lunes, 21 de abril de 2014

NUEVA NECROPOLIS



EL viernes nos llevó Dioni Balda a ver la que parece ser una nueva necrópolis recién encontrada en la zona de Castrijo en Labastida, unas tumbas -puede que acaso también lagares, cavadas en roca al estilo de las cientos que han sido ya escavadas a lo largo y ancho de lo que antaño se conocía como la Sonsierra Navarra y que hoy es la comarca de Rioja Alavesa y el término municipal de San Vicente de la Sonsierra. Como todo lo relacionado con las tumbas en cuestión está prácticamente en pañales, esto es, a falta de una prospección arqueológica que determine fechas y el verdadero valor del descubrimiento en sí, servidor se limita a señalarlo y poco más, ya se sabe: prudencia madre de la ciencia y doctores en arqueología tiene la Madre Diputación. Por otro lado, y a pesar de que el reciente descubrimiento al que me refiero bien podría remontarse incluso a la época prerromana dado que el mismo nombre de Castrijo señala un lugar defensivo habitado de antaño, a saber si berón o austrigón, la visita en sí invita a recordar todo lo relacionado con estas necrópolis medievales que según los entendidos corresponden a los antiguos núcleos poblados por monjes ermitaños que buscaban refugio a las faldas de la Sierra del Toloño, esto es, cristianos mozárabes y por lo tanto mayoritariamente eremitorios, y que parece ser que luego fueron abandonados por sus moradores para ir a poblar, junto con gentes venidas de más al norte, las villas amuralladas que la primera entidad política que hubo en esas tierras durante el Medievo, el Reino de Navarra, fundó a lo largo y ancho de la comarca a modo de línea defensiva del Reyno frente a la continua amenaza de los castellanos del otro lado del Ebro. No faltan documentos gráficos de estos enterramientos; pero, servidor siente predilección por estas dos fotos de enterramientos en la localidad de Labastida; la una por ser un documento en sepia donde se superpone la historia en sí de la necrópolis de San Martín de los Monjes o de Muga con esa otra del individuo en traje de la época, traje de señorito de ciudad, fascinado ante lo que ve y que supongo que intenta comprender lo que tiene delante con los entonces todavía limitados conocimientos arqueológicos, y la otra correspondiente a la Granja de Remelluri (ruinas o más bien reminiscencia de uno de esos poblados a los que me refería antes, Remelluri significa en vasco "Villa Erramel" -seguramente un poblado fundado por o en honor del conde alavés Erramel, junto a la ermita de Santa Sabina- por puramente morbosa al demostrarnos el crío que yace en una de ellas la eficacia de las mismas. Pues eso, Historia a raudales, para los que nos gustan estas cosas fascinante, para el resto otro rollo macabeo de los míos, esta vez sobre unas piedras.

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