lunes, 16 de noviembre de 2009

LA JUSTICIA DEL PUEBLO...


Parece ser que una vez más un "Jurado Popular" ha dado muestras de las virtudes que anidan en este tipo de instituciones tan "democráticas", tan ecuánimes, tan acorde a ley. Y nada menos que declarando culpable de "homicidio" y no de "asesinato" al pamplonica que mató tras un arrebato y no correspondido acceso amoroso a una chica de Irún, la cual posteriormente intentó descuartizar y trasladar su cuerpo hasta la Ultzama donde pretendía enterrarla. El chaval, qué cara de buena persona, sanote, protagonista de los telediarios de la última semana, no sólo confesó el crimén, sino que además se declaró arrepentido. Y claro, pobrecico, un momentico malo, que dirían en Iruña, lo tiene cualquiera, cagondios. Además, si se le ve en la jeta que no es mal chico, eso y que es meeeédico, y de la tierra, joder, de la tierra, navarro de pura cepa. Otra cosa habría sido si el chaval se hubiera presentado en vaqueros y con barba de dos o tres días, si hubiera estado en el paro o por el estilo, sin estudios, si hubiera sido de fuera y no precisamente del Este o por el estilo. Va a ser un criminal el pobre, quia, ya le estaría provocando la muy zorra, mira que esas de Irun... Y en fin, pues nada, un homicidio tonto lo tiene cualquiera.

Y ya no sé cuantas van, por no recordar aquella tan memorable del Mikel Otegi que se cargó a dos ertzainas porque lo estaban acosando, jodidos cipayos, dos tiros eran pocos. A este lo absolvió otro jurado popular de esos tan ecúanimes porque el borono en cuestión andaba un poco "apatxaranado" y ya se sabe, otros que van provocando, la de Irun con la minifalda y estos con las txapelas rojas, cabrones.

Pero si la cosa va de rizar el rizo que no falte. Ahí está lo del gallego, un tal Jacobo Piñeiro que si nace más..., que se cargó a dos chicos porque tenía miedo de ser violado por ellos... y no contento con ello prendió fuego a los cadáveres. A este lo absolvieron del asesinato de los dos chicos porque ya se sabe que anda mucho maricón suelto y nunca se sabe dónde, cuándo y cómo te la pueden clavar. Eso sí, le cayeron 20 años por el incendio, que con las cosas del fuego no se juega, faltaría más. Lo dicho, de traca cuanto menos.

Y en esas estamos, con jurados populares porque un ministro del PSOE tan progre como meapilas, del Opus para más señas, como que le ha puesto hasta una calle en Zaragoza a monseñor Escriva de Balaguer y no sé cuántas cosas más,(¿que cómo se come eso? Yo qué hostias sé!), se le ocurrió la brillante idea de sacarse de la manga una institución la mar de chachí. Decía que era el novamás de la democracia, a lo esencias preconstitucionales, en plan el pueblo reunido bajo el árbol impartiendo justicia y toda la hostia, como los padres fundadores de Obamalandia. Se le olvidó recordar que no es lo mismo que te juzquen por el mismo delito en un estado u otro de la Unión, que dependiendo de los tarados que te toquen, de los lumbreras que elijan para jueces, de lo presionables o impresionables que sean los señores del jurado, ya te pueden mandar a la silla electrica como colgarte una medalla. Vamos, en el caso reciente de Pamplona lo que me estraña es que no hayan condenado a la familia de la víctima a pagar las costas y una indemnización al asesino por las molestias. Ya puestos...

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