Sueño que tengo una pelotera de la hostia con mi señora y me vuelvo a casa de mi madre. Una vez allí lo habitual en un separado que de repente se ve de nuevo a merced de la matraca de su vieja, que si a quién se le ocurre separarse, que dónde vas a encontrar a otra que te aguante, que si nada de traerse pilinguis a casa. Y no sólo eso, porque si por lo general soy una persona alegre y jovial que está todo el día de bromas e incluso canturreando -qué suerte que los que me conocen de verdad no intervienen nunca en este muro...-, ha sido volver a casa de madre y avinagrárseme el carácter, vamos, como cuando pasa dos o tres días seguidos con ella a solas. Tal es así que de repente me veo diciendo cosas como:
- “La felicidad es solamente la ausencia del dolor”.
- “La vida es sólo la muerte aplazada”.
- “Cada partida es una anticipación de la muerte y cada encuentro una anticipación de la resurrección”.
- “Hay seres de los que no se concibe cómo llegan a caminar sobre dos piernas, aunque eso no signifique mucho”.
- “La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes”.
Y ya paro, sí, porque en el sueño consigo aburrir a mi vieja hasta el punto de que no duda en decirme barbaridades que una madre no debería decir nunca a un hijo como; «quisiera que aprendieras a hacerte agradable a las personas»
- “Toda vida es sufrimiento”.
- "Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en otro lugar".
- "Cuando miras hacia atrás en tu vida, parece como si hubiera una trama, pero cuando estás en él, es un desastre: sólo hay una sorpresa tras otra. Más tarde, ves que era perfecto".
Pero el caso es que estoy todo el rato soltando sentencias como si fuera un filósofo de barbecho. Así que decido salir a andar con la perra de mi madre, la que le hace compañía, me refiero, por el bosque que hay al lado de casa.
- "La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona."
- "Ni el mundo es un artilugio para nuestro uso ni los animales son un producto de fábrica para nuestra utilidad."
- "A los animales no les debemos compasión, sino justicia."
- "El hombre es el único animal que causa dolor a otros sin más objeto que querer hacerlo."
De verdad, no sé qué me pasa que soy incapaz de tener la boca cerrada y me siento obligado a opinar de todo; será que cuando estaba con mi santa esposa no me daba opción o qué sé yo. Pero claro, una cosa es que te aguante tu esposa que por algo ha elegido, es de suponer que por su propia voluntad, meterse en la cama contigo todas las noches, y otra tu anciana madre que ya ha cumplido contigo y lo único que quiere en lo que le queda de vida es descansar, sobre todo del trabajo que le has dado. Así que, y por lo que sea, veo que la señora que me trajo al mundo no se corta nada, se entiende de lo harta que la tengo, y me suelta:
- "Eres pesado e insoportable, y considero harto penoso convivir contigo»
Momento en el que no me puedo contener y la empujo escaleras abajo.
- ¿QUÉ PASA, QUÉ PASA? ¿Otra pesadilla? -pregunta la señora que duerme a mi lado con un gesto que puede ser tanto de susto por haberla despertado de golpe como de inmenso fastidio por todo lo demás.
- Soñaba que era Schopenhauer, discutía con mi madre a cuenta de de mis teorías sobre la vida, y en una de esas la empujaba escaleras abajo.
- Lo de la madre no es cierto por mucho que lo repitan; a la que tiró por las escaleras el filósofo alemán fue a una de sus vecinas tras una agria discusión.
- ¡Ah, bueno! En ese caso me lo tomaré como una profecía.
- Te recuerdo que la bronca de ayer esta vez no fue con la vecina de arriba, sino conmigo.
- Pues tú también ándate con cuidado...
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