martes, 19 de abril de 2011
PARIDAD Y PARIDAS A PARES
Anuncio publicitario oído en la radio del coche ayer a la tarde durante el trayecto de Oviedo a Vitoria-Gasteiz:
Cuando llegas a casa, cansada, harta de una larga jornada de trabajo, y tienes que preparar la cena para los tuyos, la cocina preparada XXXXXXXXXXXXX, para darle a tu familia lo mejor de ti misma...
Servidor y compañera que alucinan una vez más, que no es el primero ni un caso aislado, que haciendo memoria recordábamos un montón de anuncios de ese tipo, de esos en los que el publicitario se dirige a ELLA, no en plural sino en singular y femenino (no: cuando llegáis a casa, cansados, hartos de una larga jornada, y uno de vosotros tiene que preparar la cena a los suyos... lo mejor de vosotros mismos) porque claro, se supone que TODAVÍA ciertas tareas del hogar son asunto de ELLAS y sólo de ELLAS, a estas alturas de la película, tras décadas de murga paritaria, de intentar introducir ésta en las escuelas ya que en las familias, pues eso, en las familias la inercia de las costumbres adquiridas y poco más. En fin, pero lo alucinante es tener la convicción de que la mayoría de los publicitarios que pergueñan estos anuncios son o deben ser jóvenes. Qué coño tienen estos pavos en la cabeza, qué extraña regresión ha ocurrido en sus privilegiados cerebros para que vuelvan sobre unos estereotipos que creíamos superados, siquiera entre las personas medianamente instruidas. ¿O es que acaso ellos que saben tanto, que tiran tanto de encuesta sociológica, han llegado a la conclusión de que no, que la sociedad no ha evolucionado muy poco o nada en las últimas décadas, que por mucha farfulla igualitaria y todo lo que se quiera, el común denominador de los ciudadanos sigue asumiendo el sexismo en el día a día como una realidad, si no verdad, inquebrantable. Eso si lo que ocurre de verdad no es otra cosa que una verdadera regresión sociológica en todos los aspectos, una vuelta a los esquemas del pasado como resultado de una época cada vez más conservadora, ya porque en realidad esta sociedad no evolucionó tanto como creíamos y ahí está de nuevo la ranciedumbre sin complejos, o porque entre una crisis de valores y otra económica es lo que toca, desandar el camino apenas recorrido.
En fin, nos quejamos, pero luego en la carretera el nene vomita según su costumbre y tenemos que desviarnos a un área de servicio para cambiarlo y limpiar el coche. Entonces servidor se emplea con unas toallitas y al rato su señora que lo deje, ya se encarga ella de la limpieza, tú a cuidar al crío, lo cambias y a los columpios con el otro mientras ella desmonta la silla y se aplica a eliminar el más mínimo resto de vómito. No da opción a compartir la tarea. Para qué si ya está decidido que tú eres un inútil y ella lo va a hacer siempre mejor. Es lo que hay, cada cual asume su rol de género o en ese plan, sin rechistar incluso, luego quéjate.
Eso sí, si sirve para algo añadir que fui yo el que le dio el potito de la merienda al nene en la cafetería de la anterior área de servicio. A ver si también va a ser por eso que vomitó el pobre...
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