jueves, 6 de mayo de 2010

CALDERETE CONFLICTIVO




Llevaba varios días leyendo las viñetas de Zaldiero en el BERRIA (a veces el navarrico es tan local que cuesta pillarlo) y no me enteraba de nada, no sabía a qué hacía alusión con lo de los calderetes, plato típico de Navarra y Rioja que básicamente consiste en meter en un caldero de todo con pataticas, pimienticos, corderico y otras pitanzicas. Pues harto ya de tanta perplejidad he buceado en la prensa navarra y resulta que se trata de una nueva barcinada, es decir, una de esas graciosas ocurrencias de la fantástica y navarrísima alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y que viene a ser la versión foral de la chuminada hispana. Siendo así no me puedo resistir a comentarla, me encantan estas cosas tan locales por lo que tienen de chusco.

Resulta que como todos los años en fiestas del barrio pamplones de la Txantrea, conflictivo ande los hayga (urge visita a youtube para rememorar la canción de Barricada: la txantrea, barrio conflictivo, te han buscado, te intentan destrozar, las noticias, vuelan hasta las esquinas...) celebra una merendola de calderetes en la Campa de los Alemanes, y no me pregunten por qué pero esta vez a la alcaldesa se le metió en la cabeza que no podía ser, que tenían que ir a otro sitio a comer los calderetes de marras. Los vecinos, qué esperaba la señora, que ni por el forro de sus cojones. Ojo, que estamos hablando de navarros, como para convencerles de nada, no consta que nadie lo haya hecho... Así que a sabiendas de que para burros todos, va la Barcina y manda a sus munipas -los mismos que persiguen al Olentzero por navidades- a regar la campa para que no se pueda sentar nadie alegremente a disfrutar de la velada. Esa Barcina es que se sale, a saber qué le ha hecho ahora a esta mujer el calderete, ¿habrá descubierto que es abertzale?, todo puede ser, que esta señora no debe andar muy pa allí. No le basta con perseguir Olentzeros, retorcer las cosas para no tener que plegarse a la ley de memoria histórica que obliga a quitar las placas y monumentos del franquismo, poner a Dios por testigo que en su comunidad o paraiso foral no se harán abortos mientras viva, arrasar yacimientos arqueológicos no vayan a encontrar un documento que acredite que el rey Sancho el Fuerte hablaba vasco o alguna otra barbaridad separatista, y así mil cosas más. En fin, adjunto la crónica coñera del Diario de Navarra:

LO de los aspersores del Camp Nou amenaza con hacer escuela. Me refiero, para quien no esté versado en asuntos de fútbol, a esa jugarreta de algún empleado del FC Barcelona que puso en funcionamiento los riegos del estadio para aguar la celebración de los jugadores del Inter de Milán (clasificados para la final de la Champions) sobre la cancha. El ejemplo ha cundido, porque Yolanda Barcina ya ha hecho propia la bribonada. Para quien desconozca la política, Barcina es esa alcaldesa que compara a los grandes quemados que deben curar sus heridas lejos de Navarra porque aquí carecemos de dotaciones, con las navarras a las que su partido menosprecia y obliga a abortar fuera. Pues bien, Barcina, a falta de suficientes aspersores en el parque de Alemanes, no puso objeción al envío de un camión cisterna que derramara 20.000 litros de agua con la pretensión de inundar y dejar inútil el espacio en el que los vecinos de la Chantrea habían decidido cocinar los calderetes en su jornada festiva. Hizo Barcina como los equipos norteños cuando empantanaban el terreno de juego para dificultar las maniobras a los rivales del sur, considerados de superior capacidad técnica. Le faltó a Barcina -por aportar otras artimañas futbolísticas- estrechar las dimensiones del parque para que no cupieran todos los comensales o dejar alta la hierba para que se extraviaran el cucharón y los condimentos. Pero, como sucedió con los futbolistas del Inter, a los chantreanos el riego malintencionado no les aguachinó la fiesta; al contrario, puso en evidencia el mal perder de la alcaldesa. felix Monreal.

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