Ya han ilustrado la foto de marras otros
y seguro que mejor de lo que pueda
hacerlo yo, seguro. Pero es que no me
puedo resistir a hacerlo porque venía ya
de la calle con la imagen en la cabeza
dándole vueltas a mis neuras y, mira,
es mejor dejarlo aquí escrito y que se
jodan otros, que darle la tabarra luego a mi señora y me mande a... escribir al facebook.
Yo veo a este hombre con su Marca en
la mano entrando al coche oficial y no
puedo evitar pensar que de casual nada de nada, más bien otra puesta escena con su mensajito subliminal; así está
uno de suspicaz, mal pensado, resentido. Sí, porque el tipo que escapa
de la realidad de los demás metiéndose en su coche oficial empuña no varios
sino un periódico en concreto, el más leído en España. Tampoco es que sea el
único que no le saca a él los colores con las listas del paro, los papeles de
Bárcenas, las mareas de todos los colores y el resto de la larga y ya casi
interminable retahíla de asuntos que nos sacan de nuestras casillas a los que
cada vez estamos más convencidos de estar padeciendo el gobierno más
infame y nocivo de esta Segunda Restauración Borbónica. Ya se sabe,
esos que somos víctimas de nuestro sectarismo y en especial del rencor que
lo anima, incapaces de reconocer mérito alguno al esforzado salvador de la
patria, en breve el nuevo Don Pelayo galaico que salvó a España de una
segunda Edad Media bajo el yugo de ese nuevo invasor cuya fe única y tan
intransigente como la de los mahometanos no es otra que la de los
mercados (se nota que escribo,
despotrico, desde Asturias...).
Porque ves al que manda callar a otros, porque dice haberse revuelto contra
viento y marea para salvar a su país de la hecatombe mientras los demás de
dedican a la crítica sin más, destructiva, con el Marca en la mano, y solo el
Marca, y no puedes evitar que este adalid del pensamiento conservador
más primario, instintivo, inicuo, el que acepta todo estado de las cosas por
principio, ya sea indiferente o cómplice ante las injusticias del mismo, te esté
recomendado precisamente una de las más probadas píldoras intelectuales de
esta manera de discurrir con desgana: "haga como yo, lea el Marca, no se
preocupe por la política, por lo que dicen de mí o de mi partido, España va
bien, mire si irá tal que así que yo que soy el presidente todavía tengo tiempo
para leer lo que realmente le importa a usted, a mí y a todos los españoles de
bien, sí, sí, en efecto, esos...
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