BREVES DEL DESCONCIERTO - MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ
Son como pildoricas de un ánimo ajeno con el que no puedes dejar de identificarte en su mayoría. Ahora bien, por breves entran mejor que bien, pero convendría tomárselas en pequeñas dosis para que hagan mejor efecto, releerlas al poco incluso, saborearlas si quieren. Hay mucho malestar con el tiempo y el entorno que nos ha tocado vivir, con las molestias del trato con el prójimo y, acaso en especial, con uno mismo, y también cosas de letraheridos, que se dice, o no, puede que ya no. En todo caso, un deliciosos bocado literario y sentencioso que se lee de tirón como el que traga albondiguillas una detrás de otra de pura gula y no sabe o no quiere parar. Y por extraer alguno de los breves del libro, valga el que sigue como podría valer cualquier otro:
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