Me dice ayer un amigo asturiano que en el País Vasco la gente se trata de una manera que para los que vienen de fuera no puede sino sorprender, que como no estés acostumbrado lo primero que piensas es que todo el mundo está a la greña todo el rato con el prójimo, vamos, que impera la mala hostia por doquier. Yo, evidentemente, le contesté que eso era una puta chorrada como la copa de un pino, que ya había que ser gilipollas para pensar una cosa así y que la próxima vez que me dijera algo parecido ya se podía ir a tomar por culo bien lejos; no te jode el tío.
jueves, 23 de octubre de 2014
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