miércoles, 25 de mayo de 2016

LA NOELIA Y EL JUAN CARLOS SE CASAN, HO!





Descubro durante la caminata de esta tarde que la Noelia y el Juan Carlos se casan. ¿Que quiénes son la Noelia y el Juan Carlos? Pues ni puta idea. Al menos yo no la tengo. No obstante, y ante tal cartelón informativo, empiezo a sospechar que, por lo que fuera, debería saberlo. Cómo si no entender que, más allá de las invitaciones de boda al uso o del boca a boca entre las amistades, conocidos y/o vecinos, la Noelia y el Juan Carlos se hayan tomado la molestia, y el dispendio, de alquilar una valla publicitaria para anunciar su enlace a bombo y platillo en las calles de Oviedo. Confieso que no alcanzo ni a comprender, ni a imaginar, y eso ya es lo grave, qué es lo que motiva a esta pareja para darse semejante empaque, cuál es el objetivo principal de un despliegue de su intimidad tan, no sé, ¿expuesta?, ¿comercial? Será que no les bastaba con las redes sociales para propagar la buena nueva, que alguno de los dos, si no ambos, pretende aprovechar la ocasión para hacer familiar su rostro entre los viandantes de cara a una posible candidatura para las próximas elecciones? ¿No tendrán invitados suficientes a la boda para pagarse el ajuar o lo que haga falta y de ahí...? ¿Y el tractor de fondo? ¿Qué oscuro y agrario significado puede haber ahí? ¿Estarán aprovechando para anunciarlo a la venta en plan dos por uno, o es que dónde esté un tractor que se quite cualquier limusina? No lo sé, vengo cansado de andar y no estoy para muchas hostias después de salir de la ducha. Ahora, así a primeras me parece de muy mal gusto publicitar tu boda a todo cartelón en la periferia de Oviedo y no tener el detalle de anunciar que se recibirá con los brazos abiertos a todo aquel que quiera acercarse a felicitar a los novios y, ya de paso, también a disfrutar de la barra libre. Mal, pero que muy mal.

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