viernes, 13 de marzo de 2020

LO DE LA SEMANA


Ya es todo coronavirus. Viendo en El Correo de hoy el cuadro del vitoriano Eduardo Alsasua, "Almuerzo en el jardín", el cual se expondrá el 17 de abril en el Edificio Bantierra de Zaragoza y el 5 de junio en el Museo Meam de Barcelona, servidor ni siquiera se ha planteado las dudas de rigor acerca del sentido del hiperrealismo en los tiempos del I-phone con cámara y todo tipo apps para modificar las imágenes. No, la cuestión volvía a ser la que le ronda a uno por la cabeza todo el rato entre una madre a rebosar de achaques por todas partes y al menos supuestamente aislada a las afueras de Vitoria, tíos en edad avanzada y amigos crónicos recluidos en sus casas, parientes y conocidos de terceros ya infectados. ¿Que no podía haber empezado por Murcia, 30% de votos a Vox? Sí, sí, qué miserable, ya saben, la condición humana y tal, los límites del humor negro y todas esas mierdas de la censura bajo cualquiera de sus maneras. Eso y aparentar que uno se lo toma todo de coña para que los bobos de solemnidad se lo crean al pie de la letra y el resto, siquiera, lo acompañe a uno con una sonrisa.



      CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS: LA CAFETERÍA
                         (dedicado a un escritor de Llodio...)


Hoy por la mañana, mientras le comentaba a la camarera que mejor no me ponía la galletita porque el médico me había dicho que tenía el colesterol por las nubes y que tenía que moderarme con los dulces. De repente entra el matrimonio de encantadores profesores jubilados, los únicos de toda la parroquia con los que suelo compartir algún que otro comentario a cuenta de la actualidad.


-Buenos días.
-Buenos tenga usted. Oiga, una cosina -me interpela el marido todo serio.
-Dime.
-¿Usted no nos comentó que era de Vitoria?
-Sí, por lo de la nieve que estuvimos hablando...
-¿Y cuándo fue la última vez que estuvo?
-Este mismo fin de semana.
-Pero la cosa allí está verdaderamente jodida. ¿No es así?
-Pues la verdad es que sí y parece ir a peor.
.¿Pero usted se encuentra bien?
-Bueno, eso mismo le estaba comentando a la camarera, que hoy precisamente no me encuentro...

Y oye, que no me ha dado tiempo a contarles lo del colesterol, que ni he acabado la frase cuando, de repente, él devuelve el periódico que acababa de coger de encima de la barra, ella no llega a quitarse la chaqueta, y, sin decir ni media palabra, se dan media vuelta y marchan por donde habían venido. Me he quedado lívido. Pero, el miedo es libre y a cierta edad también casi que preceptivo. Así que he me he retirado hasta mi rincón con el descafeinado largo sin galleta en una mano y en el otro el mentidero en papel a escala estatal. Y entonces, al pasar al lado de la mesa donde se sienta la vacaburra voxera y sus comparsas, he creído oír que la primera les decía a las otras, justo cuando en la pantalla del televisor daban la noticia de que Ortega Smith pudo haberse contagiado del coronavirus el pasado fin de semana en Vitoria.

-Míralo, el de Vitoria, antes nos mataban con sus bombas, y ahora lo intentan con sus virus...




Creo sinceramente que, siquiera por una vez, deberíamos congratularnos de tener unos gobernantes que, e independientemente de su signo político, por lo menos aparentan guardar las formas y reconocen seguir las pautas de las autoridades científicas en crisis como la que nos ocupa. Algo que no pueden decir los ciudadanos de EE.UU cuando su presidente pregunta, delante de las cámaras, a los expertos si la vacuna y otros medicamentos para combatir la gripe no pueden valer también para el coronavirus. Esto, por supuesto, unos meses después de que comenzara la epidemia en China y con todo lo que ya se sabe al respecto. Suerte que detrás de un gran estúpido siempre hay cientos de personas sensatas intentando remediar sus estupideces. America, we trust anyone, except in Trump...




"La bêtise insiste toujours."


La Peste (1947) de Albert Camus



Resulta imposible sustraerse a los efectos colaterales de un estado de excepción como el generado por la epidemia del coronavirus, y más en lo referente a las mil y una maneras en las que responden los humanos a una crisis como la que vivimos, muchas de las cuales, además, o sobre todo, revelan nuestro lado más patético y hasta ridículo, muchas también de las que aparecen perfectamente retratadas el La Peste de Albert Camus, relectura obligada o casi. Lean si no esta noticia de hoy mismo en El Correo de Álava:

"Tenemos el coronavirus. Ojalá te intoxiquemos y tu hijo nazca muerto» ... en la tarde de este martes en el Mercadona de Alto de Armentia cuando trataban de sustraer género."







NO TODAS LAS OPINIONES SON RESPETABLES


De la misma manera que durante los Años de Plomo en el País Vasco servidor no estaba dispuesto a recibir lecciones de nada de alguien que justificara o aplaudiera los crímenes de ETA, tampoco lo estoy ahora con los energúmenos de Vox y sus socios. Pues no puedo juzgar de otra manera a gente que cuya ideología es simple y llanamente la puesta a punto del falangismo de toda la vida, esto es, la versión española de fascismo. Son gente mala que camina, como decía el poeta, que odian por principio y el placer de sentirse mejores, son liberticidas de todo aquel que no piensa como ellos.

Por eso me revuelvo contra el mantra tan interesado como revelador de " todas las opiniones son respetables". La hipocresía instalada en nuestra sociedad, así como dosis ingentes de cobardía y/o conformismo, manejan a diario dicho el mantra en cuestión para censurar a aquellos que manifiestan convicciones como la de que cuando alguien se declara simpatizante de Vox, ya puedes estar seguro que tienes delante a un imbécil redomado o/y un verdadero hijo de puta. Qué otra cosa puedes pensar del nivel discursivo incluso por debajo de lo pedestre de Santiago Abascal, las bravuconadas a lo Rambo del madelman"" Smith Ortega, o de alguien tan miserable y peligroso que dice que las imágenes de los inmigrantes sirios siendo apaleados por la policía griega son "hermosas" .

Y así, con semejante desfachatez y complicidad, buena parte de nuestra sociedad normaliza discursos y actitudes que en otras partes provocan cordones sanitarios e incluso leyes en contra. Y aquí, en cambio, pactos políticos con aquellos que, en el fondo, les son más afines de lo que estarían dispuestos a reconocer. Y por eso también me resulta imposible contemporizar con ese otro mantra que asegura que lo mejor que se puede hacer es no hablar de ellos, hacer como que no existen, no dar importancia alguna a lo que dicen o hacen. No, no porque eso también es normalizarlos al considerar su discurso intrascendente, uno más. Y no, no lo es.

Pero eso sí, luego, en lo que es un acto de típica hipocresía carpetovetónica, toca hacerse la víctima porque te abuchean e insultan en una mani feminista como socios del partido que niega la violencia machista o dice que los agresores son siempre de fuera, el mismo del que te sirves para, con la coartada del pacto firmado con ellos, cargarte todas las políticas de apoyo a las víctimas de la violencia machista. No se puede ser más fariseo.









CRÓNICA DE LA CIUDAD APESTADA - EL POTEO EN LOS TIEMPOS DEL CORONA VIRUS
(Relato escrito hace una semana de que la cosa pasara a mayores, vamos, no recomendado para culos prietos de esos que repiten varias veces al día "no me parece serio bromear con ese tema" o ya directamente "no me parece bien nada...", esos mejor bloquearme).

Sábado por la mañana, 12.30. Vamos en dirección hacia lo Viejo y todavía en el Ensanche nos cruzamos con una banda de txistularis. Es sabido que en la Edad Media y más tarde los músicos recorrían las calles de las ciudades sometidas al azote de la peste con el propósito, no tanto de distraer a los ciudadanos, enfermos o no, del peligro que los acechaba, como de inducir a un estado de ánimo alegre ante la inminencia de un encuentro con el Creador allá en las alturas. De modo que la cosa no puede pintar peor.
Con todo, lo importante siempre es no dejarse llevar por el pánico y procurar hacer vida normal. De ese modo, primer pote a la entrada de la Corre. Pido que me abran una botella de crianza porque temo que las otras puedan estar infectadas. Paso de coger un pincho de la barra por lo mismo; en situaciones de emergencia se impone el ayuno. Pago la consumición arrojando el importe sobre la barra desde una distancia prudencial. Mi señora me pregunta si estoy más gilipollas de lo habitual; yo le contesto que cualquier excusa es buena...
Repito la jugada en los siguientes bares. En el Portalón el camarero me advierte de que han subido a 3€ y 3.20€ el Artadi y el R Punto del año respectivamente. Pregunto si es el típico caso de especulación aprovechando situaciones de excepción, y me responde que sí, pero que no por el Corona Virus sino porque los dueños se han coscado de que la mayoría de los clientes son turistas y entonces ya se sabe: "ave de paso, estacazo".
Ya en Kutxi creo sentir mariposas en el estómago. Al principio me llevo un susto; pero no, menos mal, no me he vuelto a enamorar; más bien son grillos porque empiezo a tener una "fame" de la hostia. Así pues, no aguanto más y me lanzo inconsciente sobre un pincho de pulpo desmenuzado con pimiento y mayonesa. Mi compañera hace otro tanto sobre uno con guacamole y boquerón. En el siguiente bar ya recapacitamos y pedimos una ración de rabas, las cuales al estar recién hechas se supone que estarán esterilizadas gracias al aceite hirviendo.
Hasta ese momento creíamos que la gente se había quedado en casa para evitar el contagio. De hecho, en La Plaza Nueva, o en la de la Virgen Blanca, apenas se veía a algún que otro insensato de esos que no sienten ningún aprecio por la vida. Para nosotros, en cambio, es el único momento en tres semanas que podemos estar a solas sin los hijos, parientes y otros molestos elementos de esos que requieren toda tu atención aunque tengas la cabeza puesta siempre en otra cosa. Pero no, parece ser que no, que la peña se había concentrado toda en lo viejo en plan para cuatro días que nos quedan vamos a ponernos hasta el culo de todo; solo se oían estornudos.
Nosotros, por si acaso, procuramos extremar las precauciones para evitar el contagio del corona virus bebiendo solo de nuestro vaso y no compartiendo los pinchos de ttataki de atún, el de tortilla de calabacín o el de pimiento relleno de bacalao, así como la ración entera de morcilla frita de Maeztu y sus pimenticos, con desconocidos; vamos, como siempre, no te jode.
Y así, siguiendo al detalle las recomendaciones de las autoridades sanitarias, amén de la preceptiva siesta por la tarde hasta la hora de la cena, pudimos empalmar el poteo de la mañana en pareja con el de la tarde-noche en cuadrilla, si bien ya para la cena mandamos a casa a los más débiles de la manada, crónicos, feministas de derechas y así, por si las moscas, y nos fuimos a vaciar unas botellicas de Landaluze del año entre embutidos ibéricos, ensalada caliente con pollo, solomillo, codillos, atún rojo en salsa de piquillos, bacalao al pil-pil, goxuas, tarta de whisky y sorbetes de limón al cava. De hecho, al salir de la cena nos sentíamos tan inmunes a la pandemia esa de los cojones, que no dudamos en acercarnos hasta el Aldapa a rematar el plan de prevención contra el corona virus con unos cafés con Tía María, licor de orujo y pacharanes.
Lo dicho, sirva todo esto de ejemplo de que hay que evitar a toda costa caer en alarmismos innecesarios, amén de seguir en todo momento recomendaciones como la de que, si vas a beber vino en los bares, mejor pedir del que no tengan abierto en la cubitera con los corchos por la mitad, porque seguro que ya estará oxidado. Y a ser posible también, no compartir nunca baño con extraños de esos que te estornudan a la nuca mientras estás con el miembro en la mano sacudiéndote las gotitas.

CAMUSEN IZURRIA IZURRIAREN GARAIOTAN



Ezin beste ezeri buruz idatzi egunotan: Hitzen Uberan.eko Komunitatea sailerako: CAMUSEN IZURRIA IZURRIAREN GARAIOTAN:  http://www.uberan.eus/?komunitatea/Txema/item/albert-camusen-izurria-izurriaren-garaiotan



“Le mal qui est dans le monde vient presque toujours de l'ignorance, et la bonne volonté peut faire autant de dégâts que la méchanceté, si elle n'est pas éclairée.”
                                La Peste (1947), Albert Camus, éd. Gallimard

Ez da batere harritzekoa koronabirusaren garaiotan Abert Camusen Izurria nobelara artez jo izana . Izan ere, badirudi azken egunotan gehien alokaturiko pelikula Steven Soderberghek zuzenduriko Contagion (2011) dela, alegia. Edonola ere, nik uste nuen  oraingoa Camusen klasiko handi honen hirugarren berrirakurketa zela. Oker nengoen, laugarrena omen, ezustean akordura ekarri baitut euskarazko bertsioa banuena, 1992 urtekoa, Imanol Tapia Etxeberriak itzulia eta Ibaizabal argitaletxearen Literatura Unibertsala sailean argitaratua. Nolatan, zergatik hainbeste irakurketa? Bada, bai, Albert Camus nire oso gaztetako idazle kuttuna, frantses zein literatura irakasle zen osaba batek L´Etranger (1942) nire eskuetan ipini zuenez geroztik (euskarara ere itzulia dago), seguru asko gehien berrirrakurri dudan liburuxka. Halere, Izurria bada taxuzko klasiko bat, nobela borobil-borobila, edonondik hartuta beti zerbait behar besteko azpimagarri edo gogoetagarri topatzen duzula, Camusen eskua probidentziak gidatuta izan bailitzan, hau da, grazia-egoerapean idatzi bailuen. Egia esan, bazuen istorio benetan potoloa izurriaren aitzakiaz literaturaren muina diren gizakiaren inguruko gai pila, ez baldin badira denak, jorratze aldera, eszenategi ezin hobea gizakumeok izurria bezalako krisialdi benetan larri edo handietan nola jokatzen dugun erakustearren, hau da, ezbeharrarren kontura gu denok espezie gisa zehatz-mehatz aztertzen saiatzeko asmoz.
Camusen Izurria hain klasiko ezaguna da ezen bere nondik norakoak azaltzea merezi ez lukeen; bai ordea zenbait zertzelada oinarrizkoa gogora ekartzearren.
Izurria, nazien gerraren eta okupazioaren alegoria bat azaltzen digu eta, zentzu zabalago batean, giza izaerarena eta era guztietako zapalkuntzarena, izurritearen menpean eroritako Orango hiriaren deskribapenaren bidez. Eleberriko pertsonaiek giza jarrera desberdinak azaltzen dituzte sufrimenduaren, elkar bereiztearen, eritasunaren, heriotzaren aurrean: Rieux, ilusiorik gabeko lehian, Tarrou gaitza ez zabaltzearen tema etsipenduaz, Paneloux baldintzarik gabeko federa dei eginez, Rambert zorionaren egarriz, Grand, benetako «heroia», erabateko zintzotasunaren eta errugabetasunaren jabe, Cottard izurriarekin tratuan, aldendutako emaztea, ama, lagun isila, espazioaren eta egoera jakinen errealitatean ageri zaizkigu. Tragediaren aurrean gizakien arteko elkartasuna zentzugabekeriaren gaindi azaltzen da kronika honetan, elkarren arteko borrokaren anaitasuna goraipatuz, gizakia ideia soila ez dela adierazteko eta berarengan gauza gehiago daudela estimatzekoak mespretxatzekoak baino. Hala, terrorearen eta bortxakeriaren aurkako iraultzaren testigantza dugu.
Gauzak horrela, eta honatx nire aburua. Gorago esan bezala, normalean, Izurria litzateke klasiko benetan borobila, aurkezten digun testuinguru beneta berezi eta larriari esker gai potoloak jorratzeko ezin aproposagoa, beharbada Camus bezalako idazle benetan saiatu eta iaio baten pagotxa, dena maisuki bereizteko eskura baitzuen, ingurugiro gertutik ezagun baitzuen, baita Frantziako alemaniarren okupazioaren iradokizuna ere (naziak = arratoiak). Ezinbesteko arrakasta bilakatu zen Camusen Izurria, ezin zen besterik suertatu hain idazle handiaren eskuetan, esperokoa zen kasik. Bai, okupazioaren gaia pil-pilean zen; baina, denbora aurrera joan ahala klasiko bat ere aldatu zen Izurria, hau da, nolabait klasiko gehienen aje bertsuekin ere bai. Zeintzuk dira aje horiek? Klasikoak bikainegiak direla, lehen ere azaldu bezala, ia edonondik hartuta dena izugarri neurritsu eta burutsua begitantzen zaizula, ez dagoela apenas neurrigabekeria eztirik, hots, dena hain txukun idatzita dago, hain zuhurra da bertan kontatzen den oro, hain bikain kontuta dago, ezen funtsean ez dagoen idazlearen ahotsa benetan hurbilekoa bezain xarmanta egiten duenik. Literatura eskola aparta da Camusen Izurria, garai arrunt edo zurietan kanonikoegia suertatzen zaiona literaturan bestelako proposamen bipil, bihurri edo behintzat ausartagoak bilatu ohi dituen irakurleari. Halere, konorabirusaren garaiotan gauzak oso bestelakoak izaten dira, izurri berri honen garaietan Camusen Izurria bizi ari garenaren ispilu bihurtzen da ustekabean, ia ezinbestez, auskalo noraino ispilu desitxuratua ala ez, bertan topa baitezakegu gaur egun gaur egun gure inguruan edonon, edonola eta edonoiz ikusten ari garen giza-jokabide asko eta asko, ez baldin badira gehienak, ikaragarri ondo azalduta, zer esanik ez izurriaren garapenaren ingurukoari buruz, hai izurri ezberdinak izanda ere jokaerak zein joerak betiere oso antzekoak izaten baitira. Camusen Izurria bada, edo baliteke behintzat, beraz, koronabirusaren garaioi nola edo hala aurre egiteko beste euskarri bat, beharbada prebentzio gida xume baina alfer bat, literaturazaleontzat propio gogora ekarrita, denok ondo asko baitakigu literaturaren poderioa zein murritza den bizitzaren berezko gordintasunaren aurrean.


Txema Arinas
Oviedom, 2020/03/13

miércoles, 11 de marzo de 2020

NOVEDAD EDITORIAL: LIBERACIÓN O MUERTE




Ya sé que andáis todos muy liados con lo del coronavirus de los cojones; pero, entretanto la vida sigue y hace un ratico me ha llegado mi libro de próxima aparición: LIBERACIÓN O MUERTE. Una gamberrada en forma de novela negra. Apenas 105 páginas en las que, por primera vez de todo lo que he publicado, predominan los diálogos. Luego ya pues lo típico; comandos de militantes animalistas extrañamente parecidos a..., ertzainas infiltrados, ertzainas ex-polimilis, ertzainas tragaldabas, abogados chanchulleros, abogados posborrokas super enrrollados, abogados de borrachera comparsera en plena Aste Nagusia bilbaina, feministas de pega y no tanto, ganaderos veganos, criadores de ocas, toreros, toros, encierros, chistorra de Arbizu, alcachofas riojanas, rabas cántabras, y vino, mucho vino, viva el vino.


En cualquier caso, qué mejor manera de hacer frente a la cuarentena que pasando un rato divertido y con algo también de reflexión sobre estos tiempos de epidemias de todo tipo, y no sólo víricas.



Y de momento no sé más, ya me dirán para cuándo sale, dónde se presenta, quién paga las demandas, todas esas cosas...

Con todo, acabo de recordar que se puede encargar, o reservar, directamente en la página de la editorial, creo que sin portes o algo así: https://editorialamarante.es/…/alamar-l…/liberacion-o-muerte

martes, 10 de marzo de 2020

EL DEMONIO DE LAPLACE de Jon Aramendía por Txema Arinas



Reseñica de EL DEMONIO DE LAPLACE de Jon Aramendia en Solo Novela Negra: https://www.solonovelanegra.es/el-demonio-de-laplace-de-jon-aramendia-por-txema-arinas/?fbclid=IwAR2vXzlsE82EucqNtRXOUYs1cJ5z4CtNdJ5EtESyXwP00s1PrR_gVU38Gu0


Una joven que aparece asesinada con un dibujo extraño en la piel.
Un grupo de rock que intenta encontrar el camino de la fama.
Un niño que vio en televisión algo que no debía.
Una investigación liderada por un inspector y una subinspectora condenados a entenderse. Él, cerca de la jubilación y con una visión determinista del ser humano, afronta cada caso como la consecuencia inevitable de una historia personal, casi universal. A ella, mucho más moralista, su implicación en el trabajo le está costando la relación con su hijo.
Tres historias que marchan en paralelo hasta confluir sin aliento en un desenlace que pone en cuestión el libre albedrío.
¿Es este en realidad un espejismo?
¿Te cambiará leer este libro -mirar el mundo- sin fabricar ídolos ni villanos, inocentes o culpables?

Reseña

El título de esta primera novela del escritor navarro Jon Aramendia hace referencia directa a la conocida teoría de determinismo causal o científico por Pierre-Simon Laplace en 1814. Según el determinismo de Laplace, si alguien (el Demonio) supiera la ubicación precisa y momento de cada átomo en el universo, sus valores pasados y futuros para cualquier tiempo dado serían deducibles de esos datos; podrían ser calculados de las leyes de mecánica clásica.
Dicho de otro modo, el título de esta novela ya nos avanza la tesis que sostiene una trama policiaca en la que se infiere la imposibilidad de escapar a aquello por lo que estamos condicionados, ya sea por nuestro pasado, origen, educación o simple genética. El Demonio de Laplace, en realidad la enésima reformulación de Demiurgo griego que luego sirvió también a los tomistas que pretendieron explicar, siquiera solo entender, la idea de Dios cristiano desde presupuestos más o menos racionales, es la negación de libre albedrío, tema recurrente en las disputas entre las diferentes escuelas filosóficas y teológicas habidas y por haber.
De ese modo, y por lo que respecta a la trama policial que nos ocupa, al lector de queda por saber a lo largo de las doscientos cuarenta y siete páginas de El Demonio de Laplace hasta qué punto se cumplen las leyes del determinismo en lo referente, tanto al móvil del asesino en serie que da origen a la pesquisa policial, como a las decisiones y acciones del resto de los personajes.
De lo primero se encargaran un inspector cuyo pseudónimo, Pierre, es un homenaje al pergeñador de la teoría que nos ocupa, además de una vista del enfoque que éste suele dar a sus casos, y la subinspectora que lo acompaña a modo de necesario contrapunto del determinista en cuestión. En cuanto al resto, el lector tendrá que averiguar, entrever más bien, hasta qué punto pueden escapar del destino al que parecen abocados por sus respectivos bagajes biográficos o personalidades, esto es, de qué manera será capaces de hacer prevalecer su libre albedrío sobre todo aquello que parece condicionarles a actuar en contra de sí mismo, ya sea para hacer frente al temperamento autodestructivo de uno, el tan carismático y como frágil líder del grupo de rock durante cuyos conciertos se cometen parte de los asesinatos de las que luego se descubren como fans del grupo, como a la atracción fatal por este último de otra miembro del grupo cuya naturaleza mucho más templada y reflexiva apuntaría a una incompatibilidad de raíz, si bien no poco más de la mayoría de las relacionadas con el tema del corazón y así.
De cómo se resuelve la trama policial que lleva al inspector Pierre y su compañera hasta el asesino en cuestión, así de lo que resulta de luchar contra aquello que parece “determinar” al resto de personajes a tomar sus propias decisiones, es de lo que dará debida cuenta el lector de El Demonio de Laplace con la ayuda de tres líneas argumentales paralelas. Por un lado tenemos la de la investigación en sí de los policías, luego la historia de los Red Burble, la banda de rock “sinfónico” en la que confluyen tanto las diferentes personalidades en conflicto de sus miembros, incluyendo al tan eficaz como frívolo manager que los arropa en su vertiginoso ascenso de la nada a teloneros de Pearl Jam, y por fin todo lo relacionado con la génesis de ese psicópata con cuyo pasado parece jugar el Demonio de marras. Si bien solo podremos saber de qué forma y bajo qué identidad hacia el final de la novela tal y como es de rigor en una trama policial que no se aparta ni un milímetro de las convenciones del género.
Y digo lo de las convicciones del género como elogio, pues, siquiera en lo que se refiere a la novela policiaca (la novela negra tal como la concibo yo sería otra cosa que se distingue porque la trama siempre es una mera escusa para hacer un retrato más o menos crítico de un ambiente, entorno o periodo histórico concreto)estoy convencido de que cuanto más se ajuste el autor a las leyes del género exclusivamente policial, más eficaz será en su resolución. Una resolución que no es otra que atrapar al lector desde el inicio para llevarlo casi que a rastras hasta el desenlace final. Un viaje que sólo se puede hacer con una escritura perfectamente ajustada a la trama tal y como es el caso de El Demonio de Laplace.
O dicho de otro modo, eso que se dice de una novela que se lee prácticamente de corrido, que no se deja soltar porque el autor ha sabido compaginar a la perfección lo que debe ser el ritmo de la investigación policial, acaso la parte más convencional de la novela, y el relato de las vicisitudes personales y artísticas de la banda de rock (el relato de la génesis del asesino en serie solo despunta hacia el final del libro como suele ser lo habitual), donde, siquiera a mi entender o gusto, la novela adquiere sus más altas cotas de interés por muy trilladas que nos puedan parecer todas estas historias de los tiras y aflojas entre los miembros de una banda de rock, y que en realidad sirven para confrontar personalidades de los más dispares tal y como es el caso.
Por eso si tengo que destacar algo por encima del tono por lo general correcto de la novela, sobre todo eficiente, eso es en mi opinión todo lo relacionado con los pormenores de los Red Burble, esto es, el desarrollo de las diferentes personalidades de sus miembros y los conflictos entre ellos. Lo cual no quita, por supuesto, para que el final sea todo lo sorprendente que exige el género policial en concreto, en realidad el que nos da la medida de la novela, si funciona o no.
En este caso lo hace y con creces: ha merecido la pena el viaje. Y no solo porque hayamos estado entretenidos, sino también, o sobre todo, porque hemos tenido la oportunidad de darle vueltas a la cabeza con la idea de si de verdad hay un demonio que determina los actos de las personas contra su voluntad o no, algo que solo llegando al final de la novela podremos constatar a través de los ojos del autor. Que convengamos con él o no ya es otra cosa.
Yo, por mi parte, no he podido sino traer a colación esta cita del filósofo del pesimismo por excelencia, el redomado cascarrabias Arthur Schopenhauer:
“Todos creen a priori que son perfectamente libres, aun en sus acciones individuales, y piensan que a cada instante pueden comenzar otro capítulo de su vida… Pero a posteriori, por la experiencia, se dan cuenta —a su asombro— de que no son libres, sino sujetos a la necesidad; su conducta no cambia a pesar de todas las resoluciones y reflexiones que puedan llegar a tener. Desde el principio de sus vidas al final de ellas, deben soportar el mismo carácter…”

viernes, 6 de marzo de 2020

LO DE LA SEMANA



ETXAGORRITXO

1.- En el hospital de Txagorritxu el compañero de una posible infectada se niega a dejar sola a su pareja. Los sanitarios tratan de hacerle entrar en razón; pero, ante la imposibilidad de hacerlo llaman a la policía. Envían al grupo especial de la Ertzaintza para este tipo de casos. El individuo se atrinchera con un cuchillo nada más ver llegar a la policía.

2,-Ingresan en Txagorritxu a una interna de la cárcel de Zaballa sospechosa de haberse infectado con el Covid-19.

2.- Los sindicatos de la Ertzaintza denuncian que se enfrentan al virus sin ningún tipo de prevención dado el alto número de chalados a los que tienen que hacer frente.

3.- Varias personas se hacen pasar por médicos enviados desde Txagorritxu al objeto de poder así entrar a robar en dos casas de Vitoria.

Todo esto en la prensa de hoy. A saber lo que nos depararán los próximos días. ¿Hay o no hay ya tema para un novelón al estilo de La Peste de Camus o casi? El título, provisional, sería "Txagorritxu"; también conocido por los diferentes locutores de radio y televisión españolas como "Choguiricho", "Chagurrucho", "Chiguiricho" y otros (creo que uno que quería dárselas de "documentado" hasta ha dicho "Txanogorritxo, vamos, "Caperucita Roja"...). Los de Vitoria le decimos coloquialmente "Txagu" o "Txago" a lo que la toponimia histórica recogía hasta el XIX como "Echagorricho", literalmente "Casita roja".





Puedes tener la razón de tu lado; pero, cuando descalificas por principio a todo aquel que discute algún punto de la nueva Ley de Libertad Sexual, en realidad a todo el que se atreve a plantear la más mínima pega, llamándole machista, siquiera ya solo si no puedes evitar sentir un desprecio instintivo hacia todo aquel que no acepta tus presupuestos sin rechistar, incluso ya por el solo hecho de no ser de tu mismo género, si no estás dispuesto a atender los argumentos de tipo por lo general exclusivamente jurídicos, si consideras que los matices son las excusas del enemigo, no sabes cómo te pareces a aquellos que también acostumbraban a zanjar cualquier debate acusando al otro de burgués de mierda, revisionista o ya directamente de esbirro del capital. El modo de entender el ejercicio de la política es exactamente el mismo.





Creo que estoy contrayendo un Covid-19 psicológico como consecuencia de una intoxicación informativa masiva. Y eso que no paro de lavarme las manos sin salir de casa...





CORONA VIRUS EN LA CAFETERÍA

Estaban hablando del Corona Virus, cómo no si la tele por la mañana no habla de otra cosa, si están retransmitiendo la lista los infectados como si fueran los goles de El Carrusel Deportivo, el grupo de comadres -yo le voy a decir así al grupo de féminas que se sientan juntas lideradas por la vacaburra "voxera" de la que ya he hablado aquí, casi que como homenaje a esa institución tan asturiana de "les comadres"), cuando una de las presentes comenta la putada que sería para ella tener que pasar la cuarentena en casa, que ella no lo podría aguantar porque, decía, para sentirse viva necesita la calle, el chusmeo con el prójimo y el alterne en el chigre, tanto como las margaritas el sol o un concejal de urbanismo una comisión para todo. Entonces va la chavala que trabaja en un comercio del barrio que no viene al caso, unos treinta tacos y así, y afirma todo sería.

-Pues eso de la cuarentena vendría a ser más o menos mi vida social perfectamente definida.

-¿? -signos interrogativos en el careto de sus contertulias, y me temo que también en el mío por mucho que disimule, haciendo como que leo el periódico, que tengo la oreja puesta desde hace ya un rato en lo que se dice en la mesa de enfrente.

-Digo que, como apenas salgo de casa porque todas mis amigas están casadas y tienen hijos, pues que yo ya estoy en cuarentena desde que se casó la última de la pandilla.

-¡Home! De eso ya fai tiempu. Supongo que alguna ya se separaría de su marido. La mayoría de los matrimonios jóvenes no pasan del tercer año -interroga la señora de rotunda corpulencia a la que ya me he referido antes.

-Pues en realidad ya se me separaron dos. Pero, con esas paso de salir por las noches porque van como locas. Cualquiera diría que están viviendo una segunda adolescencia.

-Vamos, que se lo follan todo -afirma tan rotunda como ella misma la que ya sabemos.

-¡Y tanto! La verdad es que paso una vergüenza... Prefiero quedarme en casa viendo una película o leyendo una película.

-Tú lo que tendrías que hacer es salir una noche y pillar un buen Corona Virus con el primero que se te pusiera a tiro.

-¿Qué?

-Bueno, ya sabes, quien dice un Corona Virus dice cualquier otra cosa: pero, pilla algo, mujer. Siempre será mejor una buena infección que quedarse para vestir santos.

*Comadres - Osdaga, 27/03/1949
Argentina

ASTEKOAK



Noizik behin, sarri askotan egia esanda, eta, esate baterako, partida bat garaitzeko gol bat sartu duen futbol jokalariren bati halako zerbait aditzen diodanean: "nire bizitzako momenturik garrantzitsuena izan da duda izpirik gabe", edota gaurkoa bezalako "berdintasunaren aldeko " greba egun bati muzin egiten dion norbait asmatzen dudanean, beheko argazkian bezalaxe sentitzen naiz ezinbestez...



Ibilian nenbilela, eta beti bezala irratiari adi, nutrizionista bat hitz eta pitz ari zen dieta paleolitikoaren onuren kontura. Izan ere, irratiko nutrizionistak delako dieta etorkizunean nagusi izango zela adierazi du, arbasoen elikadura benetan onuragarria den bakarra delakoan baitzegoen. Zer da dieta paleolitikoa? Ba, laburbilduz, beheko marrazkitxoan azaltzen diren neardentalak jaten ari direna: perretxikoak, ezkurrak, goroldioa, zomorroak... Edo bestela esanda, milaka urtetan pilaturiko jakinduria gastronomikoari uko egin neardentalen modura jaten itzultzearren. Zer dela eta? Ba argi eta garbi esan dezagun, osasuna gure garaiko, gaur egungo, erlijio berria delako, eta denok ondo asko dakigunez, baldin badago erlijioek errotik, gogotik, gorrotatzen duten zerbait hori da plazerra.






Oraintxe bertan Euskadi Irratitik entzunda...


-Ez dakit Miranda de Ebro ezagutzen duzun -esatariak



-Bai, leku polita -gonbidatuak.

-Eh?

-Hegaztiendako behintzat oso aproposa...

-Ahhh!

Ba hori, honaino dena transkrizio hutsa, egiazkoa, esatariaren zintzotasuna bezainbeste.

Nire aldetik, ordea, Miranda de Ebro gehienok uste baino politagoa dela aldarrikatuko dut, ondo asko ezagutzen baitut, gaztetan noizean behin bajatzen baikinen parrandan Bilbokoak ginela esanez ea horrela apurtxo bat behintzat ligatzen genuen; baina beti alperrik, ajea geurea zen eta, ez eta bertakoekin ere.




Goizean goiz ibilian. Beti hiri ingurumarietan barrena, betiere hor nonbait nornahi ikusi ezkero hainbat arinen sahiesten saiatuz; baina, ez Corona Virusen beldur, bai zera, domeka goizetan zurekin hitz aspertuak nola edo hala egin nahi dituztenengandik ihesi zuk belarrian musika goxo-goxo duzula...

Corona virusa dela medio elkarri musuak ez zein bostekoa ez emateko gomendatzen da, ezta elizetan bakea emateko ere. Gauzak horrela, nola ez ekarri gogora orok bere alde onak eta txarrak dituela behar bezala, arretaz, aztertzekotan; niri dagokidanez corona virusen beldur egongo naiz sine diem, batez ere atsegin ez zaizkidanekin, hau da, goitik behera begiratzen dizuten auzokoak, eskolako patioko gurasoak, politikariak, mota askotako funtzionari uniformedunak eta gabekoak, banku-osasun-ogasun langileak, medikuak-eta, abadeak-eta, aseguru zein telefonia saltzaileak, amaginarrebak eta bestelako senitartekoak, literatura kritikatiak, literatura tertuliak gidatzen dituzten idazleak, besteak beste...






-Badirudi euskeraz euskaldunak propio zirikatzeko edo euren kontura barre egiteko baino idazten ez duzula...

-Eta?

-Eta zer deritzozu bolo-bolo doan iritzi horri?


-Halakorik irizten dion euskaldun superzintzo, superjator, superzuhur, superabertzale eta batez ere betiberezilborrerabegira" horri?

-Esate baterako.

-...

martes, 3 de marzo de 2020

BAROJA A PESAR DE DON PÍO



Otro articulico sobre Baroja para la revista hispano-americana Letralia, que se ve que la curiosidad por don Pío tampoco decae al otro lado del Atlántico: https://letralia.com/lecturas/2020/03/03/baroja-a-pesar-de-don-pio/

Leo la novela de uno de los dos escritores españoles que el también escritor y articulista Alberto Olmos considera los mejores de su generación. Se trata de un cuentista excepcional, de lo mejor en castellano. Ahora, la novela que acabo se me antoja eso mismo: un cuento largo. Está tan perfecta y maravillosamente escrita como la mayoría de sus cuentos, cada frase cincelada al milímetro, cada palabra en su sitio, el ritmo justo según el momento. Una verdadera obra de orfebre en cuanto a técnica y eficacia narrativa. El final, en cambio, no me convence nada, se me hace precipitado, en plan punto final por las bravas, porque la cosa no daba para más. Cuestión de gustos, claro. Pero sí, he aquí un pedazo de escritor, un profesional en el sentido de que notas en cada frase que el autor se lo ha currado, que respeta lo que tiene entre manos, que sabe cómo y qué hay que escribir a cada paso. Sin embargo, es todo tan perfecto, encaja todo tan bien, se nota todo tan medido, hay tan poco resquicio a lo superficial, no sobra nada, que en realidad me deja frío, como una tortilla de patatas ni poco ni mucho hecha, en su punto.
A mí me gustan los escritores a los que se les ven las costuras, incluso, si no sobre todo, con sus excesos a cuestas.
Pero claro, es que yo he crecido como lector con autores que distaban mucho de ser los mejores en su oficio. Autores a los que se les notaban las costuras por todas partes, que siempre cojeaban de algo, que cuando tenías un libro entre tus manos ya sabías que ibas a encontrar algo que en otros seguro que se te hacía inaceptable. Autores como Baroja, Benet, Max Aub, Aldecoa, Goytisolo, Laforet, Umbral, Sánchez-Ostiz y mejor paro, mejor me quedo con la lista de españoles en castellano porque si empezamos con Saer, Ibargüengoitia, Cabrera Infante, Faulkner, Céline, Roth, Bernhard, Malaparte, Pasolini, Koeppen, Lobo Antunes, Chirbes… Todos ellos, claro está, escritores como la copa de un pino; pero, que quieras o no, y normalmente suele ser sí, siempre pecan de algo, siquiera por algún lado y por lo que sea que tampoco importa mucho. Sin embargo, y mira tú por dónde, es precisamente lo que les hace destacar, lo que los caracteriza, lo que te encandila de veras. Ni más ni menos que aquello que el lector de veras avezado busca en un autor con mayúscula, lo que tan rimbombantemente llamamos voz propia, el estilo de marras, y puede que se deba en buena parte a esos supuestos defectos o excesos del autor. De ese modo, uno ama a Baroja cuando éste se deja amar. Lo ama sobre todo a pesar de la desmaña y la impostura que lo envuelve, o acaso precisamente por ellas, y, en cambio, se aburre a mares con Delibes, lo bien que escribe, lo jodidamente serio y puntilloso que es con la pluma.
A ver si al final va a ser que el arte reside precisa y esencialmente en lo original a pesar de todo, otra vez la monserga de la voz propia, el estilo, y todo lo demás, pues eso, artesanía. Pero claro, como vivimos tiempos de computadora, de robótica hasta en el alma, del pragmatismo como religión única y verdadera, pues todo tiene que encajar, todo tiene que ser perfecto, pulcro, incluso prístino como si toda experimentación hubiera sido herejía. ¿Y el alma, dónde coño os habéis dejado el alma? Pues eso, que a mí me gustan los escritores a los que se les ven las costuras, incluso, si no sobre todo, con sus excesos a cuestas, las más de las veces figurones a tiempo completo o sólo a ratos. ¿Por qué no? Pero sobre todo con alma, humanos, como el propio Olmos sin ir más lejos. A mí un escritor que cae bien a todo el mundo…
Y es así, pensando en escritores técnica e incluso humanamente deslavazados, que acabo reflexionando acerca del incombustible atractivo de Baroja para varias generaciones de lectores. Algo que resultaría inexplicable dado tanto la tosquedad literaria de Baroja como lo plomizo de la mayor parte de su producción literaria a rebosar de lugares comunes, imposturas de todo tipo y una visión de la vida, y más en concreto del mundo que le rodeaba, como muy de cliché de intelectual de su época. No estoy muy seguro de si no toda esa devoción barojiana reside en su mayor parte en el embeleso que provoca la lectura de sus libros de acción o aventuras entre los más jóvenes al estilo del famoso Zalacaín el aventurero, como en ese inconformismo aderezado de nihilismo pseudofilosófico —Baroja le dio mucho a Schopenhauer y a Nietzsche como tantos otros escritores del momento e intelectuales poco más que de sentarse en el Café Gijón un cuarto de hora y pare de contar—, esa rebeldía de cachorro de la clase media española más o menos ilustrada en constante conflicto tanto con los suyos como con el resto de sus ya no tan semejantes, que es lo que apunta en libros como El árbol de la cienciaLa busca, César o nada, Aurora Roja y de verdad que poco más. Por lo que a mí respecta me confieso víctima de ese primer embeleso provocado por la primera lectura de Zalacaín el aventurero, Las inquietudes de Shanti Andia, La casa de Aizgorri, La leyenda de Jaun de Alzate y en general toda su obra dedicada a su tierra vasca. Eran los primeros libros para adultos que un familiar ponía en mis manos, y en ellos se hablaba de nuestro entorno más próximo y de nuestras gentes con una visión harto idealizada, incluso cuando Baroja trataba de verdaderos canallas, como que siendo vascos acababan por no serlo tanto y si lo eran se debía a que tenían verdaderos motivos para ello. Ese Baroja de la adolescencia fue precisamente quien más contribuyó a afianzar en el subconsciente la idea, esencialmente idealizada y a rebosar de tópicos, que luego refrendaban los adultos con su propia visión autocomplaciente y no poco interesada sobre las cosas del país; el País Vasco, claro. Luego vinieron los libros de la juventud tardía, la rebeldía impostada y ese malestar a cuenta de todo lo que le rodea a uno, que ni acaba de asimilar de buen grado ni sabe por dónde van los tiros, si bien intuye que lo que hay no está bien, no funciona, algo habría que hacer para cambiar semejante estado de las cosas aunque luego Baroja no haga nada, todo lo más tirarse al camino, largas, interminables caminatas que lo eran sobre todo alrededor de sí mismo. Puede que como hacemos la mayoría de nosotros, siquiera ya sólo porque estamos condenados a hacerlo a poco que compartamos en alguna medida ese desasosiego barojiano, el cual no es tanto descubrir que las cosas no son como nos gustan, como negarnos a aceptar que en el fondo mucho de lo que criticamos nos complace más de lo que estaríamos nunca dispuestos a confesar porque de lo contrario no tendría sentido tanto postureo de listillos de vuelta de todo y daríamos directa y definitivamente en simples cascarrabias con cierta facilidad para hacernos escuchar y no siempre de buen grado por los que nos rodean. Amén de correr el riesgo de ser descubiertos como lo que realmente somos: unos impostores.
Y con todo, por qué no decir lo obvio, Baroja como escritor en un verdadero fiasco, alguien que se traicionó a sí mismo.
Opino que ahí residiría la mayor parte del atractivo barojiano, y quizás también la razón de su sorprendente vigencia como autor, a la cual todo lo más habría que añadir una rápida e instintiva identificación o gusto por un estilo que enseguida reconocemos no poco atrabiliario ni nada, desmañado incluso, esencialmente intuitivo, aproximativo. Y acaso por ello también un rasgo más de esa supuesta rebeldía ahora estética o literaria, el escritor cuya obra se sobrepone a sus detractores haciendo precisamente virtud de sus carencias y al que, por si fuera poco, encima va la posteridad y le concede todo su beneplácito para escarnio de todos aquellos críticos que van cayendo en el olvido o ya directamente en el hoyo.
Y con todo, por qué no decir lo obvio, Baroja como escritor es un verdadero fiasco, alguien que se traicionó a sí mismo, a su obra más significativa y personal, perpetrando una recua de novelas verdaderamente soporíferas, pedantes, vacuas, chapuceras, cuyo verdadero peso, a mi juicio, sólo se sostenía por el prestigio de las primeras antes citadas. Dicho de otro modo, que Baroja escribió demasiado y sobre todo de lo que le vino en gana en cada momento, sin preocuparse por la coherencia de su obra ni el dudoso interés que podía tener para los lectores aquello de lo que trataba. Tal es así que muchas de sus novelas menores, de turista o simple observador de lo que acontece en la calle y que luego va y lo cuenta, apenas tienen otro atractivo que el nombre del autor que acompaña al título.

LEIHOTIK KALERA BEGIRA (MARTXOAK 3)


Bai, Martxoak 3ri buruzko ipuintxo bat idatzi nuen aspaldi: http://www.uberan.eus/?komunitatea/Txema/item/martxoa-3-bai-pelikularen-uberan


Istilu ikaragarriak suertatzen dira hirian nonahi. Ezin naiz kalera jaitsi auzoko haurrekin jolas egitera, arratsaldero bezala gure etxeko espaloian. Arriskutsuegia omen da, behin baino gehiagotan hiriaren erdigunean ia egunero ospatzen diren manifestazioak gure etorbideraino iristen baitira. Atzo bertan poliziak tiroka bost langile hil eta ehun inguru zauritu zituen, auzo bateko elizan ikasle eta langileen arteko bilkura bat galarazteko. Nire gurasoak samindurik zeuden oso. Egia esan, nagusi guztiak oso atsekabe edo haserre omen daude, nire gurasoen senitarteko zein adiskideek beste hizpiderik ez baitute etxera datozela; “ez dago eskubiderik, denok garbituko al gaituzte?”. Orain dela pare bat egun edo, nire aitak hiriko katedral berriaren ingururaino eroan ninduen bertan poliziak tiroz hildakoen hileta ospatzen zen eta. Gure amak ez zuen nahi inondik inora ni haraino eramatea, bertan jende andana egongo zelakoan. Ez zen, ez, berak zioenez, ni bezalako zazpi urteko umemoko batendako lekurik egokiena. Hala ere, katedralera bidean gindoazela aita eta biok, ni bezalako umemoko pila ikusi nuen euren aitaren eskutik oratuta. Katedralaren sarbide nagusiaren inguruko harmailetan geundela ezin ginen, ordea, nahi beste hurreratu hiriaren erdigunean zehar hildakoen lankideek sorbalda gainean zeramatzaten zerraldoen segizioa gure sudurren aurretik pasatzen ikuste aldera. Jendetza itzela zegoen gure aurrean, bertako ia denak marmarka poliziaren balizko eta ezusteko agerpenaren kontura, euren eta batez ere gobernuko barne ministroaren kontrako aldarriak etengabekoak baitziren, baita herriaren mendekua argi eta garbi, eta gero eta ozenago ere, eskatzen zutenak. Zerraldoak iristear zeudela, berriz, isila nagusitu egin zen. Orduantxe, gure aurreko jende arteko zirrikituetatik zerraldoak pasatzerakoan, nire aitak eskua estutu zidan gogor, doi-doi min egiteraino. Areago, ondoko askok ukabilak altxatu ahala, nire aitak gero eta gogorrago estutzen zidan eskua. Hala ere, ez nintzen kexa egitera ausartu, bat-batean hedatu eta izugarri zurrundu egin zen, isilak galarazi zidan eta. Nire aitari begiratu baino ezin nion egin. Haren musuari erreparatu nion, hunkituta zegoen. Orduan, ez dakit nik oso ondo zergatik, ni ere hunkitu egin nintzen.


-Denok garbituko gaituzte ala?

Nortzuk ziren denok? Katedral inguruko hiletara joan aurretik aitari aditu nion bost hildakoak langile hutsak zirela, alegia fabriketan lan egiten dutenetarikoak, gure izeko Agedaren senarraren modura, lanabesak egiten zituen lantegi batean ziharduen Asturiasetik etorritako gizontxo jator eta berritsua. Nire aita bazen ere langile fina eta porrokatua, berak etengabe aldarrikatu ohi zuenez, inongo lantegian lan egiten ez zuena baina. Hala ere, bazuen gustuko ere oso bestelako langilea zela azpimarratzea, buruzagirik gabekoa, bere kabuz lan egiten baitzuen gure etxean antolaturik zuen ile-apaindegian, behar beste orduz orrazi zein eskuko lehorgailuari atxikita, etxeko gastuak eta ordaindu ahal izateko. Madrilen maisutza industriala ikasi zuen garaitik, hain zuzen, gogoan zuen pelukeria akademia irekitzeko asmoz aurreztearren. Gure aitak ez zuen beste inorendako lan egin nahi, berak zioenez bere leinukoek sekula ez zuten halakorik egin. Bestalde, denek lan egin behar zuten gogor, dela euren nagusiengandik jauretsitako lursailetan su eta gar, dela ekinaren ekinez erosi zituztenetan, etxeko ez zuten inoren ordainpean lan ez egitearren.

-Beste inork zapaldua ez izateko zure lanaren jabe izan behar duzu, bestela akabo, bestela boteretsuen makurkerien mendeko bihurtzen zara; gizon osoa izateko, gizon librea izan behar.

 Eta baldin bazegoen boteretsuen makurkeriak ezin errukigabeago edota gogotsuago babesten zituen zerbait, hori zen heldu guztien ahotan zegoen diktadura hitza. Endemas, gure osaba Keparen hitzetan, gure hiriko auzo hartako elizan gertatutakoa gure hiriko langile mugimendu indartsuaren antolaketa eragozteko propio antolatua omen zen, Madrildik bertatik, baita langileek joandako asteetan herritar guztien eskubideak zapaltzen zituzten diktadura eta enpresaburu diruzaleen aurka deitu eta erabateko jarraipena lorturiko greba orokorra indarrez bertan behera utz zezaten ere. Gauzak horrela, dohakabeko egun hartan eta goizeko lehen orduetatik hasita, poliziak manifestazio guztiak gogotik erreprimitu zituen. Arratsaldeko bostetan berriz, auzuneko elizan langileen batzarra egin behar zenean, suertatu zen sarraskia; Polizia Armatuak —grisak— elizan sartu ziren abadearen ohar zein erreguei muzin eginez, eta langileak irtenarazi zituzten gas negar-eragilea erabiliz, nahiz eta esparrua itxia izan. Eliza husterakoan, langile ugari jipoitu zuten. Hala ere, iskanbila nagusitu egin zen poliziak pistolaz eta metrailetaz tiro eginda ehundik gorako pertsona zauritu eta, guztiz lazgarriena izan zena, aitaturiko bost langileak hil zituenean. Haietariko bi, tokian bertan hil zituzten; beste hirurak, ostera, zauri larrien ondorioz hurrengo egunetan hil ziren ospitalean.

-Ikusten? Ez dute ezertan erreparatzen, mugitzen den edonori tiro egiten diote. Denok garbitu nahian dabiltza eta.

 Arratsaldero bezala ere nire aitaren eskutik irteten nintzen hirian barrena paseatzera. Egun haietan, aldiz, bagenekien ez zela batere komenigarria erdiguneraino hurreratzea, istiluak nonahi eta noiznahi sortzen baitziren, gehienak ere ia ustekabean. Izan ere, langile mugimenduak antolatu eta deituriko manifestazioez gain, sarri askotan ere istiluak sortzen baitziren hiruzpalau gizakumetik gora kale erdian bildu orduko, batez ere Alde Zaharretik gertu-gertuan egotekotan, badaezpada, eta betiere edozein huskeriaren kontura, gehienetan begiratu makur baten erruz poliziaren lechera bat euren paretik pasatzerakoan edo.

-Begira putakume horri, bai ausarta, bai, pistola eskuan manifestariei mehatxuka!

Auskalo nork dakien zein zuhurra zen nire aita, arratsalde egun haietan erdiguneraino eramaten ninduela manifestari eta grisen arteko liskarrak gertutik ikusteko, batik bat gure amari istiluotatik hainbat urrunen joateko agindu eta gero. Ikuskizun benetan zalapartatsu eta batik bat arriskutsua ni bezalako umemoko batentzat, sarritan poliziaren gomazko pilota zein kezko boteetatik ihesi zihoazen manifestariak guganantz arrapaladan jaisten baitziren Alde Zaharreko aldapetan behera gure gainera oldartzeko arriskutan. Beldurrak geunden, bai, nire aita eta biok, baina aitari erreparatu baino ez nion egin behar zein neurritan zegoen asaldaturik, poliziarekin gero inoiz ez bezala benetan erresumindurik, gure begien aurrean gertatzen ari den guztiari amorrazioz begira.

-Asasinoak!

Egun batzuk geroago, Manuel Fraga Iribarne etaRodolfo Martin Villa ministroakgure hirira heldu dira. Biak jotzen dituzte sarraskiaren erruduntzat. Biok, Guardia Zibilarenzuzendariarekin batera, ospitalera joan dira zaurituak bisitatzera, nire aitaren aburuz haien aurpegia garbitze aldera. Kalean, haatik, egundoko istiluak sortu dira behin eta berriro, bi ministroen itxurakeria salatzeko asmotan. Badirudi istiluok hain handiak eta bortitzak izan direla ezen sekula baino polizia gehiago oldartu baitzaie manifestariei. Izan ere, sirena-hotsak gero eta ozenago entzuten dira gure etxetik, manifestariak gu bizi garen etorbideraino lasterka eta moltsoka iritsi ahala. Koitaduak, nik esango nuke beldurra sumatzen zaiela begitartean gure leihoaren azpiko espaloiraino arnasestuka iritsi eta atzera begiratutakoan direlako grisak ere haien atzetik korrika datozela ikusi dituztenean. Orduan bai, izua inoiz baino ageriagoa azaldu da kalean ihesi dabiltzanengan zein leihoetatik begira daudenen deiadarretan. Ez da gutxiagorako, grisen furgoiak azaldu egin baitira ia oharkabean etorbidean, sirenak garrasi, eta berehala jaitsi dira hauetatik kasko eta ezkutuz ondo hornituriko polizia andana, eskuetan porrak eta gomazko pilotak zein kezko boteak jaurtitzeko eskopetak daramatzatela.

-Uztazue gazte gaixo hori, ez dizue ezer egin, koldar alaenak!

 Orduantxe, zoro moduan korrika zihoala behaztopatu, lurrera jausi eta bertan hiruzpalau grisek inguraturik datzan gazte ihar tximatsu bat ikusi berri dut gure leihoaren azpiko espaloian. Berari jo eta ke kolpeka ari ziren poliziak euren porrekin, baita ostikoka ere. Are okerrago, artean polizia batzuk hasi dira euren gomazko pilota-jaurtigailuekin tiroka, lurrean eroritako mutikoari egundoko jipoia ematen diharduten agenteenganaino aldarrika hurbiltzen ausartu diren oinezko batzuei. Gris batek oinezko suminduotariko bat paparrean jo egin du gomazko pilota batez; lurrera erori da zerraldo. Ondoren beste gris batek tiro egin du berriro, oinezkoek begiak estali dituzte atoan– badaezpada, azken egunotan manifestari batek baino gehiagok begi bat galdu egin baitu gomazko pilota baten erruz-, eta arineketan egiteari ekin diote ziplo. Gure amak ezin izan du gehiago jasan, gehiegizkoa (demasekoa) iruditu zaio, benetan onartezina, eskandalagarria. Horrenbestez leihoa zabaldu, burua luzatu eta bera ere agenteei aldarrika hasi da ozen-ozen.

-Uztazue gazte gaixo hori, ez dizue ezer egin, koldar alaenak!

 Zerraldo eroritako gazteari paparrean tiro bat jo egin dion grisak berak gure amari luzatzen dio gomazko pilota jaurtigailua, kargatu berria omen du.

-Barrura sartzeko, emakume! –mehatxu egin dio poliziak eskopetaz.

-Zoazte denok popatik hartzera, gaizkileak, zuek zarete gaizkile bakarrak!

-Barrura sartzeko! –poliziak katuari eutsi eta gure amari tiro egiteko imintzioa egin du.

 Orduan gure aitak besotik oratu eta barruraino bultzatu du gure ama. “Txoratuta al hago, ala gura al dun txakur horrek hiri ere begi bat ateratzea?” Gure aita bere onetik at zegoen. “Zer dela eta arriskatzen haiz hain modu txoroan, emazte?”, galde egin dio orain dela pare bat egun edo manifestari eta grisen arteko liskarrak gertutik ikustearren Alde Zaharreraino eskutik oratuta eraman ninduen gizonak.
Txema Arinas
Oviedo, 2019/05/09

¡VIVA LA TELE!

    Sueño que me arrastra no sé quién o quiénes a la entrega de los premios de un festival de la tele que se celebra en una ignota, gris y a...