Tengo que disculparme porque la semana pasada os mentí por error. Dije que no hay nada en el mundo que saque tanto de quicio como llevar el coche a pasar la ITV y es mentira. Olvidé que lo que de verdad me exaspera hasta el punto de entrarme ganas de pillar una recortada y liarme a tiros con todo el que tenga delante, no es otra cosa que hacer trámites en cualquiera de las administraciones públicas.
Nueve menos algo de la mañana en una oficina del Gobierno Vascongado que no viene al caso. Puntual a mi cita tal y como es mi costumbre digamos que germánica.
- Egunon. Venía para...
- ¡Uy! Para eso tienes que ir a I...
- ¡Pero si en la página del GB dice que para sacarme X tengo q pedir cita en esta oficina.
- Sí. Pero para lo tuyo tienes que ir a I que está en el mismo edificio.
- Pues dime dónde es y voy a...
- Tienes que pedir cita. ¿Para qué día quieres?
- A ser posible para hoy porque marcho a Oviedo antes de que la nieve cubra todo con su manto blanco.
- Has tenido suerte porque hay un hueco a las 11.15.
- En algo tenía que tener suerte en esta puta vida...
- ¿Perdón?
- Que a dónde tengo que ir.
- Ah, bueno, es la mesa de la compañera que tengo al lado...
- Joder, ¿Y no podía atenderme ahora que no tiene a nadie y se trata solo de comprar una txartela?
- Lo siento, el procedimiento...
Total, porque no me quiero alargar mucho que me mareo escribiendo en el coche, que espero dos horicas eternas, vuelvo a la oficina, la segurata que no me deja pasar porque no encuentra mi nombre en la lista, me "energumeno" un poco, me dice que espere, no le hago ni puto caso porque veo que se pone a atender a otros y temo que me vaya a quedar de pie allí plantado hasta que se digne en atenderme, y me voy hasta la mesa al lado de la funcionata que me había atendido unas horas antes, el de ahora calma a la segurata que ha salido en tromba hacia mí casi que porra en mano, el de la mesa que se le ha pasado incluir mi nombre por haber pedido la cita el mismo día, digo yo que se esperaría que encima le fuera a pedir disculpas, la otra me suelta que sea la última vez, "¿Qué vas a hacer, meterme la porra por el culo?", pienso, solo lo pienso, el otro que me siente que no tarda nada, pero va a tardar, cómo no, porque el ordenata le va lento y cuando no va, se equivoca y tiene que repetir la gestión varias veces. Entretanto, yo haciendo acopio de paciencia infinita para no convertirme en mi difunto padre, y, de paso y como el que no quiere la cosa, añorando la ITV porque allí por lo menos tengo a Chaplin pegando saltos sobre el capó del coche (para entender esto último ir a mi entrada de la ITV de la semana pasada).
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