lunes, 14 de noviembre de 2011
BOMBEAR EN ASTURIAS
Es época de encuestas, sí, pero a mí la que me apetece comentar es la Encuesta Nacional Victoriamilan.es sobre sexualidad en personas casadas o en pareja. Dicha encuesta establece, entre otras cosas, que el Principado de Asturias está entre las regiones con menor frecuencia sexual.
Esto lo lees viniendo de fuera, viniendo del país donde follar no es pecado sino un milagro, que sabes, porque te lo cuenta tu pareja asturiana, que mientras tú y los de tu generación os dedicabais a correr delante de la policía, a la eterna revolución pendiente aunque luego solo fuera una borrachera tras otra, a liberar patrias imaginarias, aquí en Asturies la muchachada se dedicaba a lo que se tenía que dedicar a sus años: a probar antes de elegir el espécimen definitivo con el que reproducirse.
Pues ahora resulta que esta encuesta determina que los asturianos tienen la misma frecuencia sexual que en Cantabría, y eso, follar como un cantabrón, con lo que son los asturianos de fanfarrones y tal, pues tiene que doler y mucho.
Pero hay que desconfiar por sistema de las encuestas, siquiera de cómo nos las presentan los medios, siempre cercenadas, entre líneas, resaltando lo que les interesa, ocultando los matices que pueden deslucir el amarillismo de la noticia. En el caso de ésta es evidente, porque habla de la frecuencia entre casados o parejas, esto es, de relaciones estables en las que es sabido que al término de un par de años la fogosidad del principio, sea por el cansancio de la vida familiar con niños o por simple aburrimiento, decae inexorablemente. Dicho de otra manera, con el tiempo el roce dentro de la pareja acaba convirtiéndose en fricción, en bronca al canto por cualquier pijada, por la suegra, cuando no en que hoy no me apetece, me duele la cabeza, es que a mí la regla me dura tres meses, ¿y tú qué coño haces?, el payaso, como de costumbre, anda y vístete.
Eso sobre el papel, porque si contrastamos esta noticia con la realidad, la de la fogosidad innata del macho astur a medio romanizar, y la comparamos con el siguiente dato, ya no nos queda otra que desdeñar lo de que en Asturias se folla mal y poco, lo que pasa es que se folla mucho fuera de casa, a la que cae, en cuanto pasan la nómina por el banco y no digamos ya coincidiendo con las cenas de empresa:
Una investigación establece además que el total estimado de mujeres que ejercen la actividad sexual en Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Langreo en las tres modalidades de trabajo sexual consideradas -pisos, calles o clubes- es de 1.258. Dicho de otra manera: 16,8 mujeres por cada 10.000 habitantes de la zona central. Así, si el estudio de 1992 estimaba que el número de mujeres que ejercían el trabajo sexual en la región era de 1.400, la revisión del nuevo informe sitúa esta cifra «entre 1.700 y 1.800 mujeres en toda la comunidad». O lo que es lo mismo: un aumento de 400 trabajadoras sexuales en los últimos tres lustros. El 62% ejerce en clubes, el 35,4% lo hace en pisos y el 2,6%, en las calles de la región.
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