Los malos poetas siempre hablan del amor,
de atardeceres incandescentes,
sonrisas de niños, la belleza de las ninfas
y del olor de las flores.
Por eso yo prefiero a Baudelaire.
Los malos poetas son muy entusiastas.
Siempre están llenos de buenos deseos,
Aman al prójimo a todas horas
y bajo cualquier circunstancia.
Por eso yo prefiero a Baudelaire.
Los malos poetas siempre están dispuestos
a apuntarse a un bombardeo.
Pierden el culo, sí, el culo mondo y lirondo,
por una reseña, una palmadita, un canapé.
Por eso yo prefiero a Baudelaire.
Los malos poetas buscan siempre la palabra justa,
son fanáticos de la métrica,
mencionan un clásico en cada estrofa,
se escandalizan cuando oyen la palabra ripio.
Por eso yo prefiero a Baudelaire.
Los malos poetas aborrecen la fealdad,
los vicios que generan sombras de sí mismos.
Nunca amanecerán al lado de prostitutas judías medio calvas.
Ni serán enjuiciados por atentar contra la moral y las buenas costumbres.
Por eso yo prefiero a Baudelaire
Los malos poetas nunca utilizarán palabras como sífilis, afasia o hemoplejia en sus versos.
Siempre preferirán eldulzar el oído del respetable con palabras y figuras bonitas,
antes que recrearse en el spleen que envuelve las horas muertas de existencias vacías.
Por eso yo prefiero a Baudelaire.
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