Ayer no disfruté tanto como con el anterior partido de mi selección favorita, pero la verdad es que a partir del primer gol en la segunda, golazo, los argentinos jugaron de maravilla, o al menos yo disfruté viéndolo. Lo único que me empezó a irritarme y me hacía brincar del sofá en un sonoro cagondios fue la falta de puntería del pobre Messi, que haciendo lo que hace no consigue meterla, como que empieza a recordarme y mucho mi juventud. Para mí que alguien ha contrado a algún hechicero de los que hay por ahí para gafar al Lio, que de lo contrario no se explica cómo siendo tan bueno, chutando con la portería prácticamente a huevo, vaya siempre y de en el palo o casi. Claro que tampoco hay que desdeñar la posibilidad de que lo haga a posta por miedo a que en uno de esos arranques de efusividad de su entrenador vaya éste y le meta la lengua hasta la rabadilla, que está el Diego que... A ver si ya en octavos se nos desmadra el Messi.
Luego viene lo de la selección estatal esa. Llegados a este punto me limitaré a transcribir las sabias palabras del carnicero portugués del Alimerka que tengo debajo de casa: "os espanhois sâo moito bons, correm e facem jogadas moito bonitas, mas quando chegam ate a porta, entâo nâo sabem que fazer com a pelota..." , no como los portugueses que si se ponen meten hasta siete, rematé yo...
Y de lo demás, tras gozar con el resultado de los macarras azurros, anda y que se...., pues sólo constatar mi estupefacción, y hasta cierta concoja, por lo de Francia. Y es que si bien parece que hay posicionarse siempre en contra de los vecinos por principio atávico y tal, siquiera apoyar a uruguay o mexico por ser paises hermanos, la verdad es que un servidor no puede ocultar su corazoncito francófilo y sentir cierta pena por el espectáculo, tan lamentable como divertido, que han dado los bleues en su ya definitivo proceso de desintegración.
Y menudo culebrón, no sólo no dan pie con bola en el campo, sino que además la montan entre ellos, el monocigótico del Anelka le manda a tomar por culo al caraculo de Domenech, en el entrenamiento, que suspendieron, un jugador casi se lía a hostias con un preparado, los modos del catalán con otros colegas, y por si fuera poco corren rumores, insidiosos de cojones, de que el Zizou anda por detrás cizañando todo lo que puede, como que les propuso a sus antiguos compañeros cambiar la aliniación antes del partido y así. Menos mal que luego irrumpe el pobre Ribery en el plato de Telefoot para pedir perdón tras reconocer su culpa y todo en ese plan, yo lo vi en youtube y casi creía que también se lo iba a pedir a la madame de su SPA favorito en Munich.
Y luego está la gran paradoja de esta selección, si hasta a un servidor, que en el fondo es un papanatas idealista y así, le emocionaba el simbolismo de la selección de uno de los grandes paises del mundo, la cuna de la ilustración, la revolución y todas esas cosas, formada por los hijos y nietos de los emigrantes de los banlieues,, cosa que apenas se ve en otras selecciones a excepción de la inglesa u holandesa (en la italiana resulta impensable), ahora resulta que el peor equipo africano que ha jugado este mundial margina en el vesturario a su compañero Goncourf o como se llame (esto lo suelo escribir a toda hostia para no perder el tiempo interneteando y de ahí tanta falta ortográfico o sin sentido) por ser blanco, normando y de clase media, racismo a la inversa. Cómo estará la cosa que la prensa les dice de todo menos ánimo y a colgar las botas:
Nombreux sont ceux, mercredi matin, à appeler à un grand ménage dans le football français, à commencer par L'Equipe. Après ce "monumental échec", attribué d'abord à un sélectionneur, accusé de "prendre les gens pour des imbéciles" et de jouer d'une "provocation (...) tachetée de morgue et d'arrogance", le quotidien sportif appelle à une reprise en main du foot français : "que cesse l'inertie de l'appareil fédéral" et "que le gouvernement [qui semble vouloir se saisir de ce dossier à bras le corps] aille au bout de sa démarche pour qu'enfin la FFF ne soit plus aux mains de ces pantins". "C'est le moment de tout changer", estime aussi Le Parisien, qui pointe les retombées négatives de cette déroute des Bleus : "On va trinquer au niveau des licenciés", explique au journal le président de la Ligue Paris–Ile-de-France.
Libération se distingue en refusant cette "vindicte" et interroge : "Suffit-il de faire valser les responsables pour que le football retrouve soudain la dignité qui sied aux sports collectifs ?" "La chute de l'équipe de France est aussi la faillite de ce cynisme qui empoisonne le football", estime dans son édito Laurent Joffrin, qui revient aussi sur la tristement célèbre main de Thierry Henry, symbole de "cette real-politik du sport qui efface toute élégance, toute considération pour les règles, et finalement toute la valeur collective. Le sentiment chauvin et les enjeux d'argents étaient trop forts pour qu'on s'arrête à ces principes désuets".
La Tribune voit aussi dans le naufrage de l'équipe de France des responsabilités qui dépassent les Bleus et leur encadrement : "L'équipe de France [est] le symbole d'un pays qui peine à se réformer, où les connivences ont tué le désir de gagné, abêti la stratégie, où la politique intervient à tout propos et hors de propos, où l'on ne parvient pas à formuler de projet collectif, où l'on s'empoigne pour des queues de cerises".
De modo que el gallo sin... francés ya está eliminado, lástima por el culebrón fuera del campo, claro que ahora toca mirar a Inglaterra, que entre el Rooney mandando a tomar por culo a los periodistas y el culotieso del Capello la cosa promete, promete drama.
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