-Buenas tardes, caballero, ¿podría ver su documentación, permiso de conducir, DNI, justificante del pago de seguro, del impuesto de circulación, de la última ITV, recibos del peaje de la autopista, carné de club de fútbol, tarjeta del supermercado, del Corte Inglés...
-Buenas tardes, agente. ¿Algún problema en concreto para verme retenido?
-Ninguno, todo en orden, se trata de un control rutinario para tocar los cojones al ciudadano y ya de paso a ver si les pillamos en alguna infracción sin importancia para lo de recaudar lo máximo posible.
-Todo un detalle con el ciudadano en época de crisis, no vaya a ser que el sistema se venga abajo por un retraso en el pago del impuesto de circulación de un servidor o en la renovación del permiso de conducir.
-Usted lo ha dicho, no tenemos otra cosa que hacer, así que nos dedicamos a molestarles a conciencia para que no se nos relajen y piensen que pueden ir por la vida como ciudadanos libres con todos sus derechos.
-Por supuesto, a ver si se cree usted que no sé que están en su derecho de retenerme el tiempo que les venga en gana sin motivo aparente y a pesar de la prisa o no que tenga, de mis compromisos adquiridos e incluso de mi supuesto derecho a la libre circulación, siempre y cuando, claro está, no vaya conduciendo a toda hostia, dé muestras de hacerlo bebido o haya atropellado a una vieja unos metros antes.
-Exacto, da gusto encontrarse a ciudadanos tan compresivos y mansos como usted. Mire, me ha caído bien, no le voy a poner ninguna multa por las pijadas de rigor, conque se esté retenido junto al arcén tres cuartos de hora ya me vale, luego ya puede marcharse adonde quiera.
-Muchas gracias, agente. Para que luego digan que no están al servicio del ciudadano sino de los que los mandan en exclusiva. Gracias, gracias...
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