domingo, 11 de agosto de 2024

PESADILLA DE SAN CELEDÓN


 

   Creo que la de anoche ha sido la pesadilla más gorda que he tenido hasta el momento de todas las que llevo este año. Pues resulta que, justo cuando me disponía a tocarme el higo tumbándome en la hamaca de la terraza de casa de mi vieja, aparece un comando suicida de blusas y neskas y me secuestra metiéndome a la fuerza en el remolque donde llevan los barriles de kalimotxo y cerveza.


- ¡Venga, bebe de trago un katxi de kalimotxo, que ya estamos de fiestas!

- ¡Pero si todavía no ha bajado el puto Celedón!

- ¡CELEDÓN HA HECHO UNA CASA NUEVA, CELEDÓN, CON VENTANA Y BALCÓN!

Madre del amor pegajoso y el perpetuo chantaje emocional, menuda monserga me espera, la misma ñoñería populachera de todos los años repetida hasta la saciedad a cuenta del chovinismo municipal de mis paisanos, los mismos cánticos agromonotemáticos de toda la vida, la misma demencia beoda e impune de la peña por lo general sumisa, aburrida y aburridora que espera que lleguen estas fiestas para desfasarse a conciencia una vez al año quitándonos protagonismo a los borrachos profesionales, el mismo viacrucis fiestero entre txistus, gaitas y regguetones o lo que sea la mierda esa de moda de la Potra no sé qué ni me importa, la misma retahíla de lugares comunes de todos los años cada vez que te encuentras con un conocido al que sólo ves una vez al año y siempre por fiestas, la misma... Tengo que zafarme de estos tarados en cuando tenga la más mínima oportunidad.

- ¡Venga, otro katxi de lo que sea!

Total, que me veo arrastrado por todos y cada uno de los baretos de Kutxi y alrededores, entre katxis, saltos, berridos, empujones, pisotazos, e incluso amagos de pelea con miembros de otras cuadrillas de blusas y alguno de fuera sospechoso de ser de Bilbao.

- ¡CELEDÓN HA HECHO UNA CASA NUEVA!

Menos mal que cincuenta bares después con sus correspondientes katxis de kalimotxo, cerveza, pika, gintonic, whisky con cola, no sé qué con vodka y creo que hasta uno de txintximina, por fin consigo despistar a mis secuestradores -en realidad la mayoría de ellos yace ya tirados en las esquinas de los cantones de lo viejo con su correspondiente vomitona al lado-, y puedo huir a casa de una vez por todas. Eso sí, llevo ya tal pedo encima que parece que voy bailando la conga de Jalisco, y lo que es peor, que, como voy haciendo eses de un lado a otro, hay ratos que cuando pasa alguna fémina a mi lado parecería que me quiero lanzar sobre ella en plan depredador sexual y/o votante potencial de Vox, si es que no viene a ser lo mismo. Y no, ya no es sólo que esa no sea mi intención en ningún momento, sino que además ya me dirás tú con tanta priva encima cómo, para qué... Así que en una de esas oigo una voz a mis espaldas que me reprende.

- ¿No te da vergüenza? Estamos trabajando por unas fiesta libres de agresiones sexuales, inclusivas, respetuosas con el medio ambiente, los animales, los celiacos, los admiradores de Enrique Bunbury...

- ¿Cómo, qué? ¿Yo?

- Y luego mira cómo vas. ¿Es necesario beber tanto para pasarlo bien en fiestas? Creo que habría que plantear un debate acerca de unas fiestas más sanas y...

- En eso que me doy media vuelta para ver la jeta de tipo que me está dando la chapa y mira tú qué sorpresa cuando descubro que se trata, nada más y nada menos, que del Celedón que hemos estrenado justo este año, el carapán de Iñaki Kerejazu en plena cruzada por aburrir a los ciudadanos con su empalagoso, qué digo, estomagante paternalismo bienqueda institucional, ese que trata a todos los ciudadanos por igual considerándonos menores de edad y asilvestrados sin excepción. Ni qué decir tiene que este es el peor momento de toda la pesadilla, si es que no es ahora cuando empieza ésta de veras.

Por suerte, una vez más, y justo en el momento en el que me disponía ya a introducirle la txapela por el agujero de culo al superconcienciado y superjatorra Celedón, despierto sobresaltado y con ello también a mi asturiana.

- ¿Otra pesadilla? Pues deberías intentar dormir un poco más para estar fresco esta noche, que te recuerdo que hay cena con los amiguitos y luego no pretenderás que nos vayamos pronto a casa el primer día de fiestas sin echar unos bailes y lo que se tercie.

- Puta pesadilla.

- Pesadilla la mía tener que aguantar a un cincuentón irreverente y tocacojones queriendo dar siempre la nota. 

SANTIAGO J. NAVARRO RESEÑA "TIERRAS DEL CONDE" PARA EL DIARIO DE NOTICIAS


 Pues parece que este agosto toca hacer cosecha de menciones y reseñas de TIERRAS DEL CONDE. Muchas gracias a Santiago J. Navarro por tan generosa reseña en el DIARIO DE NOTICIAS, y al amigo Miguel Izu por avisarme en medio de este descontrol estival.

BLUSAK, AMESGAIZTO HORI...


 

   - Bai, ni sei urtetik blusaz jantzita atera izan naiz Gasteizko jai guztietan. Esan leike odolean daroadala. Ezin asmatu zenbat sufritzen ari naizen azken bi urteotan. Nik jaiak ditut bizitzeko motibo nagusi edo ia bakarra.

-...
- Jakina, ni oso tradizonala naiz, zeharo antigoalekoa, blusa peto-petoa, zezenetara sinfalta joaten zirenetarikoa. Ikaragarri gustatzen zitzaidan zezen plazako giroa. Gerora, azken urteotan, blusa gazteak zezenen kontuaz izorratzen hasi ziren. Hortaz, gaur egun, eta politika kontuak direla medio, zezenik ez, betiko jaietako giro ona dexente petraldu egin duena. Blusa zaharrak bai ginela jator-jatorrak gaurko umemoko txepelen aldean.
-....
- Orduko giroa bai zela sanoa, oso; inor ez zen asaldatzen norbaiti adarra kemenez jotzen genionean; gu beti txantxetan aritzen ginen eta. Bai, egia da, gehienetan, mozkor arrail gindoazen; baina, umore ona beti lege.
- ...
- Dudik ez! Emakumezkoak koadrilletan sartu zirenetik dena maldan behera joan egin da gaur arte...
Parada ezin eder edo aproposagoa bart arratsaldekoa, blusa zahar bat gurekin ezustean terraza batean eseri zela kontu kontari guri mahaia kentzen saiatu eta gero, batez ere nik txikitan zergatik begitan nituen gogoratzeko, hau da, zergatik ez nuen sekula blusa koadrilla batean sartu nahi izan, zeren kontura gorroto bizia izan ohi genien nire moduko gazte matxinoek 80-90 urteetan, zertan oinarritzen dudan, hein handi batean noski, nire taldekeria tradiziozale eta batik bat zilborzale ergelarekiko ezinikusia. Nork bere tirriak eta.

TIERRAS DEL CONDE de un tal Txema Arinas reseñado en el suplemento literario Pérgola de este agosto.

 



LAS FIESTAS DEL PUEBLÓN


     

    Las fiestas de las ciudades tienen un mucho de explosión de alegría colectiva largamente esperada durante el año, una rotura con la cotidianidad, la cual me da que cuanto más conservadora, ensimismada o ya sólo envarada es la ciudad mucho más exacerbada, descontrolada, llamativa, es dicha alegría por puro contraste.

Luego también hay algo profundamente desagradable en esa devoción desmedida, ese bochornoso castIcismo o "jatorrismo" que algunos, muchos, sacan especialmente en fiestas, en muchos casos teatralizada para la ocasión, por los usos y costumbres del lugar, una especie de reivindicación o exhibición ridícula, paleta, de un todavía más ridículo y paleto "nacionalismo" municipal; ""semos" los mejores, qué orgulloso estoy de haber nacido aquí y no allí, de ser de aquí más que otro", y así todo en ese plan tan a lo que decía Schopenhauer de los orgullos terruñales; "cuanto más mediocre es un individuo, más orgulloso está de su ciudad o nación a falta de otras cosas por las que estar orgulloso de veras". De ahí la mierda esa del apego a unas supuestas esencias, lo cual en general no es malo en sí mismo como simple anécdota; pero, cuando se reivindican para fomentar ese "municipalismo identitario" dan verdadera grima.
Ejemplo de esto último son los papanatas que dicen que un "pañuelico" es el bueno, auténtico, y el otro no porque estaba generalizado antes, como si el hecho de que el otro lleve ya décadas compartiendo espacio no lo hubiera hecho ya "tradicional" con creces. Eso o considerar como genuino de las fiestas una solemne procesión de reminiscencias medievales, que sí, claro, y al mismo tiempo insistir año tras año que las txosnas deberían desaparecer porque los que acuden allí no comulgan con tu ideario.
En realidad hablamos de una percepción pacata y reduccionista de la condición de ciudadano, lo que es una ciudad como suma de sensibilidades e identidades diferentes en según qué grado de armonía, y que apenas sirve para otra cosa que para identificar enseguida al garrulo de turno, ese que, en contra de lo que es el verdadero espíritu del modo de vida urbano, sigue concibiendo su ciudad como poco más que como un pueblo grande donde todos más o menos están cortados por el mismo patrón, aldeanos del asfalto que decimos; en la mía son legión.
Y por eso también las fiestas de tu ciudad están muy bien como tregua para el jolgorio, y hasta el desenfreno, durante unos pocos días en mitad de la anodinia de una mediana capital de provincias y, no nos engañemos, siempre, manque les pese a muchos que creen vivir en una Atenas de su época en función casi que exclusiva de su elevado nivel de vida, siempre poslevítica y ensimismada a su manera contemporánea, entre otra cosas porque esa es precisamente "conditio sine qua non" del hecho provinciano. Pero, repito, unos pocos días, porque, será cosa de la edad o yo qué sé, cuanto más se alarga la cosa más repetitivo, tedioso, cansino, resulta todo, un continuo "deja vu" que sólo sirve para recordarte que la vida se te ha ido entre las manos y además sin haber hecho gran cosa en esta, o al menos no gran cosa de lo que tenías en mente .

NIÑO CON RUEDA


 

    Creo que voy a aparcar Mort a Credit de Celine hasta después de fiestas o así. Anoche tuve uno de esos sueños recurrentes que le acompañan a uno de por vida. Sin embargo, creo que antes debería poner al respetable en antecedentes. Resulta que cuando era un mocoso, creo que sería hacia los doce o trece años, me enamoraba siempre de alguna dependienta joven de los establecimientos a los que mi madre me mandaba a hacer recados. Así como lo digo, no había hija de pescatera del barrio, sobrina del carnicero echando una mano a su tío, o joven pariente lejana recién llegada del pueblo para trabajar en la pollería llenándome la cesta metálica para los huevos, de la que no me enamorara perdidamente. Y si tenemos en cuenta, como ya he contado por aquí en más de una ocasión, que mi progenitora tenía la manía de mandarme a tiendas cada vez más alejadas de nuestra calle porque siempre, pero siempre, acababa mal disponiéndose con el tendero de turno por el quítame ahí esos plátanos demasiado pasados o las chuletas del unotro día soltaban más agua que el pantano de Ullibarri-Gamboa en abril, pues oye, lo raro es que no hubiera acabado haciendo los recados en Bilbao o Miranda de Ebro. A decir verdad, puede que lo mío se asemejara a algo así como una especie de turismo sexual sin salir de la Avenida Gasteiz y alrededores.

Pues bien, recuerdo haber caído rendido una vez más ante los encantos de una joven dependienta del ultramarinos, colmado, abacería o como se le dijeran entonces a esas tiendas que teniendo casi de todo no llegaban a ser un super como los de ahora. La tienda en cuestión se encontraba en la calle Badaia de mi ciudad, ya a cierta distancia de la Avenida donde vivía, siquiera para el canijo que era yo entonces. ¿Es que no había más comercios por mi zona? En cualquier caso, se trataba de una calle por la que solía pasar casi todas las tardes para llevar productos de la peluquería de mi padre hasta la academia de lo mismo que tenía en Cercas Bajas, junto al casco viejo de la ciudad y justo enfrente de la casa de los Uralde o de la Yedra en su versión más popular; lo digo porque anda que no he dejado volar yo la imaginación poco ni nada siendo un mico mirando a través de la ventana de la academia a la fachada cubierta de yedra de aquella casa, y ya muy en especial la terraza en plena muralla; la de historias que me habré inventado ya por aquel entonces. Para llegar hasta Cercas Bajas tenía dos trayectos paralelos, uno subiendo por la calle antes mencionada, y el otro por Beato Tomás de Zumárraga, eso según me diera el aire.
Pues bien, eso hasta que, como ya he dicho, caí perdidamente enamorada de la chavala que le echaba una mano a la frutera de la calle de Badaia, la cual creo recordar que hacía honor a buena parte del género que vendían en aquella tienda. Como no me bastaba con ir a hacer la compra hasta allí una vez a la semana, también aprovechaba a pasar casi todas las tardes enfrente de la tienda de mi amada con la escusa de llevar productos de la pelu hasta Cercas Bajas.
Entonces, al pasar delante del colmado o lo que fuera, solía ralentizar el paso al objeto de poder así echar una miradita a través del escaparate confiando que esta se cruzara con la de ella, así no le quedaría más remedio que responder a mi saludo con su correspondiente sonrisita pubescente, y yo de paso, faltaría, también me recreaba en lo obvio.
Pero, tranquilos, que la cosa todavía puede ser más patética, para no variar. Pues resulta que un día mi viejo me mandó a buscar la rueda pinchada del coche que había llevado a arreglar a un garaje de Beato. Debía hacer meses que no pisaba esa calle en beneficio de la otra paralela. Así que volvía a casa desde desde lo más alto de Beato, rodando la rueda calle abajo hacia la Avenida, con las manos ya cubiertas de mugre y la cara otro tanto por haber estado tocándomela todo el rato sin darme cuenta, vamos, hecho un cromo, cuando de repente me cruzo con la dependienta de Badaia y su madre. Pues no va la vieja y le suelta a su hija nada más verme: “¡Mira, el hijo del peluquero, si parece un negrito que acaba de robar la rueda de un coche!”
No volví a pisar la calle Badaia en mucho tiempo de pura vergüenza, todavía menos a hacer la compra a aquella tienda por muy pesada que se pusiera mi madre, zapatilla mediante o no. Pues bien, aquel episodio tan chusco como intrascendente se convirtió anoche en una de esas pesadillas que se repiten a lo largo de la vida, cuando menos te lo esperas y sin saber nunca muy bien a santo de qué. De modo que esta semana he vuelto a soñar que bajaba Beato Tomás de Zumárraga empujando la rueda que acababa de recoger del garaje al que me había enviado mi viejo; pero, en esta ocasión, como en realidad en tantos otros sueños, la pendiente de la calle era tan inusitadamente pronunciada que la rueda se me acababa escapando de las manos y tenía que correr detrás de ella cuesta abajo saltándome los semáforos de las calles transversales, primero Domingo Beltrán y la Calle Gorbea, luego, ya pasada la Avenida, Fernández de Leceta, calle Argentina… Sin embargo, no conseguía alcanzar la puta rueda y ésta seguía rodando hasta llegar a la Avenida de los Huetos, donde de repente, ya a la altura del Seminario, y por esas cosas que tienen los sueños, podía atisbar el mar Cantábrico en la lejanía desde una altura tan extraña como imposible; que ya me dirás tú de qué, como mucho el río Zadorra y para de contar. De modo que ahora el sueño, qué digo, la pesadilla en toda regla, iba de impedir a toda costa que la rueda desembocara en el mar. Pufff, con deciros que cuando me he despertado de golpe creía que me había devuelto el mar a la orilla; la sobrecama toda sudada y tal. En fin, puto verano.

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Jon K. Zamalloa Teodoro, Rosa Eguizabal Leniz eta Beste 12

UDAKO EKAITZA


 

  Mihi gaiztoa

Pozoia ahotan prest
Beti txorimalo
Parrandaren hondarrean
Iturrian urperatzen genuen gure egarria
Gora Gayarre! Gora osasuna!
Antzinako abadeen modura
Egungo honek dio: "Egia bakarra egia judiziala da"
Egia lapurtzen diguten lotsabakoak
Idaz-katilua eginda
Kunderak grafomania zuen gaitz
Nik kaikukeria-iturri
Miresten ditut ingeniariak
Mundua nire moduko alprojen esku balego akabo
Nor bere neurriaren mende
Euri tantak
Arrats alperrikaldua
Etsiaz blai
Euskaldun zintzoen historia
Erresistentzia luze baten porrotak dira
Baita gure buruaren kontra ere
Gaizki-ulertuak etengabe
Ikasteari ekin arren itzultzailearen premia zuen
Gure harremanaren etsai
Ez gara jentilak
Egonarria etengabe arrastaka eramateko
Amor omnia vinci?
Bada atsegina bezain ergela
Aberrikeria guztiak bildu baloi batean
Handien porrota bezain ederra
Udara ezbaian
goian eta behean enbata
larunbat aparta
Milaka jakintsu
Gainontzekoen bizitza nola izorratu hausnarrean
Ez, hori ezin da
Ez zuen nahi
Bizargin mozkorra garrasika
Koinata errenka
Eguzki bako uda
Aitaren eskutik ez pozik, ez kantari
Opor ahaztezinak
Derrigorrezko nazionalismoa
Segun norena den dotrina zilegi da ala ez
Munduko herritarrak
Ekaitza udaran
Aberatsen minbizia
Soka hauskorra
Ekinaren ekinez
Horma amildu nahi zuen pilotaz
Ez zuen inoiz ikasi

LA "GAUCHE iPAD"


   

     La crisis postelectoral de Venezuela no sólo está evidenciando el verdadero rostro del régimen de Maduro para los ilusos o indocumentados que todavía tenían alguna duda acerca de su carácter intrínsicamente antidemocrático. También está poniendo de relieve la persistencia de esa variante de la famosa "Gauche Divine" o "Izquierda Caviar" de nuestra época que son los revolucionarios de sillón y iPad, los cuales, ante una crisis como la que nos ocupa, corren a posicionarse a favor de la tiranía de Maduro por el único motivo de que ésta se autotitula de revolucionaria y socialista.

En efecto, nada nuevo bajo el sol cuando hablamos de un prototipo de ciudadano occidental que, disfrutando de todas las libertades y comodidades de la democracia liberal en la que vive, no desaprovecha la ocasión para apoyar a tiranos como Putin o Maduro con el pretexto de que son los únicos que hacen frente al imperialismo estadounidense en su empeño de someter a todos los pueblos del tercer mundo y bla, bla, bla. Así pues, lo de menos es si esos regímenes supuestamente revolucionarios y socialistas someten a su propio pueblo a una falta de libertades y oportunidades, incluso si lo condenan a la miseria y el hambre como es el caso de Venezuela. La izquierda recalcitrante del sillón y iPad se pasará por sus santos cojones el deseo de libertad y justicia de los pueblos sometidos a la tiranía de turno siempre y cuando ésta blasone de revolucionaria, antimperialista -siempre que ese imperialismo sea el de los EE.UU, nunca el ruso, chino, iraní o cualquier otro, esos son los buenos-. Esta izquierda de mierda, porque sólo así se puede calificar a los que defienden las injusticias para otros que ellos jamás estarían dispuestos a aceptar en sus casas, tira siempre de catecismo revolucionario rancio con su mantra antimperialista y camiseta con la efigie del Che Guevara con el único objetivo de retroalimentar un narcisismo en el que ellos creen ser los eternos custodios de una ortodoxia que hace mucho tiempo que la Historia nos demostró que se sustentaba única y exclusivamente en el despotismo de unos pocos sobre la mayoría. Son los Willy Toledo de su entorno, los comisarios políticos de las heterodoxias del prójimo, los curas trabucaires de nuestra época. Gente como Pablo Iglesias y su gente de La Base, su partido al completo y otros como Bildu, el bailongo Monedero y similares, los cuales -¿y lo de Zapatero?-, mira tú qué cosas, salieron a felicitar a Maduro por su reelección casi al mismo tiempo que esas democracias de solera que son China, Irán o Rusia. Esa es la peña que apoya las tiranías de izquierda como la de Maduro mientras el resto de líderes de izquierda del otro lado del charco como los de Brasil, Chile, Colombia, México, etc., exigen que Maduro enseñe las actas para poder dar por buena o no la elección del autócrata. Pero claro, no les contraríes, que enseguida se te echaran encima, insisto que al más genuino estilo Willy Toledo, con el insulto al uso en la boca, de facha en adelante. Pues eso, gente que defiende utopías en las que los primeros en desertar serían ellos. Y si no, y esto por muy tópico y demagógico que pueda parecer, ¿por qué no cambian sus vidas en este acomodado y sobre todo seguro lado del charco por las de los venezolanos que todavía resisten al otro, y a ser posible con las de los habitantes de los barrios caraqueños como el Petare, antiguo bastión chavista, los cuales ayer salieron a la calle para derribar estatuas del comandante Chávez en protesta por el fraude masivo. Pero, no hay cuidado, será que los "parias" de los ranchitos que antaño votaban en masa al llamado socialismo siglo XXI han sido engañados por el imperialismo yanqui que se quiere quedar con el petróleo de su país y toda la martingala de rigor de ese sucedáneo cutre de la izquierda caviar que lleva toda la vida sosteniendo tiranos. Pero, insisto, no te metas con los custodios de las ortodoxias de turno, porque, y aquí en las redes se nota mejor que en ningún otro sitio, tienen acogotado a la legión de pusilánimes del por si acaso mejor no se meta usted en política, que opinen otros, yo si eso a mis gatitos, comistrajos, posados y así.
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CHAVEZEN KIZKURRAK

 


     Behin batean Caracasen nengoela, ez naiz gogoratzen nire lehengusinaren baten etxean edo biotako baten lagun batzuenean afaltzen. Mahai inguruan eserita zeuden gehienak 30-40 urteko nagusiak edo, nor edo nor ustez unibertsitatetik pasatutakoa, ezin esan denon erabat eskuinekoak zirenik, beharbada liberalak, hau da, hainbeste miresten zuten Estatu Batuetan ohikoa denaren arabera, hau da, ekonomian jabego pribatuaren defendatzaile suharrak, baina edonolako zergak printzipioz ezbidezkoak direlakoan zeudenak, gizarte arloan behintzat eta agian azalez bakarrik oso irekiak, aurrerazaleak edo, hau da, gizabanakoen libertatea lege zutela etengabe aldarrikatzen zutenak nolabait esateko, edo bestela esanda, euren maila ekonomiko nolabait altuari zein bizimodu guztiz zarrastelari eustea eragotziko zien edozein politikaren kontrakoak ezer baino lehen.

Mahai inguruan geundela berehalaxe atera zen, nola ez, Chavez hizpidera. Nik uste izan nuen oso abagune ederra izango zela eurak bezalako erdipurdiko "eskualido" batzuk delako bolivariar iraultzari buruz zer nolako iritziak zituzten asmatze aldera. Ondoen gogoratzen dudana harri eta zur utzi ninduen; Chavezen ileari buruzko disertazio zein eztabaida luze bat. Izan ere, mahai inguruko gehienek Chavezen ile kizkurra hizpidetzat hartu zuten egiazko "natiboa" ez zela argudiatzeko asmoz, hau da, Chavezen zainetan esklabu beltzen odol gehiago zebilela Colonen aurreko indiarrena baino. Gauzak horrela, mahai inguruko gehienek Chavezek venezuelar herri xehearen buruzagia izateko batere eskubiderik ez zuela ondorioztatzen zuten. Nolatan esklabu beltzen ondorengo bat Bolivarren ondorengoa, batez ere kontuan hartuta beltzak ere kanpotik etorri zirela eskualido gehienen modura. Euren esan arin eta hordietan bolivariar iraultzak ez zuen inolako zentzurik Chavez bezalako "zambo" (indiar eta beltzaren artekoa) baten agindupean mendetan baztertutako venezuelar herri mestizoak gobernatzeko eta batez ere haren eskubideak aldarrikatzeko venezuelar gehiengoa bezalako mestizo peto-peto bat izan behar zuen eta, inondik inora ez sasi mulato bat. Ba hori, halakoak ziren gauzak, batik bat argudioak, auzi politikoaren nondik norakoak, Caracaseko eskualido sasi-ilustratuen artean. Hura nekea, bai!

FRAUDE

 


    Pues a mí me pasa lo mismo que al presidente de Chile y de izquierdas, Boric, que no me lo creo. 25 años de chavismo sin que nadie sepa muy bien qué es eso y sobre todo a dónde va, quiero decir, más allá de beneficiar a la nueva oligarquía chavista y a sus adeptos, una crisis galopante que ha convertido a uno de los países más ricos en recursos del mundo, potencia petrolera, en uno de los más míseros en cuestión de nivel vida y condenando al exilio económico a varios millones de venezolanos (exceptuando mi tía de más de 90 años y mis primas que la cuidan, el resto de mi familia de allá ya está fuera). Y luego está lo de que, ya no es sólo que todas las encuestas pronosticaran una victoria con amplia ventaja del candidato opositor, que las movilizaciones chavistas hayan sido más flojas que nunca en comparación con las de los otros, sino que poco o nada se puede esperar de un régimen que además de haber convertido la libertad de prensa, y cualquier otra, en una broma, también encarcela opositores o los inhabilita, y mejor no recordar la bestial represión con cientos de muertos de cuando el régimen perdió las elecciones a la Asamblea Nacional. Imposible creerse que después del desastre económico y humano en el que está sumida Venezuela el principal responsable del mismo, ese que amenazaba con un baño de sangre si perdía, haya vuelto a ganar justo con un 51% de los votos, qué casualidad, y que rápido ha sido felicitado por democracias tan punteras como China, Irán o Rusia...

Y ahora a ver cómo reacciona la izquierda a este lado del charco, si buena parte de ella sigue lapidando su crédito democrático al estilo de Monedero pegando saltitos en un mitin junto a Maduro -patética expresión de ese rancio romanticismo revolucionario de los que no pudieron hacer la suya y que sostienen las de regímenes tan cuestionables como los de Cuba, Nicaragua o la propia Venezuela- o se pone del lado correcto de la Historia, esto es, con la alternancia frente a la autocracia por muy lejos que se pueda estar de los presupuestos ideológicos, y yo diría que hasta sociológicos -al fin y al cabo una sociedad viciada hasta el tuétano por su Historia poscolonial-, de los líderes de la oposición venezolana.

UN POLVO MAYESTÁTICO

        Sueño que soy Jose I de Portugal y que después de pasarme la noche en vela cortejando a la soprano más famosa de mi época, Francesca...