Recién me acabo de enterar del pifostio que se está armando en la vieja Iruña a raíz de un tan controvertido como maravilloso rap que compuso e interpreta La Chula Potra, nombre artístico de la rapera pamplonesa Julieta Itoiz, titulado UNA BOFETADA. Un rap dedicado con todo el cariño y no poca mala baba a ese portento de la política que es la todavía alcaldesa de Pamplona y candidata a la presidencia de la Comunidad Foral de Navarra. O dicho de otra manera, el último monigote de la derecha navarra más rancia, meapilas y cunetera que mangonea desde hace décadas el Viejo Reyno, la cual, a saber si en previsión de que no vuelva a ocurrir lo de Alli, aquel presidente que a la primera de cambio se calzó una txapela y le dio por responder a todo aquel que le preguntaba que sí, en efecto, faltaría más, claro que se sentía vasco, que una cosa era querer que Navarra fuera por su lado y otra negar lo obvio, han procurado en los últimos tiempos elegir como líderes de su conglomerado de garrulos chanchulleros a tipos como el maestrillo de la pura nada, el inefable Sanz, o la pija marcial y opusita de la Barcina, a la cual ni siquiera han tenido que comerle el tarro para que siguiera a pie de la letra la doctrina oficial y única del partido, como que ya venía de casa, de Burgos, con la lección aprendida del antivasquismo; pero qué curioso, qué curioso que cuanto más analfaburra, nostálgica nacional-católica, sección Plaza del Conde de Rodezno, y antivasca se muestra una en ese partido más papeletas tiene para suceder al maestrillo agropensante de Corella.
En fin, como que no ha hecho méritos ni nada la Barcina para liderar a los suyos, si hasta ha popularizado un palabro como barcinada, que viene a ser algo así como una mezcla de alcaldada o cacicada con Chanel 5 y modos de niña modosita de la Universidad del OPUS. Barcinadas sin fin ni cuento como perseguir Olentzeros, retorcer las cosas para no tener que plegarse a la ley de memoria histórica que obliga a quitar las placas y monumentos del franquismo, poner a Dios por testigo que en su comunidad o paraíso foral no se harán abortos mientras viva, arrasar yacimientos arqueológicos, no vayan a encontrar un documento que acredite que el rey Sancho el Fuerte hablaba vasco o alguna otra barbaridad separatista, mandar los municipales a repartir hostias a granel al menor conato de protesta vecinal, y por supuesto que hacer todo lo posible para ahogar económicamente cualquier asociación o festejo que huela a vasco aunque sea de lejos. En fin, una joya que con la Constitución, el Estado de Derecho y Españaaaaa en la boca a todas horas y a modo de coartada hace y deshace lo que se le antoja en Pamplona, aunque a veces sus modos rocen el ridículo como en el pleno ese que mandó apagar los móviles a todos los presentes porque no se dio cuenta que lo que sonaba era la música de unos gaiteros que pasaban por la calle.
Pues parece ser que después de meses de circular por todos los lados el rap en cuestión, de más de 25.000 visitas en youtube y tras hacer el ridículo por toda la geografía navarra (impresionante, de sociólogo de barbecho más bien, la foto junto al letrero de entrada a Etxarri-Aranatz para demostrar que había estado allí, cuando en realidad llegó escoltada y apenas se bajó del coche oficial para acudir directamente a un centro de atención a ancianos, vamos, lo que se dice un recibimiento de masas...), la alcaldesa saliente ha decidido querellarse contra La Mala Potra por injurias. Pero, ¡ojo!, ya no sólo es que un político decida hacer de su capa un sayo con el derecho al pataleo de todo ciudadano, que busque la mordaza de los jueces a toda costa, es que encima lo hace con unos argumentos que una de dos, o son reflejo de un cinismo digno de Guinness, o el ejemplo palmario de que la estupidez no tiene límites ni abogados que la atenúen.
Pues no va la señora y sus asesores y denuncian a la rapera por verter ofensas contra su persona de tipo machista y xenófobo. Anda, anda, qué repentina sensibilidad feminista y social la de la mamporrera oficial del Reyno, que ya hay que ser sinvergüenza para no advertir que ni lo uno ni lo otro, como que se lo ha tenido que explicar la misma rapera, que la canción era de mujer a mujer y la alusión a los emigrantes era una llamada para que una señorita como ella se pusiera en el lugar de una trabajadora sin papeles.
Pero qué más da, que en cuestiones de juicios, interpretaciones y otras hostias, lo que prima siempre suele ser la mala fe del que va con la querella por delante, la mordaza con la complicidad del juez amigo de turno. Cualquier argumento les vale, si hace falta se retuerce hasta convertir a la Chula Potra en una skinhead o por el estilo, que ya tendría huevos viniendo de donde viene la Julieta, curranta del movimiento vecinal, popular y tal. Aunque para qué, si para este caso como para la inmensa mayoría de los que se le presentan a Yolanda ya tiene el argumento de rigor: ¿me critican?. ¡Claro, qué van a decir ellos si como poco son de la ETA y similares? Así que una vez más y siempre, pamploneses, prietas las filas, otro tanto los culos, griten con su alcaldesa: ¡Navarra foral y española!
Y también habría que decir algo de esos ilustres columnistas tan acostumbrados a cogérsela con papel de fumar, fisnos de ordenata y corbata, que alaban la intención de Chula Potra pero le recriminan el lenguaje, soez dicen, qué escándalo, se nota que la moza no es de colegio de pago. ¿Es que estas firmas tan sesudas de la inteligentsia navarra y alrededores todavía no han aprendido lo que es un rap, que lo que lo hace realmente atractivo es la crítica cruda y hasta soez de sus letras, la provocación pura y dura? Joder, kolegas, que no estamos hablando de un Brassens, un Bob Dylan, un Paco Ibañez o cualquier otro ídolo de la progresía pasada de moda. Anda que no hay poco señorito de la pluma ni nada por ahí jugando a poner etiquetas de lo correcto o no al prójimo desde sus respectivos púlpitos.
La dirección del rap UNA BOFETADA es: http://youtu.be/veBMpW2aQ8A
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