sábado, 31 de julio de 2010

EN BAYONA BAJO LOS TOROS



Estabamos discutiendo acerca de la idoneidad o no de llevar al mayor al espectáculo de recortadores que anuncian para el día 3 en la plaza nueva de Vitoria. La cosa venía a colación del espectáculo que dan hoy a la noche en el mismo sitio, "De nubes y niebla", que va de exhibición de doma de caballos y así. El caso es que íbamos a llevar al nene al espectáculo en cuestión pero al final nos hemos decantado por una cena de cuadrilla en el txoko de los padres de una amiga... De modo que luego hemos hablado de llevarle a lo de los recortadores, que viene a ser un torero que con la única ayuda de su cuerpo o con algún artilugio simple como puede ser un palo a modo de pértiga (garrocha) realiza con pericia piruetas ante el embiste del toro, novillo o vaquilla como son recortes, saltos por encima o quiebros laterales ajustándose a la cintura los pitones de toros. Se realiza sin capa o ésta liada al brazo. Vamos, nada que ver con la carnicería al uso de las corridas del toros ya que los recortadores nunca dañan al toro. La discusíón, cómo no,nos ha llevado de cabeza al debate de la abolición de los toros en Cataluña.

No me gustan los toros, y mira que no me importaría porque soy de la opinión que cada cosa que no le gusta a uno o que no llega a apreciar en su justa medida es siempre una oportunidad perdida para disfrutar de lo que nos ofrece esta perra vida. Pero lo de los toros me deja verdaderamente frío como ejemplo escandaloso de la crueldad humana y que en este caso es innegable, así como toda la ranciedad machista que rodea todo a este espectáculo. Considero que la cruedad aun por innata debería ser evitable en la medida de lo posible y sobre todo a medida que nos vamos haciendo más sensibles hacia nuestro entorno y semejantes. Sin embargo, creo hipócrita llevarse las manos a la cabeza por el maltrato al que se somete a unos toros criados en exclusiva para las corridas cuando sometemos a otras especies a una cruedad todavía más grande desde el momento en el que hemos industrializado la ganadería, inevitable. Y es que de no existir la explotación a gran escala de pollos en granjas avícolas o ganaderas a ver de qué íbamos a poder consumir el común de los mortales carne cuando nos viniera en gana, de hecho seguirían haciéndolo los cuatro privilegiados que acostumbraban a hacerlo mientros la masa se mal alimentaban. El progreso en nuestro primer mundo, aunque nos joda, esta unido inexorablemente a la mejora de la alimentación de la mayoría, y eso implica la producción a gran escala y del modo más rápido y barato de nutrientes animales. Otra cosa es intentar evitar en la medida de lo posible el sufrimiento de esos animales durante el proceso de cría. Claro que a ver quién cuantifica ese sufrimiento en el pollo o el pato condenado desde su cascarón a cebarse artificialmente o el del cerdo en un camión camino del matadero.

La cruedad del ser humano hacia los animales es innata desde el momento en que disponemos de ellos para alimentarnos o divertirnos, lo que la hace inaceptable es su desproporción, lo gratuito de la misma en un mundo en el que ya hemos evolucionado lo suficiente para que el sadismo no forme parte de nuestras distracciones, o dicho de otro modo, desde el momento que nos da igual arrancarle la cabeza a un ganso muerto que a otro vivo, la fiesta es la misma y el supuesto reto o lo que sea prácticamente lo mismo.

Las corridas de toros son en mi opinión la sublimación elevada al cubo de la crueldad innata del íbero (y no es gratuito decir íbero cuando en el norte más "céltico" de la piel de toro es número de espectáculos o fiestas consistentes en maltratar a un bicho disminuyen considerablemente) hacia los animales y de la que los que los distintos espectáculos y tradiciones de la geografía española son el más vivo ejemplo, desde la ya abolida cabra que arrojaban del campanario al toro de Tordesillas pasando por las mil y una forma de putear los bóvidos para regocijo de los mozos de los pueblos. En fin, un espectáculo de sangre y muerte que tiene sus seguidores como antaño lo tuvieron el circo con sus gladiadores y seguro que entonces también sus defensores hablaban de tradiciones seculares, idiosincrasias romanas y demás monsergas.

Pues allá ellos y sus diversiones, si ven arte y hasta son capaces de alcanzar éxtasis estéticos en el mareo al capote, banderilleo y estocada de un bicho, pues qué se le va a hacer. Yo recuerdo que la única vez que mi padre me llevó de pequeño a una corrida en fiestas de Vitoria me aburrí como una ostra y tampoco le encontré el punto a la cosa, más bien me desagradó sobremanera por todo lo que tiene de mera carnicería, muy teatral e incluso pachanguera por lo del pasodoble y así, eso sí, pero carnicería al fin y al cabo.

Y como soy malo de narices me da por pensar que los mismos que disfrutan con la tortura ritualizada de un toro serían capaces de hacerlo otro tanto con la de un ser humano si ésta pudiera llegar a constituirse en un espectáculo, seguro que hasta le llaman arte, ya habrá algún antiguo miembro de la Junta Militar argentina que asegure que lo suyo fue eso mismo, arte, que estando como está la tele vete a saber si no tardará en salir algún reality a lo Guantanamo, cosas más degradantes ya se han emitido, y si no por ahí anda una tal Carmen Lomana dando clases de etiqueta a los NINI, si eso no es tortura siquiera sicológica...

Con todo, prohibir todo lo que no gusta, legislar al calor de las reclamaciones de un único bando y con la sospecha de que además se hace por intereses algo más que espureos, siempre en contra de una parte de los ciudadanos a los que ya de entrada se descalifica por no ser de nuestro bando, pretender hacernos más sensibles, buenos, civilizados, puede que hasta europeos, a golpe de decreto, no creo yo que sea la manera más adecuada de inculcar el respeto, ya no digo el amor, por los animales. No al menos en lo que atañe a los gustos estéticos del personal, que si tienden al lado sádico de la vida con la tetosterona por bandera y el flirteo con la muerte como mayor atractivo, pues oye, como el que se tira de un avión o un puente, seguro que no tardan en prohibier el puenting o tirarse en paracaidas, dirán que atenta contra el paisaje o el patrimonio artístico de algún puente, yo qué sé.

Pero claro, ese no es el debate, la cosa va de reivindicar los derechos del toro, establecer que lo se he hace en la plaza debe ser sancionado como si se tratase de un gladiador o de un cristiano echado a los leones, poner a la misma altura los derechos humanos y los de los animales en un proceso imparable de frívola inanidad de las cosas que nos lleva a juzgarlo todo por el mismo rasero, la constante banalización de la ética, la política, la gastronomía..., de todo. Como si no tuviera que haber diferencias entre lo humano y lo animal, como si el hombre no acabara de estar a gusto consigo mismo y tuviera siempre que renunciar a parte de su bagaje cultural e histórico, no por la fuerza de las cosas si no de las leyes, porque el tiempo les ha hecho perder su razón de ser y no un grupo de diputados, una continua disociación entre lo que es ético de verdad y lo que creemos que debe ser, cuando no un preferir pasarse siempre de la raya por si acaso, por ser siempre el más de todo antes que ninguno.

En fin, y entre tanto que veo la expectación que suscita la corrida del día de hoy en las Fêtes de Bayonne, esa ciudad francesa medio vasca y medio gascona que se pirra por todo lo español, que lo imita y hasta lo ensalza como propio, cosas de la vida fronteriza, del mestizaje mucho antes de que se utilizara esta palabra a todas horas y en todos los lugares, de que los toros y las identidades patrias no lo son tanto como algunes presumen, sólo un espectáculo, bien que en desuso, bien que muy espóradico, bien que patético.

jueves, 29 de julio de 2010

UDAZKEN AURRERATUAREKIN TOPO EGINDA


Ostiral goizeko aurreneko orduak Berroztin, aspaldi ohetik jaikia umearen erruz. Atzo arrastian iritsi ginen berriro sorterrira, gurasoenera, astebete luze-luzea igarotzeko asmoz, hiriko jaiak eta gozatzeko edo, inguru-minguruetan osterak egiteko, zenbait lagunekin geratzeko edo auskalo zertarako. Edonola ere, blog idazteari eutsiko diot badirela oporretan ere tarte ikaragarri luze eta aspergarriak mundu guztia lotan edo potrojorran dagoela, eta ni, zer esanik ez, ipurterre hutsa naizen aldetik, ezin naizela sekuka lasai egon, beti pipermina ipurdian, zeozer egin nahian, falta zaizkidala ordenagailuko teklak, writealcoholic porrokatua naizela, nire aitaren ordenagailu berri eta itxurosoa eskura daukat tikli-takla egin ahal izateko. Egia esan, ekarri egin badut nire pentdriver tippia nire gauzatxo batzuk gainetik sikieran ikuskatzearren, zuzentzearren, etsitzearren, ezin bainaiz idatzi edo gutxienez zuzenzu gabe luze egon.

Gainerako guztia udako gauzak, udakeriak, piszina, txangoak, haserreak, aseak, irriak zein erreak, eta batez ere nekeak, beroarekiko zein sendiarekiko, nahiz eta momentuz hemen Gasteizen behintzat familia galdatan bakarrik nagoen, atzo iritsi ginenean urteko egunik beroena egin behar zuen eguzkia hodeiez estalita baitzen, baita nire aitaren ezin gusturagoko hozkirriaz ere topo egin genuen ezinbestez eta ni praka motzetan eta guzti. Ez dakit zer dela eta, baina sarri baino gehiagotan etxera itzulita gauzak beti espero ez bezala suertatzen zaizkit.

Ea datorren asteko jaietarako eguzkia bueltatzen den Gasteiza, baina tira, zertarako edo ekarri ohi du Zeledonek euritakoa urtero... Izan ere, ezta hainbesterako, behin berriro gehiegikerietan ari naiz-eta.

martes, 27 de julio de 2010

ALBERT SPEEREN EZPALEKOA


Ez dira, ez, ETAkideak oso zaleak euren gauzetaz inolako azalpenak ematera ez baldin badira konsignak-eta. Asier Aranguren Urrozen kasuan ordea oso diferentea omen da. Tipoak oso berbajario ederra du, oso ondo moldatzen da bere ikastolako euskara garbian bere gauza personal zein politikoetaz hitz eta pitz egiteko. Hori dela eta, BERRIAren webean azaltzen den bideo batean elkarrizketa ezin mamitsu edo adierazgarriago bat eskeintzen digu Iruñako gartzelatik irten eta gero, barruan zortzi urte bete berriak.

Bere etxekoez ari delarik euren senitartekoek pairatutakoa gogorazten digu gartzelera sartu zenez geroztik. Aita bihotzekoak jota hil zitzaion, eta berak ez du inolako dudarik bere egoera "berezia"ren errua izan dela neurri handi batean. Baina ez da harritzen, berak dioenez familia ez dute inoiz inolako transiziorik ezagutu, ez aitatxiak, ez aitak, ez eta berak eta bere anai-arrabek ere. Betidanik borrokan egon direla aitortzen du Espainiako zein Frantziako estatuekiko. Alde horretatik gartzelaldia borrokaren aje bat baino ez zaio begitantzen, eta gutxi balitz bezala, gertu dago borroka honek oraindio eragin diezazkiokeen antzerako hamaika ezusteko edo ezbehar jasateko ere bai.

Asier borrokalari peto-petoa dugu, guk denok ondotxo dakigun borroka krudel eta batez ere alper batekoa, borroka hau dela medio bere aldekoak aintzakotzat hartzen ditu bakar-bakarrik, horregatik kontatzen dizkigu zorrotz, luze eta sakon Estatuaren aldetik bere jendearen kontra, hau, presokideen kontra, aurrera daraman politikaren nondik-norakoak, nola saiatzen ari den delako kolektiboa ahultzen, zatikatzen edo orohar bortizkeriari agur esan diezaion mota guztietako estrategia edo, bere ustez, azpikojoak. Aranguren preso ohiak oso garbi du espetxe politika horrek ezker abertzalearen kalterako dela, gainera konprenitzen ditu politto zenbait presokideren motiboak edo aukerak borrokari amore emateko, berak dioenez nork bere arrazoiak ditu eta guzti-guztiak ulergarriak baina ez onargarriak omen dira. Asierrek ordea ez du dudarik, ez du inoiz amore emango, areago, bi estatu etsaien kontrako edozein baliabide edo zilegitzat hartzen du, oso bestelakoa da lehen bezain eraginkorrak edo diren ala ez, hori ikustekoa da, baina horregatik bakarrik, eraginaren arabera, ez dio inoiz erreparatzen bere Erakundeak eragindako minari, bera bezalako "borrokalari sutsuek" sortutako biktimenari. Noski ezetz, bost axola dio komandoan egondako garaia oso gogoangarritzat duen astapotro finari, zertarako ote, etsaiak ziren edo alboko kateak, ez besterik.

Asier Aranguren Urroz nafarra oso tipo azkarra da, oso hizlari fina, nabarmen zaio ondo baino hobeto ikasia dagoela eta baduela xarma berezi bat, karisma agian, bere "egiak" txukun-txukun edota dotore-dotore botatzeko, gainontzekoei nola edo hora sinestaraztearren. Asier ortodoxo porrokatua dugu. Eta horrexegatik ere Asier oso tipo arriskutsua da, ia denok gogoan ditugun etakide kaskamotz edo kankaiku hutsen aldean oso bestelakoa delako. Niri behintzat begitantzen zait bere garaian guztiz ikasiak, gizalegetsuak, dotoreak eta agian ere sentiberak ziren Albert Speer arkitektoa bezalako naziak. Azken hau Hitleren guda ministrari kuttuna izan zen, eta gutxienez bere nagusiaren erabateko porrota argi eta garbi ikusi arte, zintzo zein eraginkorrenetariko bat ere bai.

lunes, 26 de julio de 2010

NI YO SOY PELAYO NI MI HIJO UNA NIÑA...


Excursión desde Miyares en el valle de Piloña, donde los padres de T tienen la casa, hasta el Alto del Pontón en Picos tras haberle prometido al mayor que de ésta no pasa, que vemos osos, águilas, quebrantahuesos y si hace falta hasta un dragón alado. Subimos circunvalando la parte más alta del Sella, allí donde todo ya es alcantilado y lo alto de la montaña deja atrás el bosque para hacerse piedra de aristas gigantes y pliegues preciosos. Nos desviamos hacia Soto de Sajambre ya en la provincia de León sin salirnos de los Picos. Cuatro kilómetros de carretera estrecha todavía más al borde del precipicio. Pueblo o aldea recóndita de montaña con la mayoría de sus casas de piedra recién restauradas y las balconadas a rebosar de tiestos con sus flores. Tó mú bonico. Abueletes a la sombra de los aleros de sus casas y veraneantes de la cosa esa rural pateando arriba y abajo las calles embreadas. Lo escrito, todo muy bonito, muy pintoresco, muy de postal, muy comme il faut para hacer las delicias de los rastreadores de parajes tranquilos y remotos, de ir más que nada para luego contarlo a la parentela o en el trabajo; he descubierto un precioso, coqueto, hotelito rural en Picos de Europa, allí a tomar por culo, no llega ni el wifi...

Después de toda la mañana de carretera y caminata hasta los órganos vitales me piden, qué coño, me exigen a gritos una dosis contundente de cerveza o muero allí mismo. Cuando veníamos en el coche T bromeaba con lo de que cómo iban a llegar los moros a Asturias cuando lo de Pelayo con semejantes montañas. Pues es llegar a la tasca del pueblo y escuchar a uno advertirle a otro en arábigo que han llegado dos panolis con sus críos para que se dé prisa para ir a vendernos la quincalla al uso. Antes entro a por las birras y mientras espero a que me calienten la papilla del nene, un señor de mediana edad me pregunta por los servicios. Le digo que supongo que al fondo. Al segundo una chavala, aunque no tanto, y que conmigo éramos los únicos clientes del bar en ese momento, va y me pregunta con acento andaluz algo así:

-¿Anda irá el moro a hacer?
-No sé, supongo que a mear, cagar, cascársela, lo que se suele hacer en esos sitios...

A saber si porque esperaba que le soltara la chuminada racista de rigor o porque servidor, como ya dijo una buena amiga, es así de entrada tirando a borde que asusta, la pava que se me vuelve para barra y casi que mete la cabeza debajo del periórico. Si es que todavía alucino con la gente que le da por compartir su diarrea mental con el prójimo en la convicción de que todos somos de su misma cuerda o por el estilo, en este caso tirando a votante en potencia del Frente Nacional.

Ya con la birra y lo del resto de la family, el moro que nos aborda quincalla en mano. Es abrir la boca y advertirle que no le pensamos comprar nada. Ni puto caso como era de esperar, que si mecheros, camisetas, sombreros, mira a Mr. y se lanza hacia el capó del coche donde han aparcado para coger un manojo de calcetines... rosas. Yo que le advierto que no se trata precisamente del color favorito del chaval.

-¡¡¡Ah, pero ser niño!! Perdón, perdón, yo pensar niña con ese pelo largo...
-Tranqui, si es que lo hemos hecho en plan querubín y la gente se confunde a menudo.
-¿Querú...?
-De todos modos, no te molestes más, ya te he dicho desde el principio que, gracias, pero que no queremos nada, así que safí, shukran, beshlama...
-¿Tú hablar árabe?
-Con la misma fluidez que el swahili, es decir, nada.
-Ah, bueno...

Y el Mohamed que se aleja dejando tras de sí una parrafada en cuneiforme de la que supongo que lo más bonito que me habrá dicho será halufu (cerdo). No sé a qué venía tal cabreo si ya le había advertido que no le iba a comprar nada, y él erre que erre como en los zocos de su tierra, sólo le habría faltado lo de hola, hola, Coca-Cola, amigo, bueno, bonito, barato... Pues eso, tiempos de mudanza, los buhoneros de antaño dejan paso a los quincalleros de zoco y top manta, la Globalización se mofa del Pelayo y su pandilla de astures xenófobos, y nosotros que en cuantico lleguemos a Vitoria el jueves le vamos a pedir a mi padre que le corte el pelo al niño, al-handulilha.

sábado, 24 de julio de 2010

ALUCINANDO EN CORREOS


Mañana de sábado libre por primera vez en mucho tiempo, sin niños. Desayuno y búsqueda de una oficina de correos. Me mandan hasta el Corte Inglés del centro, de allí al centro comercial de Salesas. Dentro del centro que baje a la segunda planta, en ésta que entre al Corte Inglés y mire al lado de las toallas. Paso donde venden las toallas, llego hasta donde la comida para mascotas y veo al fondo el letrero amarillo de Correos. Una vez allí, en un rincón al fondo del Corte Inglés donde venden toallas, lámparas y comida para mascotas, un mostrador, que no, que en el siguiente. Doy con un pequeño cúbiculo donde se me aparece una funcionaria de Correos enclaustrada entre el mostrador, el ordenador y un archivo. Yo alucinando en colores, preguntándome de continuo: ¿pero Correos no es una institución pública? En fin, que quiero certificar una cosa, pues bien, que espere, se le ha bloqueado el ordenador. Ya no me cabe duda de que es una empleada de Correos, que usa la consigna al uso de su empresa, "se ha bloqueado el ordenador", para hacer esperar a los clientes porque no se aclara con lo que tiene entre manos, que a su edad la cosa digital le ha pillado como quien dice en bragas.

Ya sé que Zapatero ha recortado la cosa pública y así. Pero coño, alquilar diez metros cuadrados de espacio al Corte Inglés en una de sus tiendas para poner una oficina con una funcionata ya me parece exagerado, mucho. Pues eso, que yo sigo alucinando en colores, sobre todo en amarillo.

viernes, 23 de julio de 2010

HAGAKOARI MUZINEZ ETA GERO DENOK MEN EGINEZ


Hagako epaitegiak ebatzi du Kosovoren indenpendentzia legearen araberakoa dela. Horrela erabaki dute bederen nazioarteko epaile talde jakitun batek eta azken honen erabakia aldez aurretik ere onetsita zuten estatu andanak ere gainontzekoek beste hainbeste egin dezaten eskatu du. Espainiak ez, ez zuen onartu bere momentuan eta esan badu ez duela inolako asmorik ebazpenaz gero bestela egiteko. Ikuskatu egin ditut hainbat estatu egunkari eta ia guztiotan deitoratu eta gaitzesten duten Hagan erabikitakoa. Areago, inork eta inondik ezer esan baino lehen dagoeneko aurreratu egin badira Kosovokoari dagokionak ez duela zerikusirik Catalunia edo Euskal Herriarekin; excusatio non petita... Ados nago azken honekin, osoro, Yugoslavia ohian gertatutakoa oso bestelako historia petral eta oroz gain zitala omen da, eta ez naiz sartuko xehetasunetan historia liburuak zein hemeroteketako egunkariak denon eskura baitaude.

Dena dela, bitxia da, oso, zer-nolako erantzuna eman dioten bai Espainiako egunkari serio eta joera guztietakoek Kosovokoari, bai ZPren gobernu txit demokrata zein ezkerrekoak. Badirudi, edo hori diote behintzat, bertan ez dela jokatu behar bezala, gauzak arrapaladan eta ezin okerrago egin zirela beste batzuen erruz, hots, Kosovokoren burujabetza onetsi egin zuten estatuen aldetik, besteak beste Alemaniak zein Frantziak. Azkenok euren interesen alde egin zutela salatzen dute egunkari prestu eta batik bat batuzale hauek; haiek ez, noski, haiek sekulasanta ez. Izan ere, Kosovoren independetzia onartzeari uko egin ziotenek aldiz nazioarteko legearen arabera jokatu zutela sinestarazi nahi digute. Ez du inporta AEBek zein Euopako estatu ia guztiek ia hasiera-hasieratik onartu izanak, Espainiak eusten dio bere ezetzari, badaezpada nork edo nork komeni ez diren ondorioak ateratzen dituen, ze badakigu nazionalistak oso baboak direla, periferikuek esan gurot, eta Kosovokoa behin legeztatu eta gero jarraian ekingo diote euren herriarena aldarrikatzeari, ipso factum edo. Badirudi holako gauzetan herritarren iritzia gutxienekoa dela, badirudi katalan guztiek euren burua espainoltzat hartuta ere, azken asteotako inkesta baten arabera, estatua zein espaniar gehienak ezin dira fidatu polakoen arinkeriaz, baliteke azkenok gauzak behar ez bezala ulertu ez izana eta Estatutaren gatazkaren harira bat-batean den-denak independentziaren alde jotzea. Badirudi ere, batez ere, herritarrok ez gaudela gizakume helduak, gure borondatea beti susmagarria edo gutxienez aintzat ez hartzekoa dela, beti men egin behar diogula beste jakintsu zein boteretsuago batzuen borondateari, nahitaez aita dugun estatu baten esanetara. Baina benetan tristea dena, benetan esanguratsua, herritarron borondateaz fido ez den estatu bat omen da, demokrazia formalitate hutsa besterik ez duena, halako kinka batean, hau da, Espainiako zenbait lurraldek banatzeari gogoz eta bihotzez ekitekotan, Yugoslavia ohiak bezala jokatzeko prest legokeena, hau da: tiroka.

Nik ez dut nahi Catañunia edo EHren independentzia, ez diot derdin didanik, Espainia zatikatu batean sinisten ez dudan baino, ez du zentzurik politiko-ekonomiko edo kulturalki, batzen gaituzten historia, kultura eta familia lokarriak banatzen gaituztenak baino sendoago, zaharrago eta batez ere prakitikoagoak omen dira. Hala ere, ez zait ere batere gustatzen nazio bakarra onartzen duen estatua, nortasun nagusi zein zentralaz gain bere barnean ere dauden beste herri batzuenak arbuiatu edo gutxiesten dituena, enparatuko hizkuntza zein kulturak toleratu besterik egiten ez dituena, sekula ez bere egin, zer esanik ez maitatu, edota bestelako nazio sentimenduak beti susmopean dituena. Laburbilduz, niri ere ikaragarri susmagarri eta mesprezugarria begitantzen zait Serbia eta Errusiarekin batera munduko gainerako estatu serio zein demokrazale guztiek onartutakoari muzin egiten dion estatu hori.

Eta aitortu beharrean nago halako gauzetaz idazteaz kokoteraino nagoela, gehienetan bost ardura didatela, aspertzen nautela, sarritan ere atsekabetu, baina hala eta guztiz ere, badakit en naizela gauza paso egiteko, guztiz kontrakoa irrikatu arren eta gertutik jotzen nauten aldetik beti zer edo zer esan/idazteko dudala. Horrexegatik ere, potroetaraino nagoelako batu beharrean banandu edo zapaldu nahi gaituzten sasi aberjakintsuetaz.

miércoles, 21 de julio de 2010

CHRONIQUES ALGÉRIENNES


Supongo que es mi personal manera de celebrar dicho aniversario, sobre todo teniendo en cuenta la influencia transcendental de Camus, no tano en mi obra, que es mucho decir, como en mi concepción de la literatura y sus contornos. No es que en esto, como en tantas otras cosas, peque de original, hablamos de un gurú de su época, siquiera de la generación de nuestros mayores en su versión más progre y afrancesada, y es que fue a través de la influencia, a saber cuánto de perniciosa, de éstos que me llegó el primer Camus a las manos, El Extranjero, para ser exactos. A partir de ese momento el deslumbre adolescente por el inquietante existencialismo que envolvía su escritura, la fascinación por el ambiente de escenarios mediterráneos, argelinos para más señas, y la ironía bondadosa -por llamar de alguna manera a la sutileza con la que Camus trataba ciertos temas o actitudes sin dejarse arrastrar nunca por el degüelle al adversario o similares- no ha cesado, aunque sí ha variado en su intensidad y hasta en las razones que lo animaban. El Camus de la adolescencia no era sólo el escritor, puede que incluso esto sólo lo fuera en un segundo plano, sino también o principalmente el hombre bueno, íntegro y valiente que precisamente por todo ello se había visto en la tesitura de denunciar a sus propios compañeros de viaje ideológico, provocando con ello que muchos de su entorno le dieran la espalda en su momento y hasta que lo tildaran de todo aquello contra lo que él siempre había luchado.

Las cronicas argelinas que acabo de leer fueron precisamente uno de los desencadenantes de esa animaversión entre sus antiguos compañeros de la izquiera cuadriculada. Camus era un pied noir, un francés de Argelia prototípico. Su madre, Catalina Elena Sintes, nacida en Birkadem (Argelia), y de familia originaria de Menorca, era analfabeta y casi totalmente sorda. Su padre, Lucien Camus trabajaba en una finca vitivinícola, cerca de Mondovi, para un comerciante de vinos de Argel, y era de origen alsaciano como otros muchos pieds-noirs que había huido tras la anexión de Alsacia por Alemania tras la Guerra Franco-Prusiana. Este origen fue determinante a la hora de posicionarse durante la llamada Guerra de Argelia, una guerra de tinte colonial en la que Francia se dejó gran parte de su crédito como nación civilizada, culta y en general todo de lo que había presumido siempre. La Guerra de Argelia fue una carnicería sin parangón en el conjunto de la mayoría de las guerras coloniales hasta entonces, sobre todo por la enconada y desproporcionada resistencia de la población de origen francés en connivencia con lo más reaccionario del estado francés a aceptar la independencia de Argelia. De ese modo los antentados indiscriminados y terriblemente crueles del FLN argelino sobre la población civil y la dura represión del ejército con sus cuerpos de elite al frente, la tristemente famosa OAS, ocasionaron un punto de no retorno en el que fue imposible cualquier solución intermedia, esto es, la posibilidad de que todo aquel pied noir que quisiera pudiera seguir viviendo en la tierra de sus ancestros más inmediatos. La cerrazón por ambas partes, pero en especial por la francesa que apenas concebía a Argelia como otra cosa que una provincia antes que como una colonia y por lo tanto sujeta a las resulociones descolonizadoras de la ONU, que aplicó todo tipo de medidas represivas, torturas y chantajes sobre la población autóctona en el inútil empeño de minar el apoyo que ésta prestaba al FLN, sólo obtuvo como resultado una Argelia independiente y casi exclusivamente árabe o bereber (sobre todo árabe si tenemos en cuenta la posterior historia represiva de la cultura y lengua cabileñas, en todas partes cuecen habas...).

Y en medio tanto del nacionalismo árabe y de la izquierda francesa que simpatizaba con ellos, como de la mayoría de sus paisanos pieds noirs, entre los cuales destacaba el rechazo no sólo a la independencia de Argelia por una cuestión de mera supervivencia, sino también un acendrado racismo hacia sus vecinos árabes, así como de la derecha francesa que los apoyó hasta el último momento cuando ya tuvieron que abandonar Argelia y de repente se los encontraron a las puertas de sus casas exigiendo el pago por tanto patriotismo inútil, se encontró Camus. Así pues, estas crónicas argelinas son el relato implícito del miedo y desconsuelo de un Camus que quiere encontrar por todos los medios un punto de encuentro entre ambos extremos, un Camus que glosa la impronta francesa de la Argelia de sus mayores a la vez que elogia y simpatiza con el árabe y/o bereber, un Camus que cree posible esa solución intermedia a la que me refería, pero que la cree siempre unida a Francia y he ahí su error histórico, su desacierto cuando ya todo era irreversible, cuando sólo cabía ya una solución escrita de antemano y todo lo demás era apostar por más de lo mismo y ya sólo en beneficio del bando que lo iba a perder con toda la razón del mundo, la del ocaso histórico del colonianismo.

Empero, en estos textos de repartir culpas a un lado y otro, de intentar buscar lugares comunes donde lo único común ya es el odio, de proponer medidas de mutuo acercamiento que hace tiempo que acaso podrían haber funcionado pero ya no, ya era imposible, ya no había vuelta atras con las espadas en ristre. Camus demuestra de nuevo su lado más humano antes que el político o intelectual. De lo contrario no se entiende esta perserveracion en lo irresoluble, la ceguera e ingenuidad de las que hace gala movido más por el corazón que por la razón: C´est la force infinie de la justice, et elle seule, qui doit nous aider à reconquérir l´Algérie et ses habitants.

Insisto en que le llovieron más palos de los merecidos, le tenían ganas sus antiguos camaradas de la izquierda fetén y doctrinaria por su denuncia del sistema soviético, en especial la falta de libertad que lo caracterizaba. Por eso aprovecharon su empeño postrero y desesparado en buscar una salida a sus compatriotas argelinos para señalar en él al colonialista a toda costa, el pied noir racista y chovinista, el hipócrita que hablaba, escribía, acerca de la libertad de los oprimidos y luego se negaba a admitir la de los árabes en su propia tierra. Exageraron, mintieron como lo hacen todos los sectarios, como bellacos, y sobre todo jamás hicieron el más mínimo esfuerzo de empatizar con las razones de Camus, el pied noir que temía por su pobre madre a merced de los acontecimientos de una guerra. No lo hicieron porque les convenía para intentar derribar el ídolo. Sin embargo, aún sonando a dicho hipermanido, la Historia pone a todos en su sitio y a Camus parece haberle reservado el de santón laico que siempre se dejó vencer por su lado humano antes que por las cadenas del intelecto, las cuales, en una época de ismos a tutiplé, de lealtades inquebrantables, de secta a prueba de individualidades, resultaban fatales. De ahí también lo todavía hoy en día sumamente apetecible, reconfortante e ilustrativo de su obra. No se puede decir lo mismo de muchos de los que le criticaron sin piedad y que, de haber tenido un poco de buena fe, podrían haber entendido sus razones sin compartirlas con sólo reparar en lo que dejó escrito en estas mismas crónicas argelinas: Après cela, on peut sans doute les juger naïfs, il est difficile de les traiter de souteneurs. Je résume ici l´histoire des hommes de ma famille qui, de surcroît, étant pauvres et sans haine, n´ont jamais exploité ni opprimé personne.

PESADILLA DIGITAL


No hago más que darle vueltas al tema desde que me cambiaron el movil viejo por uno de esos digitales. ¿Esto es el futuro? Y es que desde que tengo el aparato entre mis manos vivo en un cagüendios continuo por culpa del mismo. No hay día que no me haga la picha un lío con los dígitos, que es pulsar una cosa y salir la otra, que tardo el triple de lo que tardaba en escribir SMS, que voy a llamar a alguien y de repente me marca otro número, que voy a mirar una cosa y toco sin querer otra y se arma la de Dios es Cristo en la tierra.

Y si sólo fuera el móvil, pero es que ayer, como casi todos los días, casi cojo el perolo de zancarrón con pimientos que estaba cocinando y lo estampo contra la ventana de la vecina. Pues no estaba yo intentando pochar la cebolla y que no había manera de que la tecla obedeciera a mí pobre dígito, venga a pulsar aquí y allí, y lo peor al meter la carne ya marcada con la cebolla, el tomate y los pimientos, que había que subir el fuego y de repente éste que se me bloquea as usual, que no obecede al dedo, que se me jode el guiso y me voy a cagar en todo... Unas veces porque tengo el dedo mojado, otras porque me desaparece el tacto o yo qué sé, pero elcaso es que la cosa esa de pulsar me tiene frito.
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Y todavía peor, el cajero automático que funciona también con pantalla táctil, que hace una semana voy a sacar unos euros en uno de Gijón por la tarde y entre tanto pulsa aquí y allí, que marco sin querer, porque es que ni te das cuenta, o tarda en responder o es tan sensible que con sólo mover un dedo ya se da por marcado, lo que sea, y que va y el muy cabrón me saca en lugar de los 100€ de rigor el sueldo del mes y parte de el del vecino, una cosa. Luego al día siguiente corriendo a volverlo a ingresar a la sucursal de la Laboral en el centro de Oviedo.

Menuda tirria estoy cogiendo a la cosa esta tactil, como que cada vez que entro a un sitio, tipo museo o así con los nenes, y veo una de esas pantallas táctiles, entre la falta de tacto de mis dedos o mi desmaña para con todo, que nunca me sale a la primera, que me tengo que sacar punta a las yemas de los dedos o algo así, me pongo de tal hostia que me da por calcar y cualquier día me cargo una pantalla.

¿Pero es que todo va a funcionar así a partir de ahora? ¿Se acabaron las teclas, esas que tienes que hacer un mínimo de fuerza para estar seguro que ya has marcado? ¿Todo va a ser poner un dedo y que sea lo que el Dios Tecno quiera? En fin, y ahora amenazan con ordenadores digítales, miedo me da que desaparezcan los demás, juro que desempolvo la máquina de escribir, adios a la entrada express como ésta, ni cinco minutos de tonterías tecladas, como me digitalicen la existencia me dedico al cultivo de fresas, de lo contrario doy en loco, en más, digo.

Hoy nos han traido un horno nuevo, todavía no sé cómo va, pero tiemblo...

domingo, 18 de julio de 2010

GIZALEGEARI GORAZARRERIK EZ


Banuen gogoa Patxi Baztarrikak idatzitako BABELI GORAZARRE saiakera liburuari iruzkinik egiteko, baina nola edo hala beti atzeratu egin dut euskararen inguruko gauzetaz nahiko aspertuta bainabil aspaldi honetan. Atzo, ordea, izan nuen behin berriro erabat nekatu/aspertzen nauen bizipen bat, joan ginen T-ren lagun batzuenera bazkaltzera, Cudillero aldeko kostaldetik berrehun kilometro ingurura dagoen herrixka moñoño batera, alderdi ikaragarri ederra, zeru goienean hodei ilun eta urrun batzuk eta hozkirria azalean baina hala eta guztiz ere bapo-bapo jan eta edanez, eta bazkalostean geundela, etxaunak niri galdezka, aizu, zu euskalduna zara, ezta?, baietz ba, ba orduan jakizu potroetaraino nagoela zuetaz, bai jauna, euskaldunak begitan zituela, ezin gintuela pairatu munduko jendilaje ezin maltzur, uzkur eta insolidarioagoak ginelako. Guzti-guztiak?, itaundu egin nion, noski, eta berak, jakina ezetz, abertzaleak batik bat, betiere bereziak, apartak, nazio direla etengabe aldarrikatu ohi dituztenak, Espainiako gobernua orain dela hogei urte inguru nola edo hala baldintzatzen dutenak, foru pribilegio zentzugabeko batzuei eutsita behar bezalako diruxka ematen ez dutenak, euren buruak lehen mailako hiritartzat hartzen dituztenak, gainontzeko euskal hiritarrei euskara kosta ahala kosta inposatzen dietenak, Espainiako legea zein konstituzio sakratua aintzakotzat hartzen ez dutenak, EHko espainaltasunaren aldekoak akuilatu zein indarrez atzerrira botatzen dituztenak eta halakoak hurrenez hurren.

Nik ez nuen inolako gogorik halako saltsa benetan lodian sartzeko, ez dut izaten aspaltik, gaiak ikaragarri aspertzen nau-eta, eta gainera badakit hizpidera ekarrita oso irteera zaila izango duela. Esan bezala gertatu egin zen, ez dakit zenbagarrenez eskatu nuen faborez gaia alde batera uzteko, baina tira ba, dena alperrik, atzerrian bizi naizela, etengabe eta batez ere nahigabe delako gaia mahai gainean jartzen didate desafio moduan. Esan berri dudanez nik hasiera batean muzin egin ohi nion erronkari, baina hala eta guztiz ere gero gehienetan eutsi egin nion halabeharrez, besteak ez baitzuen amore ematen eta nik ez neukan inolako asmorik halako kontu iraingarriak besteri gabe irensteko; isiltzea oso komenigarria omen da mahai inguruan bakea egon dadin, baina ez norberaren ispirituan.

Horrezkero, beraz, ni berriro galdezka, guzti-guztiak horrelakoak al gara?, jakina ezetz, erantzun zidan, denak ez, baina bai foruei eutsi eta euskara nola edo hala inposatu nahi dituzuenok bai. Baina orduan abertzaleak izan ez ezik, gainerako euskal hiritar gehien-gehienak ere begitan dituzu, gehienok foruak zein euskara maite ditugu-eta? Oker geundelako, abertzale gaiztoek engainatu zein manipulatuak, azaldu zidan ingeniari azkarrak, nolabait diferenteak izan nahi genituenok, horixe, diferenteak nahi izatea omen zen geure arazoa, gainontzeko espainar hiritarrak baino hobeak ginelakoan baikeunden, horrexegatik ezin gintuen ikusi ere, horrexegatik ere gutaz potroetaraino zegoen eta nahiago zituen EH Zelanda Berriaren ondoan egotea, zenbat eta urrutiago, gero eta hobeto, hogei urtetan arazoa zein albiste txarrak baino ematen ez bait genituen, eta batez ere, insolidarioak ginelako, gutxiago ordaintzen genuelako eta gainera kontzertu ekonomikoa tresna guztiz deitora/eskandalagarria genuelako gainontzeko esapiniarren kalte zein lotsarako.

Betiko leloak, bai, behin eta berriro edonon eta edonoiz entzundakoak, egiaren parte handi bat daukatenak ere, aitortu beharrean nago, egia baita E.H.k ez duela behar bezala laguntzen gainontzeko komunitateen aldean, areago, konpetentzia benetan laidogarria egiten diela auzoko komunitateei enpresen zergen kontura edo. Konponbidea, ordea, kontzertuak zein gainerako foru eskubideak behin betiko ezabatzea zuen asturiar ingeniari azkarrak, denok berdin berdin Espainian nik ez baititu ordaintzen nire zergak euskotar baino gutxiago izateko... Saiatu egin nintzen esaten bidegabekeriok nik ere arbuiatzen nituela, denok ontzi berean geunden aldetik berdin ekarri behar geniola estatuko kutxari eta antzerako zurikeriak. Harrezkero ni bai nengoela potroetaraino, zeharo gogait egina, hizpide hura gogoko ez izateaz gain bere etxean gonbidatuta nengoen aldetik ez baineritzon oso gizalegezkoa halakoak botatzea apenas ezagun duzun bati, kontsorte hutsa. Hark, ordea, ekin zion bereari, Espaina bakarra eta denok zapata beraren gainean bizi behar genuela gaineratuz, hau da, inolako ustezko pribilegio barik, beraz egokiena Frantzian bezala, departamentuka banandu eta guztiok berdin berdin jakobinismoaren esanetara.

Erantzun egin nion zeharo nazkatuta hori horrela izanda euskaldun eta katalan gehienok Espainaren parte izateari uko egingo ziotela, euren eskubideak errespetatu edo onartzen ez zituen estatu batean irauteak ez baitzuen zentzu handirik. Berari bost axola, Espainian egon bitartean estatuari men egin ala bestela akabo, eskubiderik ez, makila besterik ez baigenuen merezi gainontzekoen gainetik bizi nahi izateagatik. Nazkatuta zegoen euskaldunetaz, gorroto bizia zien euskal abertzaleei eta ezin zuen ulertu nola eta zer dela eta eutsi nahi genion euskera bezalako hizkuntza kaskar bati, gure kultura gehienbat atzeratuari, dirua eta denbora alperrik galtzea besterik ez zitzaiola begitantzen, batez ere ingelesari ekin beharrean, beti atzera begira ari ginela, egia ustelez zein gezur borobilez josita eta gainera zapaltzen genuela gure herrian bizi nahi zuen gizakume oro euskaraz ikastera behartuta baitziren bere semealabak.

Betiko leloak, egia erdiak erdi ustel, eztabaidaka egin nahi baina ondokoak ezin, gorrotoa eta gezurra batera eta gainera, gutxi bailitzan, zer edo zer gaineratzen, zehazten edo zuzentzen saitu orduko berak niri trufaka are nazkagarriagoak ziren lelo gehiagorekin. Ederto ba, gonbidatzen nauzu, ez dut zurekin eztabaidaka egin nahi behar bezala ezagutzen ez zaitudalako eta hala eta guztiz ere zuri bost, baina saiatzen naizean, nire egial botatzen saiatutatakoan ez dizkidazu aintzat hartzen eta gainera burlaka ez zaizkizulako gustatzen, ez dira entzun nahi dituzunak, zure argudioetarako komeni zaizkizunak bakar bakarrik kontuan hartzen dituzu, gainerakoak gezurrak ala okerrak dira, baina hauek ezesteko modurik ez, ez baituzu hizpide duzun ezer behar bezala ezagutzen, kanpotik bakarrik hitzegiten duzu, batez ere gorrototik, ezinikusitik, eta nik gainera men egin behar dut nire bikotea nirekin gainera haserre ez dadin, primerakoa, ederra.

Banuen beraz Patxi Baztarrikaren liburuari iruzkin egiteko asmo bizia, liburua asko gustatu baitzait, oso gomendagarria deritzot, asmo onez josita dago eta hala eta guztiz ere gehienak gauzagarriak, gure herkideen borondatea eskuratzen dugun neurrian bederen, zeren ezin da ezer inposatu edo behartu, konbentzitu bai, badugu eskubide osoa nahi adina gizakume euskararen mundura gehitzeko, gaineratzeko, baliabideak aldiz eztabaidagarriak izan daitezke, baina inola ere ez gure eskubidea euskarari eusteko.

Berriro dio, banuen iruzkin luze eta gogoetatsua egiteko gogoa, baina zertarako ote. Botatzen ditu borobilak bere liburuan, oso ariketa ederra omen da euskara eta bere inguru mingurua ezagun eta duin egiteko, azaltzen dizkigu primeran gure hizkuntzaren aje soziokulturakak zein azke urteotako aurrerapen ikaragarri positiboak zein txalogarriak proposatzen dizkigu ere bide ezin zuzenagoak aurrera egiteko, euskarak plazara behin jalgia eutsi egin ziezaion etorkizunari, eta batez ere erakusten digu ondo baino hobeto zein den euskararen benetako biziraupenerako bide ia bakarra, sarri baino gehiagotan entzun edota kantatutakoa, Gandiaga dixit:

"Hemen
euskaraz ez dakienak
berak jakingo du
zergatik ez dakien.

Baina hemen
euskaraz ez dakienak
ez digu uzten
euskaraz egiten.

Baina eta hemen
euskaraz jakin arren
euskaraz mintzatzen
ez denak ere
ez digu uzten
euskaraz egiten."


Patxik ez du ezer berririk asmatu, Patxik gakoa gogorazi digu, bidea erakutsi, gure neurriaren alde onak zein txarrak ere bai.

viernes, 16 de julio de 2010

UN CHISTE MEJOR QUE MIL PALABRAS

SEMANA NEGRA DE GIJON Y TARDE OTRO TANTO


La Semana Negra de Gíjón es uno de los eventos literarios de mayor calado y más conocidos del panorama ya no sólo español, un encuentro de creadores del género negro en el que se presentan libros, se dan charlas, se intercambiam ideas, lecturas y hasta nombres de restaurantes y casas de citas. Por lo general lo mismo que en todas las ferias de cualquier otro gremio, pero con el añadido, o el plus, de que en este caso la repercusión mediática es esencial, tanto para la venta del producto como para la afluencia del público que se supone que llena las salas y compra los libros.

Por si fuera poco, la feria literaria in stricto sensum se desarrolla en unos pocos metros cuadrados bajo unas carpas junto a la playa del Arbeyal en el barrio de La Calzada de Gíjón. Es bajo estas carpas que se organizan las presentaciones de libros, actividad por la que siento un más que acendrado escepticismo, cuando no pavor y hasta nausea, tanto en cuanto a su utilidad como al absurdo por el que trascurren la mayoría de ellas, y no estoy pensando en exclusiva de las mías, como prota o invitado, sino prácticamente todas a las que he asistido también como público y cuyo común denominador no es otro que el patetismo de las mismas. Las presentaciones de libros son actos sin pies ni cabeza cuyo único resultado práctico es reunir a la parentela y amigos del escritor para tomarse luego unas cañas. Porque la repercusión de la mismas por lo general deja bastante de desear, a no ser, claro está, que estemos hablando de autores consagrados que reunen además de a las personas antes citadas y algún lector de verdad, despitado y no, a la prensa en pleno, lo cual tendrá su debida repercusión al día siguiente en los diferentes medios, aunque pocas veces por cuestiones meramente literarias. Por lo demás, a las presentaciones de libros no va ni el Tato, como mucho algún periodista local que puede que consiga publicar una reseña de la misma en función de su relación con el autor o el editor, acaso sólo con la chequera de éste. Y por si fuera poco, las presentaciones de libros son en sí mismas un tostón de cuidado, cuando no un verdadero atentando contra el mismo objetivo que las anima, pues en la mayoría de los casos los comentarios sobre el libro en cuestión suelen ser tan de mercadillo, tengo género, vendo barato, me lo quitan de las manos, como contraproducentes en el caso de que el autor no tenga precisamente dotes de showman o por el estilo, que suele ser lo habitual en el caso de los escritores a no ser que medien los copazos de rigor entre pecho y espalda, como que de lo contrario la mayoría se dedicaría a otros menesteres más prácticos, en lo lúdico y en lo económico, en lugar de la aterradora soledad de su cuarto frente al ordenador.

Luego están las charlas de los escritores más o menos consagrados, ahí cada uno acude a la que le viene en gana si tiene suerte o le apetece. Yo sentía curiosidad por la charla siempre divertida del bilbaino Fernando Marías, no me iba a aburrir, seguro, la del griego Petros Markaris por tener todavia reciente la lectura de su NOTICIAS DE LA NOCHE que tanto me había gustado, la presentación de NECROPOLIS del colombiano Santiago Gamboa del que siempre he disfrutado con sus libros, LOS SUEÑOS DE UN LIBERTADOR de Fermín Goñi y la esperanza de ver en alguna charla o así a la gallega Mecedes Castro que anunciaba presentación de su segunda novela MATRIS tras la maravisolla Y PUNTO, también me picaba la curiosidad por conocer al asturiano Nacho Guirado que con NO SIEMPRE GANAN LOS BUENOS, ambientada en lo que viene a ser el triángulo Oviedo-Gijón-Avilés, demuestra una vez más que el marco geográfico de una trama negra no tiene porque circunscribirse en exclusiva a escenarios preestablecidos como pueden ser las grandes urbes y sus bajos fondos o cualquier otro al uso, cualquiera vale y si no basta con abrir las páginas de sucesos de cualquiera de las ediciones locales del planeta.

Por otro lado, hay que señalar la presencia en la Semana Negra del profífico escritor vasco Jon Arretxe, el cual presentaba la traducción al castellano de dos de sus últimas novelas, SHAHMARAN y LA CALLE DE DOS ANGELES, y del que creo haber leído tiempo ha una novela negra que transcurría en el casco viejo de Vitoria con un inspector de la Ertzaintza de protagonista o algo parecido, no estaba nada mal dentro de su género. Arretxe no sólo cultiva la literatura de género, negra y de viajes sobre todo, sino que además vende lo que quiere demtro del limitado mercado editorial en euskara. También llamaba la atención la presencia del bilbaino Juan Bas con sus irreverentes y divertidas Voracidad o Alacranes en su tinta, pero sin relación directa con la novela negra. Otro tanto ocurre con el navarro Patxi Irurzun, autor de los libros Ajuste de cuentos, Cuentos de color gris, Cuentos sanfermineros, El cangrejo valiente y La polla más grande del mundo, las novelas Cuestión de supervivencia, Ciudad Retrete, Odio enamorado, En el desierto de la soledad, y el libro de viajes Atrapados en el paraíso o su último libro La virgen puta, una verdadera gozada, un cabrón con pintas que se toma tod0 a guasa o casi, hasta o sobre todo lo más sagrado, pero cuya presencia en la Semana Negra, pues, hijo, yo qué sé qué tiene que ver con la trama de asesinos, polis,detectives, forenses y demás ralea.

Del resto o no los conozco pero me gustaría, tiempo al tiempo que somos demasiados en este barco, o no me interesan porque me han aburrido y hasta cabreado con alguna de sus cosas. Por lo demás, hay que reconocer que por mucho apego que tenga uno a la cosa literaria, por muy festival de la República de las Letras que amague ser la Semana Negra, la cosa de las presentaciones y las charlas se me siguen haciendo cuesta arriba. Para ello basta acudir a una charla en la que el escritor, en este caso un jovén latinoamericano cuyo nombre y nacionalidad omito, larga una inacabable homilía acerca de su obra y aburre hasta a las musarañas, únicas asistentes al acto con la excepción, digo yo, de los cuatro colegas gafa-pasta, y compronar hasta qué punto resulta absurdo, terrible incluso, este tipo de actos cuando el que los dirige no tiene el talento de un Andreu Buenafuente o la mala baba de un irreverente Rubiales para, por Dios y Graucho, hacerlo más ameno. Eso por no hablar de las tertulias de escritores, colegas y no, y las cuales consisten en lo esencial en comerse la polla los unos a otros compitiendo a ver quién suelta la frase más redonda, tremenda o simplemente pedante, de vómito. Pero bueno, yo es que soy un ocioso frustrado y amargado que no ve nada con buenos ojos...

Por lo demás, sólo comentar mi estupefacción ayer cuando llegamos a la feria en cuestión, que a la vista de las largas filas de puestos ambulantes de senegaleses casi me da por pensar que lo de la Semana Negra se refería a otra cosa; yo al menos tuve un momento que me vi de nuevo en el centro de Dakar como hace diez años o así. Y es que contiguo a las carpas de la cosa literaria, se concentraban no sólo los mercachifles de todo tipo y quicalla que pueblan nuestro paisaje urbano contemporáneo, sino también un importante parque de atracciones cuyo ruido ensordecedor nos acompañó, torturó, desde el primer momento y al que no me pude resistir por culpa del mayor de mis retoños, con lo que yo, que iba para la cosa esta de las letras, me veo de repente montado en el tren chuchú más cutre que había parido madre, no tenía ni bruja que te azotara, todo lo más un negrata malencarado que le daba al botón y el gitanorro de rigor repartiendo globos y globazos a unas mamas con nenes y todavía susceptibles de revolcón, las madres, claro. Patético, encima me mareé de puro aburrimiento. Menos mal que la alegria desbordante de mi retoño hace que estas y tantas otras cosas merezcan la pena... A la noria, ni que decir, se subio su... querida madre con él.

En fin, y mientras esperaba que la madre y el guaje regresaran a tierra firme, a la vez que trasegaba una cerveza y mecía el cochecito del bebé, pensaba que si toda aquella mandanga estruendosa había sido una idea para atraer gente a la cosa de los libros con la escusa de las atracciones, iban bien dados. No veía yo al personal muy dado a curiosear entre las novedades de la feria literaria a pocos metros de los churros, el algodón de azucar, el tiro al plato, la noria, el martillo Ranger o los auto de choque. Y lo digo porque me cuesta horrores concebir que alguien que disfruta como un enano, o como los enanos más bien, de todo aquel bullicio sonoro y la marabunta sudorosa y empujona, pueda luego hacer otro tanto con el silencioso y solitario placer de la lectura. Pero bueno, esto ya lo digo sólo por el agobio sufrido, que yo también he tenido mis ratos de autos de choque y churros.

Para acabar la jornada nos fuimos a tomar algo con una amiga de T a la que nos encontramos de camino al aparcamiento donde habíamos dejado el choque, y entre que ellas se ponían al día de sus cosas y servidor soltaba alguna que otra chorrada para que no le cupiera duda a la amiga de los sinsustancia y bobo de necesidad que la otra se había echado de pareja, va nuestro primogénito y se estampa contra el suelo por hacer el chimpance sobre una silla de bar. Menudo hostión que se llevó el pobre, sangrando por la nariz y la cabeza que creíamos que se la había partido, que había que correr a urgencias a que se la pegaran o algo así. Menos mal que como de costumbre sólo fue un susto, eso y el chinchón la mar de chulo que le ha salido en todo el bolo. Así que de momento mejor dejarse de negruras que para eso ya está este cielo encapotado con el que hemos amanecido hoy en Oviedo, a ver si también se nos van a joder los planes playeros para el fin de semana y me tengo que cargar a alguien para desahogarme y así poder protagonizar mi propia trama negra, de momento la del kiosko tiene todos los boletos, siesa, que es una siesa.

miércoles, 14 de julio de 2010

MEMORIAS DE LA CASA MUERTA


Sé que hacía tiempo que no comentaba lecturas en el blog, y no precisamente porque no hubiera tenido algunas dignas de ser recordadas tal y como me conjuré con los posibles, casi quiméricos, lectores del mismo. Pero es que entre las pijadas del Mundial y las entradas de la rutina propia a lo diario, apenas me han quedado ganas para lo que realmente animó la creación del mismo, o al menos esa era la idea cuando me propusieron abrir uno para verter mis cosicas.

Ahora bien, también advertí en su tiempo que no procede comentar todo lo que lee, vee o bebe uno, que aún habiendo disfrutado de un libro, una peli o una comida, no tiene mucho sentido levantar acta de cada cosa. No obstante, cuando la experiencia, lectora o lo que sea merece la pena ser compartida, por si acaso el entusiasmo, para bien o para mal, que uno puede reflejar en su comentario anima a otro a compartirla, o en el caso negativo a huir como de la peste del pestiño de turno.

En este caso, creo que procede celebrar la lectura de MEMORIAS DE LA CASA MUERTA del ruso Fiódor Dostoievsky, no sólo un genio de la literatura mundial, también un maestro en la humilde medida que uno aspira a escritorzuelo o lo que sea. Así pues, uno se reclama alumno o admirador del genio ruso desde que era prácticamente un imberbe pajillero, en concreto desde la lectura todavía en el Instituto de la monumental Crimen y Castigo, un verdadero encontronazo con la literatura en Mayúsculas, a años luz de la inmensa mayoría de los tostones a cuya lectura nos sometían los profesores de literatura en su empeño por ahuyentar a los adolescentes del vicio maravilloso de la léctura.

De ese modo, había devorado a lo largo de mi vida, en especial la más joven, casi toda la obra de Dostoievsky, desde los clásicos monumentales como el antes citado a esos otro como Los Hermanos Karamazov, Los Endemoniados, Memorias del Subsuelo, El Idiota y la a mi juicio, la más impactante de todas, El Jugador. No me voy a alargar con la glosa inútil de la obra de Dostoievsky, pero sí con el elogio entusiasta hacia su obra, probablemente una de las más decisivas del XIX, de siempre.

El caso es que como suele ocurrirle a uno con esto maestros antiguos, que decía Thomas Bernhard (aquellos autores que dejan de verdad huella en uno a través de su trabajo), hacía la tira de años que no lo había vuelto a frecuentar desde el atracón de la adolescencia o así, de modo que mi reencuentro con MEMORIAS DE LA CASA MUERTA no sólo ha sido apasionante, yo me atrevería a decir con toda la grandilocuencia que conlleva que hasta emotivo.

MEMORIAS DE LA CASA MUERTA no es una novela, es la crónica del periodo carcelero de Dostoievski en Siberia tras ser condenado a trabajos forzados por las autoridades zaristas de su época bajo la acusación de crímenes contra el Estado, lo que venía a ser opinar por su cuenta y encima hacerlo público. No es una novela sino la recopilación de sus impresiones durante tan aciago periodo, el cual al principio no me animaba mucho a la lectura porque adivinaba otra de esas lecturas atormentadas al estilo de las Primo Levy con el Holocausto o la recientemente leída Todo Fluye del también ruso Vasili Grossman con el gulag soviético, y claro, el cupo de tremendidades dramaticas como que a rebosar. Sin embargo, era Dostoievsky y la curiosidad era inevitable, amén de la convicción de que por muy poco apetecible que me resultara el tema en un principio, la escritura del genio ruso me lo iba a hacer más llevadero. Y así ha sido, la maravilla de poder haber vuelto a gozar con el Dostoievsky más puro, su escritura tan libre como personal, tan inaudita incluso para su época, su extraordinaria sensibilidad para el detalle, sobre todo el humano, ese por el que es considerado el maestro del retrato sicológico y que a mí se me antoja una empatía a manos llenas hacia sus congéneres, muy por encima de sus prejuicios de clase o ideológicos, que los tenía y no pocos, ya sea para resaltar sus lados más entrañables como los más desagradables. La escritura de Dostoievski también es piedad infinita hasta por el más despreciable de los hombres, lo cual no le libra a éste de su juicio severo si se lo merece, así como del elogio sincero y hasta emocionado para aquellos que conquistaron su corazón en un medio tan hostil como poco propicio a los afectos o los gestos generosos. También le han tildado de percursor del existencialismo, de ser el primero en tratar a sus personajes sin el amparo de un Dios todopoderoso, a merced de lo inesperado, y muy en especial de sí mismos.

Sea como fuere, y como era de esperar, estas MEMORIAS DE LA CASA MUERTA no son sólo un retrato de la vida en los campos de trabajos forzados de Siberia durante la época zarista, también lo es, o sobre todo, la suma de todos los personajes que en ellas aparecen, las relaciones entre ellos, las del autor con algunos de sus compañeros, sus impresiones no sólo ante el horror de los campos y de las actitudes de muchos de los presos y guardianes, sino también de las pequeñas alegrias, desengaños y sorpresas del día a día de la cárcel, las cuales, en definitiva, conforman un verdadero mosaico de la condición humana en la que hay de todo, aunque el escritor destaca, o rescata, los mejores de entre la mayoría embrutecida, desalmada y sobre todo desamparada. También es un mosaico de la Rusia de entonces, país tan inmenso en su tamaño como en sus contradicciones, país tan viejo en su Historia como primario en su concepción de los hombres, y donde éstos, la gran mayoría de ellos, no pasan de ser meros supervivientes en medio del atraso en el que viven, cuando no verdaderos criminales por pura estulticia de su carácter primitivo, que no era otro que aquel en el que los de arriba les habían mantenido durante siglos de servidumbre y despotismo. Dostoievsky no sólo retrata, también divaga sobre ello y sentencia de vez en cuando sobre el alma humana, y más en concreto de la rusa, Dostoievsky con todo lo moderno y percursor de existencialismos y demás pomposidades que se quiera, es ante todo un escritor no sólo ruso, sino también ferozmente patriota e incluso nacionalista en el sentido de que está convencido que las peculiaridades nacionales de su pueblo no lo hacen homologables al resto de los pueblos europeos, por lo que todo aquello que vale para éstos (capitalismo, socialismo...) no lo vale para el ruso. Por si fuera poco, Rusia y los rusos no son sólo el marco de sus historias y el origen de sus personajes, también son su tema central, su obsesión, sin ellos no se entendería la universalidad de la obra de Dostoievsky. Con todo, no es un optimista sin remedio, lo es sólo a la fuerza, no serlo sería dejar de tener motivos para seguir viviendo puesto que ya conocemos el infierno aquí al lado, puede que hasta estemos viviendo en él.

Y una vez más, la estupefacción de encontrarme ante una escritura tan libre, incisiva y directa (algunos dirían moderna como si lo moderno implicara un estilo concreto y no un totum revolotum de aquí te espero) que cuesta imaginar que haya podido ser superada en sus virtudes por nadie desde hace dos siglos.

lunes, 12 de julio de 2010

FELICIDADES A LA ROJA


Se impone hablar del partido de ayer, final del Mundial 2010, España que lo gana por primera vez en su Historia y yo que me alegro, faltaría más, no me va a ser más cercano un tío de Albacete que otro de Rotterdam, uno de la Pobla de Segur que un asiduo al barrio rojo de Ansterdam.

El comienzo del partido amagaba bien para la selección estatal (si los del Constitucional establecen que Cataluña no puede llamarse nación a sí misma nadie me va obligar a mí a concebir España única y exclusivamente como un estado a secas, si bien lo que en realidad se me antoja es una nación de varias naciones...) que tuvieron sus quince minutos de juego propio, de lucimiento, mucho birbiloque con la pelota en medio campo y llegar lo justo para rematar mal, debe ser el estilo famoso. Luego los holandeses jugaron a argentinos o italianos, al patadón, la rabieta delante del árbitro y replegarse todo lo posible para luego en un descuido de España pasar la pelota a los calvos y que éstos salieran en tromba contra la portería de España; de hecho todavía no me explico cómo pudo fallar el Robben una de esas... En todo caso, estaba visto que los naranjitos habían renunciado a atacar desde antes de comenzar el partido, que a ellos lo de o jogo bonito debía sonarles algo así como una de las especialidades de las brasileiras del famoso barrio de Ansterdam al que me he referido antes, y sobre todo que de la Naranja Mecánica ya no quedaba ni las peladuras.

Así pues, no me pude resistir al salto del sofá con el gol de Iniesta, nunca más tarde ni más merecido. Ganaron y me alegré. Luego parece que tocaba celebrarlo, aunque insisto que me alegré, pero no me emocioné o acaso sólo lo justo, disfrutar de las imágenes pospartido con los jugadores en el campo, la alegría ajena siempre es reconfortante, y poco más. Ya se encargó medio Oviedo o más de celebrarlo a lo grande, incluso antes de comenzar el partido, que esto parecían las fallas, un petardo tras otro. Qué decir al final del partido, del bar de enfrente salieron media docena de cincuentones armados con tracas y allí estuvieron hasta las tantas, ellos y los que se les sumaron con más petardos, berridos y pitidos. Tuvimos que llevar al nene a la habitación interior para que pasara allí la noche con T, cerrar todas las puertas de las habitaciones que dan a la calle, bajar todas las persianas. Con todo, servidor y su hijo mayor dormimos con la puerta cerrada en la habitación de los papas, que dice él, y dormir es un eufemismo cuando estuvimos hasta la cinco de la mañana despiertos oyendo los petardos, pitidos y berridos, la sana y sonora manera de festejar la alegría del pueblo español y olé. Luego a eso de las cinco llegaron los munipas para intentar poner un poco de orden porque abajo se había formado una tangana de miedo entre los partidarios de soltar más tracas y los de irse retirando. Los munipas que aparecieron con la sirena a todo volumen para evitar que siguieran metiendo más ruido... En fin, todavía hoy a la mañana estaba trabajando, a veces lo hago, y se oía los petidos de algún resacoso al grito "español, español, soy español", pues mira qué bien, qué mérito, tú.

Más tarde repaso la prensa en papel e internet. A parte de la lógica euforia del casi total del territorio estatal, leo con atención las noticias del terruño. Parece ser que a diferencia de otras ocasiones la gente que quiso pudo salir rojigualda en mano a celebrar el triunfo de su equipo. El Correo Español le dedica una amplia cobertura como todo aquello que de una u otra manera pueda corroborar la indudable españolidad de las Vascongadas y olé. De ese modo habla de cientos de personas junto a la Fuente de Moyua en Bilbao, delante de la pantalla que puso Lazkoz en Vitoria o en Ermua, ciudad que como todo el mundo sabe es españolista a la fuerza, casi sólo hay españoles... Luego tocan los matices, que si no eran tantos los que estaban en un sitio u otro, que si poco más que a escondidas aquí o allí, que si también salieron los otros a berrear su antiespañolismo. Pues bien, lo mejor de todo es el titular no me acuerdo leído dónde y que decía Tierra de Contrastes. Sin ir más lejos los de la realidad del Pais Vasco, allí donde viven, o mejor dicho, conviven mal que bien, identidades de muy diverso y en muchos casos incompatible pelaje. Cómo no va a haber gente celebrando la victoria de España, bandera en mano incluso, si muchos vascos se sienten españoles y otros que venidos de fuera nunca se han tenido como vascos después de décadas viviendo en el P.V. Lo raro, ilógico, incluso perverso, es el clima de coacción del nacionalismo vasco durante décadas a todo aquel que no compartiendo sus supuestos quería manifestarse como español en el P.V, máxime cuando la violencia terrorista campaba a sus anchas, y no me refiero miedo sólo a las dos hostias bien dadas de los fanáticos de turno, sino incluso a lo que pudiera pasarle a uno más tarde una vez significado, que se decía entonces.

Ahora bien, que haya gente en las calles del P.V celebrando la victoria de España no significa en modo alguno, como algunos han querido insinuar desde algunos medios confundiendo sus deseos con la realidad, que de repente la inmensa mayoría haya visto la luz que les alumbra a ellos y que hayan renunciado a su peverso y garrulo nacionalismo vasco, que es lo que los nacionalistas siempre piensan del de los demás, siquiera al escepticismo identitario que compartimos muchos, para abrazar lo que esos mismo voceras de la España una, grande y libre no dudan en calificar como la última gesta de la nación española. Pues no, no había masas de ciudadanos berreando "soy español, español" en Bilbao, Donosti o Vitoria, apenas unas centenas orgullosas de serlo y con todo el derecho del mundo. Probablemente eran menos de los que les hubiera gustado celebrarlo, probablemente también la verdadera alegría por la victoria se circunscribió a la intimidad de los hogares como tantas otras cosas. No obstante, también hay que reconocer, recordar y sobre todo respetar, el hecho innegable de que también hubo muchos vascos que desearon la derrota de España, que la desean siempre, incluso que se reunieron con ikurriñas y banderas holandesas para ver su sueño cumplido.

A estos que ya antes del partido declaraban su desapego por la Roja, ya se han encargado de ponerlos a caldo desde todas las partes y por todos los lados. Y no precisamente con argumentos, si es que pudiera haber alguno a la hora de juzgar las lealtades del prójimo. Ha primado como de costumbre el insulto, no podía ser menos cuando hablamos de patriotismo, no ya balompédico, sino patriotismo a secas; el que no siente mis colores es que casi no tiene derecho a la vida. De ese modo, y no sólo en boca de los pelagatos vocingleros del bar de la esquina o el taxista de turno, sino sobre todo de conocidos personajes de la política, prensa y hasta de la cultura española, ha destacado el epíteto de "paleto" para referirse a los nacionalistas perífericos que osaban declarar su desapego por la Roja. Fino argumento intelectual del que sólo queda deducir que un tipo cubierto con la bandera española y berreando "español, español, soy español" a las tantas de la madrugada con una curda de campeonato es algo así como un fino cosmopolita. Claro que no se puede esperar mucho de las exaltaciones patrias, los colocones patrioteros de la masa, si les dejas te montan otra guerra civil en versión limpieza étnica o algo parecido. Y sobre todo de ese curioso juicio de los nacionalistas españoles, confesos y no (una de las características más risibles y significativas del nacionalista español es que nunca se tiene por tal, se ofende, eso es cosa de los otros, nunca de él, él todo lo más es constitucionalista y desprecia los nacionalismos perífericos porque tiene más amplitud de miras, es un demócrata de toda la vida y hasta ha leido a Proust, eso aunque luego corra a colocar su bandera al lado de las otras y monte campañas I need Spain...) poque el suyo es el único sentimiento nacional digno de ser tenido en cuenta, el único verdadero de acuerdo con Constitución en la mano, el único que no te convierte de inmediato en un troglodita o un amigo de los terroristas, puede que hasta en imputado de Garzón (y si no que se lo pregunten a los recién absueltos de todos sus cargos del Egunkaria...). El de los otros no, ese ya es pecado o ya directamente delito. No importa que estemos tratando de cuestiones que afectan casi en exclusiva a los sentimientos, siquiera de los que los tienen de tal calado. El problema es que según la manera de ver las cosas de algunos, de casi todos los que vociferan desde los media de la Corte y aledaños, los sentimientos de muchos vascos y catalanes no valen, están equivocados o no son legales, cuando no meras ganas de joder la fiesta, rojigualda, de llamar la atención, de dar la nota, hacer daño.

Y en eso estamos los que durante décadas aguantamos y renegamos del nacionalismo que nos había tocado en casa. En el caso del vasco siquiera sólo por el modo excluyente, fanático y violento de muchas de sus manifestaciones, su tibieza para con los asesinos, sus dudas ante éstos. Décadas de hegemonía nacionalista vasca en la que destaca esa tendencia a juzgar e imponer el sentir de uno al prójimo poco más que por las bravas; él otro nunca contaba si no era la de la tribu o casi que se merecía lo que le pudieran hacer esos en los que sólo veían unos chicos descarriados... Denunciamos un nacionalismo de miras cortas, que en vez de sumar restaba, que hacía más daño a la idea de un País Vasco libre y orgulloso de su lengua y su cultura que todo lo contrario, un nacionalismo que a fuerza de simplificar, tergiversar y ocultar la mayor parte de nuestra Historia ha educado a generaciones enteras de vascos en la ignorancia supina sobre lo propio, todo lo más consignas, verdades a medias o interpretaciones dignas de un tebeo, para consumo de necios que o mastican las cosas de un par de bocados o no les pasa, se atragantan, en particular la complejidad y pluralidad de Euskal Herria. Sobre todo que atentaba contra la concepción de un País Vasco plural, donde podíamos caber todos sin por ello tener que renunciar a nuestras ideas, sentimientos o a la falta de lo uno y lo otro. Estamos en que ahora nos vienen del otro lado, del nacionalismo que bebe de la idea imperial que impusieron a nuestros mayores durante cuarenta años o de ese otro tan letal para la diversidad de España y la buena convivencia entre sus diferentes pueblos, regiones o naciones, como es la versión sociata del jacobismo francés cuyos orígenes se remontan al intento de los liberales españoles por crear un estado centralista a imagen y semejanza del vecino gabacho.

Ya no hablamos del futbol, mera anécdota, aún y todo pasatiempo por mucho que les dé ahora en hacernos creer que con la copa en la mano casi que salimos de la crisis en un par de días, hablamos de la sentencia del Estatut y ese pasarse por el forro de los cojones la voluntad popular expresada en las Cortes y por referendo, ese querer poner cotas a las aspiraciones autonomistas de un pueblo que en principio sólo busca el acomodo en el conjunto de España, ese recordar que sólo cabe una idea de España, la de siempre, una grande y libre según le pete a juez de turno. Luego se echan las manos a la cabeza porque hay vascos y catalanes que no comulgan con esa idea de España, que abuchean sus símbolos, que desean que se vaya a la mierda este estado construido desde y para el centro, esta Castilla ampliada en la que el resto sólo es permitido, nunca compartido, en la que todo lo más se toleran las diferencias pero no se aplauden ni se hacen propias, ¡¡¡¡¡por Dios, otras culturas distintas de la castellana???, donde sólo se suma a regañadientes y se procura ocultar o minusvalorar todas esas indentidades que no comulgan con la oficial. Luego se rasgan las vestiduras porque algunos aspiran a tener sus propias selecciones, porque se sienten diferentes, no les siguen el juego, son unos paletos, les han lavado el cerebro en las ikastolas; a ellos no, insisto, comparten la misma devoción gregaria y excluyente por las banderitas, pero no, lo suyo está permitido, bien visto, es lo que hay.

A mí me trae sin cuidado el color de esta o la otra bandera, a mí me importan otras cosas que no tienen por qué coincidir con la idea al uso de las naciones. A mí me importa mucho más la libertad del individuo para blandir la bandera que le venga en gana, para hablar y cultivar la lengua o lenguas que desee, para emocionarse con los colores que se le antojen en cada momento, su derecho a ir dando tumbos o no dar ninguno. Por eso ni me escandalizo ni me extraño cuando leo que en mi Ciudad a pocos metros de donde se habían concentrado cientos de personas con sus banderitas españolas para ver el partido en la pantalla gigante que había instalado el ayuntamiento, otros cientos se habían concentrado a su vez en el casco viejo con camisetas naranjas de Euskaltel, ikurriñas y banderas holandesas, para animar a Holanda. Es lo que hay, al que no le guste esta dualidad que se aguante porque no va a cambiar en lo esencial durante mucho, pero mucho tiempo. Podrá llegar acaso un día en el que convivan identidades nacionales sobre el mismo territorio con los mismos derechos, esto es, vascos con derecho a animar una u otra selección, incluso a cambiar a su antojo de lealtades según les apetezca, y por supuesto que también a no tener ninguna. Sin embargo, dudo que eso sea así en esta vida, no son pocos tercos ni nada los nacionalismos en la negación del otro, de hecho de eso van y no de otra cosa. Claro que si hablamos todavía del partido también hay que destacar la mayoría que estaba en sus casas disfrutando del partido, la victoria y poco más, la mayoría que pasa de trascendencias patrias y para la que el apego a unos colores sólo sea cuestión de noventa minutos de juego y emoción, fuera de ahí ya está la vida con sus cosas, casi siempre más importante que las tonterías estas de las banderitas.

viernes, 9 de julio de 2010

GU GARENAREN GORABEHERAK


Euskaraz ez dago dudarik, nortasuna nor egiten gaituena edo nor izatearen ezaugarri sorta definigaitza omen da, eta kitto. Baina identitatea oso bestelakoa da, kontzeptu latino bat da zeharo lotuta dagoena, ez garenarekin, jaio, koskortu edo gutxienez maite dugun herriarekin baino. Horrela esanda oso argi ematen du, baina ez, ezta inondik ere, nonbait jaio, koskortu edo maite izateak herri hau nola edo hala definitu edo bereizten dituen mito, sinbolo edota ikurrekin bat etortzea eskatu ohi digu nahitaez. Nork edo nortzuek eskatzen digute nazio bat definitzen duten ezaugarriokin bat egitea? Auskalo, baina jaiotzen garenez geroztik ari dira etengabe nazioaren leloarekin gora eta behera, zer garen, nongoak eta maiz ere zeren alde edo kontra irakasten saiatzen direnak, tribuaren buzuzagiak zein aztiak, bai eskolan edo kalean, bai familia edo lagun giroan, eta badaezapada heldu eta gero ez gara konturatu, hor ditugu gobernua zein alderdi politikoak behin eta berriro, egunero, gogoratzearren.

Alde horretatik badago jende pila munduan zehar oso argi dituela bere ezaugarri edo fideltasun nazionalak, Lionen jaio denak fransetsa du bere burua eta Madrilen jaiotakoak espainol peto-petotzat hartuko. Tamalez, Espainian bertan badago biztanle edo herritar pilak ez duela bere nazio fideltasuna oso argi, egon badaude ere inola ere argi nahi ez ditugunik, mugak zein banderak oztopo baino begitantzen ez zaizkigunok, bost ardura digunok tokian tokiko leialtasun faltsuak edo bederen duda-mudazkoak, batez ere betiere beste batzuek, historian zein gaur egungo goi erakundeetakoek, eramoldatuak edo ausaz asmatuak ere izan direnez gero. Badira esaten digutenak espainolak garela izen hori daraman lurralde historiko eta ia geografiko ere batetan sortu eta bizi garelako, baina egon badaude ere guztiz kontrakoa eratzunten dietena aurrenekoei, ez garela espainolak euskaldunak baino, gure herria zapaldua bizi dela Espainaren mendean, eta mendekotasun hori nola edo hala, noiz edo noiz, lepo gainetik kendu behar genukeela kosta ahala kosta, azken urteotan gure herriaren askabidean genbiltzala, eta hori dela eta nire modura aiko-maikoetan ari den oro traidore edo txoropito hutsa dela halabeharrez.

Baliteke, baina banderak gogoz eta bihotzez maite dituztenen ondoan bagaude ere batere gogoko ez ditugunak, ez baldin bada atzerrian larri-larri gaudela gure enbajadarena laster eta edonon antzemateko edo kutxa automatikoan gure gogoko hizkuntza hautatzerakoan. Bagara ere jende pila segun noiz edo nola bata ala bestea aintzakotzat hartzen dugunok, hau da, batzutan espanoila izatea komeni zaigunean argi eta garbi aldarrikatu ohi dugunok ,eta baita bestetzutan euskaldunak bakarrik sentitzen garenean inolako arazorik gabe aitortzen dugunok ere. Baliteke ere egunaren arabera bata ala besta gogoz eta bihotzez sentitzea, baliteke ere bokalez bukatzen diren hiletan espainola eta gainerakoetan aldiz euskaldun peto-petoak, hau da, inor baino abertzaleroagoak. Hau guztia horrela izanda bistan dago, ageri-agerian, indentitatearenak berdin digula egiatan, ez dugula behar bezala seriotan hartzen edo gure gogara bederen modaltzen saiatzen garela nork bere apeta edo interesen arabera. Egia esan, gure bizian nongoak eta areago nortzuen alde garen baino gauza guztiz garrantzitsuagoak direlakoan gaude.

Gainontzekoek ordea ez dute hain garbi, gainontzekoek euren identitatearekiko leialtasuna eskatzen digute etengabe, erabatekoa, bestela akabo, nirekin ala nire kontra, hemengoa ala kanpokoan, zuri ala beltz, ur ala ardo. Ezin dute ulertu biak gustuko izan ahal izatea, ura zein ardoa, eguna edo egarriaren arabera edan nahi izatea. Horrelakoek behin betiko, behingoz, hautatzeko eskatu ohi digute, euren alde edo aurka. Ezezt esatekotan zureak egin du, hau da, euren neurriko aberkide bat izateko eskakizun guztiokin bat ez baldin zatoz izorratuta zaude, akabo, c´est fini, ez zaituzte inoiz euren arean onartuko, tributik at zaude, are okerrago, etsaiaren besoetan, eurak ez bezalakoak, kanpokoak, beti etsai izan ohi baitituzte, ezin dute bestela ulertu, ezin dute kasketean sartu indentitatea ez dela ezinbesteko betekizuna, gogoa baino, gogoa bikoitza, hirukoitza edo enekoitza izan daitekeenik. Gogoa ala sentimendu hutsa, eta sentimenduetaz ari bagara auskalo bakoitzak bereak. Nire sentimenduak oso bitxiak baitira, ez dira batere sinpleak edo trinkoak, guztiz anitzak, aldakorrak eta kapritxosoak ere bat. Zeingotzat horrelakoa banaz, hain ganorabakue, aldabera hutsa. Gainera ez ditut oso argi, inondik ez, gure identitatearen nondik norakoak, herri bezala behintzat, noraino garen hain bereziak edo desberdinak gainerako espainolekiko, edo nolako benetako euskadun peto-petoak euskara eta Euskal Herria zinez maite edo gutxienez ezagutzen ditugun aldetik, batzuentzat E.H Abandoko Zoroak asmatutako Euzkadi nazkante bizkaizante hori baita bakar-bakarrik, edo bestela esanda: Batzokilandia. Egiazko Euskal Herria, zazpi eskualdetakoa. E.H oso anitza da, baditu ia oso bestelakoak diren hamaika pasaia edota bizimodu, zazpi herrialdetan banatua dago eta bakoitzak baditu ere bere historia eta nortasun propioak, bereziak, eta kasu askotan ere gainerako herrialdeekiko inkopatibilitate handiak ere bai. Eta hau guztiau gutxi balitz bezala bere biztanleak ere anitzak eta ezberdinak dira, nork bere euskaltasuna oso modu bestelakoa ulertzen duena, aintzat edo ez hartzen duena. Badu ere, alajaina, euskal herri egiten duten gutxieneko ezagutzaile komun bat, batzuetzat oso azalean dagoena, oso garrantzitsua dena, bestetzuentzat ordea anekdota hutsa, iraganeko gauzak, azaleko bitxikeriak edo aztarnak. Bestela ez litzateke EH izango, eta batzuen ustetan ez bezala ezta euskara bakarrik, oinarrizkoa izanda ere, historia bera baino, zazpi herrialdeena, nor bere kabuz baina aldi berean zazpiak bat ere izan dira, sikiera borondatez, eta hau ulertzen ez duena, edo nahi ez duena, historia ikas dezala eta kitto. Horrexegatik begitantzen zait guztiz hutsala, ez baldin bada petrala, eta behin baino gehiagota ezatsegina eta oso bortitza edo ezbidezkoa ere, betiko abertzaltasunaren ikusmolde trinko eta baztertzailea, bata ala bestea baina inola ere ez biak batera, edo bataren hau eta bestearen hori, ez du gehitzen, baztertu baino, gainera aspalditik baztertzen, zokoratzen, uxatzen ari da hainbat euskaldun, besteak beste nafar gehienak, Bizkaian sortutako euskaltasunaren ikuspegi ziztrin horrekin inola ere bat ezin datozenak, euren erresumaren ezaugarri, ikur eta batik abt aniztasuna sekula onetsi ez dituena, gaitzetsi baino. Eta baita kanpotik etorritako hainbat euskotar berri edo beren ondorengoak, ezin direnak inola ere ondo moldatu euskaltasunaren definizio murritz edo bortitz batekin, hau da, etnizista hutsa, joandako mendeko kontzeptu kaskar eta zaharkitu batzuk oraindik darabilzkiena. Horrexegatik ere azken urteotan euskal abertzaltasunak ez du gehitu, kendu baino. Eta horrexegatik ere merezi zuten aukera hauteskundeak baino lehenago indentitarearen ikusmolde hain hestu eta kaskar hori behin betiko gainditzea agindu egin zigutenek, nik behintzat sinestu egin nien, hain sinisbera naiz-eta.

Zoritxarrez, hilabeteak joan ahala eta euskaltasunaren inguruko eztabaida aspergarri eta amaigabeak alde batera lagatzea proposatu zigutenak oso bestelako zeregin baterako aprobetzatzen ari dira hausteskundeek emandako aukera: euskal abertzaleek urteotan ezarri edo inposatutako sinbolo guztien deseuztapena. Alabaina, ez dituzte baliogabetu nahi abertzaleak ez diren gainerako euskal hiritarrok gustorago edo libreago egon gaitezen. Ez, ezta hori inola ez, badirudi baliogabetu nahi dituztela beste kolore bateko indentitate bat ezarri edo inposatzeko asmoz. Hori dela eta, gehienok maite edo gutxienez onetsitako E.H.ren mapa aldatu, estatuaren bandera edonon jarri ikurrinaren alboan, euskararekiko edozein gauza lupaz begiratu eta murriztu, edota Espainako gainerako komunitate autonomo guztiekin parekatzen gaituen edozein gauzatan bat eginez jardun dute gure agintari berriek. Honi guztioni "normalizazioa" deitu diote, hau da, normala haiek egin dutena adierazi nahian, eta ondorioz orain arte besteek egindako guztia anormala balitz bezela. Baina orain arte egindakoa gehiengo batek eskatua edo behintzat gogoan hartua zela ahazten dute, ahaztu ahaztu egin dute ere gehiengo hori oraindik dagoela hauteskudeak hauteskunde, eta ahazu nahi izango dute lau urte barru gehiengo horren sentimenduak aintzat hartzekoak ere direla, ez baitira anormalak, bestelakoak baino, abertzaleak. Orain eroso ez daudenak haiek dira; orduan, zertan egin dugu aurrera? Zertan hobetu gar? Zertarako hainbeste agindu edo egitasmo bateratzaile edo eskuzabal? Gezurretan ote zen, trikimailu hutsa ez batzuekin ez besteekin, idenditatearen leloaz potroetaraino geundenon botoa eskuratzearren? Auskalo! Baina badirudi hau guztia kanpoan gehienbat ondo baino hobeto ulertzen duten normalizazioaren alde egin eta egiten ari direla, baina inola ere ez euskal herritarron bateragune lasai eta atseginak, anitzak, sortzeko asmoz, gehiena jota estatuaren morroien apeta jakobinoa asetzeko soil-soilik.

Jakina, nire nortasuna identitatearen eztabaidaren gainetik dago, baina hor nonbait jaio, koskortu naizen aldetik badut ere eskubide osoa egoki, asetu eta agian ere laketzen nauen euskal identitate bat nire kasa moldatzeko, eta gainera honek ez du ezertan beste batzuenarekin, nire herkideenarekin kasuko, bat etorri behar, gainera gehienetan ez du egiten, oso tipo arraroa naiz-eta... I needn´t Spain or Basque Country, I need peace, freedom and my friends...

lunes, 5 de julio de 2010

BORBOLEANDO POR EL BOSQUE DE ARMENTIA



Se impone una entrada dedicada en exclusiva al bosque de Armentia por el que llevo bajando y subiendo toda la semana, ya sea en compañía de mi nene o a solas por la mañana para eso de darme un garbeo hasta la ciudad, comprar la prensa, enredar un rato aquí y allí, tomarme una birra, tomarme un pintxiko o hacer una de esas gestiones pendientes en la oficina de turno con el funcionario malencarado que siempre me toca (esta vez se me ocurrió pasarme por el ayuntamiento para informarme de... bueno, mejor lo dejo para otra ocasión).

No sé cuánto será en kilómetros desde Berroztegieta hasta Armentia, según el sendero o camino que se coja a través del bosque puede oscilar entre los quince a los veintimuchos minutos. Yo he llegado a la conclusión que hay que dejarse de hostias, esto es, hacerse el explorador de barbecho, hoy me meto por aquí, mañana por allí. Sobre todo porque puede pasar lo del primer día que se me ocurre meterme por un sendero que viene señalado para caballos, que me decía, "vas pegado a lo sembrado y así la vista con los montes al lado hace más ameno el trayecto". Hostias tú, me habían dicho en casa que no había llovido en toda la semana y de repente que nos tropezamos con el primer barrizal, tú métete por aquí, cuidado enano no te caigas, que como te dejes la sandalia en el barro luego va tu madre y nos cruje. Total que casi nos tiramos todo el trayecto sorteando charcos y barrizales, rebozadicos que llegaron los zapatos.

Aprendida la lección al día siguiente me metí por uno de los caminos con brea que atraviesan el bosque y que viene indicado con el dibujo o icono de una ermita, el Compostelano le llamán porque va a dar directamente a la basílica románica de Armentia, que como todo el mundo sabe es un hito del camino alavés a Santiago. Y pasico a pasico, ni quince minutos, oyes, yo diría que menos, que te pones, te pones, y tipi-tapa, tipi-tapa, cuando quieres enterarte ya has llegado a Armentia.

El bosque que se extiende a las fueras del pueblo/barrio de Armentia hasta las faldas de los Montes de Vitoria, entre las localidades de Eskibel y Berroztegieta (en su interior se situa el despoblado de Gazeta, y de acuerdo con la información pertinente, se define como un verdadero corredor biológico entre las áreas forestales, las áreas verdes periurbanas y el ecosistema urbano. Es decir, un maravilloso oasis vegetal entre el bullicio de la ciudad y el campo maxi antropomorfizado de la zona rural al sur de la capital alavesa. 164 hectáreas en total de las que 104 están cubiertas por especies arbóreas, el 70% de su superficie. Esta importante masa forestal tiene al quejigo (Quercus faginea) como especie dominante, aunque ha sido ampliada a lo largo de los últimos 25 años con plantaciones de una gran variedad de especies arbóreas, realizadas sobre unas 40 hectáreas de antiguos terrenos agrícolas.

El bosque de Armentia alberga ambientes muy diversos. A tramos de gran espesura en los que arces, majuelos, endrinos y zarzamoras acompañan a los quejigos, suceden otros de arbolado más disperso con grandes claros en algunas zonas, donde crecen brezos, escobizos y enebros. En el área de estancia de Artetxo son destacables algunos ejemplares maduros de quejigo que muestran un aspecto curioso, en forma de "candelabro" como consecuencia de las sucesivas podas realizadas para la obtención de leñas. En las cumbreras encontramos hayas, acebos y serbales, o zurbales de zurba, que es como de dice al serbal en Álava y parte de La Rioja, y en las márgenes de los modestos arroyos que surcan el parque son frecuentes los arces, avellanos y fresnos.

Los diferentes ambientes dan cobijo a una fauna muy rica y variada, entre la que se encuentra el jabalí, la ardilla, aves rapaces y hasta una treintena de especies de pequeños pájaros como jilgueros, pinzones, petirrojos y carboneros.

Por lo que respecta a Mr y un servidor apenas tuvimos opción de tropezarnos con un jabalí tal y como era el deseo del niño. Sin embargo, andando por los senderos, a través de la sombra refrescante que ofrecen las copas de los quejigos, arces, avellanos y fresnos, se puede escuchar el hilo musical de los jilgueros, pinzones y otros pájaros, así como divisar las picazas, cernícalos y otras rapaces que no mencioné antes. Con todo, lo más impresionante del trayecto en estos días de finales de junio no fue otra cosa que la compañía de una nube de mariposas que revoloteaba a nuestro alrededor formando una abigarrada cortina tras la que Mr. insistío repetidamente en traspasar con las manos abiertas para intentar abarcar con ellas esos destellos de luz lepidóptera. Aquí me he pasado, lo sé, pero la verdad es que uno entiende la tendencia de algunos al mariposeo pues estos insectos son verdaderas briznas de alegría y belleza en mitad de la soledad arborea, toma ya. La misma palabra mariposa es una de las más bellas en castellano y así también en otros idiomas (butterfly -literalmente mosca de la mantequilla- en inglés, papillon en frances, papallona en catalán, farfalla en italiano, schmetterling en alemán, fluture en rumano, tximeleta/inguma/pinpilipausa/marisorgin en euskera). Sin embargo, es en galaico-portugués como más bonita me parece "borboleta" pues parece referirse al efecto visual que produce el vuelo de las mariposas, bor-bor. Se trata de una especie de onamatopeya visual, palabras que intentan imitan el efecto visual de algo, y de la que palabra vasca para mariposa pinpilinpausa es otro ejemplo. Pedantences para no variar.

EL TIMO DE LA MUJER GIGANTE


Tras la caminata de rigor desde Berrozti a Vitoria por el bosque de marras, llegamos Mr y yo desde la parada de Armentia en bus al barrio de Zaramaga para ir a ver la cosa esa de la Mujer Gigante que no sé quién me había dicho que estaba muy bien para los niños. Como el bus (hacia siglos que no me montaba en uno de V, ¡¡¡¡1,10€!!!!, hay que joderse, en Oviedo, que lo cojo a veces, no llega a 0,90€, cómo se nota que...) nos deja justo a las puertas del cementerio de Santa Isabel cojo y atajo a través de éste. Confieso que me gustan los cementerios, como no a tenor de la cita que encabeza este blog, siempre encuentras algo curioso, interesante, que hace poner en marcha al coco en su versión más fabulera o simplemente desquiciada. Sin embargo, ayer a la tarde no tenía intención de entretenerme buscando epitafios, tumbas curiosas, fechas dramáticas, flores y otras emotivas ofrendas o así con Mr. de la mano y el tiempo justo. Pero, va Mr. y que le da por jugar al escondite, al corre-corre que te pillo entre las hileras de tumbas y ya cuando lo atrapo le entra el morbo y me pide que le lea lo que pone en las tumbas; aquí yace Abundio Mengano, su afligida viuda le llora desde una playa de Cuba de fina y blanca arena con un daikiri en la mano mientras la abanica un negro con...

Total que al final consigo sarcarlo del cementerio, tiene su miga decirlo así, a lo zombi, y llegamos a Zaramaga para cruzar al Boulevard. Allí nos espera una espantosa atracción de feria acampada a las afueras del centro comercial en forma de mujer tumbada, rodeada por una valla métálica y que a mí, en cuantico la vi, juro que me pareció la versión femenina del Gargantua de fiestas. Y qué te decía, en taquilla atracón al canto, cinco euros el papa y cuatro el niño para meternos dentro de la señora Gargantua. Nos recibe tras la valla, a nosotros y una familia con dos niñas, una chica en bata blanca que se presenta como la doctora que nos va enseñar las entrañas del monstruo, la monstrua, pero que a mí en cuanto abre la boca y brota su desganado acento caribeño se me antoja de inmediato una azafata en prácticas de Aerolineas Cocaina, digo... Colombiana. Ya al otro lado de la valla, la cosa empeora sustancialmente, nos hacen ver un video sobre lo que vamos a ver dentro bajo una tienda de campaña y de pie, ni una puta silla. Es empezar a escuchar la voz en off de otro supuesto doctor y echarme a temblar. My God, Mondieu, Mare de deu, ene Jainkoa, Alahu Akbar,la que nos espera. Y en efecto, nos introducen en la cabeza de la pava gigante, todo cartón, latex y demás elementos con los que se construyen las atracciones de feria, y la doctora Abigail Valdes empieza a vomitar el discursillo aprendido de memoria con menos ganas y gracia que Ibarretxe bailando sevillanas en el Rocio. Y por si fuera poco la cosa adquiere un aire de tocomocho de cuidado, como que todo consiste básicamente en que los nenes toquen la lengua gigante de latex, en espantarlos expulsando vapor por los tubos colgados por doquier, balancearte en el interior de una tripa de cartón, ver un útero gigante con un muñeco-bebe horrible y todo ello para ser vomitado cual cagarruta humana en menos de media hora de clase de ciencias a 9€ la media hora, catalán que se pone uno, una clase que consite en explicarles cosas tan enjudiosas a los niños, supongo que irá dirigido a ellos..., como que la boca sirve para comer, los ojos para ver y el culo para cagar... En fin, lo mismo que aprenden en casa o les han enseñado ya en la escuela, claro que aquí, ascolta tu, por 9€ y unos meneos.

En resumen, un timo de aquí te espero, pardillo, que eres un pardillo y encima me aprovecho de que vienes con tu tierno infante y no vas a ser tan cabrón de decirle que no al nene aunque la cosa tira para atrás ya de lejos, por favor, qué tipo de padre desalmado estás hecho que no vas a comprar la entrada... Eso sí, habría que saber qué concejal o funcionario del ramo autorizó semejante engendro a unos putos barraqueros con la excusa esa de que la cosa resulta muy didáctica y tal, patética más bien, y si añadimos el calor que hacía ayer por la tarde, la caminata que nos pegamos, que nos volvimos a pegar desde el Boulevard hasta la parada del tranvía. En fin, vaya cagada de atracción, vaya sacacuartos engañabobos, vaya soplapollas el que se tragó el cuento didáctico de los barraqueros, vaya puta mierda en suma.