martes, 21 de mayo de 2024

NACIÓN Y RELIGION: LA ESTAFA INTELECTUAL DEL SIONISMO

 Escribo para LA PAJARERA MAGAZINE un desahogo encolerizado o casi sobre la infamia más grande de nuestra época, la que peor nos retrata: https://www.lapajareramagazine.com/nacion-y-religion-la...

 

 

«Estimado señor,

Cuando una catástrofe real y final caiga sobre nosotros en Palestina, el principal responsable por ésta será Gran Bretaña, y el segundo responsable serán las organizaciones terroristas nacidas desde nuestras propias filas.

No me gustaría ver a alguien asociado con esa gente criminal y engañadora

Albert Einstein»

 

Si la presi de Madrid no fuera en esencia una paleta indocumentada -no insulto, sólo describo- jamás habría relacionado en la Asamblea de su comunidad a Einstein con Israel sólo por el hecho de ser judío, dado que el famoso científico fue furibundamente antisionista, ni más ni menos que como la mayoría de la clase media urbana e ilustrada de fe judía.

El sionismo convirtió un mito religioso en un lema nacionalista. Así pues, si tanto la religión como el nacionalismo son las dos ideologías más letales en manos de canallas porque ambas se sustentan sobre todo en los sentimientos y las emociones casi que en exclusiva, y de estos buena parte irracionales desde el momento en que la fe, da igual si en un dios o una patria, exige la renuncia a la razón, lo cual, sin embargo, tampoco es óbice para que ambas también tengan su razón de ser en manos sensatas -aquí siempre Koldo Mitxelena con su «soy nacionalista (vasco), pero antes soy demócrata«-, y todo ello porque el ser humano se construye también a partir de sentimientos y emociones, el sionismo ya es la cuadratura del círculo dado que crea una nación a partir de la pertenencia o no a un credo concreto: el judaísmo. El sionismo establece la ficción de que pertenecen a la nación judía, y por lo tanto tienen derecho a establecerse en la casa del pueblo judío, es decir, Israel, tanto un judío askenazi nacido en Polonia o en cualquier otro punto de Centroeuropa, y cuya lengua materna es el yiddish, un dialecto del alemán con influencia hebrea, como un judío sefardí procedente, por lo general, de cualquier punto del Mediterráneo y de lengua ladina, un dialecto castellano de cuando fueron expulsados por los Reyes Católicos de España en siglo XV, un judío falasha de raza negra y procedente de Etiopia o cualquier otro procedente de cualquiera de las comunidades judías repartidas históricamente por toda Asía y en las que no faltan judíos de origen asiático con sus ojos rasgados y sus caras redondas.

De ese modo, la ficción del sionismo ha servido para construir una nación de la nada, o dicho de otra manera, de la mera contingencia de compartir una misma fe, ¿o acaso existe la nación o el pueblo cristiano, musulmán, budista, animista, «ciencilólogo», etc.? Una nación sustentada en el mito de la existencia de un pueblo judío, o lo que es lo mismo, que todos aquellos que profesan la fe judía a lo largo y ancho del globo terráqueo descienden de aquellos que hace más de 2000 años abandonaran lo que llamamos Tierra Santa? Una ficción que sólo ha sido posible por culpa de las trágicas circunstancias históricas que dieron origen al antisemitismo, el odio hacia aquellos que profesan la fe judía, y que derivó en la monstruosidad del Holocausto. Una tragedia cuyas secuelas todavía se perciben en el modo como países como Alemania, Holanda, Francia y otros son incapaces de denunciar a las claras los fines y estrategias del sionismo en razón de su inmenso complejo de culpa. Países a los que se les supone una reconocida solera democrática; pero, que no tragan con el chantaje emocional del estado de Israel cuando tilda de antisemita a todo aquel que cuestiona el sionismo, y en especial a todo aquel que osa hacer la más mínima crítica a la política colonial y profundamente racista que está llevando a cabo en Gaza o Cisjordania tras haber creado un apartheid muchísimo más duro y mortífero, siquiera por una cuestión de mera estadística, que el de la minoría afrikaner en Suráfrica, régimen con el que, por cierto, Israel siempre mantuvo excelentes relaciones.

Sin embargo, hoy en día incluso historiadores israelitas como Shlomo Sand han desmontado en sus trabajos, y muy en especial este último en su libro La invención del pueblo judío (Madrid, Akal. 2011), el mito del pueblo judío repartido por todo el mundo tras ser expulsado de su  supuesta casa, Israel. De hecho Shlomo Sand y otros investigadores, tras el estudio minucioso de toda la documentación a su alcance, desde la arqueología, la lingüística, la genética y en general de todo lo que es propio a la Historiografía, han llegado a llegado a una conclusión prácticamente inapelable: No se puede demostrar de ninguna manera que los judíos que poblaban Judea o Samaria fueran expulsados, o abandonaran por su propia voluntad, la tierra de sus antepasados tras la destrucción del Templo de Jerusalén en el siglo I por los romanos. No existe ninguna prueba documental, o de ningún otro tipo, que certifique que las comunidades judías repartidas a lo largo y ancho del mundo procedan en su totalidad y en exclusiva de lo que ya entonces también se conocía como Palestina. Más bien todo lo contrario, la mayoría de los judíos que vivían en Palestina permanecieron en sus hogares hasta la llegada de los invasores árabes que fueron islamizando el territorio poco a poco tal y como ocurrió en la mayoría de los territorios del imperio árabe de los Omeyas y Abasidas. Dicho de otra manera, en Palestina ocurrió lo mismo que en Hispania cuando está se convirtió en el Andalus. Allí, en un principio, la mayoría de la población conservó su fe cristiana… y judía, a cambio del pago de un impuesto a las autoridades islámicas, y ya más tarde, con el paso del tiempo, paulatinamente, o según los periodos de mayor o menor intransigencia por parte de los gobernantes musulmanes, fue convirtiéndose al Islam por pura conveniencia, y seguro que muchos también por convicción. Ni más ni menos lo mismo que ocurrió en otras partes del mundo árabe que hoy conocemos, Magreb, Egipto, Mesopotamia, Siria, donde todavía hoy en día subsisten minorías cristianas que ya lo estaban antes de la dominación árabe, y, por supuestísimo, también en Palestina. Así pues, Shlomo Sand y otros historiadores lo tienen bien claro, los verdaderos descendientes de los judíos que poblaban Tierra Santa no son otros que los propios palestinos convertidos al islam, incluso al cristianismo antes de la llegada de los árabes, con las debidas aportaciones de gente venida de todas partes del mundo árabe. O acaso no son también palestinos, todos ellos de lengua árabe, e incrustados en la sociedad Palestina antes de que el primer judío sionista pusiera un pie en Tierra Santa, la minoría y hoy prácticamente exigua de judíos samaritanos que nunca se movió de Samaria/Palestina.

Con todo, Shlomo Sand también tiene bien claro un hecho consumado. Del mismo modo que el hijo de una mujer violada tiene todo el derecho a la vida, Israel, por muy cruento e ilegítimo que haya sido su parto, hoy en día es una realidad completamente constituida, por lo que negarle el derecho a su existencia sería otra injusticia. Así pues, lo que queda es saber cómo encajar esa realidad llamada Israel de acuerdo a unas premisas verdaderamente democráticas y en paz y convivencia con esos vecinos victimizados por ellos. La solución de los dos estados previa renuncia de Israel al sionismo como ideología fundadora e inspiradora de su estado. Porque, guste o no, si bien el concepto de «pueblo judío» es a todas luces una pamema histórica, otra cosa es el de «comunidad judía», término que hace alusión a la fe y no a la nación, también es cierto que después de 75 años desde la creación de Israel bajo los presupuestos sionistas, ya existe una nueva nación en el concierto de las naciones del mundo: la nación israelí. Una nación que, bien o mal parida, ha nacido antes que nada de la voluntad de sus miembros para serlo, ni más ni menos que otras siguiendo la estela de los EE.UU tras su independencia, a partir de ahora puede sustentarse o definirse en virtud del concepto de ciudadanía antes que por el de la religión o el de una etnia y no varias, una nacionalidad plural y democrática en la que ser judío, cristiano o musulmán sea algo secundario, privado, puede que hasta anecdótico.

Dicho lo cual, sólo queda establecer que no hay nada más absurdo, producto único de la falta de conocimiento y la distorsión de la realidad debida a los prejuicios asumidos sin espíritu crédito alguno, que confundir lo israelí con lo judío, es decir, lo que es propio del estado creado fundado sobre los principios racistas y colonialistas del sionismo, y la religión judía y a sus miembros con su rica tradición cultural de más de dos mil siglos de antigüedad. Por eso mismo también resulta tan irritante, bochornosa, la impúdica exhibición de ignorancia auto satisfecha de la presidenta madrileña. Claro que Isabel Díaz Ayuso sólo es una política esencialmente ágrafa y populista en una sociedad mayoritariamente ágrafa y populachera que confunde de continuo la fe judía y a los judíos con el sionismo e Israel. Porque esa y no otra es la condición de la ignorancia, simplificarlo todo para no entender nada. Ahora, insisto, en tiempos de descrédito inducido de la inteligencia, de la bondad incluso, en estos tiempos donde el mismo fantasma de la primera mitad del siglo pasado vuelve a recorrer Europa y también al otro lado del Atlántico, más tarde o más temprano la títere de la fundación FAES será presidenta de España dado que el campo está de sobra abonado, aquí como en Argentina, Italia, Hungría

 

 

Txema Arinas

(Oviedo, 14/05/24)

COLEGIO DE MONJAS


 

       Como no podía ser de otra manera, anoche soñé que estaba de vuelta al patio del colegio de ese colegio vitoriano donde hice el prescolar. Me veía portando la imagen de la Virgen de no sé qué o de dónde en absurda procesión, y perdón por el pleonasmo, a la cabeza de la plana mayor de la chiquillada del colegio mientras dábamos infinitud de vueltas alrededor del patio y cantábamos cosas ridículas como "Vamos a cantar ave noche y día,/Y el Ave María no cese jamás./Ave Ave Ave María./El mismo saludo que el ángel te dio/Repiten tus hijos cantando a una voz. Ave Ave Ave María." Y en esas que de repente veo a una de las monjas que se dirige hacia mí hecha una hidra.

- ¡ARINAS! ¿QUÉ SACRILEGIO ES ESTE?
- ¿? -soy un puto crío de cinco o seis años, cómo voy a saber qué significa eso de "sacrilo..."
- ¡VAYA INMEDIATAMENTE AL DESPACHO DE LA DIRECTORA!
Dicho y hecho, dejo mi puesto bajo el minipaso que porto con otros tres compañeros y la Virgen no tarda un segundo en perder el equilibrio y darse una soberana y, faltaría más, sagrada hostia contra el suelo.
- ¡ARINAAAAAAS!
Llego hasta el despacho de la directora prendido de la oreja por la monja vocinglera que me ha estado insultando y amenazando durante todo el recorrido. Allí me encuentro detrás de la mesa de su despacho a la directora ataviada con su cofia de generala, gafas de culo de vaso, un crucifijo plateado colgando del cuello, uno de los muchos que nos rodean y entre los que destaca uno de madera a sus espaldas a tamaño natural, o casi, con un retrato de Franco a sus pies; poco me parece para ser uno de mis sueños.
- Pero, Arinas, por Dios, qué falta de respeto es esta, es que no te has dado cuenta de que estabas procesionando con el pantalón todo meado.
- Claro que me había dado cuenta, como que no; pero, es que ya he ido meado de clase al patio porque la madre aquí presente tiene la absurda norma de que sólo pueden salir al baño para hacer sus necesidades dos alumnos durante toda la hora que duran sus clases. Eso y que, como te quejes de que si no sales al baño pronto te va a reventar la vejiga, enseguida va ella y tira de regla...
- ¿Insinúas que la culpa de que tú seas un cochino meón sacrílego es culpa de sor Reglamentaria?
- Bueno, en realidad es culpa de toda esta pedagogía filofascista que tienen ustedes aquí montada para aborregar a los cachorros de las clases medias y bajas de esta ciudad eternamente levítica con el único propósito de que ahora, una vez muerto su Caudillo, sigan votando a los de siempre.
- ¡ARINAS! ¿De dónde te has sacado semejante cúmulo de patrañas e insidias?
- ¡Ay, madre -interviene la otra bruja "encofiada"- me temo que es cierto lo de que su abuelo materno era un comunista de los de carné.
- Sí, señora, y condenado a muerte durante la guerra por los suyos.
- ¡Se acabó! Ahora mismo te vas a confesar por tus pecados con el padre Pablo de Rojas.
- ¿Pablo de Rojas?
- Sí, el señor obispo aprovechando que ha tenido a bien hacernos hoy una visita...
- ¡VIVA RUSIA!
Ni qué decir tiene que en ese preciso momento, y como de costumbre, he despertado del sobresalto y con ello a la mujer que duerme a mi lado en la cama.
- ¿Te cuento mi pesadilla?
- Primero vete al baño como sueles hacer nada más levantarte.
- ¡Uy! Se me ha encogido tanto el culo y lo otro que no sé si voy a poder hacer nada.

jueves, 16 de mayo de 2024

HAURTZAROA


 

 Zu zure akatsekin,

Behar bezainbeste
Ni beti nereekin.
Oraindik asmatzeke.

Zu beti alde batetik
Helmugara zuzen
Ni betiere bestetik
Jitoan etengabe.

Zuk naramazu tinko eskutik oratuta
Ni zurekin noa ezustez askatu arte.
Zu txirrinduaz ibiltzen irakatsi nahian
Ni lurraren kontra joka behin eta berriz.
Zu beti nire ondoan badaezpada alperrik galdu
Ni inoiz ez nintzen erabat zuregandik urrundu.

Amaya zineman emanaldi bikoitza dago
Lehenik eta behin western zahar bat
Ondoren zaldunak sare-begizko kota
eta ezpata odoleztatua.

Ez esan zure amari nagusientzat bakarrik zenik.
Ez, ez diot esango tutik ere.
Oraindik ere izaten ditut amesgaiztoak
Gizajo lepomoztua agertzen zait gauetan.

Oraindik ere nire bihotza hamaika puskatan

TRES ERAN TRES


     He pasado una noche terrible. Una pesadilla tras otra, de esas que dice mi compañera en esta vida y olé que son en fase REM (es hija de médicos y vivir con ella es como pasar consulta a todas horas sin pedir cita). El caso es que me he levantado hecho polvo porque he estado sobresaltándome cada dos por tres con su consecuente visita al escusado para descargar la uretra. Tengo la sensación de que ha sido como un maratón de series cutres de un domingo a la tarde. Pero, sólo me acuerdo de tres y no acierto a adivinar qué las ha motivado porque, aunque parezca mentira, me perdí la charla que Sigmund dio en Viena para presentar su libro Die Traumdeutung ("La Interpretación de los sueños" para los no familiarizados con la lengua de Goethe). En cualquier, las pesadillas son las tres que siguen:


1.) Mi señora me sugiere hacer el amor en la habitación donde dormíamos hasta hace poco. Nos despelotamos y, cuando vamos a meternos en la cama, suena el timbre. Entonces va ella y me dice: "Debe ser Rafael Moneo que había quedado con él para enseñarle la casa..." Yo alucino en colores, "¿Rafael Moneo? ¿Enseñarle la casa para qué? Ay, ay, más reformas..." El caso es que me visto para saludarle, porque no todos los días se conoce a uno de los arquitectos españoles más famosos y reputados del mundo. Y oye, que no se me bajaba la erección, que no había forma de doblar eso. Todo es muy raro, y cuando digo todo es todo... Sobresalto.

2.) Me veo de periodista acompañando a Feijoo, Ayuso y una moza del PP vasco que me suena de los Knörr o así, por la zona de Mendizabala en Vitoria. Me dicen que van al pueblo donde vive mi madre a dar un mitin, una aldea de poco más de cien habitantes a los pies del monte Zaldiaran. Los subo a mi coche porque parece que pretenden ir andando y no es plan, alguien podría reconocer a Feijoo y pedirle para unas rayas o a Ayuso y ofrecerle una cesta de fruta. Y también, también, para qué negarlo, porque aunque esto es un sueño y no alcanzo a comprender qué coño hago yo con esta peña, la verdad es que siento mucha vergüenza ajena.

Luego al llegar al pueblo resulta que son fiestas. Pero no como las de ahora, que ya no va ni Dios, no, sino fiestas de las de cuando yo era chaval y todavía no ponían controles a la entrada de Vitoria para hace caja con la marabunta de chavales entregados al desenfreno etílico y la concupiscencia. El caso es que bajamos del coche y yo me separo del amigo del narco y compañía para irme de cabeza a la txozna de la plaza. Como no aguanto el barullo, Joselu Anaiak a todo trapo para no variar, "Ay Anselma, Anselma, Anselma, anderetxo laztana...", vamos, para matarse uno allí mismo a patxaranes, decido bajar hasta la casa de mi madre con el fin de esconderme en la cama de Ayuso, la cual se ha pasado toda la verbena acariciándome la barba a la vez que me decía, sobre todo a medida que más soplaba: "Mar, hombretón, inspírame una de las tuyas! Pero, resulta que no hay forma humana de salir de la plaza porque cada vez que lo intento, y sin saber cómo, acabo justo debajo del escenario donde continúa con verdadera saña la pachanga de los Joselu Anaiak. Al final decido escapar de la calle plaza cruzando la parte delantera de una furgoneta de esas que venden comida para poder resistir de "gaupasa", creo yo, también puede que fuera la de los churros, ni puta idea. Empero, cuando me meto en la furgoneta para cruzar al otro lado, descubro que no quepo, soy demasiado alto y corpulento, de modo que me tengo que agachar, prácticamente tirarme al suelo, gajes de ser un chicarrón. Ahí me quedo el resto de la noche, como en el cuento de Los viajes de Gulliver, hasta el segundo sobresalto que me devuelve a la supuesta realidad y de paso junto al retrete del baño.

3.) Voy con mi señora a través de una tormenta de nieve atravesando un infinito blanco. Vamos ataviados a la rusa, esto es, abrigo como de trampero tártaro y gorro de piel para desfiles en la Plaza Roja. Tengo hielo hasta en los pelos de la barba, a mi mujer, en cambio, le cuelga de la nariz una especie de mini carámbano. Como nieva de lado, lo peor en estos casos, no se ve un pijo. Yo le digo que sigamos adelante, que ya estamos cerca de donde sea que vayamos. Ella cada vez más borde conmigo, para variar, que si no tengo ni puta idea de hacia dónde nos dirigimos y todavía menos por qué, que si no he mirado antes en el google maps, que por qué no pregunto a los esquimales. Entonces un oso polar que se nos viene encima al trote. Sobresalto.

    La primera pesadilla yo la achaco, dejando a un lado lo de mi lujuria insaciable, a que esta semana leí algo sobre un homenaje que le hicieron a Moneo en una bodega. La segunda a lo de que desayunar todas la mañanas viendo el programa mañanero de la Intxaurrondo y el Marc tenía que afectarme sí o sí. En cambio, ¡ay amigos!, de la tercera confiero que no me cosco una mierda. Ni idea. Ahora, y por si le sirve de pista al freudiano de guardia, ayer sólo comí una ensalada ilustrada con hígado de bacalao y una merluza al horno sobre una capa de patatas con pimientos, cebolla, y tomate, luego ya por encima una fritada de ajos con vinagre de sidra, pimentón y bizigarri, de postre un descafeinado con leche. De cena el yogurt de todas las noches. Lo malo si eso este finde en casa, que si los potes y pinchos de la mañana por lo viejo de Gasteiz, la cena con los amigotes y la comida familiar del domingo; ¡ay! 

lunes, 6 de mayo de 2024

EUSKAL IDAZLE IKONIKOA


 

     - Bart gauean azaldu zitzaidan ametsetan Gabriel Arestiren mamua.


- Zer ba?

- Euskarazko idazle inonikoaren dekalogoa ematearren.

- Zer da euskarazko...

- Euskaraz gehien saldu eta euskaldun gehienek maitatua izateko oinarrizko edo ezinbesteko arauak.

- Zeintzuk?

- Lehenengo araua: Irakurle euskaldun gehienek derrigor maite behar dituzten istorioak idatzi.

- Barkatu?

- Bai motel, euskaldun zintzoak eta gaiztoak, bertakoen bertuteak eta kanpokoen akatsak ezin hobeto bereizten diren istorioak; esate baterako, Espainako Gerra Zibilean edo Bigarren Mundu Gerran kokatutakoak, non, gainera, zintzoak betiere euskaldun langile xeheak edo izan ohi dira, eta gaiztoak, noski, kanpotarrak edo kanpolarrosak.

-Ulertzekoa da, zuk esan bezala, denon gustuko istorioak.

- Bigarrengo araua: Hau aurrekoarekin erabat lotuta dago. Euskarazko idazle ikonikoak ez du sekula santan irakurle euskaldunik aztoratu edo atsekabetu ahal duten gaiei buruz idatziko.

- Zein...

- Euskal abertzaletasunak euskal gizartean duen hegemoniarekin lotutako inolako kritikarik edo. Zer esanik ez azken hamarkadotan pairatu dugun ditxosozko euskal gatazkari buruzko ezer!

- Ulertzen dut, bai.

- Hirugarrena: Posible baldin bada, edo agian ez, agian betebeharrekoa da, euskal idazle ikonikoak ezinbesteko euskal jatortasun maila bat izan behar du.

- Ez dut...

- Euskaldun herri txiki batekoa izan behar duela oinarrizko euskalduntasun hori egiaztatu ahal izate aldera.

- Saizarbitoria Donostikoa da...

- Saizarbitoria ez da euskal idazle ikoniko bat, Saizarbitoria literaturazale amorratuek zein literatura irakasleek bakarrik irakurtzen duten idazlerik iaioena, abilena, beharbada zailduena da, baita beteranoena ere.

- Nik uste...

- Laugarrena: euskarazko idazle ikonikoak ezin ditu ironia eta are gutxiago bitrioloa barra-barra erabili. Euskarazko idazle ikonikoaren estiloa betiere poetikoa izan behar da ezinbestez, hau da, metafora lege, aukeran mintzo melenga ere bai.

- Eta hori zergatik, zertarako?

- Zertarako? Euskarazko idazle ikonikoaren nobelatxoren batez denon gustuko pelikula bat egin dezaten, jakina!

- Barkaidazu, baina, susmoa dut euskarazko idazle ikonikoaren gaineko kontu aspergarri horrek nola edo hala Jon Sarasuak berriki bertsolaritzaren marko hegemonikoari buruz idatzitakoarekin lotuta dagoela.

- Hori niri ez galdetu!

- Nori ba?

- Arestiren mamuari berari!

- Nori, ultraeskuindar españolista horren mamuari?

UN POLVO MAYESTÁTICO

        Sueño que soy Jose I de Portugal y que después de pasarme la noche en vela cortejando a la soprano más famosa de mi época, Francesca...