viernes, 8 de noviembre de 2013

ASTERIX Y LOS PICTOS


Al final he caído, sí, me he comprado Asterix y los Pictos. Pues ni fu ni fa, muy correcto, formal, previsible, o como se ha puesto ahora de moda decir, "sin más". No me he reído en ningún momento, todo lo más me ha hecho ilusión ver/leer a los personajes de toda la vida, de mi infancia y/o juventud, una vez más en la brecha poco más. La historia tiene el gancho de la cosa picta y así, vamos, que toca chistes de escoceses como antes de godos, hispanos, griegos, normandos, belgas, britanos... No sé, seguramente peco de injusto, seguramente el principal encanto de los indomables galos reside precisamente en lo previsible de éstos, en su fidelidad a un estilo. Eso y que tampoco es lo mismo leer Asterix con cuarenta y pico tacos que cuando lo hacía en la biblioteca de la Florida de mi ciudad, que me pasaba las tardes del verano leyendo uno tras otro y riéndome a mandíbula batiente. Era un crío y probablemente me reía muchas veces por aproximación, más por lo que creía adivinar en el chiste que por lo que realmente era. Y también, también, el entorno ayudaba un rato, estaba rodeado de niños que se descojonaban tanto o más como lo hacía yo con sus Asterix, Mortadelos, Tintines, Lucku Luke y demás. Con todo, esto es, con todo lo que tiene este Asterix y los Pictos de repetitivo, la verdad es que como trabajo es más que digno, visto de adulto me parece un fantástico homenaje a sus creadores originales, el dibujo es calcado al milímetro al de Uderzo, y el guión, pues lo que estamos hablando, cumple con pocas sorpresas, pero es acaso tampoco deberíamos esperar más. No deberíamos probablemente porque ya no somos el público de Asterix, somo señores con el umbral de la risa ya un poquito más alto, señores que ya han leído y visto muchos tebeos, que hace tiempo ya que pasaron a otro nivel en eso del comic. No seamos, pues, tan exigentes, valoremos las cosas por lo que son, si bien es cierto que en cuestión de asterixología los álbumes del tipo Asterix y los normandos, y los Belgas, en Hispania, en Bretaña (de este, en cambio, guardo el recuerdo imborrable de la borrachera de Obelix y los romanos con los toneles de cerveza, no sé por qué...) y así nunca fueron los mejores en comparación con otros donde brilla más la originalidad del guión, porque en los otros, para qué negarlo, los chistes a cuenta de los topicazos son casi que inevitables. Pues eso, al mayor de mis hijos le ha encantado, no ha entendido de la misa la media pero le ha gustado, y supongo que de eso va la cosa.

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