miércoles, 30 de septiembre de 2015

DESAMODIOZKO ISTORIO BAT




Txikitandik bikote ziren. Mutikoak betiere liburuak, diskak, zinema eta bere herrian lagunekin tabernarik taberna joatea atseginen zituen. Neskatoak, aldiz, mendia maite zuen, ahal zuen aldiro motxila hartu eta, berak zioenez, Amalurraren bila ihes egin ohi zuen mendian gora. Hala ere, elkar

maite zuten izugarri. Egun batean neskak mutilari proposatu zion Arabako pantanuaren ondoan zegoen Garaio aldera aldatzea bertan euren herriko lagun batzuek sortutako nekazal komuna autogestionatura bizitzera. Mutilagunak men egin zuen neska itzel maite eta inola ere galdu nahi ez zuelako. Bikotea Garaioko komunera aldatu eta astebetera neskatoa inguruko herrietako laborari gazte batekin maitemindu zen. Mutila bere herrira bueltatu zen. Mutilak taberna bat ireki zuen.

martes, 29 de septiembre de 2015

TERRA I MAR



-Eta zuk zer deritzozu Kataluniari?

-Kataluniakoari, zoragarria, txundigarria. Handik kanpo inork gutxi ulertzen du, baina niri zoragarria begitantzen zait, ziurrenik katalanak herri bezala gehien duintzen dituena, zer nolako herri ausarta diren ondo asko erakusten duena?

-Baina independentistek ez dute botoen erdia gainditzen lortu...

-Zein boto eta zer independentista, ni Terra i Mar delakoaz ari naiz, niretako marka guztiak hausten dituen nahasketa; behiala Girona hirian bertan oikaskoa zigalekin plater hura goxatu egin nuenekoa akordura ekarri eta hunkitu eta guzti egiten naiz...

PLEBISCITO



-¿Y de lo de Cataluña, no va a decir nada de lo de las elecciones, usted que dice aborrecer de los que ocultan el bulto?

-Qué le voy a decir, estoy de acuerdo con el titular que dice que los independentistas han ganado las autonómicas y perdido el plebiscito camuflado.

-¿Y bien?

-Pues que me maravillan tanto los unos cuando proclaman que han alcanzado sus objetivos contra la evidencia númerica, como los otros cuando dicen que el asunto no da para más que ahora toca pasar hoja, pelillos/papeletas a la mar. Ahora...

-¿Qué?

-Que lo que de verdad me maravilla no es tanto la ceguera colectiva y auto inducida de los independentistas catalanes cuando decían que en un hipotético referendo por la independencia el resulta válido era a partir del cincuenta y uno, y ahora que se han quedado a tres puntos de la mitad declaran que no son los votos, son los escaños, como los unionistas españoles que pretenden hacer como si no hubiera ocurrido nada, como si el hecho de que existan casi dos millones de catalanes que no se sienten españoles y quieren la independencia de su país, no supusiera problema alguno que atajar de alguna u otra manera.

-¿País? Cataluña es una región de España.

-¿Ve? Eso es lo que también me maravilla y asusta por igual, que de repente han salido nacionalistas españoles hasta de debajo de las piedras escandalizados y doloridos por las pretensiones secesionistas de tantos catalanes. Y de entre ellos no sólo el señor del polo con la banderita en el cuello y con nostalgias imperiales, no, sino muchos, demasiados, cosmopolitas de boquilla, mucho izquierdoso internacionalista, mucho progre exquisito y cultureta que mira al resto por encima del hombro asqueado de la insoportable vulgaridad telúrica del prójimo, que de repente no es sólo que se rasguen la camisa ante la eventualidad de la ruptura de su patria, sí, España, su patria, aunque cuando dicen española realmente quieren decir castellana y de ahí su odio y desprecio hacia todo particularismo lingüístico o cultural que creen propios de paletos ensimismados, sino que incluso proclamaban a los cuatro vientos que basta ya de condescender con los demonios nacionalistas, que la Constitución es sagrada, blindada precisamente para que nadie ponga en tela de juicio la idea de estado-nación que consagra ésta, que ahí está el meollo del asunto, que España es una y castellana y el resto provincias o territorios ocupados a los que como mucho se les tolera ciertas veleidades identitarias, así que a ver para cuando la Guardia Civil, e incluso los tanques, Mas, Junqueras y compañía a la cárcel por haberse atrevido a desafiar la "democracia" española.

-¿Y qué propone usted entonces?

-No soy quien para proponer nada. Pero, me pregunto, si en un parlamento autonómico como el de Quebec o el de Escocia sale una mayoría independentista y eso es motivo de sobra para convocar el consecuente referendo a favor o en contra de la Independencia, si eso es así porque en los países anglosajones lo que prima es el respeto a la lógica democrática, qué mierda de democracia es la española cuyos representantes ahora nos van a dar la matraca con lo de que el tema de Cataluña está zanjado, que no es que la mayoría no sea independentista, sino que el hecho en sí de plantear referendo alguno es inconcebible, que ya lo dice, lo insinúa, la sacrosanta Constitución de marras, la unidad de España es indiscutible, da igual que hubieran ganado en votos, absolutamente igual, en términos rajoynianos lo que no puede ser no es ni será, ¡viva la democracia!

-Ya veo, ¿está usted a favor de la independencia?

-Me parece que lo que estaba defendiendo es la ética democrática por encima de las interpretaciones interesadas, ventajistas, del ordenamiento jurídico de cada cual.

-Ya. ¿Y qué propone usted?

-Sentarse a negociar una salida que garantice un status quo duradero. La idea federal del PSOE, aunque sea la enésima mandanga de este partido para vender lo que luego sabe que una vez que llegue poder no volverá a hablar nunca más como con tantas otras cosas antes, no está mal, habría que estudiarla.

-O sea que es usted socialista.

-No. Pero, lo más sensato y lógico sería convocar un referendo con todas sus consecuencias

-Ya veo, de Podemos.

-Menos aún. No se puede tener a un número importante de ciudadanos y en un territorio concreto en permanente estado de sedición; en Gerona o Lerida, por ejemplo, es que son casi las tres cuartas partes de la población.

-Ya veo, un abertzale de la ETA.

-Fatiga de país...

sábado, 26 de septiembre de 2015

EL BOTÍN - Miguel Sánchez-Ostiz



El Botín de Miguel Sánchez-Ostiz es la continuación de El Escarmiento, donde se contaba cómo se gestó la sublevación en Navarra a las órdenes del general Mola y se llevó a cabo la implacable represión durante las primeras semanas de la Guerra Civil en la retaguardia navarra. Por su parte, El Botín nos habla del expolio y persecución de los vencidos, esto es, de cómo ese plan represivo se extendió durante y después de la Guerra cuando llegó la hora de repartirse el botín arrebatado al enemigo. No obstante, no fue un saqueo meramente material, esto es, la apropiación de los bienes de los vencidos, sino también, o puede que sobre todo, el de la dignidad de éstos y sus sucesores. Eso fue posible porque la represión fue tan despiadada y prolongada en el tiempo que al final  consiguieron extender una ubicua y onerosa capa de silencio sobre la memoria colectiva para ocultar sus crímenes, y ni eso, más bien para darlos por buenos, merecidos.  

“ Lo sucedido "en la guerra", así lo decían, estaba muy presente aunque no lo entendieras, aunque no te lo contaran, como si fuera cosa de otros, porque no eran cosas que habían pasado "en la guerra" o en otro país, sino asesinatos y crueldades, abusos y expolios, en una retaguardia en la que ellos vivían, y habían tenido la oportunidad de ver cómo desaparecían vecinos muy cercanos o parientes incluso. Allí estaba, aunque no quisieran acordarse o transmitir el recuerdo. ¿Por qué no nos dijeron nada? ¿A quién protegían o de quién lo hacían con su silencio? Era de ilusos pensar que no nos íbamos a enterar nunca."

A partir de ahí el cometido del narrador de este libro, recuperar  la memoria de lo sucedió en aquel tiempo en el que todavía se procedían de tanto en tanto a las sacas de los prisioneros que seguían llegando a las cárceles como consecuencia de las denuncias de un prójimo, bien sabido es que en la mayoría de las veces un vecino con fines casi siempre espurios, las decisiones arbitrarias e implacables de la autoridad al mando según el grado de sadismo de ésta, y sobre todo el saqueo al amparo de la victoria, la reivindicación del botín de una guerra sin cuartel, una guerra de aniquilación total del enemigo. Pero no sólo eso, en el Botín, a la vez que se rememora muchos de los hechos más significativos y luctuosos de esa violencia sin freno desencadenada sobre los vencidos o se cuenta cómo organizaron el reparto del botín, también se apunta el modo cómo los vencedores fueron poniendo los cimientos de la que sería la Nueva España de los próximos cuarenta años, estos oficiales, que a tenor de lo que vivimos todavía me parece a mí que es quedarse muy corto. Y si hay que citar alguno de los pilares sobre los que se sustentó el franquismo esos no son otros que el miedo y el olvido de todo lo sucedido confiado al paso del tiempo. Los pilares del franquismo y, ni qué decir, también la herencia recibido cuarenta años más tarde, pues de eso va en esencia El Escarmiento y El Botín, de que todavía tenemos que hablar del tema porque no se ha hecho antes, al menos no lo suficiente, no con el rigor necesario y sobre todo con los medios necesarios. Y esto también es motivo de reflexión en El Botín, por qué no se ha podido, no se puede todavía en muchos casos, quiénes lo impiden, por qué, cómo. Claro que son preguntas casi que de Perogrullo, todos sabemos las respuestas de antemano, pero urge recordarlo y sobre todo señalar que el rechazo que provoca la llamada Memoria Histórica no es inocentes, qué va a serlo, es cómplice, ya sea de manera directa, convencida, o por pura incuria, porque uno se ha dejado convencer por los mantras de los primeros que aseguran que remover el pasado supone un peligro para la convivencia entre españoles. ¿Qué pasado? Está claro que es suyo propio o el de sus mayores porque se saben culpables o siquiera mal parados en el relato resultante de aquellos años. De modo que lo que proponen es simple y llanamente arrancar de cuajo varias páginas de ese manual ficticio y colectivo de la Historia de España. Así por las bravas, para que no pasen un mal rato y a costa todavía hoy en día de las víctimas de sus crímenes o los de sus mayores, todo muy reconfortante, muy de chapuza ventajista, vamos, todo muy vernáculo.

 “Y sigo, sigo… quienes se ampararon del botín de la historia en eso, en el miedo y en el paso del tiempo, en el olvido y así ha sido. Hay memoria y recuerdo preciso de víctimas exhumadas o no, pero no de verdugos, no de todos ni mucho menos.   

  Y de ese modo MSO nos presenta una sucesión de historias de guerra y posguerra al socaire de la Nueva España que estaba por nacer, no sólo el relato de muchas de las tragedias personales de los vencidos y sus familias, también el de los vencedores de la boina roja y el Detente Bala que luego se supieron traicionados, el de la oligarquía de toda la vida que en seguida procedió recoger los frutos de su apoyo condicionado a la Rebelión Militar, el teatrillo de vanidades y pretenciosidades de segunda fila de los señoritos falangistas con ínfulas intelectuales, y cómo no, también el de los que se apuntaron en el último momento al glorioso momento ya fuera para evitar cualquier sombra de sospecha sobre su persona o ya directamente para sacar tajada de la victoria.

“Cada nombre es una historia, un petardo en esta feria de miedo y ventaja, porque al miedo de unos a perder la propia vida le sigue el empeño de otros de sacar ventaja de la situación, sea esta la que sea.”

Y claro, no es una lectura que pueda dejar indiferente, al menos a no a todos aquellos que por lo que sea algo o mucho hemos recibido de la memoria de nuestros mayores, ya fuera a través de las brumas de las que habla MSO, en forma de información sesgada, inconexa, timorata. Historias que hablan de tu abuelo materno condenado a muerte junto con sus dos hermanos, el único de éstos que salvó la vida gracias a la intervención del hermano de tu abuela, o acaso un primo, un pariente cercano en todo caso, y que casualidades de la vida era un conocido cabecilla carlista de la zona, un tal Jaime, sí, el nombre lo dice todo, “Cálzame las alpargatas, dame la boina, dame el fusil (bis)/que voy a matar más guiris (bis)/que voy a matar más guiris que flores tienen mayo y abril (bis)/que yo me voy, que yo me voy, que yo me voy a la facción, a defender la bandera de Don Carlos de Borbón (bis)."

 Qué horror, dejar la cárcel, dejar a tus dos hermanos dentro para que fueran fusilados al día siguiente. Y luego todo lo que cuenta MSO en El Botín, el miedo con su consecuente silencio de décadas, peor aún, el péndulo de la muerte siempre sobre su cabeza, porque nunca renunció al carné del Partido y todos los sabían, ¿cómo era posible aquello? No lo sé, miras hacia atrás y ves un país horrible, descubres que el fratricidio es una constante histórica. Este mismo verano en el caserón que fue de mis abuelos, mi tío nos enseñaba el payo, ganbara o desván debidamente despejado que siempre habíamos visto de niños a rebosar de cachivaches, en realidad un lugar prohibido de la casa, otro, siquiera ya sólo porque era donde guardaban los jamones, al que subíamos a hurtadillas. Pues mi tío nos contaba historias de la casa antes de que pasara a nuestra familia, cuando en ella vivían varias, y de entre éstas la del rincón de los emparedados de la última Guerra Carlista. Y claro, cómo no recordar esos otros emparedados de la posguerra en el mismo pueblo de mi padre, la historia, más insinuada, aproximada, por él que otra cosa, y leída ya luego por mí en el libro Historia de la Resistencia Antifranquista en Álava 1939-1967 (1998) de los hermanos Martínez Mendiluze, donde se habla de aquellos vecinos republicanos emparedados en sus casas o en las de familiares y  que al cabo de varios años fueron descubiertos por descuido y capturados tras haber corrido la vecina carlistona de toda la vida a denunciar su hallazgo  a  la banda de cuneteros del pueblo. Historias que los Hermanos Martínez Mendiluze cuentan en su libro con todo lujo de detalles pero que en la memoria de tu padre eran nieblas, habladurías de cuando pequeño allá en el pueblo, medias verdades, tabúes heredados de los mayores como el no saber o no querer concretar que había en la torca aquella del monte que cuando hablaba de ella todavía se emocionaba a sus setenta y tantos, que acaso puede que no lo supiera, pero que algo sospechaba, algo oído de crío, ¿el qué?, de nuevo a los libros, a los libros como éste de MSO que pone su pluma al servicio de la recuperación de esa memoria entre brumas. Historias cercanas que ya sé que en el fondo y en comparación con otras no son nada, pero que me sirven para dar a entender cuán arraigado está en la memoria personal de cada uno y qué cercano se hace todo lo que cuenta MSO en su libro, en su caso incluso en lo geográfico y cultural porque nada de lo que pasa o pasó en Navarra no es extraño a los de las llamadas provincias hermanas por mucho que se empeñen otros, los que te dicen que una cosa es una cosa y la otra simplemente no es de recibo, no es oficial, no consta jurídicamente y por lo tanto fantasías de cada cual, cuando no la comedura de coco de los demonios contemporáneos de la España Una, Grande y Constitucional.  

En fin, se me va la pinza y también me tengo que ir yo. Ahora tocaría resaltar el punto fuerte de este libro y que no es otro que su autor. Pero claro, he glosado, o al menos lo he intentado, casi todos los libros de Miguel Sánchez-Ostiz. Soy un admirador declarado,  devoto de una de las escrituras más personales y sobre todo duchas, cultas, incisivas, sinceras, que hay en la literatura contemporánea en castellano.  Por lo tanto no soy objetivo, si intento comentar el placer que subyace en recorrer las páginas de este libro tan cargado de tragedia y que tantas emociones provoca, me temo que caería en el halago repetitivo, si bien con el único objetivo que animar a otros para que se acerquen de una vez por todas a su obra, que no se la pierdan. De modo que me contengo, que para algo es así como nos han educado desde chicos, a contenernos, de hecho somos un país de contenidos, vamos, un puto rollo de gente.

martes, 22 de septiembre de 2015

KRITIKARI



Carlos Boyero Donostiako Zinemaldian Amama filma ikusteko aretora sartu baino lehen.

-Buffff, euskarazko beste film bat? Ez al zen nahikoa iazko Loreak? Zer dela eta euskarazko pelikularik? Pelikulak euskaraz ere egiteko gauza direla eraskutearren?

-Aurtengoa oso bestelakoa omen da.


-Benetan? Ez dut uste behar edo nahi beste gai dagoenik. Izan ere, gaur bertan idatzi dut El Paisen.

-Gaiak unibertsalak dira.

-Ez motel, unibertsala betiere ingelesez, frantsesez edota gehien jota alemanieraz, italieraz eto portuguesez izan ohi da; gainontzeko hizkuntzez egindako pelikula guztiak erretolika aldeano-zilborkoi-etnozentriko huts-hutsak omen dira, ala ez al duzu leitu El Pais, El Mundo eta abarrekoen estilo liburua?

-Eta zuk zer deritzozu Kataluniakoari, Boyero jauna?

-Zer, probokatzen edo?

lunes, 21 de septiembre de 2015

BUCLES Y GRUÑIDOS



El bucle astur, ya he hablado muchas veces del bucle astur, se siente, o lo que viene a ser lo mismo, esa incapacidad innata de muchos asturianos, demasiados, de conformarse con unas pocas palabras para comunicar cosas sencillas, intrascendentes las más, ese pavor a zanjar conversaciones que ni siquiera merecen el nombre de tales y seguir cada uno su camino como si nada, no vaya a pensar el otro que soy un borde, un seco, que le hago de menos, que no soy todo lo simpático y abierto que me gusta que piensen que soy, tararí (sueno de gaita de fondo). Y como me da no sé qué con despachar a alguien con un par de frases de rigor, como en realidad no tengo mucho más que decir, pues voy y me repito una, dos, tres, las veces que haga falta, entro en bucle y eternizo la conversación hasta límites de surrealismo a lo Ionesco. Miedo me da cuando mi señora se para en la calle con una paisana.

-¡T, cuánto tiempo sin verte, ho!

-Ya te digo, Covadonga. ¿Qué es de tu vida?

-Ay, vida, casé.

-¡Ah! ¿Sí, casaste? ¡Felicidades! ¿Y qué tal, cómo os va?

-Pues este viernes a la tarde nos vamos a Mieres.

-Muy bien, nosotros hace tiempo que no fuimos a Mieres.

-Nosotros vamos esta tarde.

-A ver si nos animamos algún día y vamos a Mieres.

-Ya te digo, nosotros iremos luego.

-Es que hace la tira que no vamos a Mieres.

-Esta tarde estamos allí.

-¿Dónde?

-En Mieres.

-¿Esta tarde?

-Sí, vamos todos los viernes.

-¿Adónde?

-A Mieres,

-Qué suerte, nosotros hace años que no fuimos.

-¿Por qué no os venís a Mieres esta tarde?

-Es que no perdiósenos nada en Mieres.

-Nosotros vamos esta tarde...

-¿A Mieres?Conste que el reverso del "bucle astur" sería el "gruñido vascón". Sí, de cuando voy de potes por lo viejo de mi ciudad con mi señora, me encuentro a un amigo de toda la vida, pero no de mi cuadrilla y que no he visto en años, y claro, hay que ponerse al día.

-Ieeeeeep, Txema!

-Aupaaaaaaa, ¿Iñaki, Mikel, Aitor,Joserra, Wenceslao?

-¡Qué bien vives, cabrón!

-Tu puta madre sí que vive bien.

-Aguuuur!

-Agur, bai!

DODECAFONISMO Y PINCHOS



El dodecafonismo de Arnold Schönberg con sus puñeteras series de doce notas, su empeño en abandonar definitivamente la tonalidad funcional y crear un sistema nuevo basado en reglas alejadas de la tensión entre armónicos que había reinado durante tres siglos en la música occidental es de una densidad tonal de muy difícil digestión hasta para el oído más avezado. En realidad se trata de un desafió estético que el diletante afronta con más curiosidad o generosidad intelectual que una verdadera búsqueda del placer estético, musical. Uno puede soportar mal que bien, esto es, haciendo acopio de una paciencia infinita y con un ánimo estudioso más que otra cosa, el principio de obras como Verklärte Nacht (Noche Transfigurada), cuando todavía su música no se había definitivamente atonal. Con todo, tanto flirteo con la irritante atonalidad, su ausencia de centro tonal estable y sobre todo el uso de un "inexistente" acorde de novena invertido, acaba con la paciencia de cualquier oído medio o por lo menos sin inclinaciones masoquistas.

No es de extrañar por lo tanto que, tras haber sucumbido a la tentación de probar por enésima vez si eres capaz de encontrarle el punto a ese tal Schönberg, no tardes en arrancar el CD del reproductor y sustituirlo por lo primero que te venga a mano, pongamos que Fauré. Una vez hecho eso el efecto es el mismo que cuando sales a la calle de un chequeo del médico o de una entrevista con tu director de la sucursal bancaria para pedir un crédito, y entras en el primer bar que encuentras a mano, pides un crianza de Solagüen o un cualquier otro vino por el estilo, y a continuación de metes dos o tres pinchos de encima de la barra: exactamente el mismo.

EL TORO DE LA VEGA



Yo, que llevo siglos observando a los hombres desde mi propio Olimpo, asisto atónito e indignado al último asalto de aquello que el gran filósofo alemán denominaba la moral de los esclavos y los débiles, la de aquellos que a lo largo de la Historia han intentado imponer la tiranía de los pobres de espíritu al resto de sus semejantes, ya fuera aboliendo la esclavitud o la servidumbre que separaba a los fuertes, a los amos, a los escogidos por los dioses, del resto, equiparando en derechos a los hombres con las mujeres en la absurda pretensión de que el varón vale lo mismo que aquella salida de su costilla para servirle y darle hijos, equiparando también a los invertidos con el resto de los hombres al mismo tiempo que los protegían con leyes. Sí, porque los mismos que arrebataron a los amos sus esclavos, los mismos que subvirtieron el orden divino que ponía a cada uno en su lugar de la pirámide, los mismos que antes eran señores de su casa, de su mujer, hijos y hacienda y ahora sólo son simples contribuyentes, los que ya ni siquiera permiten que se veje a los homosexuales, los extranjeros, los enfermos, los vegetarianos o cualquier otra subespecie humana, son ahora los que tampoco quieren que se toreen o se lanceen a los toros en justa lidia entre el hombre y la bestia. Por eso es tan importante conservar el Toro de la Vega, porque es la última trinchera en la que los superhombres aspiran lanza en mano al favor de los dioses, donde todavía resisten la tentación del hombre de ser no sólo hombre sino también humano, esto es, los últimos en renunciar a su condición de animales irracionales cuyo principal finalidad no es otra que entretenernos a nosotros, los dioses del Olimpo, con el grotesco y sangriento espectáculo de su primitivo salvajismo, riau, riau.

lunes, 14 de septiembre de 2015

UN PLATO DE VAINAS




De pequeño las veía pelar y cortar a mi madre sobre la mesa de la cocina todas las semanas. Veía a mi madre y también a la mayoría de las mujeres de mi entorno, las veía incluso en imaginarias fotos en blanco y negro sentadas alrededor de la mesa de una cocina de pueblo. Yo odiaba las vainas tanto como odiaba el pisto, las acelgas, la porrusalda e incluso las pochas de vigilia, casi todo lo que tuviera que ver con la verdura en exclusiva. Luego ya te haces mayor, o algo así, y un día, de repente, eres tú el que está en la cocina pelando y cortando vainas con una paciencia que en ti se hace extraña, acariciando el momento de sentarte a la mesa con tu pareja delante de un plato de esas mismas vainas preparadas con su jugo, su patata, su zanahoria y un sofrito con láminas jamón serrano y muy poco de pimentón (ya si eso otro día con patata cocida, chorrotada de aceite virgen y santas pascuas). La verdura que no me gustaba de pequeño y que ahora me apasiona como tantas otras cosas, los trabajos de la cocina que parecían propios de ellas y que ahora son de todos, los platos caseros, de tu casa, que así pasen mil años siempre te retrotraerán a ese paraíso perdido que ahora quieres que sea el de tus hijos, la imagen de tu padre a la mesa dando debida cuenta de ese plato de vainas que ahora es el tuyo.

GAITAJOLEA - Txema Arinas




"Horrela, sagardo, txorizo, odoloste, bakailao tortilla, kilo erdiko txuletoi, Idiazabalgo gazta, intxaur, irasagar eta jarraian etorri ziren kopa patxaranekin batera, Eskoziako nortasuna eta historiaren gorabeherez gain Castelaori buruz, muñeiraz, El Gaitero sagardoaz eta Irlandako bake prozesuaz hitz eta pitz egin genian, zentzugabeko asmakizunak, gezur borobilak, pitokeria hutsak esateaz nekatu arte, apurtxo bat ikaratuta ere niregan ezohikoa zen berba-jarioaz. Horregatik, eta inguratzen ninduten mutiko kozkorrek arrenka eskatzen zidatelako ere bai, gaita hartu eta, harik eta goizeko ordu txikietara arte, eta harrezkero patxaranaren eraginez edo, lur jota erori arte joka egon ninduan hain harrera eta arreta ona emandako baserritar jakingose eta atsegin horiek nire musikaz nahi beste goza zezaten."

sábado, 12 de septiembre de 2015

FATIGA



La Diada, el Process, Mas y el Junts pel el 3%, Morenes y prietas las filas ante la amenaza secesionista... Bufff, qué pesadez, madre, qué fatiguilla torera y olé. Ayer en una comida con gente que no os importa, una señora y doctora jubilada, dato que añado para señalar que no estamos hablando de alguien que se nutre esencialmente de lo que escribe Tomás Gómez-Díaz Roncero en AS, en respuesta al comentario completamente inocente de su hijo acerca de que le había llamado la atención que en Noruega todo el mundo exhibiera en sus casas la enseña nacional al igual que en los EE.UU, la madre se descuelga con el comentario de que ojalá pasara lo mismo en España, esto es, que no hubiera más que una sola bandera y a ser posible exhibida con orgullo en cada casa. El comentario, ni qué decir, hacia referencia al inmenso fastidio que a la señora en cuestión le provocaba la cosa catalana y ya casi por extensión todos y cada uno de los nacionalismos o particularismos periféricos (el otro, el nacionalismo español, por supuesto, no existe, poco importa que uno proponga hondear la rojigualda en cada caso, eso no es nacionalismo, los nacionalistas siempre son los otros...) que cuestionan esa bandera que ella colocaría en cada una de nuestras casas. Evidentemente no es una cuestión de trapos sino de lo que representan. De ese modo, cuando alguien añora una sola bandera, la rojigualda, en cada casa lo que está diciendo en realidad es que ojalá no existieran los particularismos, las identidades que representan e identifican esas otras banderas con sus lenguas y culturas propias, con su Historia y sus instituciones y leyes particulares (la señora, aquí también ni qué decir, aborrece del Concierto Vasco al que considera un privilegio del mismo modo que la inmensa mayoría de los vasco-navarros lo consideramos un derecho histórico irrenunciable, acaso mejorable, porque en este caso sí, en este caso el fuero estaba antes que el huevo, la hacienda propia antes que la Agencia Tributaria o todo lo que precedió a ésta, y quitar a las bravas aquello por lo que tienes apego en mor de la uniformidad de marras pinta mal, apesta a imperio donde no sé pone el sol y café amargo para todos). La señora, en resumen, está muy por la uniformidad, la tabla rasa antes comentada, todos cortados por el mismo patrón y así para que no se desmadre la peña con sus tonterías, catetos, que "semos" todos unos catetos, probablemente convencida de que el ideal hispánico no es otro que una sola patria, una sola lengua, un solo ideal de destino en lo universal. Vamos, que la señora en cuestión, con un amplio historial de progresía a sus espaldas según ella, no sólo era muy de entender España desde la reducción a lo más simple, una patria, una bandera, sino que paradójicamente también había llegado a la conclusión de que el ideal de España es ni más ni menos que el de un tal Francisco Franco Bahamonde. Y claro, escuchado lo que había que escuchar, cómo no elucubrar con lo que hubiera pasado en aquella mesa si la mayoría de los comensales hubieran aplaudido al unísono el comentario de la señora con la excepción de un invitad@ de, por ejemplo, Barcelona y contrario a la independencia de Cataluña, pero no por ello menos catalán de lengua y cultura, o no, qué más da. Pues hombre, no me cabe la menor duda de que el invitad@ en cuestión hubiera pensado de inmediato: "¡Hostí tu! l Van a tenir raó el Mas i el Junqueras, aquests ens odien; els encantaria una Catalunya sense catalans."


Otrosí. El artículo de mi aborrecida Isabel Coixet sobre los indiferentes, los escépticos por principio, los tibios, los que nos sentimos igual en casa -sin especificar si bien o mal...- que en cualquier otra parte sin que por ello reneguemos de lo nuestro y hasta lo defendamos cuando lo consideramos necesario y viceversa, o dicho en boca de los más entusiastas de la independencia de Cataluña "manque pierdan...", toda esa recua de "botiflers, españolazos, charnegos, desgraciados y hasta cosmopolitas." Un artículo soberbio por parte de la directora de cine que más me ha sacado de mis casillas, sus pelis y ella misma. Un artículo con el que no he podido sentirme más identificado, sobre todo con eso de ""La idea de España no nos fascina, pero no nos repugna". Porque sí, mira tú, cada vez me ponen más de los nervios los de las verdades como puños o las certezas a prueba de bomba, los convencidos que te hablan con pujo evangélico, "pásate al lado bueno de la fe, pásate, te esperamos..." Siento tanto miedo como vergüenza ajena de los que manejan credos antes que argumentos, de los que son incapaces de ver más allá del blanco y el negro y de ahí que exijan adhesiones inquebrantables o única bandera en cada casa. Sospecho que la mayoría de las veces se trata de un maniqueísmo auto inducido para hurtar cualquier debate medianamente inteligente, de ideas y datos. Es lo que respira uno a diario y en todas partes, un rechazo visceral por el Debate con mayúsculas, un desprecio absoluta hacia las ideas ajenas o contrarias por principio, un ánimo descalificador antes que discutidor, los tíos con el garrote de Goya y para de contar. Dudar, vacilar, cuestionar, discutir, te coloca de inmediato en el bando contrario del que tienes delante, si te descuidas hasta te cuelgan la banderita que a ellos les conviene para justificarse a sí mismos el asco que les provoca tu tibieza o tu escepticismo. No importa el bando ni la bandera de turno, los convencidos por principio, los entusiastas pese a lo que pese, les digan lo que digan, necesitan rodearse de individuos de su mismo pelaje, devotos de su misma fe, el resto, los de las pegas o las dudas de unos y otros, somos los aguafiestas de turno para ambos bandos, mejor estarse callados, eternamente bajo sospecha. Y no se trata de equidistancia, no, sino más bien de todo lo contrario, de una apuesta muy concreta por una idea de España plurinacional antes que uninacional, una idea de país o estado basada en la convivencia entre diferentes e indiferentes, una casa común abierta, generosa, en la que los que quieran estar lo hagan porque así lo desean y los que se quieran machar puedan optar a ello sin que eso suponga el acabose de una cierta y nebulosa entidad supranatural llamada España.

Y con todo, y aunque dudo de que sean muchos los que han llegado hasta aquí, después del atracón de esta mañana de artículos y comentarios sobre la Diada y toda la martingala alrededor de ésta, ha sido en la crítica de Carlos Martínez Shaw al libro de Cataluña Mínima de Jordi Canal, donde he encontrado el párrafo que mejor condensa a mi juicio todo el embrollo que nos ocupa:

"Pese a que Cataluña es una sociedad mestiza (donde se lee por igual a Montserrat Roig y a Manolo Vázquez Montalban y donde Lluís Llach convive con Miguel Poveda), no menos cierto es que existe un profundo sentimiento de identidad diferenciada. De ahí que, como concluye Jordi Canal, el proceso independentista no pueda ser despachado simplistamente (aunque ambos datos sean ciertos) enfrentando los errores del Gobierno catalán (que ha disimulado con el rearme nacionalista su política de recortes y corruptelas) a la parálisis y el cerrilismo del Gobierno Español del Partido Popular . Sin duda habrá que buscar (y pronto) una solución verdaderamente imaginativa."

viernes, 11 de septiembre de 2015

KANTU ZUZENAK...



Ezin sinetsirik nago honako albiste hau irakurri eta gero. Doala aldez aurretik ez naizela fededuna, ateo "praktikantea" baino, hau da, fedeari uko egin ezeze, elizak barrutik miresteko baino ez ditut zapaltzen, ez ditut nire bi semeak bataiatu, ez dut elizara jo ezkontzeko, ez eta nire aitari inolako hileta elizkizunik egiteko ere; izan ere haren zerraldoaren gainetik gurutz bat kentzeko agindu behar izan nien funerariakoei. Hala eta gutiz ere, guztiz lekuz kanpokoa, zentzubakoa, begitandu zait gorago aitaturiko berria:

"Urteroko legez, ekitaldiaren hasieran, EHUren abesbatzak parte hartu du. Agur Jaunak kantuarekin egin die ongietorria agintariei, baina aldatu egin dituzte hitzak. Gizonei bakarrik ez diete egin erreferentzia, eta jainkoarena kendu egin dute."

Jakina, honen kontura, hau da, gure tradizioko kantuei egindako inausketa inozo honi buruzkoa, dezente jorratzeko dago. Tradizioa tradizio baldin bada gauzok antzanitik gure arbasoek sortu bezala jaso ditugulako omen da. Bestela, eta dagoeneko zuzenkeria politikoari zeharo men eginda, zer dela eta ez aldatu ere Maritxo Nora Zoaz kantuaren letra alkoholismoaren borrokaren barruan edo:


"Maritxu nora zoaz eder galant hori?
Iturrira Bartolo nahi badezu etorri
Iturrian zer dago?
LARANJAZKO ZUKUA
Biak edango degu nahi degun guztia."

MADRID 1940 - FRANCISCO UMBRAL



Leer a Umbral sin Umbral, esto es, sin que el personaje te joda el texto, sin toda la mierda banderiza y cainita al uso de la chorrada esa que llaman "La República de las Letras", resulta una gozada. Si ya disfrutó uno con el César Visionario, Mortal y Rosa, Las Ninfas, Memorias de un niño de derechas, Trilogía de Madrid, Las señoritas de Aviñón, El socialista sentimenta... y luego ya el hastío o desengaño que resulta de leer a un autor compulsivamente a sabiendas de que no es oro todo lo que reluce, sino más bien que intenta sacar oro hasta donde ni siquiera hay plata, vuelvo muchos años después a Umbral y confieso que me ha encantado este Madrid 1940. Me ha resultado más Umbral que nunca. Un Umbral de solera que no tiene que demostrar nada, un Umbral dueño de un estilo que hace que su texto surque las hojas del libro más por éste que por su historia. Un Umbral que deslumbra por lo libre y descarnado de su literatura, no ya sin concesiones a los meapilas de la corrección sobre todas las cosas, sino con ganas de escandalizar a estos a conciencia, con mala baba incluso, que procura equivocar, molestar, todo lo que puede con la aparente frivolidad con la que el hijo de puta de su protagonista relata, enmarca, una época y sus gentes, destacando con ello lo terrible, sórdido, cruel, de aquellos años cuarenta madrileños de la Victoria. Pues eso, escritura con voz propia, para muchos molesta, irritante, indecente, para otros deliciosamente libre, mordaz, incisiva, y por qué no, también, también muy divertida. Luego ya, eso sí, cuando el tono y el estilo ya ha dado todo lo que tenía que dar y la historia que aparentemente la sustenta no dan para más, pues el libro se precipita hacia la nada y su autor echa la persiana como el que no quiere la cosa; si buscaban un folletín al uso, se siente, aquí se hacen retratos de época en negro sobre blanco, eso sí, con mucha lírica y no menos coña o mala leche, eso es todo amigos, que tampoco es poco, ni mucho menos.

“Hay muertos en los talleres de Pacífico, la represión de Madrid se está haciendo a conciencia, menos mal, hay muertos en la carretera de Chamartín, afeitados por la luz de la luna, hay unos trescientos muertos diarios, me parece que la cosa no va mal, la checa de Génova funciona al máximo, y yo tengo una Star nuevecita, bilbaína, de un negro que azulea de un azul que negrea, pero sigo pensando que la delación es más intelectual que el crimen, yo ante todo soy un intelectual.”

BERRIAKO ARTIKULUTXOA

Chirbesen euskal ezpalekoak ote?

 
Rafael Chirbes idazlea, iaz eginiko argazki batean.
Rafael Chirbes idazlea, iaz eginiko argazki batean. DANIEL REINHARDT /EFE
2015-09-10 / Txema Arinas - Idazlea
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afael Chirbes idazle valentziarra hil zaigu udan honetan, hau da, azken hamarkadotako espainiar gizartea zorrotz bezain gordin erretratatu zuen nobelagilea, delako Trantsizioaren osteko gizartearen itzalak azaleratu zituena, azaleko arrakasta ekonomikoaren alderantzia erakutsi ziguna, ustelkeriaren nondik norakoei buruz ezin hobeto idatzi zuena, jende xehea literaturara berriro ekarri zuena, nobelaren ikuspegi ideologiko bezain estetiko bat helburu izan zuena, esaldi luze edo korapilatsuak maite dituen idazkerari eutsi ziona, edo bestela esanda, postmodernitate hedonista eta arinari muzin egin ziona, iraganaren zama saihetsezina agerian utzi zuena gaur egungo edozein gai jorratze aldera, edo laburbilduz, hainbat boterek, eta batik bat hauen menpeko hedabideek, sustatu eta hedatutako arintasunak literaturari ebatsitako duintasuna berreskuratu nahi zuena.

Nik izugarri estimatzen dut Chirbes. Ene ustetan, eta baita Miguel Sanchez-Ostizenean ere, gazteleraz idazten duten espainiar idazle garaikiderik jatorrena, zorrotzena eta iaioena zen, bai horixe! Estimatzen ditut Chirbes eta Sanchez-Ostiz moduko idazleak, bazterrak nahasteko zein kontzientziak suspertzeko literaturak omen duen indarra ezin hobeto erakusten digutenak; hau da, eta betiere bere neurrian, literaturak mundua aldatzeko duen berezko eraginkortasuna egiaztatzen dutenak, azken garaiotan hainbat modak, joerak edo beharbada estrategiak ezeztu nahi izan dizkigutenak, literatura denbora-pasa estetiko huts, arin eta funsgabe bat zela kosta ahala kosta sinetsarazi nahian, lehen aipatutako indar eraginkor hori iraganeko idazle txit kontzientziatuen handiustekeria galanta zela, liburugintzan dena ondoen saltzekoa izan behar dela edo bestela handiuste erakutsi digutenak.

Non daude euskal literaturan Chirbesen gaur egungo parekoak? Bai, egon badaude, noski baietz: Ramon Saizarbitoria, Arantxa Urretabizkaia, Anjel Lertxundi, Iban Zaldua, Juanjo Olasagarre eta, beti bezala, bidegabeki ahazten ari naizen besteren bat; bidenabar, non demontre sartu da Jokin Muñoz? Hauek dira nire ustez nola edo hala euskal gizarte garaikidea ikuspegi propio, zorrotz, kritiko batetik jorratzen dutenak. Alabaina, eta belaunaldi berriak? Ba al daude azken urteotan euskal letretan ere garaitu den postmodernitate ozta-ozta estetiko eta funtsean arin bezain artoberoarekin, huskeria/itxurakeria intimista zein sasi-kosmopolitak gehienbat idazpide dituenarekin, bat egiten ez duen idazle gazterik?

Uda honetan Fermin Etxegoienen Zinegotzia (2013) eta Aritz Gorrotxategiren Koldar hutsa zara (2105) nobelak irakurri ditut. Ikaragarri txukun idatzitako liburuak dira, trebe eta libre esango nuke nik, euskal irakurleak gozatzeko modukoak direla, idazkera jasoa bezain jatorra erabiltzen baitute biek. Hala ere, bi nobelon nondik norakoak oso bestelakoak dira, ia-ia kontrajarriak. Etxegoienen protagonista taldetik, tributik, baztertutako abertzale epel, eskuineko eta guztiz konbentzional bat da, ezusteko bategatik bere herriko gehiengo independentistaren aurrean susmagarri suertatzen dena. Etxegoienek bere protagonistaren nondik norakoak jorratzen ditu taldearen ikuspegitik argi eta garbi. Gorrotxategiren protagonista ordea bere 'ni' mozorrotua da duda izpirik gabe, taldetik ezari-ezarian aldentzen doan protagonistaren bilakaera pertsonalaren berri ematen diguna. Bada, beraz, hamaika aldiz lehenago irakurritako prozesu baten istorioa baina gurera egokitua edo girotua; izan ere, horretan datza bere erakargarritasun nagusia, beharbada orain arte euskaraz hain zuzen eta gordin idatzi gabe zegoen taldeari, tribuari, uko egindako prozesu horretan.

Biak oso nobela atseginak eta interesgarriak dira, gure gizartearen errealitatea nola edo hala islatzeko borondate garbia erakusten dutenak nork bere bidetik, ez ordea gorago aipatutako idazle kontsakratuenak bezain borobilak, gauza guztiz normala hastapenetan daudelako, bestalde; baina aurre egiten diote nolabait ordea azken urteotan nagusitu bide zen postmodernitate hutsal eta sumingarri horri.

DELANTE DEL MOSTRADOR



-Buenas tardes, venía a que me renovaran...

-Póngase a la cola -el tío del mostrador me señala un rincón donde esperan sentada un grupo indeterminado de personas para ser atendidas.

-Es que no venía a medirme nada, y no hace falta que me tomen datos, ya los tienen metidos en su ordenador, yo sólo quería encargar...

-Póngase a la cola.

-Vamos a ver. ¿Por qué tengo que hacer cola cuando normalmente lo encargo por teléfono y no me lleva ni un minuto?

-Yo no le voy a atender, le atenderá mi compañera y tiene que ponerse a la cola.

-No puedes tomar nota del encargo, darle a una tecla del ordenador que tienes sobre el mostrador, no veo que estés atendiendo a nadie. Te repito que no me tienen que medir nada, que no tengo que dar ningún dato, que sólo es dar el nombre para que me mandéis...
-Póngase a la cola.

-Una mierda me voy a poner a la cola para una tontería como si estuviera donde la policía para hacer el DNI o en la Seguridad Social para pedir una cita al urólogo. Ahora mismo me cambio de óptica, que será por ópticas. Tío borde, seco, que no se puede ser tan estirado de cara al público, que pareces funcionario...

-Buenas tardes, vuelva usted mañana.