miércoles, 10 de junio de 2015

GENIOS O GILIPOLLAS



-¡Soy un artista, soy un genio, he hecho de la vulgaridad un arte, soy el Andy Warhol de mi generación!

-¿Y se puede saber en qué reside tu supuesta genialidad, majo?

-En las relaciones comerciales. ¿Te parece poco?

-¿A mí? ¡Qué va! ¡Qué fallero las pillara!

-¿No te gusta mi obra?

-Lo único que me gusta de ti es la Cicciolina... y eso cuando estaba en política.

El gran mérito, por llamarlo de alguna manera, de los Comisarios de las Exposiciones de Arte y algunos críticos del ramo, es convencernos de que las chuminadas que exhiben en sus galerías y museos valen lo que algunos están dispuestos a pagar para la cosa esa del blanqueo de capitales.

En el arte si no hay belleza todo se reduce a un todo a cien chino.

Eso y que por culpa de Koons, Hirst, Pinchuk y otros mamarrachos jetudos me estoy replanteando mi postura ante la pena de muerte...

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