Y en eso que los antaño líderes de la izquierda más contestataria del país y paladines de todas las luchas sociales habidas y por haber estaban echando la tarde junto a la puerta de atrás que daba al jardín de su chalé en la sierra, él leyendo el último libro de Naomi Klein de título "Resistir o comprarse unas Nikes" y ella el "Hombres, instrucciones para cortarles la polla con las tijeras de podar" de Virginie Despentes, la radio informaba del enésimo atropello a la libertad de expresión.
-Esto no hay quien lo aguante, primero fue el Strawberry, Hasel, Valtonyc, los de La Insurgencia, Émbolo, Evaristo... y ahora el David Bisbal.
-¿Bisbal?
-Sí, por el "Ave María", ya sabes: "Ave maría cuando serás mía/Si me quisieras todo te daría/Ave maría cuando serás mía/Al mismo cielo yo te llevaría...
-Ya, que atenta contra los sentimientos religiosos.
-¿Qué vamos a hacer, Pablo?
-Tú no sé, yo he quedado esta tarde con el técnico de la piscina para ver si nos instala de una vez el sistema de hidromasaje. Si eso llama a Juan Carlos y así vais juntos a la concentración convocada para esta tarde.
-Joder, se me había olvidado que tenía clase de twerking.
-Ya, mejor firmamos en change.org.
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