Por cierto, por seguir cagando en el propio nido y aprovechando que el Nervión pasa por Bilbao, de todos estos rasgos esencialmente negativos que Goytisolo apunta del carácter español acuñado durante siglos de ideología totalitaria, no estaría de más apuntar que la mayoría de ellos, el rechazo al otro, el mesianismo religioso, el desprecio y la desconfianza de la palabra escrita, la obsesión por la pureza de sangre y unos cuantos más, han tenido buen reflejo en ese sucedáneo del nacionalismo español que ha sido el vasco, o más bien la expresión histórica del mismo en la figura de Sabino Arana. Por si alguien tiene alguna duda de hasta qué punto la ideología formulada por el de Abando responde al milímetro a esa cosmovisión de la realidad dividida entre puros e impuros, entre la reivindicación de lo viejo frente a lo nuevo, la simplificación idílica de lo propio, el rechazo a la modernidad, etc., le recomiendo un librillo bastante sucinto sobre el tema:
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