiadado, y de alegre pesimismo etílico, como no podemos hacer nada para cambiar las cosas mejor bebamos hasta caer muertos...

El libro contiene historias como esa en la que el director del periódico envía al protagonista al hospital de la ciudad para que de cuenta del primer nacido en el día de no sé qué fecha destacada del calendario soviético. No vale cualquier bebé, tiene que ser un bebe socialista y claro, el primero, como mandan las estadísticas, resulta demasiado estonio, esto es, sospechoso de conventirse en el futuro en un peligroso nacionalista antisoviético. El director le manda que busque otro más "socialista", y el periodista da con uno cuya madre, una rusa que trabaja de operaria en una fábrica soviética con los correspondientes menciones honoríficas por su trabajo de las autoridades parece la ideal, pero vaya por Dios, el niño es negrooooo, hijo de un estudiante etiope que en su momento decidió quedarse a disfrutar del paraiso socialista; no te jode, comparado con el infierno africano... Hay que buscar otro, y el periodista, desesperado, al final encuentra otro con la ayuda del director del hospital, un estonio del que no llega a saber si se demuestra tan solícito porque se está cachondeando de él y del periódico, que el hombre es así de pánfilo o se trata de la tan cacareada resistencia pasiva de los pueblos bálticos, que éste sí, es hijo de un renombrado miembro del partido y una camarada otro tanto. EL periódista piensa que por fin lo ha encontrado, pero tate, cuando se lo comunica a su director éste le dice que nanai, que a ver si está bobo o qué, acaso no se ha dado cuenta que el bebé se apellida STEIN, esto es, que es JUDIOOOOOOOO. EL periodista ya no sabe dónde meterse. ¿Acaso en la URSS no se han borrado tanto las diferencias de clase como las de origen, no son todos iguales ante la ley y en ese plan? El director que no sabe si está delante de un subversivo o de un tonto del culo, el director que a su vez es tan judío como él...

En otra el periodista es manadado a reportar las honras funebres de un destacado camarada de no sé qué planta de producción. La cosa es de una pomposidad que asusta, a lo soviético en plan plaza del Krelim y por el estilo. Un orador sube a la tribuna y suelta un discurso de un par de horas, elogios, lágrimas, anécdotas de sus años de amistad con el fallecido, el público que no puede contener las lágrimas, hasta el periodista se emociona. Cuando acaba el discurso todos se lanzan al papeo, el orador se pone hasta el culo de vodca y de repente que se disculpa porque tiene que marcharse a otro acto fúnebre a echar otro discurso. Parece ser que el tipo en cuestión en un actor especializado en ese tipo de eventos, un funcionario de las pompas fúnebres a lo soviético. Y el caso es que todos lo saben, empezando por los compañeros del difunto que como no podía fallar le confiesan al periodista que éste en realidad era una auténtica bestia parda, que no lo podían ni ver de puro capullo.

En fin, historias chuscas entre las que también hay mucho lirismo etílico, mucha nieve en el paisaje y en el alma, mucha tristeza infinita y algún que otro affaire amoroso que no da en nada porque para qué entusiasmarnos si hoy estoy aquí y mañana puede que en Siberia. Una gozada de lectura que nada tiene que ver con otras archiconocidísimas de esa misma época del tipo del Archipiélago Gulag del Alexander Solzhenitsyn, un verdadero tostón que tiene más de actad de notario que otra cosa, o el famoso Doctor Zivago de Pasternak, no pude pasar de la mitad del libro, me dormía y me decía a cada rato que nunca una película hizo tan bueno a un libro. Incluso El Maestro y Margarita de Bulgakov me dejó bastante frío y eso que le reconozco el mérito literario, pero en eso como en tantas otras cosas seguro que es culpa mía de puro bruto o casi. Y mejor no hablar de Gorki, Platonov y otras luminarias del tremendo tostón que fue el realismo socialista como no podía ser de otra manera cuando se funcionariza la escritura.

De todos modos, reconozco mi resistencia a la literatura rusa del periodo soviético puede deberse a un prejuicio personal dado que de todas las literaturas los clásicos rusos son probablemente los que más me apasionan desde siempre, desde que leí de pequeño al Dostovyeski con su Crimen y Castigo y desde entonces todo lo suyo, como Tolstoy, Chejov, el maravilloso Turgenev, en fin, que alucinaba con lo increiblemente modernos que parecían para la época, que eran eso que más gusta en un escritor, lo que busco, una voz propia, libre y sobre todo original, con las consabidas dosis de humor, lirismo y por qué no mala leche. Dovlatov no les desmerece, en las cosas que he pillado por internet, casi todas en inglés o francés porque en español como que no existe, lo califican de "menor", se supone que porque se centró básicamente en el relato. Y una mierda, su grandeza reside precisamente en eso, en lo pequeño hecho universal, como en casi todos los verdaderos escritores que crean sus mundos a partir de lo inmediato, de lo que de verdad duele. Toma ya.

lunes, 16 de noviembre de 2009

LA JUSTICIA DEL PUEBLO...


Parece ser que una vez más un "Jurado Popular" ha dado muestras de las virtudes que anidan en este tipo de instituciones tan "democráticas", tan ecuánimes, tan acorde a ley. Y nada menos que declarando culpable de "homicidio" y no de "asesinato" al pamplonica que mató tras un arrebato y no correspondido acceso amoroso a una chica de Irún, la cual posteriormente intentó descuartizar y trasladar su cuerpo hasta la Ultzama donde pretendía enterrarla. El chaval, qué cara de buena persona, sanote, protagonista de los telediarios de la última semana, no sólo confesó el crimén, sino que además se declaró arrepentido. Y claro, pobrecico, un momentico malo, que dirían en Iruña, lo tiene cualquiera, cagondios. Además, si se le ve en la jeta que no es mal chico, eso y que es meeeédico, y de la tierra, joder, de la tierra, navarro de pura cepa. Otra cosa habría sido si el chaval se hubiera presentado en vaqueros y con barba de dos o tres días, si hubiera estado en el paro o por el estilo, sin estudios, si hubiera sido de fuera y no precisamente del Este o por el estilo. Va a ser un criminal el pobre, quia, ya le estaría provocando la muy zorra, mira que esas de Irun... Y en fin, pues nada, un homicidio tonto lo tiene cualquiera.

Y ya no sé cuantas van, por no recordar aquella tan memorable del Mikel Otegi que se cargó a dos ertzainas porque lo estaban acosando, jodidos cipayos, dos tiros eran pocos. A este lo absolvió otro jurado popular de esos tan ecúanimes porque el borono en cuestión andaba un poco "apatxaranado" y ya se sabe, otros que van provocando, la de Irun con la minifalda y estos con las txapelas rojas, cabrones.

Pero si la cosa va de rizar el rizo que no falte. Ahí está lo del gallego, un tal Jacobo Piñeiro que si nace más..., que se cargó a dos chicos porque tenía miedo de ser violado por ellos... y no contento con ello prendió fuego a los cadáveres. A este lo absolvieron del asesinato de los dos chicos porque ya se sabe que anda mucho maricón suelto y nunca se sabe dónde, cuándo y cómo te la pueden clavar. Eso sí, le cayeron 20 años por el incendio, que con las cosas del fuego no se juega, faltaría más. Lo dicho, de traca cuanto menos.

Y en esas estamos, con jurados populares porque un ministro del PSOE tan progre como meapilas, del Opus para más señas, como que le ha puesto hasta una calle en Zaragoza a monseñor Escriva de Balaguer y no sé cuántas cosas más,(¿que cómo se come eso? Yo qué hostias sé!), se le ocurrió la brillante idea de sacarse de la manga una institución la mar de chachí. Decía que era el novamás de la democracia, a lo esencias preconstitucionales, en plan el pueblo reunido bajo el árbol impartiendo justicia y toda la hostia, como los padres fundadores de Obamalandia. Se le olvidó recordar que no es lo mismo que te juzquen por el mismo delito en un estado u otro de la Unión, que dependiendo de los tarados que te toquen, de los lumbreras que elijan para jueces, de lo presionables o impresionables que sean los señores del jurado, ya te pueden mandar a la silla electrica como colgarte una medalla. Vamos, en el caso reciente de Pamplona lo que me estraña es que no hayan condenado a la familia de la víctima a pagar las costas y una indemnización al asesino por las molestias. Ya puestos...

DE LINGUA NAVARRORUM...


He aquí el artículo publicado recientemente en el Correo y el Diario Vasco por mi editor Luis Haranburu acerca de la nueva política lingüística del Gobierno Vasco y la contestación por parte de una de las luminarias de la izquierda abertzale a través del Gara. Cada cual que saque sus conclusiones acerca del profundo calado intelectual y argumental de la respuesta, que ya somos mayorcitos:

VERACIDAD Y SENTIDO COMÚN

Luís Haranburu


Es esclarecedora la reacción suscitada en la comunidad nacionalista tras el anuncio de la consejera de Educación sobre la reforma de los currículos docentes y la revisión del estatus del euskera como obligado y principal vehículo docente. La reacción airada del nacionalismo radical se ha visto acompasada por la respuesta más matizada del PNV, que si bien no ha dejado de hacer uso de la retórica más gruesa, apenas ha entrado en el fondo de la cuestión. Y es que el sentido común no es patrimonio exclusivo de doña Isabel Celaá.
Lo de la agresión al euskera por el hecho de equiparar al euskera y al castellano como lenguas vehiculares no se tiene en pie ya que con ello se pretende, no ya agredir al euskera sino, más bien, liberarla de las excesivas expectativas y de la servidumbre de un voluntarismo impropio. Los modelos vigentes continúan y los centros que lo deseen seguirán impartiendo el modelo D. Esa es y no otra la voluntad política de quien apela a la autonomía de los centros docentes como camino de su mejora.
La medida adoptada en su día por el consejero Tontxu Campos, aparte de carecer del suficiente consenso político, fue además ilegal como los tribunales sentenciaron. La premiosa y furtiva manera como los decretos ahora reformulados fueron publicados, puso de manifiesto que ni siquiera gozaban del consenso de quienes formaban el último gobierno de Ibarretxe. Impulsado por su voluntarismo y por la presión de la radicalidad abertzale, Tontxu Campos quiso sorprender a todos forzando al sentido común y desdeñando el acuerdo alcanzado en base a la propuesta del Consejo Asesor del Euskera. EA es hoy un partido en claro retroceso como su exigua representación parlamentaria lo atestigua. Parece ser que su radicalidad y voluntarismo le hayan pasado factura. Y es que ir contra el sentido común resulta caro y políticamente nocivo.
Dicen que el sentido común es el menos común de las virtudes políticas y así parece confirmarse en el caso del forzado voluntarismo al tratar de imponer el euskera como lengua vehicular prioritaria en una comunidad escolar donde el conocimiento de dicho idioma es minoritario. Y es que no se puede obtener el vigor y la salud de un idioma a golpe de decreto.
El problema, sin embargo, no estriba tanto en el error cometido por decreto, sino en el grave daño causado al euskera al ser utilizado como punta de lanza en la querella política. El pretender utilizar al euskera de modo antinatural y forzoso, contra las leyes dictadas por el sentido común, causan a nuestro idioma un daño irreparable al menguar el consenso social que le es tan preciso. Una lengua no cabe imponerla por decreto, como si de una norma fiscal se tratara. Las lenguas minoritarias constituyen un material frágil y delicado que requiere de cuidados extremos.
Querer forzar las etapas de la recuperación del euskera o querer imponer un estatus que le es superior, puede dañar seriamente a nuestro idioma. No por tener más prisas se termina alcanzando mejores metas. Toda cautela es poca cuando una lengua minoritaria pretende negar la evidencia de su debilidad. Y es que, mal que nos pese a todos los que amamos al euskera e incluso hemos dedicado una gran parte de nuestra vida a su cultivo y cuidado, el euskera esta débil y es minoritario. Guste o no, las lenguas que conviven en la sociedad vasca, siempre tendrán una relación asimétrica y ningún decreto podrá suplir a la realidad
No obstante, la debilidad y el ser minoritario no pueden servir de excusa para dejar de impulsar políticamente al euskera. Los sucesivos gobiernos vascos, e incluyo al actual, han habilitado políticas de discriminación positiva que han dado excelentes frutos al aumentar el número de los vascoparlantes e incrementar sus usos sociales. En este sentido, cabe afirmar que el Estatuto de Gernika ha supuesto el mayor y mejor impulso recibido jamás por nuestro idioma. Negar tal evidencia es una necedad.
Afirmar que el actual Gobierno Vasco agrede al euskera o minusvaloriza su importancia es, además de una estupidez, una evidente mentira que se da de bruces con la realidad de los hechos. La promesa electoral del actual lehendakari de no restar recursos a las políticas del euskera ha prevalecido incluso en medio de la gran crisis económica que nos afecta. La orientación de las medidas que la consejera de Educación ha diseñado, irían más bien en beneficio de la verdadera salud del vascuence. Al pretender reubicar al euskera en el sistema educativo vasco, se buscaría no violentar sus ritmos de normalización y preservar los usos que le son inherentes.
El euskera no puede soportar el peso de todas las apetencias del abertzalismo y no puede estar sometido a la presión de quienes desean su inmediata recuperación. Hay amores que matan y todo euskaltzale debe saber que por encima de su amor está la realidad.
El euskera ha de hallar su sitio en el concierto de idiomas que se imparten en las aulas vascas. El trilingüismo que se pretende impulsar, con la decidida incorporación del inglés que es hoy nuestra lingua franca, puede paradójicamente servir para que el euskara obtenga su definitivo desahogo como lengua de comunicación prioritaria, en los ámbitos de los que ha sido expulsado por la desidia de los propios vascos. El euskera ha de retornar a las calles de Euskadi y ha de volver a ser, también, el idioma de la cocina y del ocio. Si el contexto social y cotidiano le es adverso, el euskera desaparecerá pese a que en las aulas se enseñe astrofísica en la lengua de Axular.
Lo prioritario para la salud del euskera no es su primacía forzosa en las aulas, sino la recuperación de los usos y espacios de los que ha sido desalojado. La salud del euskera a golpe de decretos puede aliviar la mala conciencia de no pocos, pero ello no impedirá que el euskera perezca o en el mejor de los casos acabe convirtiéndose en una lengua de culto pero sin hablantes. Delegar la salud del euskera al sistema educativo, puede ser políticamente cómodo, pero la escuela por si sola no puede recuperar el euskera, objeto del desdén secular de las élites vascas. No podemos cargar al euskera con nuestras frustraciones y buscar por su mediación la solución de nuestras miserias.
Sobre el tema del supuesto adoctrinamiento que subyace en los decretos ahora puestos en cuestión, nada es más evidente y obvio. Lo que ocurre es que durante demasiados años lo excepcional se había convertido en habitual. No es normal que los credos nacionalistas se impongan en las aulas como si de verdades científicas se tratara. Elevar a categoría de conocimiento indiscutible las apetencias y ensoñaciones políticas de cada cual al rango de verdades empíricas, no ha ayudado a la deslegitimación del terrorismo. La grave responsabilidad histórica contraída por las administraciones nacionalistas, en torno a la consagración de lo opinable en derecho fundamental, está en la raíz de la pervivencia de la violencia política en nuestro suelo. Es sorprendente que el mismo nacionalismo vasco que ha desalojado a la religión de las aulas, haya entronizado su credo político en la escuela. La saludable secularización de nuestras aulas requiere el cese del adoctrinamiento abertzale en las mismas.
La veracidad es un imperativo del conocimiento positivo, suplir la veracidad por la credulidad, la opinión o el mito supone una rémora criminal en el caso de la educación en valores y derechos. No todas las ideas tienen el mismo valor, rango y veracidad a la hora de ser expuestas en un aula. Hay ideas que conducen a la paz y a la convivencia, otras son vehículo imprescindible para adoctrinar en el odio y en la incivilidad. Confundir, por ejemplo, los campos semánticos de palabras como Euskal Herria basculando del campo antropológico y cultural al político, supone adoctrinar en una ideología determinada. Solapar el tema de la violencia de ETA, equivale a su legitimación social. La sociedad vasca que ha asumido la secularización que supone reservar los credos religiosos al ámbito privado de cada cual, no puede ni debe tolerar la entronización de los credos políticos en el seno nuestras escuelas. Ello supondría una conducta tramposa y un modo de retroalimentar las conductas violentas.
Se me dirá que toda educación conlleva un adoctrinamiento. Obviamente la educación no es neutral ni puede serlo en las cuestiones que constituyen la médula de la convivencia ciudadana. Existe una fosa insalvable entre la mentira y la veracidad por la que los docentes deben velar. Las virtudes y valores que conforman el acervo educativo siempre han de estar supeditados a la veracidad y al sentido común.


Y he aquí la respuesta de la portavoz del GARA

Maite SOROA | msoroa@gara.net

Empiezan a alucinar


Si les digo la verdad, no termino de entender si es que algunos han empezado a alucinar con el incienso de Ajuria Enea o si se trata sólo de hacerle la rosca al señorito, pero lo cierto es que en las últimas fechas se publican en la prensa -la de aquí y la de allí- unas melonadas de aupa el Erandio.

Ayer, en «El Diario Vasco», Luis Haranburu Altuna firmaba un extenso artículo digno de ser estudiado en las facultades de psiquiatría.

Según el editor donostiarra, «en su novela `Il Gatopardo' Lampedusa se muestra escéptico a cerca de los cambios en la vida y en la política cuando dice que `conviene que todo cambie para que todo siga igual'. Y es que el Lehendakari, conocedor del axioma lampeduasiano ha optado por cambiar pocas cosas para que, sin embargo, todo empiece a cambiar». No sé yo si López habrá leído a Lampedusa. No sé...

Y ahora empieza a glosar sus victorias: «El abertzalismo radical es consciente del cambio sobrevenido y ello explicaría su manifiesta perplejidad, que se traduce en su dificultad para articular un nuevo discurso político». Se le olvida citar que cuando alguien de la izquierda abertzale empieza a desgranar su discurso político, los de López lo meten en la cárcel.

A eso se debe referir cuando cita esos «cambios»: «Son importantes las acciones llevadas a cabo por el consejero Ares, en orden a establecer la normalidad simbólica y democrática del paisaje urbano, y lo son también los guiños que el nuevo equipo directivo de EITB ha realizado». O sea, más fotos de presos que nunca y la caída estrepitosa de las audiencias en ETB son los triunfos que adornan el palmarés de López. Cuando menos es curioso, ¿verdad?

Lo mejor es cuando busca los mecanismos que han hecho posible ese «cambio»: «Cuando todavía no se han cumplido seis meses desde la elección del nuevo lehendakari, el cambio reviste la forma de una transformación tranquila y profunda del ámbito político vasco. Esta transformación puede resumirse en la pérdida del miedo escénico que los vascos teníamos a un gobierno que no fuera nacionalista. La perdida de dicho miedo ha supuesto la liberación de fuerzas y energías políticas difícilmente mensurables todavía, pero que alientan una nueva fase histórica en nuestro país». ¡A ver cuándo reconocen que López está en Ajuria Enea porque ilegalizaron a Batasuna y se dejan de escribir memeces!


*el mapa adjunto representa el porcentaje de alumnos matriculados que cursan estudios en lengua vasca por territorios.

viernes, 13 de noviembre de 2009

MEA CULPA Y NO SALPIQUES


Por cierto, sirva esta entrada para recriminarme en parte la que hice ayer a cuenta de la impericia de mis progenitores con los aparatos con cables. Tampoco es que lo dijera muy en serio, hombre, a su edad yo creo que están eximidos de tener que bregar con la cosa de la tecnológía, y la verdad es que no sólo les entiendo sino que además tengo que confesar que también comparto su impericia y fastidio. El mismo día que estuvimos intentado poner los descoñificadores digitales me acuerdo de haber abierto la caja, sacado el manual de desinstrucciones y haberme puesto a jurar en hebreo y algo de sánscrito. Es que es ver un librico como esos y empezarme a salir humo por las orejas sólo con pensar que para encender una mierda de aparato tengo que perder una hora de lectura, incluso hacer el mínimo esfuerzo de concentrarme con la cosa esa de paso 1 tal y paso 2 cual. Me se pone una mala hostia que menos mal que estaba mi santa para aplacar mi furia blasfema. Podré tener paciencia para otras cosas, digo yo, pero con eso de la tecnología o me lo ponen ya en bandeja, cojones, nadie se compra un coche y le dan un manual para manejarlo, se supone que venimos aprendidos, que todos funcionan más o menos igual. Pero los cachivaches esos digitalpollas no, cada uno es un mundo inescrutable en sí mismo, que si tal, que si cual, y encima estoy convencido que para cada uno se inventan nuevos términos, no vaya a ser que lo entiendas a la primera, jodo. A saber las de veces en mi vida que no he estampado un aparato de eso contra la pared porque ya me estaba tocando los huevos conque si espere que se encienda la señal de no sé qué o espere cuatrocientas horas a que termine de configurarse en su pantalla a saber qué...

En fin, acabo de hablar con santa madre y que ya tienen tele gracias a un señor que se ha estado dos horas a la mañana y cuatro a la tarde para cambiar la antena, no sé qué de una factura astronómica pero al menos les ha programado todos los descoñificadores y ya pueden ver Gran Hermano por la 7, pedazo de oferta televisiva esa de los nuevos canales, la misma mierda de las cadenas de siempre pero ahora veinticuatro horas, al menos puedo estar tranquilo que este fin de semana no me voy a encontrar una noticia desagradable en el periódico tipo "matrimonio mayor de Berrostegieta prende fuego la casa y se inmola dentro, testigos aseguran que se oía a un hombre gritar: "¡mi vida sin Granjero busca Mujer o Hombres y Mujeres no tiene sentidooooo!.

FORÇA CAMPS Y DEMÁS RALEA





Imposible, uno quiere hacer entradas a lo mis cuitas de pega y no con la cotidianidad y alguna que otra pedantería para rellenar las tardes ya que mi señora cuando le doy la murga más de dos horas con lo mismo como que me frunce el ceño, y pasar lo máximo posible de la actualidad y sus cosas, pero hay cosas que...

Dejando a un lado lo de Camps y los "paseos" por la cunetas, bendita salida de pata de banco jaleado por su manada y en ese plan, leo entre los muchos desvaríos uno que para nada lo es tanto por mucho que este señor ya parezca carne de siquiátrico o por el estilo, vamos, lo que parecen indicar estas otras frases:

“Quedan uno o dos escaloncitos y esta cuestión absurda será pasado”. “La fuerza de la democracia es tan fuerte, que se llevará por delante esta cuestión y hace que cualquier obstáculo parezca menor”.

Y no lo es porque las otras del tipo:

“Nos apoyamos todos, que eso es lo importante ¿no? Estamos todos muy contentos, la verdad. Nos apoyamos todos y eso es muy bonito. También lo apoyo a usted, que lo está haciendo muy bien durante estos días y estas semanas. Y la verdad es que nos apoyamos todos, porque esa es la mejor manera de poder llegar cuanto antes a lo que les decía antes”.

“Todos tenéis que ser felices, porque todos somos iguales, los calvos y los que tenéis pelo”.

o

“Cuando yo estaba mal y sufría, pensaba en ti y me animaba. Mariano, tú eres mi escudo”.

si bien son síntomas de que el tipo anda todo el día sedado o ya directamente puesto hasta el culo de orujo, la de la democracia revela a las claras, sin ningún tipo de tapujos, en puridad, cristalinamente, el verdadero concepto de democracia de esta especie de políticos a lo Berlusconi (¿de verdad que Valencia está en España y no en Italia?), para los que sumar votos es el único precepto moral o ético que existe, una vez reunidos los suficientes para gobernar a ver con qué derecho viene uno exigiendo transparencia o cuentas claras, ya lo dijo su antecesor en la presidencia de la Gürtelidad, "estoy en política para enriquecerme", bobo el último, todo lo demás, pejigueras de cuatro rojelios envidiosos e indocumentados, gente dañina por necesidad que no asumen que cuando uno llega a un cargo tiene carta blanca para hacer lo que le salga del bolo, barra libre en todas las constructoras, sastrerías y putiferios, y si no que se lo digan al principal ideólogo de esta corriente postmoderna siglo XXI de la política, para el que la democracia viene a ser mezclar Tele 5 con la Camorra y poco más, que quieres chicha, toma miss no sé qué de ministra de igualdad, que tengo tropecientos juicios pendientes, pues que me hagan una ley para salir absuelto de antemano, que un periodista me llama putero, pues publico unas fotos de éste con travestones y en ese plan. Y lo más importante, reír, hacer bromas, caer simpático a la gente, mira qué chispa tiene el jodido, yo también quiero ser Berlusconi, follarme a niñas de dieciocho años y que luego me llamen "papi", y si no puedo al menos le voto para que me siga iluminando la existencia, mamachicho me toca, me toca cada vez más...

Todo parece muy chusco, muy de pícaros actualizados, es que los latinos semos ansí, ansí de cutres, tercemundistas y lacayos, la seriedad y la integridad como que para el norte, a Suecia o por el estilo, aquí que se forren mientras no me jodan, pero ni siquiera es así de triste, es algo mucho peor que no anuncia nada nuevo, porque la cosa ya no tiene ni puta gracia cuando no hay diferencia entre las enormidades que suelta un borracho junto a la barra del bar y el presidente de la octava potencia mundial, cuando el estado de derecho sólo existe para hacer callar al disidente tipo Antonio Tabucci al que le quieren empapelar por hacer una serié de preguntas sobre la honorabilidad del presidente del Parlamento y va éste y le exige tropecientosmil euros por dañar su dignidad, el pobre Tabucci se pensaba que en democracia el mandamás no sólo tiene que se honrado sino también parecerlo, estos intelectuales..., al paredón como esta mandado. Se empieza marrulleando con los tribunales para callar al personal, cargarse la libertad de expresión de una sentencia y todas las que vengan, no me critique que le denuncio, soy intocable, inmune, superman, y el juez siempre me va a dar la razón porque para algo lo unto, y de la democracia teleberluscoliana se pasa a la de los hijos de putin, como nos votan siempre a nosotros porque no les queda otra hacemos lo que nos da la gana y si nos critican mandamos el sicario de turno con el kalasnikov. Pero bueno, mientras les voten...

jueves, 12 de noviembre de 2009

S.O.S. DIGITAL


S.O.S. Ya me lo temía desde que el pasado finde en V-G supimos que poco a poco iban a apagar la señal de la tele tradicional para imponer la digital esa. Como que el sábado a la mañana una de las primera cosas que hicimos fue bajar al C.I. a comprar dos aparatos para mis padres, uno para la de él y otro para la de ella. El caso es que tras conectar los cacharros de marras sólo se veían las ETBs, de lo que dedujimos que para ver las demás había que esperar a que apagaran del todo. Dejamos los aparatos a mis padres con las correspondientes instrucciones, un teléfono de ayuda y nos volvimos al destierro astur.

Pues el otro día me llama mi padre diciendo que han cortado definitivamente la señal y que los aparatos no funcionan. No van a funcionar, ¿los dos? En fin, como intentar explicar el funcionamiento de algo con cables a mis progenitores viene a ser parecido a ejercer de logopeda de jesulín de ubrique, pasé de convencerle para que no fuera a montarla al C.I y todavía menos de que la culpa seguramente era suya por no escuchar cuando se lo explicamos con pelos (los que me tiraba yo de los huevos -a ver ya si no de dónde- cada vez que decía pulsa aquí y el otro iba y me apagaba la tv) y señales, porque señal haberla hayla. Eso y que no sabía dónde estaban los resguardos del pago de los aparatos, que como de costumbre fue decirle a mi madre que los guardara y lo primero que hizo ella a cabo de un rato fue meterlos en una bolsa que luego fue a parar a la basura...



Sea como fuere, ayer llamo y que no tienen tele, que el antenista les ha dicho que están a tope, no hábrá pocos viejos ni nada dando la murga con la antena y los aparatos de los cojones, pobrecicos y de verdad, para una cosa que tienen, que casi les mantienen vivos y va el gobierno socialista y se lo quita, paguen y pongan un descoñificador en su vida, y a esperar sentados... mirando a la pared. Y claro, yo preocupadísimo pq esos dos son capaces de empezar a tirarse los trastos a la cabeza sin tele, a ver qué los entretiene tantas horas juntos, cómo desvían su aburrimiento a otra cosa que no sea el intercambio de reproches a cuenta de toda una vida juntos, a una edad que ni con viagra. En fin, desde aquí hago un llamamiento a Zapatero para que de la misma manera que se interesa personalmente por la situación de los marineros del Alakrana, lo haga también por la tele de mis padres, porfa, S.O.S.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

15 AÑOS NO ES NADA


Hoy, aprovechando que ha despejado y aún así rasca un tanto, he desempolvado mi chamarra de cuero, mi chamarra de toda la vida, quince años o así juntos desde que un día de vete a saber cuándo decidí entrar en una tienda de la calle Postas a comprarme una chamarra. No sabía yo muy bien qué tipo de prensa llevarme para hacer frente al crudo invierno, pero entonces la vi a ella, mi chamarrica de cuero, aaaay, ama qué rica. El dependiente no podía evitar la sonrisa de satisfación infinita que sienten cuando un pavo escoge una de esas prendas que creen invendibles, pero para algo estaba el ímbecil de Txema, para llevarse una chamarra de cuero que entonces debía pesar todavía más de lo que todavía pesa al tener encima e intacta toda la tinta que ha ido perdiendo con las años. Digo que más porque la chamarra en cuestión estuvo destiñendo durante años, que era ponérmela sobre un pantalón claro y llegar a casa todo negro, que cada vez que la dejaba en un sitio parecía que la sombra se despegaba. En fin, mi chamarra de cuero, quince años o más juntos, que hemos ido a un montón de sitios, que hemos bebido de todo, y vivido también, que nunca, nunca, me la olvidé en ningún oscuro garito a las tantas de la mañana, que ya podía estar hecho polvo (porque echándolo ya era más difícil) que con lo que pesaba, y pesa la jodida, jamás la abandonaba. Quince años incólume a las modas o al rechazo ajeno, quince años chorreando tinta, quince años amontonando mugre de las barras de los pubes de la calle San Antonio y manchando los abrigos del prójimo en los colgadores del Aural, el Distrito y demás garitos de madrugada, quince años arrimando la cebolleta conmigo a las incautas parientas que pillara en la pista de baile de los mismos, quince años abrigándome de la intemperie vitoriana, lluvia y nieve mediante, de vuelta a casa con la curda de rigor y la lívido por las aceras.
Cómo no voy la voy a querer, a ser fiel hasta la muerte a mi chamarra de cuero, què me importan a mí las modas, el peso, la mugre, los agujeros en el forro o los botones colgando de un hilo, siempre le seré fiel en cuantico llegue el invierno, y tampoco cederé nunca a las presiones para deshacerme de ella, ya fuera antes mi madre o mi señora de ahora, "no ves que está vieja, cómprate otra, yo te la pago, pero tira esa mierdaaaaaaaa". No, yo no cedo, no surrender, no como otro que yo me sé que le falló a su chupa de cuero negro, con lo molón que estaba... Además me pone, vaya que si me pone esa obsesión por querer que me deshaga de ella, jamás lo lograrán, y menos ahora que ya hace un par de años que no destiñe.

¡VIVA LA TELE!

    Sueño que me arrastra no sé quién o quiénes a la entrega de los premios de un festival de la tele que se celebra en una ignota, gris y a...