jueves, 8 de mayo de 2014

DÍA DE LA MADRE


Día de la Madre y los supermercados AlCampo se descuelgan con una oferta de sartenes. ¡Ya estamos poniendo pegas a todo! Pues sí, ya estamos con el machismo a vueltas porque de eso y no de otra cosa se trata, de que como son madres qué mejor regalo que una sartén dado que se trata de un utensilio que nunca debe faltar en el hábitat natural de una madre: la cocina. ¿O acaso alguien se imagina una oferta similar para el Día del Padre? No, claro que no, cinismos los justos. Y el caso es que uno piensa qué le debía pasar por la cabeza al lumbreras al que se le ocurrió la idea, y lo peor es que me temo que nada, que es más que probable que se le ocurriera por pura inercia, como consecuencia de un atávico silogismo por el que "mujer + cocina = sartén" ya lo dice todo de lo poco que ha calado en el susodicho décadas de educación para la igualdad y bla, bla, bla. Aún más, ¿es que nadie advirtió el despropósito de la oferta? Pues parece ser que no, parece ser que todos los demás la dieron por buena o cuanto menos se callaron por lo que fuera. Y claro, llegados a este punto no queda otra que caer en las tremendidades de rigor y establecer que esto sólo es posible en un momento en el que algunos confunden la desinhibición frente a lo políticamente correcto, acaso cierto aire en el ambiente propicio para arremeter contra lo que siempre consideraron la forma de ver las cosas de los cuatro progres listillos de turno (que es algo que de un tiempo a esta parte se estila mucho y con especial predicamento entre los más tontos del lugar porque nunca entendieron nada, siquiera porque lo que les pone de verdad, acaso lo único de lo que son capaces, es pensar como lo hicieron siempre sus mayores, lo cual además se trata de algo la mar de sencillo, básico, algo del tipo: "¿los hombres y las mujeres iguales en derechos? ¡Venga ya!") con la ocasión que llevaban esperando para expresar sin tapujos, sin miedos a ser señalados por los listillos a los que nos referimos, nada más y nada menos que las cosas como siempre las han concebido, así de rancias e incluso ofensivas. Y en eso estamos, calibrando hasta qué punto el retroceso en todos los aspectos también abarca a esta reivindicación del machismo en su versión de anuncio televisivo en blanco y negro. Sí, de cuando estos ensalzaban las virtudes de un producto dirigiéndose a la consumidora, ésta siempre ama de casa, con el argumento de que cuando llegará del curro su maridito, el reposo del guerrero y tal, éste se lo iba a agradecer con una sonrisa y quien sabe si acaso también con un revolcón en la cama, "porque hoy te lo has ganado, cariño, la cena estaba de rechupete". En fin, tú baja la guardia en cualquier aspecto y verás como al momento se te cuela una legión de necios con el argumento de "pues yo no veo nada malo en ello, si toda la vida ha sido así... sobre todo como mejor me viene a mí" ¡Ah, y conste que todo esto no lo escribo por envidia, sí, porque en mi casa el que pasa la mayor parte del tiempo entre las sartenes es un servidor y el Día del Padre ni un puto cazo. No, es porque detrás de una oferta de sartenes como la de la foto que motiva este comentario, adivino una complacencia, cuando no verdadera querencia, por una manera de ver las cosas demasiado reconocible, un pasado muy concreto y no muy lejano, naftalinoso, el cual a mí, en esencia uno de esos progres listillos de mierda, personalmente me espanta, vamos, y esto para los de la LOGSE, que me da asco, tío.

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