viernes, 31 de julio de 2015

OTRA VIUDA ALEGRE



Me da que me voy a empezar a mosquear en serio con el tema, que ya va la segunda en pocas semanas; demasiada bruja suelta veo yo. Hoy con mi madre en el ambulatorio y por segunda vez en tres semanas, que se encuentra con una conocida y:

-Ya me enteré de lo de tu marido, Mtx, lo siento mucho..

- Gracias, muchas gracias.

-Yo también soy viuda desde hace más de diez años.

-Es lo peor que nos ha podido pasar.

-¿Lo peor? No sé, chica, eso depende, supongo que cada cual...
*Transcrito lo cual, literalmente como la vez anterior, fabular lo justo, y para que no me pase como la otra vez que puse lo del "ictus", porque así lo mencionó la amiga de mi madre, y menuda bronca que me echó uno llamándome insensible, y todo porque no sabía del sufrimiento de los que lo padecen y en ese plan, eso decía él sin tener en cuenta que en todas las familias..., omito el motivo de la muerte del marido de esta otra, no vaya ser que ahora aparezca un leucémico a ponerme de vuelta y media por mencionar la bicha así como el que no quiere la cosa...

martes, 21 de julio de 2015

LOS ENMENDADORES COMPULSIVOS I



"¡DIOS, A TI SI QUE TE COMÍA COMO SI FUERAS UNA HAMBURGUESA, ÑAN, ÑAN!

1.- Si supieras lo que es vivir con soprepeso y problemas coronarios por culpa de la ingesta desmedida de comida basura no harías ese tipo de bromas.

2.- No me parece bien que frivolices con el canibalismo; mi familia estuvo a punto de ser devorada por una tribu de Papua Nueva Guinea.

3.- Eres un puto cerdo machista...

KAFKAKERIAK



Gaur goizean Osakidetzako egoitza bateraino joan naiz nire amarendako gurpil-aulki bat eskuratzeko galdezka. Funtzionariaren mahaiaren aurrean nengoela familia-medikuak izenpeturiko ziurtagiria luzatu eta gero ohiko hamaika galdera, egozpen edo ezustekoren zain nengoen, hots, ziurtagiria motz edo gaizki idatzita zegoela, beste antzerako hainbat ziurtagiri edo zigiluren premia ezinbestekoa, ziurtagiria egiatan baliozko egiteko oporretan egongo zen beste funtzionari baten sinadura edota auskalo zer besterik. Bat ere ez, funtzionariak ez dit inola eragozpenik jarri. Alderantziz, mota guztietako errazpideak eskeini dizkit, gurpil-aulkia mailegutan emateko zein berri bat erozteko diru laguntza eskatzeko. Printzipioz bi hilabetetan gutxienez berri bat erosi aurretik maileguzkoa aukeratutakoan nire gogoko gurpil-aulkia hautatzeko hamaika aholku zein argibide emane dizkit guztiz adeitsu, eder. Horrenbestez, egoitzatik aukia eskuetatik ondo oraturik, pozarren eta ia ezin sinetsirik, txunditurik, irten naiz. Ezin esan, beraz, zer nolako kalteak egin zizkion Kafkak funtzionarien ospeari...

LA VIUDA ALEGRE...




Hoy en el super con mi madre. 

-Mtx, cuánto tiempo sin verte. Ay, chica, ya me enteré de lo de tu marido, cuánto lo siento.

-Ha sido un mazazo gordísimo, no nos lo esperábamos.

-Que sepas que al mío le dio un ictus hace unos meses, no creo que dure mucho...


*Ad litteram...

domingo, 12 de julio de 2015

JUNTO A LA TORRE DE ESKIBEL




Como estoy solo, triste y abandonado en casa de mi madre y sin los hijos y la parienta (lo siento, cariño, aquí quedaba ni que pintado, todo por el texto...), me tiro al monte. Subo hasta Eskibelgo Atxa o Peña Eskibel, al ladico de casa sin otra dificultad que no despistarse por culpa del puto whatsapp, pisar en falso y darse el correspondiente hostión, lo cual en mi caso entraña el peligro añadido de que uno de mis tobillos acusa varios esguinces sin curar del todo por asuntos que no vienen al caso. Ya en la cima saco las foticos de rigor al horizonte y alrededor de las ruinas de la torre que albergaba un telégrafo óptico que funcionó durante las Guerras Carlistas, y que junto con otras fortificaciones de la época formaba la línea defensiva que protegía la capital al igual que las de Baiaguen, El Encinal y Almoreta en la zona de Nanclares. A continuación me siento sobre una de las piedras a la sombra de la torre para descansar un rato antes de emprender el camino de vuelta, mandar unas fotos a la familia en respuesta a las que me han mandado ellos de su soleado día de playa y chiringuito en Frexulfe, en el occidente asturiano, menudos cabrones. En eso que aparece una familia de excursionistas, nos saludamos, rodean la torre, y los niños que no pueden reprimir la imaginación: 

-¡Aita, aita! ¿Esas ventanas son por donde disparaban flechas a los moros?
 

-Claro, claro.
 

-¿Y subían hasta aquí con las armaduras?
 

-Y a caballo...


El aita haciendo lo que hacemos todos los padres: saliéndose por la tangente. Y tú que te dices que a fin de cuentas no eres tan gilipollas como para intervenir queriendo sacar de su error a los mocosos y ya de paso enmendarle la plana al padre en plan hijoputa al cuadrado. De hecho estoy convencido de que hay que ser un cabrón con ganas para joderles la ilusión a unos críos que andan todo excitados con historias de caballeros en armadura, soldados en cota de malla, princesas moras secuestradas, sarracenos más malos que los del ISIS y toda la parafernalia medieval al uso tipo parque temático Disney. Por otro lado, ni los críos sabrían situar cualquiera de las guerras carlistas en su tiempo, ni tampoco andan tan descaminados en cuanto al escenario, pues no en vano, junto a las carlistas y la napoleónica, éste también lo fue de una guerra medieval, la llamada Primera Guerra Civil castellana del XIV, esto es, con los caballeros castellanos de los hermanastros enfrentados, Pedro I el cruel y el Trastamara, los aliados navarros al mando de Carlos II el Malo de Navarra, los mercenarios franceses de Duguesclin o los ingleses del llamado Príncipe Negro de Gales, los cuales dieron nombre a un paraje cercano, Inglesmendi, esto es. “Monte de los Ingleses”. Así que si de echar a volar la imaginación se trata...

ZAPATU GOIZEAN



Zapatu goizean, nire amarenean isolaturik inora joateko kotxerik ez baitut eta oraingoz oinez joateko gogo edo indarrik ere ez. Honez gain, eguraldi hits-hitsa, zerua hodeiz estalita, hots, herriaren ingurumarietan ibiltzeko asmorik ez gutxienez arratsaldera arte. Etxean geratu beharrean nago ezinbestez, berdin dit lagunek nire bila etortzea prososatzen didaten auskalo nora parrandan joateko edo. Egia esan ez dut inora edo inorekin jotateko parranda gogorik sano atsekabeturik bainabil astebete nire amarekin bakarka egondakoan, aste osoan zehar nire aitaren gauzetan miaka egon eta gero, iragan mingorrarekin etengabe estropezu eginez. Eta hori guztiori gutxi balitz oso faltan somatzen ditut nire emaztea eta bi haurrak, oso. Hala ere, nire amaren etxeko gauzak nola edo hala konpondu edo antolatzera propio etorri naiz. Gaur goizean nire amak leporatu dit berarekin hitz aspertuak egitera arrimatzen ez naizena, hau da, nire bizitzaren nondik norakoen berri ematera edo etxean gora eta behera erostaka doanekoa bere ondoan eserita enegarren bider aditzera ere. Saiatu, saiatu naiz berarekin lasai askoan egoten, baina errukigabe hitz eta pitz ari denez gero badago momentu bat ihes egiteko gogoa gailentzen zaidala, ezin dut ebitatu, biziro gogaitzen nau bere amaigabeko erretokilak betiko kontuen gainera, milaka aldiz lehenago jorratutako gaiak behin eta berriro aditu beharrak. Badakit nire ama dela, errespetatu, maitatu, zaindu eta abar egin beharrean nagoela, baina nire egonarria ez da mendia, ez. Atzenenean proposatu/agindu diot bere Venezuelako ahiztarekin berbetan luze eta lasai egin dezan txartel bat erostearren Gasteiza oinez joatea. Edonola ere, hau idatzi bitartean zerua oskarbitzen hasi da. Baliteke aste honetan hasitako bi idazlanei ekitea ordu batzuez idazlumaz eta guzti bazkalostean, dolua berebiziko inspirazio iturria da eta, ekarri mingarri, eta beharbada arratsaldean zeharo oskarbi egotekotan Armentiaraino oinez berriro joatea nolabait nire burua ere egurastera. Gaurkoan ere, eta aurreko egunotan ez bezala, demaseko euli nazkarriak ari dira nire inguruan hegaka, ez dakit ni neu naizen kausa, entzungai dudan David Brubecken musika edo holako gogoeta hain pertsonalak jendaurrean egitea, ez dakit, asperraren asperra...

CONFEDERADOS DE AQUÍ AL LADO




Carolina del Sur retira la bandera confederada del Capitolio. La bandera confederada fue izada sobre el domo del Capitolio en 1961 como protesta ante la integración racial. Resulta que la misma gobernadora del estado que dio la orden de arriarla se negó a hacerlo hace unos pocos atrás con el argumento de que dicha bandera simbolizaba las esencias sureñas y bla, bla, bla. Esencias entre las que parece encontrase ese racismo epidérmico de buena parte de la población blanca del sur y que motivó el alzamiento de la susodicha bandera hace cincuenta años en plan reivindicando, entre otras cosas, la esclavitud a la que tanto apego tenían sus antepasados y por la que fueron a la guerra. Ese racismo larvado después de décadas contra la segregación racial que a veces estalla en forma de episodios tan dramáticos y absurdos como la matanza de nueve miembros de una congregación en una iglesia negra de Charleston en manos de un joven de raza blanca, supremacista para más señas.

Y lo ves de lejos y te suena todo a película tipo “Matar a un Ruiseñor” y por el estilo. Que no cambian esos cabrones blancos sureños, lo llevan metido hasta el alma, forma parte de sus más profundas convicciones. Llámalo una seña de identidad, de esas a las que el hombre sencillo se aferra con toda la fuerza de sus dientes para ser alguien, siquiera ya para no verse fuera de la tribu, para no acabar en la trinchera de enfrente, en la equivocada, la de los que tienen todo que perder frente a la mayoría tan encantada de haberse conocido como convencida de los motivos de su supuesta supremacía. 

Todo muy exótico, de película, sí, sí, como que no cuecen habas del mismo pelaje donde está uno. Sin ir más lejos cuando llega el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco y ves que la noticia, con su homenaje incluido, no sólo pasa sin pena ni gloria por la mayoría de los medios del “paisito”, sino que incluso parece molestar, sobre todo cuando se recuerda el trasfondo de aquel crimen y que no es otro que el pujo de la izquierda abertzale de entonces de ver un enemigo en todo aquel que no comulgaba con su credo. Un credo teñido además de una más que evidente xenofobia, también epidérmica, también, la cual veía en ese chico de Ermua, localidad maldita donde las haya para cualquier sabiniano de pro, confeso o no, un hijo de gallegos, gente de fueraaaaa, y lo peor de todo, no sólo indiferente a la ley de la tribu de su entorno sino además militante del PP, vamos, todos aquellos que vivimos aquella época y sabemos el percal de los que blandían ikurrinas victoriosas o “arranos beltzas”, bien podemos imaginar al “jarraitxu” de turno comentando a sus colegas en la herriko del pueblo que “ese hijo de puta está pidiendo a gritos que le peguen un tiro en la nuca ”, “¿quién mejor que él para lo del escarmiento?”. Así de crudo porque tal cual lo eran las cosas, siquiera entonces y con una frecuencia e intensidad que a muchos de sus protagonistas parece que se les ha olvidado muy rápido, y de ahí también ese torcer el gesto cuando alguien se lo recuerda. Que no ayuda a la reconciliación, que así no se avanza hacia ningún lado, que ya son ganas de joder la fiesta del ahora sí, ahora vamos por el buen camino, ¿y lo de la ETA?, pelillos a la mar, dejad a los muertos en paz, ¿no veis que incomodáis a sus verdugos y a los que les jalearon? Lo mejor si eso extender una fina tela de silencio y complicidad sobre el pasado no muy distinta que la que se extendió en su momento sobre las víctimas del franquismo y que todavía dura. De hecho los argumentos empiezan a sonar muy parecidos, en especial ese de que remover el pasado es un obstáculo para vivir el presente. Pues eso, qué sociedad más enfermiza la sureña con sus banderas confederadas, su Ku-Klux-Klan nazareno y sus supremacistas blancos pegando tiros durante sus picnics de fin de semana con salsa barbacoa que no falte. La nuestra no, la nuestra siempre es la hostia y en todo.

ENMENDADOR COMPULSIVO



De entre las muchas cosas buenas, o no, que tiene Facebook también está el ser un compendio de la mayoría de las conductas humanas que se dan en la vida real, a veces incluso acentuadas hasta niveles de verdadero paroxismo como suele ser el caso de lo que yo denomino el síndrome del "enmendador compulsivo". ¿Que qué es un “enmendador compulsivo”? Pues es esa persona que está continuamente, y en general por cualquier pijada, enmendando la plana al resto, ya sea porque considera que es su deber advertir a los demás de sus errores o inexactitudes, o simple y llanamente porque no le gusta lo que otros piensan o dicen, que se cree en la obligación de hacérselo saber sin falta, que no puede evitar apostillar siempre al prójimo lo que sea y por cualquier pijada. Todos somos enmendadores de alguien en algún momento de nuestras vidas, puede que varias veces al día, claro que sí; pero, el compulsivo es un caso aparte, es el amigo o conocido coñazo que nada más verlo venir ya sabes lo que te va a decir porque siempre tiene que decir algo y por todo. También lo son las madres sin excepción, las parejas a medida que se va consolidando una relación y hasta una buena parte de los jubilados que se sientan en los parques no tanto a ver pasar la vida como para decir a los transeúntes cómo tienen que hacerlo. Sin embargo, y ya sea por el anonimato que permite a muchos tomarse unas licencias con el prójimo que en la vida real ni siquiera se les pasaría por la cabeza ,o porque creen que la red es el medio idóneo para ejercer su misión en la vida a como nunca antes podrían haberlo hecho, el caso es que Facebook está apestado de ellos. ¿Cómo reconocerlos? A continuación un ejemplo.

“Me acabo de meter entre pecho y espalda un plato hasta arriba de pochas con chorizo a la sidra y me he quedado como Dios”

-¿Potxas en verano, con el calor que hace? En verano hay que comer ensaladas.

-¿Con chorizo a la sidra? Luego dirás que te arde el estómago.

-Pues yo prefiero comerlas con almejas o calamares; engordan menos y no dan tanta acidez como el chorizo.

-Supongo que sería con sidra asturiana; la guipuzcoana con el chorizo no queda bien...

-Para pochas las que se cogen en mi pueblo y prepara mi madre. Esas si que son pochas, el resto una puta mierda.

-Tú sigue así con esa dieta, ya veremos lo que duras.

-Con todos los problemas que hay en el mundo y tú sólo pensando en comer.

-¿A quién coño crees tú que le puede importar lo que comes o dejas de comer?

-¿Es necesario mencionar el nombre de Dios en vano?

-Odio las pochas y a todos los que las comen...

BIDELEGEA



Oviedon egoten naizela arratsaldero San Cloio herriraino oinez joaten naizela hamaika bidelagunekin topo egin eta elkarri agurtu ohi diogu gizalegea gogotik betez. Gaur Gasteizen nagoela, ordea, arratsaldean Armentiako Basoan zehar joan naiz Berroztegietatik Armentia herrixkaraino ohitura dudanez. Gaur arratsaldean ibilbidean zehar hamaika lagun ere topatu egin ditut baina ezin esan denok elkarri agur egin diogunik. Nik bai, jakina baietz, nire aldamenetik pasa egiten diren guztiei agur egin baitiet gizalegeak eraginda; baina, aitortu beharrean nago banaka batzuek baino ez didatela itzuli agurra. Izan ere, basoan zehar pozik eta ibiltari nindoala txakur bana eskutik oratuta zeramaten hiru gizabanakoren albotik igarotzerakoan hiruroi agur esan diet eta haiek niri tutik ez, aitzitik anterestia/ispilutze bat banintz bezala begiratu didate. Areago, Armentiako iturriraino heldu, tragoska bat hartu, buelta-erdi eman eta etxera bidean nindoala berriro topo egin dut hiru txakurren jabeekin. Berriz agurtu egin diet eta haiek beste behin ere niri zerutik jausitako extralurtar bat banintz bezala begiratu didate. Egia esan, bigarrengo horretan diosala egindakoan muzin eta guzti egin didate, nire agurrarekin adar joka nintzaielakoan baleude bezala. Edonola ere, ez zait batere harritzekoa halako jendilajea topatzea Armentiako Basoan barrena nabilela, hiriko kale nagusian barna balebiltz bezala inori agur egiten ez diotenak, inolako gizalegerik betetzen ez dutenak eurenez zakar-zakarrak direlako, gainontzekoekin gizartean, munduan, bakarrik bizi balira bezala jokatu ohi dutenak, hau da, haiek izan ezik gainerakoak mamuak bagina bezala. Ezta, ez, halakorik idazten dudan lehenbizikoa, ez horixe, badakit ondo asko, eta jakin badakit ere hainbat sorkide ez dagoela batere ados nik idatzitakoarekin, exajeratzen dudalakoan edo. Berdin dit ez sinestea zein beharbada demaseko nazkantea izatea, baina berriro esango dut, betiere nire eskarmentuari erreparatuz, harritzen nau eta asko gainera Oviedo/Asturias eta Gasteiz artean dagoen aldeak, bertan mendian edo basoan zehar zoazela (giza)legea dena hemen ordea salbuespena ematen du. Hala ere, aitortu behar nuke ere gizalegearena belaunaldien araberakoa delakoan nagoela, atso-agure gehienek, ia denek ez esatearren, ondo asko betetzen baitute delako gizalegea; gaztetxoagoekin dira berriz tirabirak gehienetan. Horrenbestez, ez dakit erabaki ala ez gaurgero atso-agureei agurtzea bakar-bakarrik. Tristea da, oso, baina hona etortzen naizen aldiro nire sorkideen zakarkeriak zein harropuzkeriak erabat atsekabetzen naute, zer esanik ez beraz errotik edo printzipioz ukatzen dutenen kontura, hau da, euren zilborrera begira bakar-bakarrik euren ustezko parasidua nola edo hala itsusten duen oro itsu-itsuan ezeztatzen dutenak...

Bidean zehar nindoala ere irratiari adi-adi nengoen Greziakoaren kontura, eta bai, nik uste ni neu ere poztutzen naizela erreferenduaren emaitzagatik; nik uste, ez dakit, ezin dut jakin duintasun erantzun bat izateaz gain zer bestelako ondorioak ekarriko dituen, egia esan dakidan bakarra Greziari mota guztietako mehatxuak zein iragarpen beltzak egiten dizkiotenak badutela zertxobait batera nire uste apalean, oso jende desatsegina, gozagea omen dela, alafede.

TORTILLA FRANCESA Y SOPA DE PESCADO





Era de esperar porque, para ser sincero, cada vez que volvía a Donosti, una ciudad que he frecuentado desde pequeño por múltiples razones y en la que además viví cierto tiempo, como que la última vez había sido justo un mes antés de su muerte, siempre me acordaba de cuando él me llevaba siendo un mico para que lo acompañara a alguna de las exposiciones, congresos o lo que fuera aquello que organizaban las casas de productos de peluquería o algo por estilo, y a las que no acudían los dos amigos y colegas de Vitoria con los que acostumbraba a ir a las demás. Después del evento tocaba comida en el Casco Viejo, siempre en Casa Urola y siempre también sopa de pescado de primero y un pescado a la plancha de segundo. Me fascinaba aquella sopa de pescado tan donostiarra, tan de solera. O al menos así nos/me lo parecía, no sé. Aquella sopa del Urola era especial sentados los dos solos a la mesa y escuchándole hablar como nunca después me habló tanto y de todo. Porque aquel era un hombre joven, probablemente de la misma edad que tengo yo ahora y por eso también le supongo en la plenitud de su vida, con toda ésta por delante parar ir cumpliendo paso a paso y sin descanso cada uno de sus sueños. Pero sobre todo un hombre joven, expansivo, con toda la vitalidad e ingenuidad de las que hacemos gala los padres jóvenes, nada que ver con la parquedad de palabra que lo caracterizó durante los últimos años de su vida a cuenta de más de una amargura. Un padre joven que te llevaba de la mano, que te contaba todo lo que le venía a la cabeza, que te hacía reír sin descanso con ese sarcasmo que le acompañó toda su vida. Como que en una de aquellas ocasiones que llegamos demasiado tarde a Donosti y no daba tiempo para ir a comer hasta lo viejo, me propuso ir a un bareto de la zona del Antiguo donde decía que preparaban el manjar más exquisito de toda la ciudad y alrededores. Y en efecto, jamás comí una cosa tan sabrosa y sencilla: un bocadillo de tortilla francesa. Por eso siempre que entro a Donosti por el Antiguo me viene a la cabeza aquel bocadillo de tortilla francesa. Por eso también y a pesar de todas las experiencias vividas en la capital guipuzcoana, para mi Donosti, como ayer con una intensidad que me costó reprimir para no darle el día a mi pareja, es y será ante todo y para siempre todas y cada una de las ocasiones que acudía de la mano de mi padre siendo un mico para ir a comer una sopa de pescado al Urola o un bocadillo de tortilla francesa en el Antiguo, el resto, con más de una anécdota chusca y mucho, en realidad ahora lo pienso y más de las que me gustaría confesar, son muchos años yendo varias veces al año, con la familia en verano, con el colegio de excursión, de estudiante, de maleante..., como que sobra, no me queda otra, tampoco puedo ir a la contra de los dictados del corazón.

BAROJIANA



Hablando ayer entre sidras con el amigo Pedro Sáez acerca del extraño y casi también fatal de atractivo de Baroja para varias generaciones de lectores. Algo que resultaría inexplicable dado tanto la tosquedad literaria de Baroja como lo plomizo de la mayor parte de su producción literaria a rebosar de lugares comunes, imposturas de todo tipo y una visión de la vida, y más en concreto del mundo que le rodeaba, como muy de cliché de intelectual de la época. No estoy muy seguro si fui yo, Pedro o los dos a la vez los que convenimos en que buena parte, si no toda, de esa devoción barojiana residía, tanto en el embeleso que provoca la lectura de sus libros de acción o aventuras entre los más jóvenes, como en ese inconformismo aderezado de nihilismo pseudofilosófico -Baroja le dio mucho a Schopenhauer y a Nietzsche como tantos otros escritores del momento e intelectuales poco más que de Café Gijón y para de contar-, esa rebeldía de cachorro de la clase media española más o menos ilustrada en constante conflicto tanto con los suyos como con el resto de sus ya no tan semejantes, que es lo que apunta en libros como El Árbol de la Ciencia, La Busca, Cesar o Nada, Aurora Roja y de verdad que poco más. Por lo que a mí respecta me confieso víctima de ese primer embeleso provocado por la primera lectura de Zalacain el Aventurero, Las Aventuras de Shati Andia, la Dama del Aizogorri, Jaun de Alzate y en general toda su obra dedicada a su tierra vasca. Eran los primeros libros para adultos que un familiar ponía en mis manos, en ellos se hablaba de nuestro entorno más próximo y de nuestras gentes con una visión harto idealizada incluso cuando Baroja trataba de verdaderos canallas, como que siendo vascos acababan por no serlo tanto o siquiera con verdaderos motivos para ello. Ese Baroja de la adolescencia fue precisamente quien más contribuyó a afianzar en el subconsciente la idea esencialmente idealizada, a rebosar de tópicos que luego refrendaban los adultos con su propia visión autocomplaciente y no poco interesada sobre las cosas del país, el País Vasco, claro. Luego vinieron los libros de la juventud tardía, la rebeldía impostada y y ese malestar a cuenta te todo lo que le rodea a uno, que ni acaba de asimilar de buen grado ni sabe por dónde van los tiros, si bien intuye que lo que hay no está bien, no funciona, algo habría que hacer para cambiar semejante estado de las cosas aunque luego Baroja no haga nada, todo lo más tirarse al camino, largas, interminables caminatas que lo eran sobre todo alrededor de sí mismo, puede que como hacemos la mayoría de nosotros, siquiera como estamos condenados a hacerlo a poco que compartamos en alguna media ese desasosiego barojiano que no es tanto descubrir que las cosas no son como nos gustan, como negarnos a aceptar que en el fondo mucho de lo que criticamos nos complace más de lo que estaríamos nunca dispuestos a confesar porque de lo contrario no tendría sentido tanto postureo y daríamos directa y definitivamente en simples cascarrabias con cierta facilidad para hacernos escuchar y poco más, amén de correr el riesgo de ser descubiertos como lo que realmente somos: unos impostores.

Opino que ahí residiría la mayor parte del atractivo barojiano, y quizás también la razón de su sorprendente vigencia como autor, a la cual todo lo más habría que añadir una rápida e instintiva identificación o gusto por un estilo que enseguida reconocemos no poco atrabiliario ni nada, desmañado incluso, esencialmente intuitivo, aproximativo, y acaso por ello también un rasgo más de esa supuesta rebeldía ahora estética o literaria, el escritor cuya obra se sobrepone a sus detractores haciendo precisamente virtud de sus carencias y al que, por si fuera poco, va la posteridad y le concede todo su beneplácito para escarnio de todos aquellos críticos que van cayendo en el olvido o en el hoyo. 

Y con todo, por qué no decir lo obvio, Baroja como escritor en un verdadero fiasco, alguien que se traicionó a sí mismo, a su obra más significativa y personal perpetrando una recua de novelas verdaderamente soporíferas, pedantes, vacuas, chapuceras, cuyo verdadero peso, a mi juicio, sólo se sostenía por el prestigio de las primeras antes citadas. Dicho de otro modo, que Baroja escribió demasiado y sobre todo lo que le vino en gana en cada momento sin preocuparle ni la coherencia de su obra ni el dudoso interés que podía tener para los lectores aquello de lo que trataba. Tal es así que muchas de sus novelas menores, de turista o simple observador de lo que acontece en la calle que luego va y lo cuenta, apenas tienen otro atractivo que el nombre del autor que acompaña al título. Y aún así, cuidado con los barojianos confesos y acríticos, como todo devoto de lo que sea dan verdadero miedo.