Hay una exposición de animales sagrados egipcios en un reconocido museo de una ignota ciudad del norte y hacia allí arrastramos servidor y el mayor al resto de la familia porque somos muy de pirámides, momias y todo ese rollo. Una vez a laentrada al museo el vigilante del mismo que nos cierra el paso.
-Vamos a cerrar en diez minutos.
-Venimos a ver lo de los egipcios.
-Hay que pagar la entrada y ya no os da tiempo.
-Ya, pero es que a los críos les hace mucha ilusión.
-Si son cuatro chorradicas.
Pues nada, ven y cuéntalo, eso tú, porque como tenga que promocionar el museo el tipo de la entrada van jodidos los de la cosa turística y cutlural, que ya no es que piense que lo que hay dentro son todo pijadas, que ya hay que tener ganas de perder el tiempo entre tanta piedra, que como mucho para justificar el sueldo que le pagan a él, eso sí; es que además, joder, joder, que faltan diez minutos para echar el cierre y él, por lo que se ve, prácticamente lo ha echado ya él, que a saber si la semana que viene no te sale conque faltan diez minutos para los diez minutos antes de echar el cierre y en ese plan.
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