Veo a los seguidores de Messi dando ánimos en su recorrido hacia y desde el juzgado donde tiene que aclarar la cosa esa de la evasión fiscal, no sé cuántos millones. Impresiona la indulgencia de la gente para con el astro argentino, que si él no tiene la culpa de nada porque delega todo lo de los cuartos, vamos, como si no fuera el responsable último de lo suyo siquiera por omisión, que si en seguida se ha comprometido a devolver lo que debe y a pagar la multa correspondiente, vamos también, que si no le llegan a pillar... Increíble, insisto, tanta comprensión y benevolencia hacia un chutapelotas. De modo que Bárcenas no lo puede tener más claro, a meter goles, chaval, tú vete entrenándote en el patio de la cárcel.
miércoles, 2 de octubre de 2013
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