viernes, 31 de enero de 2025

LOS AMANTES



    Pesadilla y de las gordas. Sueño que estoy de farra con mis colegas y que acabamos en uno de esos pubs para noctívagos a los que con veinte y muchos o treinta y pocos solíamos entrar a altas horas de la noche para lo de la última bala en la recámara y así; yo ya me entiendo. Pero no es el caso, porque uno ya no tiene edad y además creo recordar -en el sueño, digo- que estoy felizmente casado con hijos a los que dar mal ejemplo y toda esa mierda convencional a la que, para ser sinceros, jamás aspiré en ningún momento de mi vida; pero, oye, se ve que alguien me echó el lazo y..., pues aquí estoy, con mis colegas de toda la vida haciendo el Rodríguez de sábado a la noche.

Pues que estamos junto a la barra del pub esperando que nos rellenen el quinto o sexto cubata de la noche mientras practicamos el baboseo distante con la camarera veinteañera de piercings por un tubo desde la ceja al... cil. Me explico, el baboseo distante consiste en lo que hacemos los cincuentones cuando salimos de farra y vacilamos con una camarera joven y guapa, y si no también, eso como toda la vida, según el número de cubatas que llevemos encima, soltándole las mismas chorradas e insinuaciones cutres, patéticas, heteropatriarcales y tal, de cuando teníamos veinte o treinta años menos; pero, ahora algo así como si en realidad no fuéramos en serio porque por algo somos personas maduras, serias, displicentes por principio con todo aquel por debajo de los cuarenta, vamos, muertos en vida. Todo esto como si en realidad coqueteáramos por encargo de nuestros hijos, que estoy por pedirle el teléfono para el mayor. En eso que siento el codazo de uno de mis colegas en uno de los costados.
- ¡Mira quién está en la pista de baile dándolo todo!
Miro y, joder, creo reconocer a uno de mis rollos de juventud, una con la que tuve la típica relación tan fogosa como tormentosa -en realidad como todas las mías-, por lo general en plan guadiana y a lo aquí te pillo aquí te mato, eso cuando ya alguno de los dos o ambos habíamos jurado no volver a caer y tal. Vamos, de cuando era un joven romántico y soñador, esto es, en esencial todavía más gilipollas de lo que sigo siéndolo ahora.
Puuuffff, qué pereza, es lo primero que me digo. Pero, como ya sé que los hijos de puta que me acompañan lo son desde hace décadas precisamente por cosas como ésta, no tardan el llamar la atención de la pava en cuestión desde la barra donde nos encontramos. Y en eso que veo que se me acerca toda entusiasmada, algo así como si en vez de volver a ver después de miles de años al capullo que le hizo perder el tiempo con sus dudas de eterno adolescente, vamos, alergia al compromiso, qué digo, miedo a caer en las redes de la vida convencional que, vaya por Dios, creo que ahora me gusta tanto.
- ¡Txemita, cuánto tiempo!
¿Y ahora qué le digo? ¿Le pregunto por su vida? Como es lo único que se me ocurre hace ya un rato contándome como le ha ido en estos últimos treinta y tantos años, no sé qué de un matrimonio con dos hijos, un divorcio de esos como para hacer una peli de terror psicológico, un rollo bollo a full con la amiga con la que tomaba el café mientras ponía a parir a su ex, varios viajes a la India, China, la Patagonia o por ahí buscando reencontrarse a sí misma para acabar viviendo con sus padres en la casa del pueblo, algo de un premio de la Bonoloto y otras movidas que he olvidado al instante porque ya voy por el séptimo gintonic con su pimienta rosa, cardamomo y gominolas de sabores a fruta.
- Y aquí me tienes ahora sola y sin otro compromiso que sacarle todo el jugo a la vida.
¡Ay la hostia! Que ésta quiere volver a enrollarse conmigo, sacarme todo el jugo a mí, uno por los viejos tiempos. Como que ni siquiera me ha preguntado por el paradero de mi pelambrera de entonces; anda que no irá también ella fina ni nada... En cualquier caso, no voy a negar que me siento tentado por el morbo ese de lo que fue y pudo haber sido. Sobre todo porque ella no para de recordar momentos de cuanto estuvimos juntos. Que no sabía yo que había sido tan fogoso de joven, un revientacolchones dice ella, ahora me habría llevado el premio al empotrador del año y todo. Empiezo a pensar que me ha confundido con otro; claro, como también va ella tan hasta el culo de lo suyo... El caso es como la mayoría de lo que dice coincide con detalles de lo que apenas consigo recuperar de entre las brumas de mi memoria, no sé qué de haber destrozado la cama del piso que su hermano y su pareja de entonces tenían al lado de Chueca por la cosa esa de las acrobacias, lo del viaje desde Vitoria hasta Lisboa parando a follar en el aparcamiento de todas y cada una de las áreas de descanso y/o servicio porque aquello no se podía aguantar, como que creo que fui todo el viaje con la chorra fuera y así, no puedo evitar ponerme cachondo. Diría que me está retando a ver si doy la talla como cuando entonces.
- Mira, no te voy a negar que la idea me tienta un huevo, bueno, los dos; pero, lo siento porque estoy felizmente casado.
- ¡Anda éste! Y yo también lo estoy, contigo.
En eso que, como suele ser lo habitual en estas pesadillas, despierto con el sobresalto de rigor. Si bien con tan mala suerte que también he despertado a la mujer de vida, la madre de mis hijos, mi compañera en lo me queda de viaje a lo largo de este valle de lágrimas, el verdadero amor de mi vida y tal, vamos, la tía que suele roncar a mi lado en la cama.
- ¿Qué, qué soñabas?
Como sospecho que ha podido oír algo de lo quizás se me haya escapado mientras soñaba, eso y que como sé cómo se las gasta cuando me pilla en un renuncio, procuro contarle la versión más ajustada a la realidad.
- Nada, una tontería. He soñado que me encontraba en un pub con una antigua novia y que empezábamos a hablar hasta que me he dado cuenta de que me estaba tirando los tejos descaradamente. Y claro, yo ya no sabía dónde meterme.
- ¿Y quién, dime, quién era esa zorra?
- No quieras saberlo...

 

BESTEAK



- Badira pertsonak nerekin erabat elkarrezinak direnak, hau da, beraiekin inora joateko gauza ez naizenak, beraiengandik ahalik eta urrinen egoten saiatzen naizenak.
- Zeintzuk ba, fede itsu bakarreko sinestun egoskor guztiak, berdin dio erlijiosoak, ideologikoak, nazionalistak, kiroleroak, beganoak, filosofoak, amaginarrebak edo dena-delakoak diren?
- Bai eta ez, esan nahi dut, horiek guztiak alde batera lagata, noski; badago oraindik ere nirekin elkarrezinagoa den jendilaje mota benetan eroangaitz bat?
- Zein ba, zein, esan?
- Literaristak, hots, dena literal, hitzez hitz, baino ulertzeko gai ez direnak.
- Zer ba?
- Fikzioaren, umorearen, literaturaren, bizitzaren etsairik ergelenak direlako!
- Ba, gainezka gaude!
- Badakit, bai
- Nola ez! Oso ondo dago giza sareei esker literalistak GURE artean nagusi direla gogoratzea....

 

lunes, 27 de enero de 2025

QUI RESISTIT, VINCIT

 Artículo publicado en LA PAJARERA MAGAZINE: https://www.lapajareramagazine.com/qui-resistit-vincit

QUI RESISTIT, VINCIT

Qui resistit, vincit, quien resiste, gana. Vale, es la sentencia latina de Persio que Camilo José Cela popularizó al tomarla como lema para su escudo nobiliario a modo de rúbrica de toda una carrera de éxitos y también despropósitos. Empero, también es lo primero que me vino ayer a la cabeza cuando veía en la pantalla de mi televisor a los milicianos de Hamas liberar a las tres rehenes israelís.

Hamas ha ganado esta batalla, no me cabe la más mínima duda tras ver cómo el león, el Gobierno Israelí con su todopoderoso ejército, se ha tenido que plegar, o le han obligado a hacerlo, eso da igual, a negociar una tregua con el ratón, Hamas, no sólo una organización terrorista de integristas islámicos sino también el único remedo de estado que existe, sí, todavía, en Gaza. El león cuyo objetivo tras el ataque criminal de Hamas a su territorio y el asesinato de cientos de sus ciudadanos, no era otro que borrar a Hamas de faz de la tierra. Pues ahí sigue Hamas, es decir, la resistencia armada palestina nos guste o no, después de más de un año de destrucción y asesinatos concienzudamente llevados a cabo por el mitificado Tzáhal, después de lo que, con toda la información que disponemos sobre los crímenes indiscriminados perpetrados por el ejército israelí a gran escala, sólo se puede calificar de verdadero genocidio.

¿Que no se puede hablar de victoria después de más de 60.000 muertos y la destrucción de más del 80%del territorio gazatí? Pues no se podrá hacerlo desde nuestros presupuestos «buenísticos» como ciudadanos occidentales de sociedades libres, democráticas y sobre todo opulentas -siempre en comparación con las del resto del mundo- y cuya percepción de las cosas, por lo tanto, está en las antípodas de las de esos parias de la Historia que son los palestinos. Nosotros nos manejamos con lugares comunes de inspiración hippy o gandhiana como ese de que «Ninguna idea vale una vida» o «Haz el amor y no la guerra» porque nos los podemos permitir desde nuestra sociedades libres y seguras, ellos, los palestinos, tienen condicionada toda su vida, incluso antes de venir al mundo, por la Idea siempre con mayúscula, y esa no es otra que la de ser víctimas de una de las mayores injusticias históricas todavía en pleno vigor: la ocupación israelí.

Hamas no nos gusta porque nos repugna el integrismo islámico que la anima, tampoco nos cabe ninguna duda de que el ataque del 7 de octubre del 2023 fue un crimen horrible, inaceptable, innecesario y, además, de lesa majestad -sustituye la majestad de los reyes por la de la del principio de seguridad el Estado de Israel– pues ese y no otro era el objetivo; provocar una reacción desproporcionada del Estado de Israel para poner una vez más en las portadas de la prensa de todo el mundo el conflicto palestino-israelí que parecía haber quedado en stand-by como consecuencia de unos acuerdos de paz que sólo han servido como coartada para que Israel perpetué la ocupación del territorio palestino a la vez que ha ido haciendo inviable una verdadera autodeterminación de dicho territorio mediante la colonización de éste por fanáticos religiosos, la expulsión de los palestinos de sus casas y tierras y la construcción de muros para separar a los ocupantes de los ocupados. Una canallada perfectamente programada al servicio del único espíritu que anima la existencia del Estado Israelí y que no es otro que la consumación del proyecto sionista de adueñarse de toda la antigua Palestina.

Y por eso mismo también, porque hemos asistido y asistiremos al enésimo episodio sangriento de esta tragedia como consecuencia de la invasión y ocupación sionista de la antigua Palestina sin que el león, Goliath para utilizar la mitología bíblica que tan cara les es a los sionistas, haya podido eliminar de una vez para siempre al ratón, a David, no nos queda otra que reconocer la victoria de Hamas por muy pírrica que nos parezca en razón exclusiva de las pérdidas de vidas sufridas por la población gazatí y la destrucción de Gaza.

Porque una cosa es lo material, donde desde un punto de vista exclusivamente pragmático, el cual no es otro que el nuestro occidental cuando asistimos como espectadores de la parte del desastre que nos proporcionan nuestros medios de comunicación con cuentagotas, no nos cabe duda de lo absurdo de tanta muerte y destrucción; pero, ¿es lo material la única prioridad de las víctimas de la injusticia? ¿De verdad se puede decir que Hamas ha usado a su pueblo de rehén, escudo humano o lo que se quiera, como si los palestinos de Gaza no tuvieran asumido que la lucha contra el Estado de Israel que los expulsó de sus hogares tras la Nakba de 1958 y los hacinó en la Franja, a modo del campo de refugiados más grande la Tierra, les iba a reportar todavía más sacrificios por dolorosos que fueran? La respuesta israelí al ataque criminal de Hamas –me resisto a calificarlo de guerra dada la desproporción- ha evidenciado que Israel no sólo está muy lejos de ser el estado exquisitamente democrático y hasta humanista que durante décadas nos ha vendido su propaganda, «la única democracia verdadera de la región«, sino más bien todo lo contrario, el estado de Israel es un proyecto exclusivamente colonial y también genocida (necesitan, y en eso están desde hace décadas, en convertir a los palestinos en extranjeros en su propia tierra incluso negándoles el derecho a su gentilicio para dar a entender que son sólo árabes venidos de fuera y no los verdaderos descendientes de los judíos bíblicos que con el tiempo se fueron convirtiendo primero en cristianos y luego en árabes) cuyos principios inspiradores son los mismos que los de las potencias colonialistas del XIX o el de los colonos boers de Suráfrica: el racismo. Todo lo demás es una réplica de ese mismo racismo en boca de sus cómplices en los países occidentales, da igual si estos son los millones de fanáticos evangelistas a lo largo y ancho del mundo o las derechas occidentales que han vendido durante todo este tiempo la pamema de que la masacre de Gaza era la lucha de un estado democrático contra el terrorismo islámico olvidando que Hamas (en puridad un engendro de los israelís para socavar el apoyo de los palestinos a la Autoridad Palestina en manos de Al-Fatah, la organización de Yasser Arafat que firmó los acuerdos de Oslo con sus verdugos) es sobre todo la resistencia armada del ocupado contra el ocupante, y eso, insisto, por muy poco que nos gusten sus métodos.

Ese y no otro es el pecado original de todo este el conflicto, el racismo por el que un periódico saca en portada los rostros de los rehenes de Hamas recordando a sus lectores que la vida de cada uno de los estos vale por la de miles palestinos, esos que nunca verán sus rostros en portada porque no son como nosotros, son el otro, los salvajes, alimañas.

La pregunta del millón es,  hasta cuándo se puede permitir Israel ser la Suráfrica del Apartheid de este siglo XXI con la complicidad, una vez más, de ese mundo occidental cuyas democracias liberales dicen estar inspiradas en unos cada vez más desprestigiados, cuando no inexistentes, Derechos Humanos.

Txema Arinas.

MIEMBRO TRAIDOR Y VIL


     Creo que el sueño de anoche, la pesadilla para ser sinceros, es uno de los más habituales entre los varones independientemente de su orientación sexual. Sueñas que estás recién levantado y también debidamente aseado y vestido, a punto de entrar en el ascensor para salir a dar tu paseo mañanero de los sábados por la mañana antes de desayunar para inmediatamente después ponerte delante del ordenador o hacer acopio de paciencia infinita para ir hacer las compras de la semana. Entonces descubres que lo que abulta dentro de un pantalón del chándal no es sino tu miembro viril exageradamente empalmado, vamos, de una rigidez o contundencia como pocas veces, tipo obelisco egipcio y así. Algo sorprendente porque uno ya va cumpliendo años. Y a partir de ahí todo son problemas. ¿Cómo voy a salir a andar por la calle con esto llamando dando el cante? Pero llegas al bajo y nada más abrirse la puerta del ascensor aparece una de esas vecinas de cardado imposible, más que vintage en plan NODO y así, tipo Carmen Polo y Martínez-Valdes, la del Generalísimo para entendernos, la cual sueles ver nunca. Saludas y procuras acelerar el paso hacia el portal como si no pasara nada. Ya en la calle toca disimular lo evidente acelerando todavía más el paso, vamos, que hoy toca footing.


El problema es que para acceder al parque que recorres por la mañana hay que pasar delante del súper donde haces la compra. Y claro, faltaría más, porque esto es una pesadilla aunque tú todavía no lo sabes, como madrugas la plantilla al completo del súper que te suele atender está esperando fuera a que abran para entrar a trabajar. Qué vergüenza, con qué cara le pregunto yo luego a la de frutería a cuánto están los calabacines o le pido que me corte lo verde del manojo de puerros. En fin, crees que lo peor ya ha pasado cuando llegas al parque y supones que ya nadie más te va avergonzar quitando el abuelete con el que sueles coincidir cuando saca el perro para riegue de orines el parque, ese o el ciclado que pasa a tu lado a toda pastilla cagándose el Dios porque le estorbas, tú y el resto de sus congéneres. Pero no, porque, no lo olvidemos, esto es una pesadilla y era de esperar que el parque estuviera concurrido como nunca a estas horas tan tempranas de la mañana: parejas de la mano como si todavía no se hubieran decidido a separarse para volver cada uno a su casa, familias de ecuatorianos que acostumbran a madrugar para coger sitio con el fin de hacer picnic hasta la noche, y sobre todo mujeres solas y empoderadas que también prefieren madrugar para no tener que sortear por el camino a falócratas como un servidor que los obstaculizan el paso con su masculinidad tóxica a cuestas. Féminas convencidas de que el mundo sería un lugar mejor sino hubiera tanto señoro capullo obsesionado con los supuestos privilegios heteropatriarcales que según ellos derivan en esencia del tamaño de su miembro viril, y que, en cuanto me ven acercarme, se desvían escandalizadas campo traviesa como alma que lleva el Diablo tras fruncir el ceño y dedicarme miradas en las que puedo imaginar la imagen de unas tijeras de podar. También me encuentro por primera vez en mucho tiempo a grupos de chiquillos con sus monitores -fijo que unos curas ahí todo envidiosos...- en plena excursión mañanera. Incluso creo adivinar a los conejos del parque huyendo despavoridos a mi paso al contrario de lo que suele ser su costumbre en otras ocasiones.

Un horror. No aguanto más la situación, así que decido volverme a casa para meterme de cabeza, o acaso estaría mejor dicho..., debajo de una ducha fría. Pero, vaya por Dios, lo que no puede faltar en una pesadilla que se precie, justo en ese momento me llama mi mujer para pedirme que entre al súper a comprarle una barra de pan del día para desayunar. Yo, por supuesto, me resisto explicándole mi situación. Error, ella cree que se trata una de mis habituales excusas para escurrir el bulto. No me queda otra que entrar para no tenerla luego en casa. Sin embargo, no os podéis imaginar mi angustia sólo con imaginar que se abren las puertas correderas del súper y aparezco yo delante de todo el mundo con...

Y sí, claro que sí, justo entonces despierto con el consabido sobresalto y me pongo a pensar a qué se habrá debido semejante pesadilla, si al tiempo que me tiré cortando las zanahorias y calabacines para el pisto del día anterior, los 60 años de Demi Moore, las regalías de mi última novela o haber tenido que colgar anoche la ropa interior de mi señora en el tendal mientras escuchaba una canción de Tina Turner. A eso o a que hace unos días iba a despertar a mi hijo pequeño para que me acompañara en mi paseo matutino y me lo encontraba cubierto de pañuelos de papel esparcidos por toda la cama, a lo que sólo pude replicar con un pacato: "La próxima vez que tengas mocos vete al baño a quitártelos."

NO TE LEE NADIE


 

No te lee nadie.
Qué sí, joder, cuatro gatos,
pero muy buena gente.

No te lee nadie.
¿Te refieres a los críticos
y los escritores de cuadrilla?

No te lee nadie.
Es que cada vez se lee menos,
y casi todo puta bazofia.

No te lee nadie.
Es que soy muy de minorías,
tanto que ya ni existen.

No te lee nadie.
Ni falta que hace.
Ande yo caliente y....

No te lee nadie.
¡Yo no soy escritor!
¡Un poco de respeto!

No te lee nadie.
Pero ni siquiera mis hijos.
Dicen que soy un peñazo.

No te lee nadie.
Y tampoco me quieren.
Doy un asco que te cagas.

No te lee nadie.
Sí no escribo muero.

¡Ya salió el poeta!


BASAPIZTIAK

  

      Zuek gazteok ez omen duzue jakingo, ez omen dizute irakatsi, beharbada gaur ia inork halakorik gogora ekarri nahi ez duelako; baina, duela 25 urte ETAk Gregorio Ordoñez Donostiako zinegotzi eta PPren alkategaia tiroz erail zuten taberna batean zegoela. Garai hartan ETAk sufrimendua "soziabilizatu" nahi zuen, hau da, sakabanatu, hedatu, barreiatu, betiere eurek ez bezala pentsatzen zutenak, eta Mafiaren zein inoizko faxisten antzera, negoziazio mahai batera eseri araztearren, makurraraztearren.


Biharamunean ni fakultatean nengoela, euskarazko adarrean, Donostiako ikaskide/gelakide bat azaldu eta, Ekonomiaren Historia irakasleak Ordoñozena zela eta eskola bertan behera utzi eta alde egindakoan, zera bota zuen ikasgelan geundenok aditzeko argi eta garbi, ozen, erdara garbian: "Hace ya tiempo que se tenían que haber cargado a ese hijoputa."

Jakina, hura ez zen lehenengoa, ez eta azkenengoa ere, basapiztiek inguratuta bizi ginen, basapiztiei aurre egiten hasi ginen, basapiztiekin ez zegoen ezer egiterik, basapiztiak ezer baino lehen piztiak ziren eta. Gaur egun oraindik ere orduko basapiztiek halako gauzak gogoratzen ditudanean muzin egiten didate; ez dudala ahaztu nahi, ahazten ez dakidala, gorrotoak itsututa nagoela leporatuz.

Garaiak dexente aldatu dira, bai noski. Hala eta guztiz ere, ez dago ahazterik, zeren eta ahaztekotan ez gara sekula gaurko eta biharko basapiztia zaharrak zein berriak bereizteko gauza izango. 


  

jueves, 16 de enero de 2025

CIUDADANO EJEMPLAR

 



    Sueño que estamos en año dos mil no sé cuantos y tengo cita para pasar la ITC, la Inspección Técnica de Ciudadanos. Mi mujer lleva ya más de una semana turrándome a diario para que me prepare moderando o corrigiendo esos aspectos de mi carácter y modo de vida que pueden ser susceptibles de ser penalizados por los técnicos del ramo. Así pues, y tras pagar los 300 euracos de la gabela de rigor, confieso que llego preparado tras varias semanas de vida sana, comprometida y sobre todo de buen rollo con mis conciudadanos. El caso es que ni me inmuto cuando el técnico que me toca, una chavalina de unos veintipocos con una ensayada sonrisa profesional de recién licenciada en no sé muy bien si Medicina, Sicología, Sociología, Económicas o cualquier otra mierda por el estilo, me clava a traición una especie de pendrive con aguja para sustraerme toda la información que luego interpretará en la pantalla del ordenador gracias al programa de evaluación de la ITC que decide si merezco la pegatina con la que se me permite disfrutar de mis derechos como ciudadano hasta la próxima cita trimensual.
- Compruebo que este año ha reducido considerablemente los índices de consumo de alcohol, grasas saturadas, azúcares procesados y todo eso que el Estado intenta eliminar de la dieta diaria de sus ciudadanos en pro de una sociedad más sana...
- Y que no sature las salas de espera de la Sanidad Pública.
- ¿Perdón?
- Bueno sí, nunca me he drogado ni con la comida basura, he empezado a controlar el volumen de la ingesta diaria de lo que sea, y además, para qué engañarnos, las resacas con la edad se me hacen cada vez más cuesta arriba.
- También veo que hace ejercicio como aconseja el Ministerio de... -vuelvo a interrumpir a la chavalina en bata blanca.
- Eso es porque acabo hasta los cojones del trabajo y así me despejo un poco. También he comprobado que cuanto más en forma me encuentro más rindo luego en el catre; incluso me están entrando ganas de apuntarme al poliamor ese.
- Sí, vale, lo que sea, tampoco es necesario... -observo que la técnico me dedica una mueca de infinito desprecio cuyo motivo descubro al rato en un cártel del Ministerio colgado en una de las paredes de la oficina donde me encuentro y que reza tal que así: "NO BROMEES CON LOS TÉCNICOS, NO SON TUS AMIGOS, NO SEAS SEÑORO."
- Pues eso, que estoy como un toro tal y como prescribe la última Ley de Salud Pública para una perfecta armonía ciudadana y tal.
- Puede que la salud la tenga bien, sí, el ordenador no engaña. Pero, lo que estoy viendo en la pantalla es que sus índices de conformismo están por los suelos.
- Bueno, es que nunca los he tenido muy altos y la verdad es que, en contra de lo que le pasa a la mayoría, que se les suben con la edad, a mí me pasa todo lo contrario.
- Pues habrá que hacer algo, porque para poder disfrutar de sus derechos como ciudadano necesita un mínimo de conformismo.
- ¿No basta con no hablar de política con desconocidos?
- Esa es otra. El índice de sociabilidad tampoco...
- Es que a mí la gente así en general me da mucho asco, para qué engañarnos. Una cosa son las personas de una en una, que vale, si las conoces y descubres que se puede hablar con ellas sin sentir vergüenza ajena por la especie humana, pues bueno, entonces sí puedo sociabilizar con ellas y lo que sea. Pero, a mí es que la masa orteguiana, como que no.
- ¿Me está diciendo que usted es más de vivir al margen de la sociedad, en plan ermitaño en mitad del monte?
- ¿Quiere decir como Heidegger en su cabaña de la Selva Negra?
- ¿Mande?
- Me refería al famoso filósofo alemán que escribió Sein und...
- Ya veo, y encima listillo- Vamos, lo peor para vivir en sociedad.
- En cualquier caso, yo es que soy más de asfalto que las farolas. Eso y que necesito estar rodeado de gente aunque sea pululando por la calle o llenando los bares para sentir que hay vidilla a mi alrededor y así.
- Da igual, no insista, no pasa la ITC ni por el forro.
- ¿Entonces?
- Entonces no le puedo poner la pegatina de la ITC en la frente. De modo que tendrá que pasar por el Taller para Ciudadanía Tóxicas a ver si ahí consiguen ponerle a punto, y ya luego vuelve para que volvamos a evaluarlo. Todo esto antes de finales de mes.
- ¿Y si no lo consigo para esa fecha?
- Pues otros 300€ si quiere la pegatina para poder disfrutar de sus derechos de ciudadano. No me ponga esa cara, es lo que dicta la ley de Ciudadanía Ejemplar.
- La bronca que me va a echar mi señora va a ser de las gordas.
Entonces despierto con el preceptivo sobresalto y lo primero que hago es hacer otro tanto con mi compañera de lecho conyugal.
- ¡Que pasa, qué pasa?
- Oye, que si eso igual mejor llevas tú el coche a pasar la ITV.

MAKE SPAIN "CAÑI(ER)" AGAIN

    S ueño que, por lo que sea, estoy de vuelta a los años 90 y que nada más entrar a la cafetería donde desayuno todos los días me encuentr...