Ayer en Navarrete, La Rioja, al lado de Logroño, para comprobar in situ hasta qué punto es cierto lo que ha repetido en más de una ocasión Juan Adriansens por la radio acerca de que el retablo de la Iglesia del pueblo es sin lugar a duda el más impresionante de España. Y sí, lo es, es increíble, una verdadera maravilla digna de echar la tarde acercándose hasta allí. Luego también hay que darle razón al tertuliano y pintor cuando dice que si este retrato estaría en Italia o en Francia probablemente habrían colas de autobuses para visitarlo aunque pille a desmano a todo el mundo y Navarrete no sea precisamente San Gigminano. Pero es lo que hay, no dudo, que no lo sé, que haya un tour en La Rioja que recorra los monumentos civiles y religiosos más importantes como la iglesia de Najera, San Millán de la Cogolla, Briones, etc., un tour por el patrimonio artístico que es posible en todas y cada una de las provincias españolas; pero, me temo que ese tour no recibe afluencias masivas de turistas de todas las latitudes, y los de casa, pues hombre, turismo cultural, cuatro gatos, este es país de Millán Astray, sí hombre, el que decía que cuando oía la palabra cultura se echaba mano a la pistola. En fin, para ir a ver la mamarrachada que perpetró la vieja de Borja con el Ecce Homo sí que había colas, sí, cómo no, salió por la tele; pero, para ver el retablo de Navarrate... pues como no pongas pintxopoteo algo así, así es el país, el paisanaje.
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