domingo, 24 de enero de 2021

LA LISTA DE LOS CATORCE - NACHO GUIRADO

Leí hace unos días a un amigo que no acostumbra a hablar de los libros que lee en las redes. Puedo entender que no te guste hacerlo para hablar mal de un libro, al fin de cuentas no hay crítica más dura que el silencio; pero, cuanto te gusta un libro hay que proclamarlo a los cuatro vientos. De hecho, no hacerlo, sobre todo a la vista del oligopolio de facto que existe en el mercado editorial, creo que debería ser un delito de lesa majestad.
LA LISTA DE LOS CATORCE de Nacho Guirado es una historia con todas las de la ley, de esas que no dejan indiferente a nadie porque leyéndola sabes que te va a acompañar de por vida. Es la historia de unos presos republicanos que cumplen condena en una mina asturiana donde, gracias a esa mezcla de humanidad y pragmatismo del ingeniero al cargo, se creará un microclima de tensa normalidad en mitad del horror de la posguerra. En ese campo de trabajo conoceremos las historias de los presos con sus vidas y sueños truncados por la derrota, veremos cómo entablan relaciones con los nativos asturianos en su misma situación o con algunos de fuera del campo, cómo se aclimatan al duro trabajo de la mina, y, ya muy en especial, cómo afrontan la amenaza continua de unos vencedores, con su camisa azul y su fanatismo y/o oportunismo, dispuestos a no dejarles olvidar en ningún momento su condición de apestados en la nueva España que empieza a amanecer... Una historia de vencidos a merced de un enemigo cruel y vengativo, de los cuales uno muy concreto, y tras estar a punto de perderlo todo, conseguirá sobreponerse a su destino gracias al poder siempre redentor del amor. Una historia que, como el mismo autor se encarga de avisarnos, mezcla hechos reales con otros ficticios para poder así ofrecernos un fresco impagable de un periodo de nuestra historia todavía muy poco conocido, el de la posguerra más inmediata donde de repente parece que se hizo la oscuridad y todo era mugre y calamidades, razón de más para apreciar el rayo de esperanza que asoma hacia el final de libro, siquiera una esperanza de supervivencia más o menos en permanente cuarentena, pero esperanza al fin y al cabo.
En cualquier caso, una novela primorosamente escrita, como pocas veces se encuentra uno en este tipo de historias donde el autor corre siempre el riesgo de deslizarse por caminos que llevan a la exageración o la impostura, incluso al culebrón con su inevitable carga de clichés, y no digamos ya la tentación de complacer al lector a toda costa, no se vaya a incomodar con la maldita y molesta realidad. No es el caso de Nacho Guirado, porque es un escritor harto atribulado al que se le nota mucho por donde pisa, que demuestra dominar tanto los diferentes registros del lenguaje según toque en cada momento o situación, como los tiempos en una novela donde no falta emoción e intriga. Qué decir además de la ambientación, el trabajo de documentación imprescindible para dar verosimilitud al texto: perfecto, sorprendente; yo desde luego los he podido evocar como si los tuviera delante, ya sea porque enseguida he reconocido muchos de los escenarios asturianos que aparecen en el libro, como porque la recreación de la época no me ha generado pejiguera histórica alguna.
Razones todas ellas por las que me creo obligado a proclamar a esos cuantos vientos a los que refería antes, que esta es una novela que no defrauda a nadie, ni a los que solo buscan emociones que los entretengan, ni a los que disfrutan leyendo sobre entornos o periodos históricos que desconocían, o no tan bien como ellos creían, y mucho menos a los que, más allá del escenario o el momento concretos, o de la trama, saben que la literatura de verdad, esto es, la verdadera universalidad, tiene que ver antes que nada con los personajes, y menudos personajes los de LA LISTA DE LOS CATORCE.
Una novela, ya para terminar una especie de declaración de intenciones, que no me cabe la menor duda de que habría sido uno de esos libros que se venden a mansalva en los escaparates de las librerías, o los de los medios, donde los grandes emporios editoriales colocan sus best sellers de chichinabo, sus trilogías de naderías y ramplonerías pseudo literarias con nombres de supuestos escritores conocidos sobre todo por motivos que poco o nada tienen que ver con el oficio de escritor, oficio aun y todo. Y lo habría sido sin lugar a dudas porque, por mucho que se empeñen las grandes editoriales en despreciar la capacidad lectora de la inmensa mayoría de sus clientes, o por todo lo contrario, porque presuman conocer las tendencias más o menos de vanguardia de la todavía sustanciosa minoría de exquisitos que los sostienen a fuerza de tragarse todo lo les echan encima, LA LISTA DE LOS CATORCE es el tipo de novela que ha gustado, gusta y gustará siempre a cualquier lector que se precie de serlo.

 

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