Resulta que, como mi subconsciente no tenía otra cosa que hacer, he soñado que los amigos de siempre íbamos a Cantabria porque habíamos reservado una cada para pasar el puente según nuestra costumbre. Así que llegamos a una villa cántabra donde paramos para preguntar por una playa, la cual, según la colega que lleva estas cosas, vamos que nos dice adónde hay que ir y qué hay que ver, y que no es otra que mi señora y amada esposa, es la más salvaje y hermosa -¿esto no es una tautología como un pino?- del mundo. El caso es que nos bajamos a preguntar en una plaza, la cual, ahora que lo pienso, se parecía mucho a la de Santoña en la que habíamos estado hace unos años, y lo primero que nos llama la atención, sobre todo a los chicos, es la cantidad de mujeres hermosas y estilosas que pululan por el pueblo, lo que en nuestro código señoro y así, o sea, entre nosotros, denominamos pibones.
No obstante, servidor tiene unas ganas locas de darse un chapuzón en el agua helada del otoño cantábrico -me encanta hacerlo en esta época del año; los locos ya se sabe...-, así que pregunto al primer paisano que pillo a mano dónde está la playa más cercana.
- ¿Una playa cerca? ¿Te gustan las almejas? A mí me gustan mucho las almejas.
- Sí, claro que me gustan; el salsa verde, a la gallega, con arroz o pasta, algunas hasta crudas con limón, en realidad de todas las maneras.
- A mí gusta mucho ir a coger almejas a la playa.
- Vale, yo con meterme un poco en el agua tengo de sobra.
- Yo siempre me baño desnudo. ¿Y tú?
- En casa sí, en la playa, depende.
- ¿Vosotros no sois italianos?
- Perché lo stai chiedendo? (aquí me percato que coincide de que recién he acabado de leer “L´Isola di Arturo” de Elsa Morente y algo tendrá que ver con el sueño, claro).
- A mí me ponen muy cachondo las italianas.
- Pues ya lo siento porque somos todos de Vitoria menos una que es asturiana.
- ¡Ah, vale! Pues qué bajona.
- Puoi dirmi dov'è la spiaggia ...?
- Tienes un acento horrible...
- En cambio usted no puede tener mejor gusto: Monica Vitti, Gina Lollobrigida, Sofía Lore, Virna Visi, Ornella Mutti, Laura Antonelli, Claudia Cardinale, la Cucinotta…
- Calla, calla, que si babeo más vuelve a subir la marea.
- Por cierto, ya que hablamos de… ¿Por qué hay tanta…?
- ¿Influencers? Las chavalas del pueblo, que se han vuelto todas gilipollas y les da por sacarse fotos en la playa para subirlas luego al Insta ese.
- ¡Qué barbaridad, qué pena! En vez de disfrutar de la playa en estos últimos días del “veroño”.
- ¿Por qué crees que le llaman la Playa de las Almejas?
Y ya entonces me despierto, esta vez sin el sobresalto de rigor, y sobre todo sin molestar a la guía turística que duerme a mi lado. Seis y pico de la mañana. Creo que este viernes toca unos “Spaghetti alle vongole”.
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