lunes, 15 de febrero de 2016

UNO DE LOS NUESTROS



Es una simple cuestión de decencia, no tiene nada que ver con ser de izquierdas o derechas, se entiende (y lamentablemente me temo que en España los que no lo entienden, no quieren hacerlo, son demasiados, cosa del guerracivilismo epidérmico del español y de ver las cosas en blanco y negro) que tiene que haber partidos que representen la derecha sociológica en cualquiera de sus formas que existen siquiera en nuestro entorno geográfico y cultural, aquel donde por cierto más libertad y progreso se ha alcanzado de todo el mundo y su Historia por muchos matices o pegas que se puedan pegar a dicho aserto. Y ahí reside precisamente el motivo del drama que padecemos, que el partido que hasta ahora ha representado a la derecha en España no es el Partido Conservador Británico, la democracia cristiana de Merkel o los republicanos franceses, sino una banda de sinvergüenzas sin precedentes que aprovechando esa representación de la mentalidad conservadora, tradicionalista, liberal incluso con lo que esto tiene de contrasentido dentro de un partido que, para qué engañarnos, no es sino el cubo de la ropa sucia al que ha ido ha parar el franquismo sociológico. Porque la derecha española es eso a grosso modo, nacional-catolicismo en vena y más en concreto una visión de la vida, de la sociedad, de España, esencialmente estamental. Y si el franquismo fue un régimen autoritario, ultranacionalista y corrupto, pues oye, de aquellos barros...

Por eso no hay por dónde coger al PP y la inmensa mayoría de sus dirigentes. Están podridos de arriba abajo, desde el que mandaba mensajes de ánimo al tercero de sus tesoreros acusados por corrupción hasta ese Javier Maroto, portavoz de no sé qué hostias, que tiene la desfachatez, todo él es desfachatez a decir verdad, de presentarse delante de los medios todo indignado y proclamando a los cuatro vientos que no le temblará el pulso contra los corruptos de su partido, que ya está bien, hombre, que en su partido la mayoría son personas decentes. Y lo dice el pavo que siendo alcalde de Vitoria firmó un contrato vergonzoso a un conocido empresario local por el que además ha sido YA condenado a pagar una multa de más de 400.000€. Pues eso, acusado de corrupción y ya condenado, y ahí está, dando lecciones con la misma credibilidad que su jefe cuando dicen que hasta aquí hemos llegado, que no pasará ni uno -dando a entender, claro está, que hasta entonces las habían pasado todas...- y al día siguiente blinda a Rita Barberá, al fin y al cabo una de los nuestros, y ya sabemos lo que significa eso en términos mafiosos.

Y entretanto la persona que denunció ante la justicia lo de la Gürtel arruinada y en la puta calle porque la mafia en cuestión no perdona, ninguna lo hace, y ésta no iba a ser menos, las asociaciones de criminales es lo que tienen.

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