jueves, 6 de diciembre de 2012

DÍA DE LA CONSTITUCIÓN


Sí ya, por supuesto, esto no sirve de nada, todo lo más para satisfacer las ganas de vana notoriedad de un servidor, creerse incluso que haces o dices algo cuando de verdad estás aquí sentado dándole a la tecla. Pero oyes, yo ya me he cagado en todo lo cagable esta mañana cuando leía la noticia del ingreso de prisión del extoxicómano vigués rehabilitado al que el Gobierno -el mismo que indulta torturadores una, dos, las veces que ha falta, y quien dice torturadores dice políticos corruptos, empresarios timadores y defraudadores...- ha denegado el indulto ( "Es un sinsentido; me mandan todo este tiempo a prisión por 400 miligramos de heroína"). Yo ya he dado el coñazo a los míos con el tema, ya he rumiado mi resentimiento por los rincones como diría el ínclito e iluminado José Mari. De modo que ahora le toca al blog, pequeño e insignificante rincón de rumias sin sentido y a veces bobas de necesidad. Y ni siquiera sé para qué, que gano con esto, de no ser, claro, y así pecando una vez más de ingenuo sin remedio, para que se sume a un supuesto coro de indignación o lo que sea, siempre con la esperanza de que gotita a gotita la indignación se haga un océano. El caso es que me río y me paso por los cataplines una Constitución que los primeros en incumplirla son los que detentan el poder de todo tipo, papel mojado desde su nacimiento, carta otorgada a un pueblo considerado menor de edad por unos lumbreras del derecho cuando todavía se blandían sables en los cuarteles. De hecho, basta con echar una mirada a nuestro alrededor para que, en esencia, parezca una broma mala, mala, mala.

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