viernes, 18 de septiembre de 2020

LO DE ESTOS DÍAS



-¿Podrías explicarme, Silvio, qué son todos estos rumores que salen hoy en la prensa diciendo que toda tu fortuna proviene del narcotráfico y la prostitución?

-Ma cosa stai dicendo, cara? Ci credi davvero quando dicono che sono un mafioso? Sono tutti pregiudizi perché sono un imprenditore italiano di successo.

-Será eso, caro mio. Si la envidia fuera tiña en este país seríamos todos tiñosos.


Llevo al enano a clase de británico. Seis meses sin dejarme caer por la cafetería que está en la misma acera que la de la academia. Detrás de la barra la dueña de siempre, en la esquina junto a la entrada un tipo escuchimizado y atrabiliario parece estar pegando la hebra con la primera. En seguida me percato de que el sujeto no mantiene conversación alguna con nadie, simplemente no calla mientras trasiega su cubata y da caladas a un cigarro prohibido. Me acerco a la barra para pedir un descafeinado que me llevaré a una de las mesas de la terraza. El interfecto hace amago de querer comentarme las noticias que vienen en la portada del periódico que acabo de coger al lado del desinfectante; yo no aparto mi atención de la camarera que me sirve el descafeinado. Entonces un parroquiano se dispone a abandonar el local cuando es interpelado por el figura.

-Oye, perdona que te pregunte: ¿esa camiseta que llevas ye de Los Pumas de México?

-...

-Ya lo sabía porque yo soy muy de Los Pumas de México y bla, bla, bla...

En ese momento entra un cliente que reconozco de los habituales.

-¡Home, Gerardín, ya tardabas! Anda, ven y ponte a mi lado...

-...

-¡Qué distancia de seguridad ni qué...!

El figura sale hasta la terraza donde estoy yo para darle la chapa a una mocina que está sentada en la mesa de enfrente con su hijo, y así de paso atufarnos a todos con su cigarro prohibido.

-¿Qué, Pelayín, deseando que empiece el cole, no? Cachis, qué guaje mes listu. ¿Sabes que facía yo cuando tenía tu edad nel mio pueblu?

Un cuarto de hora de agro-insustancialidades después, empieza el Tour en el televisor de dentro de la cafetería y el figura se vuelve a meter. Como la entrada está abierta de par en par se oye todo.

-Estis de ahora son tos unos flojus, ho! En mi época sí que había corredores. Acuérdome de... bla, bla, bla.

Y así todo el rato. Yo empiezo a pensar que la de hablar por los codos, solo y a voces, quizás sea más una secuela del Covid19 que del alcoholismo. Eso y que la semana que viene me sentaré en un banco del parque a esperar a que salga el enano de clase, incluso puede que mande al mayor a recoger a su hermano. Mi tolerancia hacia el prójimo está bajo mínimos; otra secuela de esas.




"-¡Con la que está cayendo y estos removiendo heridas!

-¡40.000 muertos por culpa del Sánchez y el Coletas y los únicos que les preocupan son los de hace 70 años!

-¡Como no saben qué hacer para solucionar esta crisis que ellos mismos han provocado, sacan el nombre de Franco a pasear!

-¡Y las víctimas de la ETA qué, que importan menos, no?

-¿Dónde está la libertad de la que tanto habla la izquierda!

-¡A mi abuelo lo mataron los de las Brigadas Internacionales!

Franquismo sociológico: Concebir como normal el culto y homenaje a un dictador y su régimen, defender la impunidad de sus crímenes, negar el derecho de los familiares de sus víctimas a honrar a sus muertos después de que el Régimen Franquista lo hiciera durante cuarenta años con los suyos, y, por supuesto, atacar al gobierno que legisla contra esa anormalidad democrática con el pretexto de que hacer justicia atenta contra la paz social, o que "siempre" hay otras cosas más urgentes que hacer antes que el simple trámite parlamentario de una ley.

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