Me tiene fascinado la rubia pizpireta y pija del cuarto. Al principio, cuando la saludaba en el portal o en la escalera, me miraba como asombrada, estupefacta incluso; "¿quién será este mamarracho con barbas que me saluda?". Luego seguí saludándola como está debido, que uno es de colegio de pago, que se decía antes, y ella seguía respondiéndome con su silencio. Aún más, yo creo que hasta se me encogía de miedo, "a ver qué me va a hacer este gañán, qué pintas, fíate tú, además tiene un acento muy raro, muy basto..." Pero no era yo ni el impacto que podía causar sobre su frágil figura la repentina aparición del corpachón de un chicarrón de mi porte y galanura, qué va, a mí mujer le hacía lo mismo.
Un día al anochecer, sin embargo, al ir a montarme en el ascensor tras depositar la basura en los cubos junto al portal, aparece de repente la rubia pijotera del cuarto y, en lugar de tirar escalera arriba como suele ser su costumbre cada vez que nos ve, se sube conmigo y empieza a darle al palique sin parar, no sé qué de este invierno loco, pero loco, loco, ¡luego en verano ya verás como tenemos que salir con abrigo". Se lo comento a mi mujer y ella que no cabe en su asombro: "se habrá tomado un tripi, echado demasiada colonia por la mañana o vete a saber qué."
Será, será, porque a los dos día o así nos la volvemos a encontrar en el garaje y una vez más tras saludarla ni una palabra, de nuevo la misma mirada de espanto de las veces anteriores y el aire que se hiela hasta que su hija nos devuelve amable y efusivamente el saludo. La dejamos paso y nos montamos en el ascensor, "pues qué quieres que te diga, chica, no entiendo lo del otra día, será que en chandal estoy irresistible.", "sí, será eso, será..."
Hoy a la tarde al bajar por las escaleras me la tropiezo justo cuando se dispone a salir de su casa. La saludo, por supuesto, no voy a tirar por la borda todo el dinero que pagaron mis padres por mi educación, y ella, para variar, que se me petrifica junto a la puerta, boquiabierta en este caso. Pues nada, maja, que te den. Continuo mi camino. Y en eso, cuando ya estoy en el segundo piso o así, que la oigo una tenue voz que me devuelve el saludo, eso y que su dueña empieza a tararear una melodía a mis espaldas. Así que me digo, "anda, que no era borde, ni corta, sólo un poco retartada...". En fin, menudo personaje, si alguien tiene pensado escribir algo de terror yo se lo cedo.
Escrito lo cual sólo me queda preguntarme una cosa: ¿pero no iba a escribir yo algo sobre el nuevo partido de Abascal y Ortega Lara que propone la eliminación de las autonomías, está contra el aborto, defiende la monarquía y exige la ilegalización del entorno de ETA y a saber si ya de paso de todo lo que huela a vasco o a catalán? ¿Es posible estar más a la derecha del PP? Venga pues, paso de elucubraciones geométricas, si eso otro día, además mañana ya es viernes.
*La foto, no os engaño, es eso mismo, un reclamo para que os traguéis todo este rollo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario