martes, 30 de junio de 2015

CREACIONISMO CABRÓN



Si por un casual, o más bien por la ingesta incontrolada de a saber qué psicotrópico o por el estilo, uno pudiera llegar a tomarse en serio la teoría del Creacionismo, doctrina filosófica que defiende que los seres vivos han surgido de un acto creador y que, por lo tanto, no son fruto de la evolución sino de un capricho divino, creo que habría que establecer sin reparo alguno que alguien que es capaz de crear un pez conocido como"Muerde-testículos" sólo puede ser un cabronazo de tomo y lomo.

ESPAINIAKO HANDIKIAK



-Baietz ba, egidazue kasu, bospasei mende pasa eta gero geure kastakoek Espainian agintzen jarraituko dute.

-Bai zera, denbora gehiegi da!

-Apostu egingo dizuet 2015ko Espainiako Defentsa Ministeritzan zein Hezkuntzakoan gure moduko handiki bana egongo direla buru.

-Zerutik ikusiko dugu, bai horixe!

-Noski baietz, horrexetarako asmatu egin zuen Jaungoikoak Zerua, aitoren semeek gure ondorengoen nondik norakoen berri izan genezan, ezta?

LA VERBENA



Son las fiestas del barrio o algo por el estilo. Me di cuenta ayer a la noche porque había verbena en la explanada de enfrente del Tartierre, el estadio de fútbol del Real Oviedo que se encuentra justo encima del Parque del Oeste con el que me tropiezo a diario nada más salir del portal. Está es la segunda noche de verbena y, aunque mi señora ha cerrado la ventana del velux porque el ruido es insoportable y a pesar del calor que hace en el dormitorio, servidor, a diferencia de ella que hace ya un buen rato que se ha ido de picos pardos con el tal Morfeo, ni consigo conciliar el sueño ni concentrarme lo suficiente en el libro que tengo entre manos. Me lo impide el estruendo que aún y todo penetra a través de la ventana y que tan pronto pone un canción del Rocio Durcal en mis oídos, supongo que durante el tiempo dedicado a los más carrozas antes de que la muchachada se adueñe de la noche y los DJs que controlan sus cerebros empiecen a taladrarme la cabeza con la percutida disonancia de ese batiburrillo de sonidos eléctricos que ha sustituido a la música en la convicción de que la lírica hace ya tiempo que como para limpiarse el culo con una partitura. También es cierto que podría intentar contrarrestar el susodicho martilleo poniéndome los cascos para escuchar música de mi gusto. Pero prefiero no hacerlo porque la música lejos de adormecerme acostumbra a provocar en mí el efecto contrario. Bastante tengo ya con afrontar estoicamente la que adivino una noche de insomnio inducido. Suerte que no están los críos y puedo levantarme de la cama y andar por la casa sin miedo a despertarlos (mi señora una vez en brazos del dios de los sueños ya no hay quien la arranque de ellos así caiga un meteorito en mitad del parque; parece ser que se siente cien veces más a gusto con ese ser mitológico que la abraza y arrulla por las noches, que con ese otro capullo que de día le pone la cabeza como un bombo con sus tonterías y que no para de soltarle pullas a cuenta de cualquier pijada con tal de chinchar a su pareja por puro aburrimiento...). En cualquier caso, vago por la casa procurando hacer el mínimo ruido, moviendo sigilosamente libros de una estantería a otra porque he acabado la lectura de varios que tenía sobre la mesilla de noche y no consigo decidirme con sus sustitutos. Entretanto, la bulla pachanguera me acompaña a todas partes. Resulta insoportable, y eso que todavía me resisto a abrir las ventanas para que entre algo de aire en la casa, convertida hace ya un rato largo en lo más parecido a una sauna. De modo que mira dónde he acabado sin proponérmelo, a diez minutos de las tres de la mañana -tampoco una hora excesivamente tardía para lo que acostumbro entre una lectura y otra los fines de semana, pero que por culpa de la jarana de otros hoy presiento que se alargará hasta las tantas muy tantas: sentado delante del ordenador y aporreando el teclado casi que como único asidero para olvidarme por unos minutos de la puñetera verbena. Ahora bien, es soltar esta parrafada nocturna y notar que hasta a mí ha empezado a entrarme el sueño. Buenas noches.

miércoles, 24 de junio de 2015

KIRATSA




-Ez al da ikaragarria hainbat ustelkeria kasutan blai dagoen hautagaia Ahaldun Nagusia izendatu izana?

-Herriak hautatu egin du.

-Eta ez al da susmagarria ustezko edo balizko politikari ustelak hautatzen dituen herri hori?

-Zuk ez dakizu zer nolako nekeza zen zaborra biltzea besteek agindu bezala.

-Kiratsak kirats...

EL CURA DE BERROSTEGUIETA



Fíjate tú, no sabía yo de la existencia de este testimonio escrito por el cura de Berrosteguieta, José de Larrea, durante la francesada, 1813. Sí conocía, en cambio, la historia de la Santa Espina y el saqueo a la iglesia del pueblo durante la Batalla de Vitoria. De hecho, la calle, por llamarla de alguna manera, ya que apenas son un par de casas diseminadas, donde he vivido varias décadas recibe ahora el nombre de Santa Espina (ahora porque la casa donde viven mis padres ha recibido los nombres sucesivos de Larranpea, Artetxo, Arana... ¿tanto les costaba leer bien un plano toponímico? Pobres carteros, si lo sabré yo...). El Correo recoge un extracto largo del escrito de Larrea referente a cómo el cura rescató y protegió la reliquia, un relato que, aun no siendo esa la intención de su autor, a mí se me antoja harto novelesco y no poco chusco en algunos momentos.

«Deseando preservarla de manos sacrílegas», relata Larrea, la saqué de la Iglesia. Pero aún no salí de su recinto cuando veo repetinamente otra multitud que se dirigía a nosotros. En tan apurado conflicto no hallé otro recurso que introducirme disimuladamente en la puerta de la torre, echar en el suelo la santa reliquia y cubrirla con el escombro y polvo y salirme con el mismo disimulo. Pasada la borrasca, cogí la reliquia y en el camino que va a Esquível la oculté bajo un pequeño y denso matorral y, destituidos de todo consuelo, nos retiramos al monte, con la melancolía más profunda, entregados a las fluctuaciones y vaivenes de la fortuna, errantes y fugitivos».

Luego ya lo que aconteció más tarde lo resume el redactor de El Correo, añadiendo si cabe más gotas tragicómicas.

"Ya el día 20, el cura, con los pies heridos, se encuentra con una patrulla francesa y para evitarlos se sube a un haya. Subió el puerto de Zaldiaran y observó como saqueaban Arrieta y Doroño, lo que le obligó a buscar sitio en Aguillo. Allí se habían concentrado muchos vecinos de la zona que huían. Estuvo hasta el día 21."

PRIMER DÍA DE VACATAS



Primer día de lo que viene a ser para muchos padres un remedo del infierno aquí en la tierra: las vacaciones de los nenes. Pero oye, para ser la primera mañana con ellos en casa no ha estado mal, no ha habido sangre entre ellos, ya habrá tiempo. En realidad ni me he enterado hasta la hora de la comida. Como que me he encerrado en mi despacho con mis cosas y ellos en su habitación con sus juegos, maquinitas y ya en especial su imaginación desbordante. O al menos a mí me parece que la tienen, y creo que no será sólo amor de padre y así, como mucho el resultado de una exposición desmedida a determinados dibujos animados, me temo. De hecho, estaba preparándoles la manduca mientras ellos esperaban sentados a la mesa, y en eso que pongo la oreja y oigo que el enano le estaba contando una historia de terror al mayor. Alucinado me ha dejado para lo mico que es, cinco añicos:

"Estaba Martín (su hermano mayor) jugando solo en el parque, y de repente aparece un señor de negro muy grande y muy feo entre los árboles, se acerca hasta el columpio donde estaba Martín, envuelve a Martín en su capa negra, lo arrastra hasta su coche y lo lleva a su castillo en la montaña y ya no se "subo" más de él...


Ni qué decir que ese "subo" del enano me ha resultado extremadamente familiar, algo así como los relatos que pergeña su padre, que en principio aparentan maneras y tal, pero que es avanzar en el texto y encontrar algo con la que siempre la caga. Bueno, eso o algo parecido.




FEDEDUNETAZ



Badago gauza bat benetan bitxia, gogoetagarria, ez dakit nik goraipatzeko modukoa edo guztiz kontrakoa, hau da fededunaren berezko itsukeria, berdin dio errealitatea aurka izatea, hau da, bere fedea konpartitzen dutenak berak nahi, behar edo espero beste ez izatea, sinesmenaren indarra nahikoa da eragozpen ñimiño, ugerdo hori gogotik erabat ezabatzeko, errealitate hori ez balitz bezala bizitzeko, bera ez bezalako beste fededunak aintzat ez hartzeko, etorkizuna prestatzeko noiz edo noiz, zorioneko egun zoragarri batean, denok fede berdina edo bertsua izango dugulakoan. Hori bai, aitortu beharrean nago fededunak badituela hamaika motibo eta aukera mota guztietako jaiak ospatze aldera. Gainontzekook, hainbat agnostizismok jota gaudenok, itzel aspertu ohi gara, aitortzekoa da, bai horixe.

NUESTRO RINCÓN EN EL MUNDO



Un rincón donde nos sentamos en los meses de verano, cuando lo permite la climatología implacable de nuestro pequeño rincón en el mundo. Falta el volumen de su presencia entre el parloteo atropellado y encendido de los presentes por cualquier pijada, su sarcasmo y sus guiños burlones en mitad de la cotienda verbal del resto, siempre un algo patriarcal en la mirada, el tiempo detenido bajo el pino de las sobremesas, confidencias del pasado con cuentagotas, una biografía sentimental a retazos que tendré que recomponer por mi cuenta y con pinzas. La mesa despejada para los cafés, gozosas naderías domésticas que no aburren, el jolgorio incansable de los niños alrededor, allá por donde revolotean dejan alegría a raudales, cuánto disfrutaba de su compañía, cómo reía con ellos, suspiros por una vida que se ha ido a la carrera, la cafetera italiana sin asa vertiendo parte de su contenido sobre el mantel blanco, la vida ha pasado demasiado deprisa, no nos hemos enterado, estábamos a otras cosas, él al tajo, siempre al tajo, incluso cuando no tenía que estarlo, necesitaba estarlo, la vida estaba ahí fuera, a saberse en forma hasta el último momento. Luego las cosas buenas de la vida son asunto de cada cual, no meterse, no dar la tabarra con el modo de vivir y pensar de cada cual, por eso no hay lamentos por lo que pudo ser y no habido tiempo para que fuese en algún momento. Atardece un sábado en pleno advenimiento del verano, refresca porque aquí siempre lo hace. Nos recojemos, lo recojemos todo. Hay demasiada tristeza a nuestro alrededor, fijar la mirada en cualquier parte y no verlo es enfrentarse a una catarata de recuerdos siempre dolorosos. De momento no hay más mundo ni horizonte que el que me deja tu recuerdo, todo lo demás es un tirar hacia adelante porque sí, sé que hay que hacerlo, también tengo motivos de sobra para ello. Deja que la tristeza me acompañe todo el tiempo que lo necesite.

jueves, 18 de junio de 2015

EUSKAL DOVLATOV BATEN BILA

HIRUDIA

Euskal Dovlatov baten bila

 
2015-06-18 / Txema Arinas - Idazlea
A
maia Apaulaza Ollok txukun-txukun itzulitako Sergei Dovlatoven Maleta (2015) ipuin sorta irakurri berri dut. Euskaraz irakurri dudan Dovlatoven bigarren liburua da, Iker Sanchez Insaustik itzulitako Konpromisoa-ren(2008) ondoren. Dovlatovek txunditzen nau bere narrazio gehienak ikaragarri arinak, barregarriak, surrealistak izanda, hau da, azalez guztiz ganorabakoak, Sobietar Batasuneko zentzugabekeria zein bidegabekeria ezin gordinago erakusten baititu Aleksandr Solzhenitsin edo Vasili Grossmanen liburu mardulek egiten duten bezainbeste. Horretarako, jakina, Dovlatovek ironia du baliabide nagusi. Ironia da mota guztietako handiustekoen harrizko printzipioak zein usteak apurtzeko, suntsitzeko, lanabes ezin hobea. Izan ere, baldin badago edozein diktadura edo pentsamendu autoritariok benetan jasan ezin duenik hori da beste batzuek, batik bat manupeko dituztenek, euren lepotik barre egitea. Gauza dira euren sistema edo sineskeren kontrako idazlan serio eta mamitsuei aurre egiteko; azken buruan etsaiaren erantzuna da, espero dute, beharbada euren ideietan tinkoagoak izaten ere laguntzen die. Ironia ordea zitalegia zaie sistema oso baten miseria txiki eta gorriak agerian uzten baititu hitz edo keinu handien atzetik eta betiere irakurlearen ezpainetan subkontzienteak, eta ez inkontzienteak edo adimenak, eragindako irri guztiz zintzo eta horrexegatik ere anti-iraultzaile bat marraztuz. Tamalez idazle baten obra epaitzen duten gehienak ere kritikari serio eta ustez burutsuegiak izan ohi dira, hau da, Literaturaren Historia idazterakoan Aleksandr Solzhenitsin edo Vasili Grossmanenak bezalako liburu mardul eta mamitsuak lehenesten dituztenak Dovlatoven pasadizo zein pertsonaien gorabehera barregarri bezain errukarrien damutan. Izan ere, Dovlatov bizi bitartean oso estimatua izan zen irakurle banaka batzuen eta batik bat erbesteratutako errusiarren artean, baina ez zuen sekula jaso beste idazle disidente batzuek jaso zituzten errekonozimendua zein estimua nazioarteko literatura-buruen partetik. Ez zuten aintzakotzat hartu, ez behintzat hementxe bertan birritan aipaturiko Aleksandr Solzhenitsin edo Vasili Grossmanen aldean. Agidanez, kritikari gehienek Sergei Dovlatov idazle arintzat hartzen zuten barrea eragiten zuelako, hau da, inondik inora ez euren arreta merezi zuen idazle burutsua zelako.

Gurera begira, hots, euskal literatura idazpide izanda, ohiko dudanez zutabe honetan, eta nolabait ere ez hain aspaldi idazle frantses baten kontura egin nuen galdera berreskuratuz: posible al da Dovlatov bat euskarazko literaturan? Baliteke topatzea azken hamarkadotan pairatu dugun ETAren totalitarismo mota berezia, eta apika baita euskal abertzaletasunak euskal gizartean nagusitutakoan sortutako adostasun ideologiko edo soziologikoaren ajeak ere, Dovlatovek sobietar errejimenarenekin egin bezala, hain modu gordin eta zitalean jorratu dituen euskal idazlerik? Jakina, distantziak distantzia, baditugu gure Aleksandr Solzhenitsin edo Vasili Grossman bezalakoak ere, Jokin Muñoz, Uxue Apaolaza, Jon Alonso, Mikel Hernandez Abaitua, Juanjo Olasagarre kasuko. Eta baliteke ETAren jardunaren kontra edo zenbait euskal abertzaleren jokaeraren gainera ironia gogotik erabili duen Iban ZalduarenEuskaldun guztion aberria (2008) nabarmendu beharra ere. Hala ere, Zalduaren ironia, guztiz goraipatzekoa izanda ere, Dovlatovenaren aldean oso epela delakoan nago; ez da gutxienez errusiarrarena bezain maltzurra eta garratza. Alabaina, galdera oso bestelakoa litzateke: beharrezkoa al da Dovlatov bat gurea bezalako literatura ahul eta apal batean, hau da, ironia sarri askotan kanpoko balizko etsai baten aurrean soil-soilik erabili ohi duen literatura batean, oro har euskara zein euskalgintzaren militantziari hain atxikita izanda behin baino gehiagotan euskaltzaletasuna eta abertzaletasuna nahasten dituen literatura batean, beharbada normalean euskal abertzaletasuna modu kanoniko edo doktrinario batez ulertzen duten idazle zein editorez lepo dagoen literatura batean? Posible al litzateke sikiera euskaltzale ikuspuntu batetik, eta zergatik ez abertzale batetik ere bai, ironiari esker iraganean egindako oker eta gehiegikerien aurrean behin lotsagorritu eta gero ondo-gura bat ateratzea? Amaitzeko: posible al da gure artean galdera guztiok egitea inolako sailkapen erraz eta okerrera kondenatua egon barik?

martes, 16 de junio de 2015

SABER PERDER



Probablemente el mejor libro de David Trueba sobre el mundo del fútbol, y si fuera por mí también lectura obligatoria para todo tipo de políticos. Sí, para todos y muy en especial para los del PP visto lo visto. Lo han dejado bien claro, una vez más, durante la investidura de alcaldes de no pocos ayuntamientos; no saben perder, no estaban preparados, no entienden que puedan perder, no acaban de asimilar eso de la alternancia en democracia. Como ejemplos los malos modos, chulescos, despreciativos, de Rita Barbera, la falta de educación del macho alfa León de la Riva y otros negándose a asistir a la sesión de investidura de sus adversarios o a ceder la vara de mando a éstos en persona como Teófila Martínez, a saber si para no contaminarse en el contacto con el alcalde entrante. Por no hablar de los que amagaron con encastillarse en su despacho, los que se seguían proclamando alcaldes a pesar de no contar con los votos e incluso ese alcalde andaluz que suplicó una prorroga hasta final de año para así poder cerrar unos contraticos que tenía pendientes "por el bien de la ciudad". Y sus seguidores, que si les han robado lo que era suyo, que si no hay derecho a que vengan otros y pacten para quitarle el sillón a su candidato. ¿Qué concepto tiene esta gente de la democracia? Los que berrean e insultan en las calles a sus adversarios parecen concebir la democracia como una simple competición en la que el que más escaños o concejales saca ya debe ser presidente de su comunidad o alcalde por defecto. Lo otro, pactar entre afines e incluso diferentes para llegar a un acuerdo de mínimos, lo juzgan una traición, un robo de lo que les pertenece sin ley alguna que lo refrende. Como poco dice mucho de la idea tan pobre, primitiva, que tienen de la democracia; siempre y cuando los que pacten no sean ellos para quitarle el puesto a otros como hizo Mónago con IU en Extremadura y así siempre. Y luego están sus líderes, los Barbera, De la Riva, Martínez, Cospedal y compañía tan convencidos de que en el fondo sólo ellos tienen la legitimidad para gobernar y que el lugar natural de resto es ser objeto de su desprecio y desplantes desde la oposición. Ya lo dice su líder supremo, a decir verdad más bien mínimo, Rajoy: sin ellos el caos. Como argumento resulta hasta entrañable, entre el paternalismo más repugnante y la prepotencia al uso de los que siguen teniendo como principal referente ideológico o nostálgico a un milico gallego que se impuso al resto del país mediante las armas y la eliminación física de sus adversarios, por lo que tiene de sincera reivindicación de las esencias, la esencia el realidad, del pensamiento más reaccionario. Como argumento según en qué circunstancias o lugares también vale como chiste involuntario, como en el caso de Manuela Carmena a la que los del PP acusan de no estar preparada para dirigir un ayuntamiento como el de Madrid; sí, los mismos que hicieron alcaldesa de la capital de España a una tal Ana Botella...

PACTAR



Parece que en el subconsciente español todo lo relacionado con los pactos es negativo por principio, que la mayoría los percibe como producto de la ambición, "afán de poltrona", "un reparto de cromos", dicen. Resulta curioso porque a mi juicio es todo lo contrario. Pactar es saber renunciar y por lo tanto un ejercicio de generosidad política y tolerancia frente a los otros. Pactar es establecer cuáles son tus principios inamovibles y cuáles, en cambio, pueden ser objeto de acuerdo con ese otro que hasta el momento era tu adversario y con el que estableces, a través de la vía del diálogo, que sus ideas no tienen por qué ser peores que las tuyas, a veces incluso mejores, y nada puede haber mejor que saber aceptarlo y asumirlas como propias. Pactar es, a la postre, la esencia de la misma democracia, porque se basa en el diálogo, en la renuncia al maximalismo, en la búsqueda de los acuerdos de mínimos para el bien común. Pero, lo dicho, en España da la impresión que pactar es siempre sinónimo de conspiración o componenda con fines poco o nada claros. Pero, sobre todo, en el subconsciente español pactar es claudicar, bajarse los pantalones, venderse al mejor postor, pasteleo. Tal es así que uno no puede evitar pensar que se trata simple y llanamente de un reflejo sobre la política de lo que es moneda corriente en el comportamiento de los españoles, el cual se ha caracterizado históricamente, y aquí me remito a las citas de todo tipo de personalidades foráneas a lo largo de la Historia, por tener a la soberbia como guía de conducta y la intransigencia frente al contrario como una virtud. De ese modo, y siendo el PP el partido auto designado como garante de las esencias patrias, no es de extrañar su airada reacción contra los pactos, y no sólo porque es a ellos a los más perjudican como buenos españoles, los mejores, incapaces de llegar a acuerdos con nadie en ese pujo suyo de imponerse, ganar antes que convencer -sí, sí, lo que le espetó cierto intelectual bilbaino a cierto general golpista tullido cuando...-, sino sobre todo porque sabe que su pataleta no cae en saco roto, que es recibida con agrado y compresión por una buena parte de la ciudadanía para la que lo óptimo en política siempre es una mayoría absoluta, eso que llaman un gobierno fuerte, sinónimo inequívoco de autoritario, que no vea condicionada su acción de gobierno por diálogo alguno, esto siempre una pérdida de tiempo para cualquier español que se precie, qué digo, una clara muestra de debilidad. En fin, siglos de absolutismo y una propina en forma de cuarenta años de dictadura no pasan en balde, en realidad cunden y mucho sobre la percepción de una buena parte de los españoles acerca de lo que debe ser el gobierno de la "res publica".

Y qué curioso lo de los extremos que se tocan. Sí, sobre todo esos asturianos de Podemos tan puros, tan de su inmaculada trinchera democrática y reformadora o revolucionaria, no lo sé, que dicen que no han venido a cambiar cromos sino a transformar la sociedad, razón por la que son incapaces de pactar con las demás fuerzas de izquierda del ayuntamiento de Gijón, que no quieren contaminarse en el trato con el PSOE porque éste partido les da mucha grima, que si eso mejor que gobierne la derecha de Foro y ya de rebote el PP en Oviedo a pesar de haber perdido la mayoría absoluta por primera vez en varias décadas. Para estos pactar también es una debilidad, una concesión que no podían asumir porque ensuciaría esa virginidad democrática y reformadora-revolucionaria con la que se han auto investido, más puros incluso que sus correligionarios de otras comunidades y ayuntamientos. Dicen que han venido a ganar, que tarde o temprano les caerá esa breva, que para qué van a pactar entonces con la casta sociata. Se creen nuevos en su intransigencia y suenan tan viejos como los anarquistas del CNT-FAI, tan convencidos de su idea y su superioridad moral e intelectual, que para qué pactar con nadie teniendo la Historia de su parte. En fin, podemitas, anarquistas a lo Durruti, cristianos primitivos, almohades y similares, difícil ya no pactar, sino incluso tratar, con gente cuya máxima es siempre y en esencia: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" -Jesucristo-...

Ya sólo como colofón, recomendar a todos aquellos amigos, el resto, oye..., que tan mal lo están pasando por esto de los pactos, que no los entienden, que les parecen lo peor, que se vean la serie danesa BORGEN para hacerse una idea de lo que viene a ser la política de pactos entre diferentes para sacar adelante proyectos en común. Aunque claro, qué tenemos que aprender de un país como Dinamarca, una de las democracias más asentadas de Europa con mayor nivel de vida y modelo de la socialdemocracia escandinava; nada, que inventen ellos... (vaya, que se me cuela otra vez el bilbaino famoso a la menor de cambio, y eso que dicen que el muy pedante aprendió danés para leer a Kierkegaard en el original...)

LOST IN THE SUPERMARKET (III)



Desde que cerraran la frutería y la carnicería-charcutería que había debajo de casa ya sólo nos queda el supermercado de al final de la calle para abastecernos de esas cosas que siempre se caen de la lista de la compra o de las que te acuerdas en el último momento. Pero a mí me da cosa entrar a este super. Ya antes de entrar percibo un hedor a pescado y fruta pasada que no anuncia nada bueno, nada. Luego ya dentro los malos presagios empiezan a confirmarse nada más dirigirme a la sección de frutas y verduras donde lo habitual es encontrarme con patatas y cebollas a las que hace ya tiempo que les han salido ojos. Qué digo ojos, verdaderas ramas. Pero, y por si aun tuviera alguna duda de que en este establecimiento la rotación de la verdura brilla por su ausencia, ya sólo tengo que fijar mi mirada en las manchas negras de los pimientos, tomates y calabacines, por no hablar de los espárragos verdes convertidos directamente en regaliz, para convencerme de que el género no sólo no rota sino que adem`as se pudre inmisericordemente. Tal es el estado del género que ni me atrevo a mirar a las frutas; les tengo mucho cariño y respeto y no me gustaría llevarme un disgusto mayor del que tengo ya encima. De modo que cambio de sección al instante, paso de largo la pescadería porque la pestilencia que emana no desmerece en nada a la de entrada, y llego a la charcutería para comprobar una vez más que el dependiente, un chaval del que no me cabe ya la más mínima duda que está ahí por la cuota de minusválidos, -y aquí me niego a usar otro término más políticamente correcto porque es imposible encontrar otro que defina mejor al menda-, o está fuera echando el pitillo como siempre que paso delante del hipermercado, o está echando el rato, la jornada más bien, en la cafetería donde desayuno de vez en cuando, pegando la hebra con la camarera rusa que sólo parece ser simpática con él, digo yo que por puro agotamiento. Así pues, pregunto a la que creo la encargada a ver si me puede atender alguien. Como respuesta recibo el berrido que le pega ésta a la de la pescadería para ordenarle que se acerque hasta la charcutería. La pescatera me llega jurando en hebreo y con una mirada que viene a decir más o menos que si pudiera me hacía lo mismo que le estaba haciendo hace un momento a una de las merluzas: prepararme para hacer en salsa verde. Entretanto, la encargada, la cual sospecho que recién acaba de despertar de un largo letargo, deambula de un extremo a otro del supermercado pegando gritos a todo el mundo; yo me digo que si es para mandar que retiren el género en proceso de putrefacción -lo caducado sería pedir demasiado...- ya llega tarde... En fin, la pescatera que se me engorila con la máquina de cortar el jamón, que ya no sé si he pedido doscientos gramos de cecina o una retahíla de juramentos en asturiano; si bien, y como tengo alma de filólogo, reconozco que para mí es el momento más divertido desde que estoy dentro. Luego ya con la cecina en la mano me voy a buscar otros artículos de esos de primera necesidad y, mira tú qué cosas, sé que estoy en un supermercado del primer mundo en el que de momento sigue en vigor el libre mercado y todo eso que hace que por lo general estemos sobre abastecidos; pero, es recorrer los pasillos y acordarme al momento de mi parentela venezolana quejándose todas las semanas por teléfono a mi madre porque dice que ya no hay en las tiendas papel para el limpiarse el culo o tónica de importación para los gintonics por culpa de Maduro, ¿o será por el fantasma de Chávez?, no estoy muy seguro. Qué agobio, madre, qué puto agobio. Decido que tengo que salir de allí lo antes posible. Sin embargo, como todavía tengo que comprar huevos y yogures me eternizo mirando la fecha de caducidad dado que lo que no está caducado desde hace semanas está a punto, o puede incluso que si el mes es el siguiente en realidad lo sea el del año pasado. Y ya en la caja una moza muy simpática y amable, la cual por lo menos suple así su impericia con la máquina registradora, que dice que todavía se hace un lío porque es nueva.... un mes lleva la tía. Yo alucino porque entre un botón y otro para corregir el error cometido con el anterior se va haciendo una cola del tamaño de una oficina del INEM y nadie llama a otro cajero para desatascar la cosa. Se ve que están bajo mínimos, en todo. Yo diría que lo que ocurre de verdad es que la cadena a la que pertenece el super se ha olvidado de ellos y ni les abastece, ni supervisa, ni paga sueldos, ni nada de nada, abandonados a su suerte. En fin, con la tontería me he hecho veinte minutos en el super para cuatro cosas, menos de lo que me habría costado acercarme hasta el Alimerka o el Mercadona del barrio, puede que incluso hasta los super de la zona de Las Campas; pero, joder, es que estoy en Oviedo y en cuanto abandono mi calle ya es todo cuestas y me entra una pereza que...

SASIKOAK



Sasiko mota andana dago hor nonbait, noski baietz; baina ezin da erabateko sailkapenik egin sakikoak abondo baitira edonon eta edonoiz. Dena dela, badaude ere guztiz nabarmen, lehenengoan guztiz ezagutzeko modukoak, begiratuan zein itxuran berehalaxe antzematen zaienak. Hauetariko pilo bat bizi da nire eraikinean, goizero, egunero, garajean, igogailuan edo atarian topo egiten dut baten batekin. Eta eskertzekoa da, oso, sasikumeok hain azkar eta erraz hauteman ahal izatea, batez ere debaldeko gizalegeari eutsi behar ez baitiozu alper-alperrik, hau da, zure agur edo adeitasun keinuek inolako erantzunik jasoko ez dutena ondo asko jakinda. Horrenbestez ez dut duda zipitzik, sasiko hauek hoberenak dira, zure aldamenean bizi izanda ere egon ez baleude bezala joka dezakezu eta, mamuak edo puzkarrezko ispirituak bailiran. Eskertzekoa da, egundokoa, gainerako sasikumeek denbora dezente eta betiere alper-alperrik galerazten dizutelako ditxosozko gizalegearen erruz.

HAZAÑAS



Si preguntas por algo tan equívoco y discutido como las llamadas glorias de España puedes estar seguro de que a la mayoría de la gente le vendrá a la cabeza de inmediato el Cid Campeador, los Almogavares, Cortes, Pizarro y otros conquistadores o circunvaladores terráqueos, los famosos y temidos Tercios, el tullido Blas de Lezo e incluso los sangrientos guerrilleros como El Empecinado. Gloria en España es casi sinónimo de epopeya militar o mera escabechina más o menos cruenta. De hecho, es tal la relación de lo puramente marcial o sanguinolento de la Historia de España con el orgullo patrio que hasta sirve para dividir una vez más a los españoles entre los que no dudan en reivindicarlo a lo Pérez Reverte, esto es, tachando de malos españoles, pusilánimes, acomplejados y otras lindezas, a los que no lo asumen como propio, y aquellos que reniegan del mismo precisamente por el rechazo o el bochorno que les provoca semejante alarde de testosterona patriótica. Ahora bien, si preguntas por otras glorias relacionadas con las artes o las ciencias, el silencio puede que sea sepulcral, como mucho algún español algo leído llegará a citar a Velazquez, Goya, Picasso, Miguel Servet, Ramon y Cajal, Severo Ochoa, etc. Pero, muy instruido o generoso de espíritu tiene que ser ese español para relacionar los nombres de tales eminencias en las artes y en las ciencias con el concepto de glorias patrias. De hecho, parece que en el subconsciente de los españoles existe una incompatibilidad innata entre la percepción de su propio pasado como una sucesión de hechos de armas y de conquista más o menos gloriosos y la contingencia de que, ya sea por tamaño y medios cuando todavía España era un imperio, también puedan haber acontecido a lo largo de su Historia verdaderas proezas relacionadas en exclusiva con las artes y sobre todo, o muy en especial, con la ciencia. Pesa tanto el "¡que inventen ellos!" unamuniano como la asunción tan sincera como visceral de la mediocridad patria en los campos del saber que entonces se consideraban propios de las grandes potencias del momento, de los países verdaderamente avanzados, como todos los siglos de intolerancia inquisitorial, la persecución y castigo de todo aquel español ilustrado que osara apartarse de la ortodoxia, ya no sólo académica, sino incluso religiosa para la que todo hecho científico era lo más parecido a poner en tela de juicio la palabra de Dios. Como será la cosa que alguna de las figuras más ilustres de la inteligencia hispana, en concreto Marcelino Menéndez Pelayo, hasta llegaba a identificar la proverbial intolerancia española como una de sus más preclaras señas de identidad, cuando no como la principal: “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad… no tenemos otra ”.

Así pues, cómo no maravillarse ante la historia de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, conocida como Expedición Balmis en referencia al médico español Francisco Javier Balmis. Una historia que no resultaría tan increíble, desde luego que no en otros países de nuestro entorno y por la misma época, si no fuera por ese desconocimiento, cuando no simple desdén, que parece haber existido siempre en España hacia todo aquello que no fuera la épica de las grandes batallas o el descubrimiento de nuevos mundos en exclusiva.

miércoles, 10 de junio de 2015

TRABAJO DIGNO



-Entonces, papá, mamá, ¿de verdad que no os importa que me haya metido a chapero?

-Claro que no, hijo, siempre y cuando no lo hagas porque te obliga alguien.

-Ufff, menos mal, pensaba que me ibais a machacar con lo del trabajo digno y en ese plan.

-Hombre, así de buenas no es que nos haga mucha gracia, la verdad sea dicha; pero, peor habría sido si te hubieran hecho director de recursos humanos de una empresa o algo por el estilo...

GENIOS O GILIPOLLAS



-¡Soy un artista, soy un genio, he hecho de la vulgaridad un arte, soy el Andy Warhol de mi generación!

-¿Y se puede saber en qué reside tu supuesta genialidad, majo?

-En las relaciones comerciales. ¿Te parece poco?

-¿A mí? ¡Qué va! ¡Qué fallero las pillara!

-¿No te gusta mi obra?

-Lo único que me gusta de ti es la Cicciolina... y eso cuando estaba en política.

El gran mérito, por llamarlo de alguna manera, de los Comisarios de las Exposiciones de Arte y algunos críticos del ramo, es convencernos de que las chuminadas que exhiben en sus galerías y museos valen lo que algunos están dispuestos a pagar para la cosa esa del blanqueo de capitales.

En el arte si no hay belleza todo se reduce a un todo a cien chino.

Eso y que por culpa de Koons, Hirst, Pinchuk y otros mamarrachos jetudos me estoy replanteando mi postura ante la pena de muerte...

BAJEL PIRATA LE LLAMAN...



Anoche el episodio pendiente de Black Sails, extraordinariamente movido para lo que suele ser habitual y bien que rebuscado, a lo retorcer el guión para que nadie se amodorre en el sofá. Las series es lo que tienen, prima la trama, y cuanto más alambicada mucho mejor, sobre el trazo descriptivo de ambientes y personajes. Nada que objetar, para lo otro tenemos la literatura, y a decir verdad, dejando las impresionantes imágenes de los barcos de época surcando el mar y esas escenas en la playa con el Caribe azotando la orilla en las que parece que hasta hueles la "kresala" (salitre), donde esté una página de Pio Baroja o Joseph Conrad que se quite toda una temporada de Black Sails. Y ya puestos, casi estoy por decir que lo mejor de la serie es que me ha animado a releer tanto "Las Inquietudes de Shanti Andia" como a "Lord Jim", que estoy alucinando como nunca, si bien no tanto por las dos historias, las cuales por lo que permanecián bien que vivas en mi memoria, sino por esa maestría de sus dos autores y en la que apenas reparas cuando eres joven, un chaval en realidad, o a la que no das ninguna importancia obsesionado como estás con el contenido antes que con la forma. Y mira que Baroja y Conrad como escritores casi podrían pasar por polos opuestos, que donde es todo contención, frase corta y categórica, amén de cierto repelús hacia lo discursivo en el donostiarra, en el polaco anglófilo es precisamente todo lo contrario, en realidad un gusto por la frase y la palabra cuanto más literaria, culta, enjundiosa, mucho mejor, quién sabe si como reto personal al escribir en una lengua que no era la materna. En cualquier caso, si es por el retrato de personajes no hay color entre ese Capitán Flint de la Isla del Tesoro que los guionistas de Black Sails han convertido en personaje principal de la serie y por lo tanto también víctima de todos los clichés al uso del género televisivo, y Zaldumbide, el capitán negrero de Pio Baroja:

"El capitán Zaldumbide me trataba con mucha atención. Era, relativamente, buena persona, aunque muy desigual y poco lógico. Tenía por norma la arbitrariedad más absoluta; ahora, que dentro de su arbitrariedad, y desde su punto de vista, era justo.

Sus dos caracteres más salientes eran el fanatismo religioso y la avaricia. A pesar de las muchas brutalidades y muertes que debía haber hecho en su vida, no se resignaba a perder su lugar en el paraíso. Lo reclamaba con todas sus fuerzas."
LAS INQUIETUDES DE SHANTI ANDIA - Pio Baroja

Otro tanto se podría decir del Lord Jim de Conrad en cuanto al pujo de su autor por ir más allá de la mera exposición o relato de los hechos y buscar la profundidad, y con ella hasta la belleza, en las imágenes que va trazando con palabras.

"I respected the intense, almost passionate, absorption with which he looked at a butterfly, as though on the bronze sheen of these frail wings, in the white tracings, in the gorgeous markings, he could see other things, an image of something as perishable and defying destruction as these delicate and lifeless tissues displaying a splendour unmarred by death."

LORD JIM - Joseph Conrad


En cualquier caso, una ocasión única para reencontrarse con estas dos joyas de la Literatura con mayúsculas, sin la necesidad del adjetivo marino o de aventuras. Otra cosa es el entusiasmo de un servidor por estas cosas del mar y que mucho me temo que deriva de una de esas frustraciones de la infancia que luego condicionan o alimentan nuestro subconsciente. En concreto la de aquel verano de la infancia en Mutriku cuando los primos de mi padre, en realidad los maridos o parejas de sus primas, nos propusieron embarcar de buena mañana con ellos en un buque pesquero para adentrarnos en ese mar tan inescrutable y temido para los de tierra adentro. Recuerdo pocas ocasiones de pequeño en las que estuviera tan entusiasmado ante una perspectiva semejante, yo creo que la que más. No era para menos, a mí ya me rondaba por la cabeza todo tipo de fantasías de piratas o grandes expedicionarios como Magallanes y ese chico de Getaria al que Carlos V le concendió su escudo de armas con la leyenda «Primus Circumdedisti Me». Así que no pegué ojo hasta muy tarde. En realidad lo suficiente para que al día siguiente al despertarme me diera cuenta de que los primos de mi padre ya habían embarcado dejándonos en tierra a mi padre y a mí porque no habían querido despertarnos tan pronto, hacia las cinco o seis de la mañana. No lo podía entender porque si por algo no había pegado ojo hasta tan tarde había sido precisamente para estar despierto cuando nos llamaran. Luego ya cuando te haces mayor y preguntas a quien tienes que preguntar, a tu padre, éste te confiesa que aquella noche también él se acostó muy tarde y que por eso no nos llamaron. Claro que lo que luego imagina uno con la edad es que aquella noche lo que hubo en realidad fueron más vinos de lo habitual entre los mayores, supongo que siempre los había, motivo de sobra para aplazar lo que para el chaval, no puedo decir con cuántos años, muy mocoso eso sí, que era yo habría sido, siquiera hasta ese momento, la aventura de su vida. Pero bueno, luego ya ha habido ocasiones de sobra para resarcirme de aquella decepción marina, si bien nunca es lo mismo que cuando eres un crío y ponerse en proa mirando al horizonte es tanto como imaginarse con una pata de palo y un loro al hombro.

ITSASOA EUSKAL LETRETAN



Hausnarrean ari naiz Euskal Literatura eta itsasoaren kontura, eta bada benetan harrigarria, batez ere euskaldunen artean kontatzeko gehien dutenak itsasoan/munduan zehar bidalitako arrantzale edo marinelak omen direla kontuan hartuta, ez dagoela itsas kutsuko idazlan franko. Badaude ordea zenbait liburu handi eta oso ezagun, Txomin Agirre ondarrutarraren "Kresala" eleberria (1906) bezalakoa, beharbada garai bateko euskal literaturaren kanona sendatzen duena. Honekin batera ere aipatuko nituzke Pepe Artolaren "Legorreko Arrantzalia" (1898) edo Jean Martin Hiribarrenen "Montebideoko berriak" (1853). Antza, euskal arrantzale edo marinelak ez ziren oso emanak kostaldeko portu zein tabernetan barra-barra kontatu ohi zituzten itsas istorioak euskaraz idaztera. Denetarik zuten gainera itsasoko nondik norakoen kontura idazteko, besteak beste Ternoaraino baleen atzetik joandako euskal arrantzaleen gorabeherak zein euskal kortsario zein itsaslapurren kondaira. Edonola ere, badago idazlan bat benetan aipatzeko modukoa, liburu tekniko bat hain zuzen, Etxeberri Dorre (Piarres Etxeberri) "Itxasoko Nabigazionekoa" (1677), gauza benetan bitxia liburu hau idazteari ekiterakoan Etxeberrik zertarako edo jomuga praktiko bat izan bide baitzuen gogoan.

Dena dela, Euskal Literatura Garaikidean ere ez dirudi askotxo jorratutako gaia denik, ez badin bada lehorretik idazteko Julen Gabiriaren "Han goitik itsasoa ikusten da" eleberrian bezala. Baina egon beti egoten da zeozer. Baditugu. ordea, kasuko Kirmen Uriberen "Bilbao-New York, New York-Bilbao" liburu txit goraipatu eta saritua eta nik aspaldi ikaragarri estimatu egin nuen Edorta Jimenezen "Atoiuntzia" (1990) ipuin bilduma txikia. Hona hemen atoian ateratako pasarte bat.

"Itsasbeheretan alderantzizko bidean etortearen inpresioa ematen zidaten urek, azken eguzki errainuek urazalean labantzean sotarazten zuten begi-efektuaren eraginez. Kaio burubeltzek kanpo aldeko dike erraldoiko pitzadura eta arrakaletara abiatzen ziren. Bizkaiko zunia jostailu soil ikusten nuen, zerumugarari leihoa ezarri guran modura. Eta halako batean, bera ere erdi jostailutzat nuen atoiuntziak egundoko bisitaria izan zuen. Herio bera."

ATOIUNTZIA - Edorta Jimenez

jueves, 4 de junio de 2015

TXISTUALDIA... PITADIE



-Ieeeep, Iñaki, zer moduz zapatuen Bartzelona aldien?

-Deputamadre, primeran pasau gendun, motel. Zelako ambientie, zemat jente, bistan dau gu garela munduko afizinorik hoberena.

-Jakina baietz. Txistualdi edarra, ganera, ezta?

-Zer?

-Pitadana...

-Ah bai, ze ondo eon zan pitadana, kristona ixen zan, hor danok batera txistuka erregian aurrien. Zelako aurpegixe ifini eurien Felipek eta enparatuek.

-Gero gabien parranda edarra, ezta?

-Bai jauna, mundiala. Pena afalostien Athletiken ereserkixa kantetan geonzela gugas euen patatero bat kantue modu zakarrien amaitzea gu jodiru gurian edo.

-Zer ba?

-Hasi zala kantetan:


Aupa mutilak!
aurrera gure gaztiak!
Bilbo ta Bizkai guztiak
aspertu bezate mundua
Aupa mutilak!
gu gara Euskalerria!
Athletic, Athletic, beti zilborrera begira!


-Lotsabako halakoa, eta zer ein zotzien patatero nazkante horreri?

-Haseran pentsau gendun Sagrada Familiako dorreetariko baten potroetatik eskegitea; baina, pataterue, gu danok hareri aho zabalik eta hats gaixtoen geonzela ikusita, beheralaxe ixildu ein zan eta Gernikako Koka Kola kantateari ekin eutsen.

-Eta hori ez da berari egurra emoteko be?

-Ze ba? Hori danok aixkidetu eta brometan itxeko ixen zan, motel!

LA PITADA



Qué cosas, qué cosas. Hoy en la cafetería del barrio en Oviedo, ya fuera junto a la barra o en la tertulia de TVE1 que tienen permanentemente encendida y a todo volumen, no se hablaba de otra cosa. ¿Qué pasa, qué pasa? ¿Qué generaba tamaña ola de indignación entre los presentes y los teleparlantes? ¿La pobreza infantil en España? ¿El último caso de corrupción en Valencia o incluso en algún otro punto del estado? ¿Ese paro que según el presidente Rajoy ya no preocupa a los españoles? ¿Los recortes en sanidad a mayor gloria de la contabilidad de la correspondiente empresa privada que gestiona hospitales en beneficio propio y para de contar mentiras acerca de las bondades de gestionar un hospital público como si fuera un simple taller de coches, las vergüenzas al aire del sistema educativo un año más por obra y gracia del correspondiente informe PISA, la renuncia del gobierno español a apostar por el I+D+i como acicate económico y si eso, Virgencita, Virgencita, que vuelva el ladrillo, el exilio de miles de jóvenes lo suficientemente preparados pero sin futuro en el país que los formó? ¿El pasteleo político para formar alcaldías y gobiernos autónomos?

Pues no, el motivo de la indignación que embargaba a todos los presentes no era otro que la tremenda pitada por parte de la afición del Athletic de Bilbao y el Barcelona al himno español. Pedían cabezas, sangre, un escarmiento en toda regla para meter en cintura a unos españoles a los que el hecho de serlo o bien les llevan los demonios o bien se la trae al pairo. ¿Los motivos? Pues mira, los que sean, desde que sus sentimientos identitarios no coinciden con los que el himno de marras representa a que, sin dejar de sentirse españoles, para ellos ese himno representa una España que no les gusta y de ahí la oportunidad única para expresarlo con un pitido en presencia de ese rey que no ha elegido nadie. Ahora bien, en la cafetería se hablaba con una solemnidad que asustaba de falta de respeto a los símbolos patrios, incluso de ofensa a todos los españoles, no sé qué de identificar uno por uno a todos los pitadores y todo en ese plan. Incluso había más de uno que decía que había que obligar a vascos y catalanes, así en general, a amar los símbolos en cuestión por encima de todas las cosas, que ellos apostaban por el gobierno que los metiera en cintura para que, ya fuera a la fuerza o... o a la fuerza, para qué engañarnos, cómo si no, acabaran comportándose y sobre todo sintiendo como si todos fueran de Murcia, esto es, como buenos españoles. Oído lo cual, a mí, que todo esto sí que me la trae al pairo, que me parece mero folclore para pasar el rato y para de contar, que me repatea tanta solemnidad de himnos, banderas y demás parafernalia patriotera, no puedo sino ofenderme. Me ofende, sí, tanto la vana presunción de los que creen que se puede imponer los sentimientos por decreto como todo el tiempo y la vehemencia que dedican a tratar de semejante insustancialidad. Me ofende, en realidad, la puta solemnidad de los patriotas de todo tipo y condición. Por eso yo apuesto por pitar siempre el txuntatxunta español, el Eusko Gudariak e incluso el Gernikako Arbola, el Segadors, La Marsellesa, el God Save the Queen, el Deutchland über Alles, el Asturias Patria Querida, Mambrú se fue a la Guerra, el No te vayas de Navarrraaaaaa o el que sea. Ahora bien, que se piten siempre y del modo más sonoro posible sólo cuando sea obligado ponerse en pie al tañido del primer acorde o berrearlo en manada para no desentonar en medio de la comunión tribal-patriotera. Pitarlo siempre que alguien exija ponerse solemne. Luego ya en la intimidad de cada cual, y si es con unas cuantas botellas de lo que sea encima mejor que mejor -de hecho sólo se debería berrear himnos tal que así-, que cada cual cante o berreé lo que le venga en gana. Entonces sí, entonces "Asturias, patria queridaaaaa..." En fin, "jotake aspertu arte!"

-¡Uyyyy lo que ha dichoooo!!

-¿El qué, el qué?

-No lo sé, no sé vascuence, pero seguro que es algo de la ETA...

-¡Anda ya, no me seas simplón!

-¿Lo qué?

-Periodista español...