sábado, 27 de agosto de 2011

ESOS CHICOS TAN ALTOS, ATLÉTICOS Y GUAPOS...


Leído ahora tras el cafeto de la sobremesa en las Cartas al Director del periódico Público. Menos mal que nos queda la ironía, que si no a ver cómo canalizas la mala hostia que produce que aquellos que se suponen tus guardianes, garantes de tu libertad y de tu patrimonio, apenas sean otra cosa que los perros enrabiados que sueltan los poderosos para disolver a los que les critican y encima se vanaglorien de ello porque, al fin y al cabo, también ellos comparten el desprecio de los "biempensantes" hacia los perroflautas, los rojos de mierda, los laicos pecadores, los periodistas tocajones y toda la morralla esa que no hace otra cosa que molestar a la gente de orden y misa diaria, que a falta de pico y pala para todos buenos son los porrazos... (enternecedor lo de los representantes de los sindicatos policiales quejándose de que no les respetan, que les insultan y hasta les escupen, pobrecicos, eso después de definir a los que les denuncian como desarrapados, gentuza antisistema y bazofia social; vamos, gente a la que habría que dar de palos por principio y luego recoger aplausos por cualquier persona decente).

¿Qué les pasa a nuestros policías?
¿Qué les pasa a estos chicos tan altos, atléticos, incluso guapos, cuando se encuentran con una porra en la mano frente a ciudadanos indefensos? Se dice por ahí que se toman algo antes de entrar en acción; no me lo creo. Se dice que los gimnasios a los que acuden están llenos de cabezas rapadas con los que confraternizan; me lo creo todavía menos. Corre el rumor de que tienen la consigna de no llevar identificación ni identificarse para evitar reclamaciones de las posibles víctimas; me parece increíble que sus mandos lo apoyen. Algunos testimonios de jóvenes que se enfrentaron con ellos los califican de altaneros, abusones y machistas; me cuesta creer que los análisis psicológicos no detecten esas tendencias. Pero, si ninguno de esos rumores es cierto, queda en el aire la pregunta inicial: ¿Qué les pasa a nuestros policías para que se empleen con tanta crueldad contra ciudadanos indefensos?
Pedro Loureda Castro
Collado-Villalba (Madrid)

1 comentario:

  1. Kaixo (qué hay de eso?): esto me recuerda aquel chiste de los marcianos que llegan a la Tierra y se encuentran un tricornio de picoleto, pero no saben para qué sirve. Hasta que uno se lo pone y dice: "Servir, no sé pa qué servirá, pero me están entrando unas ganas de soltaros unas hostias...". Pues eso.
    Nota: también se podrían haber encontrado un pasamontañas o un palestino, pero en fin... ¿para qué hacer leña del árbol caído?
    Hasta otra, nen...

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