domingo, 15 de enero de 2023

TIEMPOS MODERNOS EN LA ITV



Como no podía ser de otra manera, he soñado que iba a pasar la ITV. Me disponía a entrar por el túnel del terror después de soltar los cuarenta y tantos de la alcabala feudal, hacer una cola en la que he visto crecer a un crío y peinar canas a un paisano, y, nada más levantarse la persiana, veo que me aparece Charlie Chaplin como técnico.
- ¡Ya la hemos jodido!
Ahora, que sí, que como se trataba de una pesadilla en la que se mezclaba la ITV con la peli de Tiempos Modernos de Chaplin, era de esperar que todo fuera una locura, tipo que el técnico empieza a darle patadas al coche con la escusa de comprobar su estado, que se sube al techo y se pone a dar saltos, que se mete dentro contigo y empieza a dar collejas o pellizcos en las costillas, a tirar hasta el límite de los cintos de seguridad -valeeee, para vosotros cinturones- para ponerse luego a tocar una nana como si fueran las cuerdas de un arpa, a dar órdenes sin ton ni son como la de "presiónate la nariz dos veces para abrir el maletero", "tírate de las orejas para encender los intermitentes" o "y ahora vamos a ver qué tal giras el volante con la punta de la chorra". En fin, cosas sencillas hasta llegar a la plataforma esa donde subes el coche, el hijoputa del Claplin de da a un botón y el coche contigo dentro empieza a menearse en modo batidora como si estuvieras en una de esas atracciones de feria donde se sube la gente para que les revuelvan las tripas. Eso para inmediatamente después sentir que el grandísimo hijo de la requeteputa de su madre te está aporreando con un martillo los bajos de coche a ver qué saca de ahí. Pues eso, la pesadilla de la semana que ya es viernes. Sin embargo, si os soy sincero no he visto que hubiera mucha diferencia entre el sueño y la realidad, por lo que me resisto a calificarlo de pesadilla. Si eso luego cuando me ha venido el puto Chaplin con el informe para decirme que tenía que volver en veinte días después de reponer los caramelos de toffee de la guantera de los críos.
- ¿En serio, me estás vacilando? ¿Tengo que volver a perder medio día por unos putos caramelos?
- Usted verá; pero, según la nueva normativa, sin caramelos de toffee su coche en las guanteras traseras no puede circular por las carreteras del Estado.
- Ya entiendo, la pesadilla es tener que pasar la ITV y para de contar.
- Lo que usted diga; pero, recuerde una de mis frases más famosas: “Nunca te olvides de sonreír, porque el día que no sonrías será un día perdido”

 

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