Parece ser que frente a la "perfomance" teatral de la Cospedal junto a Cañete el día de las elecciones exhibiendo su sonrisa más artificial, a medio camino entre la de la madrastra de Blancanieves y una cheerleadercualquiera tonta del culo, algo empieza a moverse de veras en el PP. Y lo más curioso es que sea precisamente el presidente del PP en la provincia de Valencia, el inefable Alfonso Rus, quien lo haga, el mismo que se descolgó en un mitín durante la campaña de las pasadas elecciones con una perla dialéctica -se supone que como claro exponente de la superioridad intelectual a lo Cañete que tanto abunda entre los de su grey- del tipo " "O votáis a Arias Cañete u os pego una paliza".
Curioso, sí, pero no sólo por eso, sino porque el tal Rus también declaró en su momento lo siguiente para explicar cómo consiguió hacerse con la alcaldía de su pueblo:
"Dije: traeré la playa a Xàtiva. ¡Y se lo creyeron! -dijó durante otro mitín animando a su parroquia a seguir su ejemplo- ¡Si yo mando, traeré la playa! Y van y se lo creen todo. ¡Serán burros! Y me votaron".
Dicho lo cual, no sería de extrañar que el tal Rus, a la vista de la escasa consideración que le merecía su electorado, estuviera también convencido de que los que le votaban lo habrían seguido haciendo aunque se hubiera colado en la casa de cada uno de ellos para darles personalmente él por culo, lo cual, por supuesto no se puede decir porque es de mal gusto y así, puede herir las sensibilidades de los que se la cogen con papel de fumar cuando oyen o leen palabras o expresiones subidas de tono, que ya sabemos que la forma lo es todo, y el contenido, ¿a quién le importa el contenido?
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