Curioso, hoy viene en El País un furibundo ataque a la gestión de la Capitalidad Europea 2016 por parte de Bildu, quien controla tanto el ayuntamiento donostiarra como la diputación guipuzcoana. Las acusaciones principales son de "amateurismo" y "localismo". Bien, le hago el caso que se merece, poco, es decir, que supongo que algo de cierto habrá pero al mismo tiempo recelo porque hace ya tiempo que he comprobado la descarada tendenciosidad del medio en cuestión hacia todo lo que tenga que ver con la coalición vasca. Luego en el Berria me encuentro con todo lo contrario, una información en la que se destaca que los expertos europeos consideran que Donostia 2016 marcha de forma correcta. También recelo, claro está, las simpatías del Berria por todo lo relacionado con la izquierda abertzale son algo más que manifiestas; y a su director, Martxelo Otamendi, me refiero, alguien que no deja lugar a dudas. Pero claro, también me paseo por la versión digital de El Diario Vasco, del grupo Vocento, poco o nada sospechoso de simpatías hacia la IA, más bien todo lo contrario, y el titular es exactamente el mismo que el del Berria en castellano: "Los expertos europeos consideran que Donostia 2016 marcha de forma correcta". Más aún, el portavoz de los mismos, un tal Green, asegura que no hay nada, no ha sucedido nada, que no fuera habitual antes en otras ciudades candidatas. Eso y que pasaba muy mucho de las acusaciones que le llegaban por considerarlas exclusivas del debate político local; lo suyo son las cuestiones técnicas del proyecto.
Pues no sé yo si serán ciertas esas acusaciones de El País, de hecho atufa a propaganda contra Bildu como viene siendo lo habitual y, lo que a mi juicio es lo peor, aprovechando el parapeto del anatema mediático hacia todo lo que tenga que ver con la IA en respuesta a la consigna gubernamental de "todo es ETA, aunque se demuestre que no y siempre y cuando nos interese que así sea". Una más, porque la cobertura que hace este periódico de todo aquello que tenga que ver con la izquierda abertzale en su afán de complacer a su público compuesto en gran parte por señoritos progres bienpensantes, y por lo general autotitulados de jacobinos cosmopolitas, a los cuales parece ofrecer más lo que éstos prefieren creer que son las cosas antes que lo que son de veras, dista mucho de ser lo ecuánime que uno esperaría de un periodismo profesional independientemente de su orientación o filias políticas, y eso sin que la coalición de marras sea santa de mi devoción, como me temo que no lo es ninguna organización política en estos momentos. Pero bueno, sólo es la constancia, también una vez más, de que la objetividad es un lujo que ya no se lo puede permitir ningún medio, que éstos están a lo que les dictan los que les pagan el sueldo y punto pelota, que si lo hacen será para que les hagan sus campañas contra esto o lo otro, a favor de sus intereses de empresa o de los que cuidan de estos desde sus poltronas. Objetividad, ya parece nombre de señora de pueblo y poco más.
Y por favor, ahorrarse los comentarios del tipo "mira qué eres ingenuo Txema, ahora te enteras, pues qué te creías" y en ese plan, simplemente no vienen al caso y además no son verdad.
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